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sábado, 26 de diciembre de 2015

Fin de temporada



¡Hola! ¡Se aproxima el final del año! Este fin de año coincide en España con un fin de ciclo o de temporada política: probablemente, después de las elecciones del pasado día 20 de diciembre, muchas cosas van a cambiar.

Por eso, hoy voy a dedicar esta entrada a los sustantivos (el) fin y (el) final, palabras muy cercanas que a veces son intercambiables, pero no siempre. En el uso de estas palabras hay muchas diferencias geográficas, o sea, que muchas expresiones que son habituales en España con la palabra fin en otros países de habla española son más comunes con la palabra final, y al revés. Por eso, lo que te puedo mostrar es solamente el uso mayoritario en España, pero no en todas las zonas donde se habla español.

Para observar cómo se usan estas palabras, vamos a pasear un poco por Madrid comentando algunos carteles que he fotografiado en distintos lugares de la ciudad. Al final, veremos un resumen de los diferentes usos y otro sobre algunas expresiones que parecen casi iguales pero no lo son (al final, en fin, por fin, finalmente y al fin).

Empezamos nuestro paseo en pleno centro de Madrid, en la Puerta del Sol, donde, sobre el enorme árbol de decoración navideña, alguien puso este cartel:

fines sociales
Puerta del Sol




En este cartel encontramos una de las diferencias más claras entre las dos palabras: uno de los significados de la palabra fin es 'objetivo, finalidad', o sea, la usamos para explicar para qué hacemos algo. En este cartel se pide que el dinero que se usa para el ejército se utilice con objetivos sociales (por ejemplo, ayudar a los desempleados o a las personas sin techo). La palabra final no se usa con este significado.

En cambio, cuando hablamos de la terminación o de la parte final de periodos de tiempo o de la terminación de eventos, usamos tanto fin como final; las dos tienen el mismo significado, y elegir entre una palabra o la otra es muchas veces una cuestión de preferencia (sobre todo preferencia geográfica). Veamos algunos ejemplos:


el fin del mundo
Calle Pelayo



al final del día
Plaza de Cibeles



a fin de mes
Calle Nuestra Señora de los Dolores



La primera foto es una declaración de amor; alguien dice que su amor durará para siempre, hasta que llegue el fin del mundo. En España es más habitual decir el fin del mundo; sin embargo, en otros países es más común hablar del final del mundo. Por ejemplo, así lo hace Luz Verde, un grupo musical de Venezuela que vive ahora en España, en El final del mundo, una de sus canciones.

La segunda imagen es una pancarta de una manifestación contra la violencia machista. En ella, una mujer expresa su deseo de que las mujeres, cuando su pareja masculina vuelve a casa por la tarde o por la noche, no tengan que enfrentarse con él y su violencia, y de que los hombres respeten la libertad de las mujeres. En España, para ubicar una acción en la última parte de periodos de tiempo, es muy común usar la palabra final: al final de la mañana, de la tarde, del día, de la semana. Sin embargo, fin se usa para hablar de conceptos como fin de semana (los días que no trabajamos, normalmente sábado y domingo) o Fin de Año (que muchas veces se escribe con mayúsculas, cuando se refiere a las fiestas de Nochevieja y Año Nuevo).

En cambio, cuando hablamos de meses, usamos tanto a final del mes como a fin de mes, que es lo que aparece en la pintada de la tercera foto. Una expresión muy habitual en España es (no) llegar a fin/final de mes, que significa '(no) tener dinero suficiente durante todo el mes, hasta que se cobra de nuevo el sueldo'. En la pintada, una persona se queja de que sufre estrés porque no tiene dinero suficiente para llegar a fin de mes. Algo que les pasa actualmente a muchísimos españoles, como nos dicen estos titulares de una noticia del periódico El Mundo del mes de septiembre de este año:

El 46% de los hogares reconoce atravesar dificultades económicas

Hace cinco años sólo el 13% reconocía dificultades para llegar a final de mes


Además, cuando lo que queremos es situar una acción de manera aproximada en la última parte de un periodo, usamos la forma a finales de (en plural y sin artículo), como por ejemplo en esta frase: El cine nació a finales del siglo XIX. Usamos también las formas similares a principios de y a mediados de.

