Deseo sobre un muro del Cementerio de la Florida
Muy motivada por una estupenda charla que nos dio mi alumno Pascal, del nivel Avanzado 2 (un recorrido por Madrid que tenía por hilo conductor al pintor Francisco de Goya), fui una mañana de domingo soleada a ver el cementerio de la Florida, un pequeño cementerio dentro del Parque del Oeste donde están enterrados los cuarenta y tres madrileños fusilados por el ejército francés el 3 de mayo de 1808, en respuesta a la rebelión del 2 de mayo. Seguro que alguna vez has visto este cuadro de Goya donde se representan los fusilamientos, ¿verdad?
Los fulamientos del 3 de mayo, de Francisco de Goya (Museo del Prado, Madrid) |
El cementerio estaba cerrado (solamente lo abren los sábados y domingos por la mañana en mayo y junio), pero el paseo mereció la pena: al lado hay un monumento de 1996 dedicado a Goya y unas bonitas vistas.
Si te fijas, al fondo, detrás de la casita que vemos enfrente, pueden verse dos edificios que simbolizan dos instituciones muy poderosas en España: la monarquía, a la izquierda (el Palacio Real) y la iglesia católica, a la derecha (la catedral de la Almudena). Pero hoy voy a hablar de lo que estaba escrito en primer plano, a la izquierda, en uno de los muros del cementerio.
El verbo repatriar viene de "patria" ('tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligada el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos', según el diccionario de la Academia de la Lengua). Repatriar significa 'devolver algo o a alguien a su patria'. Vamos a ver algunos titulares de la prensa para ver cómo se usa esta palabra:
Carromero podría ser repatriado próximamente desde Cuba a España (Carromero es un político del Partido Popular que estaba en una cárcel cubana y que esta semana, efectivamente, ha sido repatriado)
Repatriado a España un guardia civil por denunciar irregularidades en Afganistán (España tiene desde hace tiempo soldados y guardias civiles en Afganistán)
Exárbitro ecuatoriano condenado por tráfico de drogas en EEUU fue repatriado (enviado desde Estados Unidos a Ecuador)
Desgraciadamente, el uso más frecuente de esta palabra en España es para hacer referencia a la devolución de los emigrantes que entran sin documentos en regla en el país y son descubiertos.
¿Cómo entendemos esta pintada? Creo que el autor, el poeta neorrabioso, desea que se lleven a otro lugar las patrias, preferiblemente muy lejos. Que no se lleven a las personas, sino las patrias. ¿Y por qué? Quizá porque el concepto de patria es demasiado peligroso, alienante, conflictivo.
Estoy totalmente de acuerdo. Creo que mi patria es el mundo (al que pertenezco jurídica, histórica y afectivamente) y la gente a la que quiero (que es de muchos y diferentes países). Algunos dirán que no soy patriota (según el diccionario, 'persona que tiene amor a su patria' y, ¡atención!, es una palabra que termina en -a y que es igual para hombres y para mujeres), pero se equivocan: lo que no soy es patriotera ('que presume excesivamente e inoportunamente de su amor a la patria'; ¡ojo!, esta sí cambia: patriotero/a/os/as).
El propio pintor Francisco de Goya, que murió en el exilio en Burdeos (Francia), tuvo que sufrir la sospecha de falta de patriotismo y se le acusó de afrancesado. En la época de Goya se llamaba afrancesados, de forma despectiva, a todos los seguidores o admiradores de lo francés (la moda, las ciencias, las ideas sociales, etc.), así que ser afrancesado era algo contrario a ser patriota.
En cuanto a la construcción gramatical "que + subjuntivo" que se usa en la pintada, puedes leer la explicación y ver más ejemplos en la entrada Que se oiga la voz de las calles.
Te recomiendo que escuches atentamente la letra de esta canción, que tiene mucha relación con la entrada de hoy. Te pongo la letra debajo:
Entre tu pueblo y mi pueblo
hay un punto y una raya.
La raya dice: "No hay paso",
el punto: "Vía cerrada".
Y así, entre todos los pueblos,
raya y punto, punto y raya.
Con tantas rayas y puntos,
el mapa es un telegrama.
se ven ríos y montañas,
se ven selvas y desiertos,
pero ni puntos ni rayas.
Porque esas cosas no existen,
sino que fueron trazadas
para que mi hambre y la tuya
estén siempre separadas.
¡Hasta pronto, espero que hayas disfrutado con esta entrada!
Muchas gracias por este árticulo.
ResponderEliminarPascal
Gracias a ti por inspirarlo
ResponderEliminarPues sí que es interesante tu blog. Este artículo, el primero que leo, me gusta mucho.
ResponderEliminarGracias, "anónimo". Espero que sigas leyendo y te siga gustando.
ResponderEliminarHola Marisa, me gusta mucho tu post, me parece una excelente interpretación de la frase de Neorrabioso, ya que al leerla sin analizarla puedes interpretar todo lo contrario. Lo enlazo en mi blog:
ResponderEliminarhttp://sinpasartedelaraya.com/la-lectura-un-placer-al-alcance-de-todos.html
Saludos,
Hola, Silvi:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por el enlace.
Me pasaré por tu blog sin pasarme de la raya.
Saludos
Hola Marisa,
ResponderEliminarLeyendo información sobre Neorrabioso he llegado a este blog que no conocía y al que ya he puesto entre mis favoritos.
Te dejo un enlace del blog que escribo en el que en una ocasión también hablé del lenguaje y de los carteles que se ven en la ciudad.
http://blogs.km77.com/nimeva/2224/garage-las-dos-con-g/
Un saludo
Hola, Marta:
ResponderEliminarTe había visto ya en tu facebook, donde he encontrado cosas muy interesantes. Gracias por el enlace y por ponerme entre tus favoritos. Ahora me toca a mí visitarte.
Hasta pronto