Una antigua copla (un tipo de canción popular andaluza que habla, generalmente, de amores que producen dolor) dice lo mismo que esta pintada que encontré en el suelo, en un paso de peatones, justo enfrente de un edificio de la Universidad Carlos III:
Leganés (Madrid) |
La copla continuaba así: "La maté porque era mía, y si volviera a nacer, otra vez la mataría". Evidentemente, la canta un hombre que ha matado a su mujer o a su novia. ¿Qué hace esta frase machista y violenta pintada justo enfrente de la universidad? Creo que quiere denunciar que la mentalidad de la antigua España, profundamente machista, sigue presente actualmente. Y sobre todo, quiere denunciar que en España siguen muriendo mujeres a manos de sus novios o maridos; en los últimos años, aproximadamente una mujer muere cada semana por esta causa.
Me gusta mucho más la historia de amor entre la mozzarella y el tomate que nos cuentan en la fachada de la pizzería L'Isola Bella:
Calle 2 de mayo |
Érase una vez y colorín colorado, este cuento se ha acabado son formas habituales de empezar y terminar los cuentos infantiles. Las formas érase y encontróse recuerdan el español antiguo, porque hace siglos era habitual que los pronombres personales (lo, se, me, te, etc.) se usaran después (o a la derecha) de los verbos conjugados.
En las dos imágenes de hoy tenemos los tres principales tiempos del pasado en español, tal como los usamos cuando contamos historias sobre el pasado:
- Pretérito indefinido: maté, encontró, surgió. De este tiempo te hablé ya en la entrada de la semana pasada (te recomiendo leerla).
- Pretérito perfecto: ha acabado.
- Pretérito imperfecto: era, érase.
Dos de ellos nos cuentan acciones terminadas (maté, surgió, ha acabado); el otro nos cuenta las circunstancias que rodean a esas acciones (era mía, el tomate estaba caminando), cosas que empezaron antes que la acción (el hombre pensaba que la mujer era suya mucho tiempo antes de matarla; el tomate llevaba un tiempo caminando cuando se encontró con la mozzarella) y que continuaron o no después de la acción (cuando usamos el pretérito imperfecto no marcamos si la acción terminó o no, aunque por el contexto o nuestro conocimiento del mundo podemos saberlo).
Te voy a dar más ejemplos de pretérito imperfecto y pretérito indefinido (sobre el pretérito perfecto te hablé ya en otra entrada que tiene bastantes ejemplos) usando algunas fotos personales y contándote lo que estaba pasando en la imagen:
Le dolía la cabeza y por eso él le dio un masaje |
Tenía hambre, así que se comió un buen plato de pescado y marisco |
Cuando estaba nevando, hicieron un muñeco en la terraza |
Le regaló una tarjeta a su abuelo porque era su cumpleaños |
Mientras los especialistas preparaban el globo, los viajeros se hicieron una foto |
Se cayó de repente, mientras estaba pintando la pancarta |
Cuando llegaron a Lugo, hacía muy buen tiempo |
¡Espero que las explicaciones y los ejemplos te hayan ayudado! La diferencia entre estos tiempos, para las personas que no tienen algo parecido en sus lenguas, es uno de los aspectos más difíciles del español. Si todavía no los controlas, no te desanimes: observa los contextos más repetidos y sigue intentando usarlos, cada día lo harás mejor.
¡Hasta pronto!
socorrrooooooo, basta de comeduras de coco
ResponderEliminar¿A qué te refieres exactamente, Pepe?
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