Fin y final también nos sirven para hablar de la permanencia o la desaparición de objetos, enfermedades, sentimientos, ideas, etc. En este sentido, en España preferimos la palabra fin, como en este cartel del escaparate de una tienda de ropa, aunque a veces también usamos final:


sin fin
Calle Raimundo Fernández Villaverde




No sé muy bien por qué han puesto este cartel en el escaparate. Deside y Faust es el nombre de la tienda, y supongo que también el nombre de sus dueños. Quizá Deside y Faust quieren mostrarnos así su amor por la vida y transmitirnos sentimientos positivos, ¿qué crees tú?

Como has visto, no es nada fácil a veces decidir qué palabra usar. Por eso, creo que te servirá de ayuda esta imagen, donde he puesto los usos más frecuentes de estas palabras. ¡A ver qué te parece!


fin final finalidad




En este paseo por Madrid nos encontramos también con el cartel de debajo, que estaba pegado en una farola. Un hombre llamado Miguel se ofrece para arreglar cualquier cosa que no esté bien en tu casa: bañeras, paredes, enchufes, persianas, etc. Lo que me hizo gracia fue la frase ¡Por fin un hombre que cumple! En ella, cumplir significa 'hacer algo a lo que estamos obligados'. Así que este hombre, Miguel, dice que muchos hombres no cumplen (sus obligaciones, sus promesas, sus compromisos) pero él sí; por fin se usa para indicar que lo que se dice a continuación es algo deseado y esperado. Bueno, pues tengo que decir que le he llamado tres veces para arreglar cosas de mi casa y es verdad que cumple: siempre ha venido el día y a la hora que me había dicho, y siempre me ha arreglado todo bien.

Hay otras formas parecidas a por fin que usamos con diferentes valores y que te explico en el cuadro del final. Con él me despido y te deseo... ¡un estupendo fin de año! ¡Hasta pronto!


por fin





al fin por fin en fin finalmente al final



domingo, 20 de diciembre de 2015

Deseos



¿Qué me deseas para las próximas fiestas? ¿Me deseas feliz Navidad y próspero Año Nuevo, que es la fórmula más clásica de felicitación navideña? ¿Me deseas lo mejor del mundo para el próximo año?

Quizá, por el contrario, me odias y me deseas lo peor, pero no me lo vas a decir, claro. 

Pues yo, en correspondencia...


felicitaciones
Calle Galicia



Bueno, creo que si estás leyendo este blog no me vas a desear nada malo, pero ¡no me digas que no es gracioso el muñeco de la foto!

¿Sabes por qué aquí usamos lo mismo y no el mismo? En esta frase, la palabra lo es un artículo neutro que puede referirse tanto a cosas masculinas (por ejemplo, "te deseo mucho amor") como a cosas femeninas ("te deseo mucha felicidad"), y a cosas que no son ni masculinas ni femeninas ("te deseo que tengas éxito"). Puedes encontrar más ejemplos del uso del género neutro en otras entradas, como Lo artesano y Recórtate lo tuyo.

Recuerda también que, aunque solemos decir que desear significa lo mismo que querer, tienen usos y significados muy diferentes. Desear es el verbo que se usa más ahora, para las felicitaciones de Navidad y Año Nuevo, y también el sustantivo correspondiente, deseo. Aquí tienes una variedad de frases que puedes usar si este año quieres felicitar las fiestas en español, escritas por diferentes personas y para diferentes personas. ¡Yo te deseo todo, todo lo que dicen estas felicitaciones!


expresar deseo

           

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Por ti, por mí

Al salir del metro, camino del trabajo,  vi este curioso vehículo:


por ti
Plaza de Barceló


Vamos a fijarnos en la frase central y en el lema de la marca Planchic:


por ti
Plaza de Barceló

Planchar es lo que hacemos con la ropa después de lavarla y secarla, con la ayuda del calor de una plancha. Según parece, en España planchamos más que en otros países, al menos eso es lo que me dicen mis estudiantes. Recuerdo que el curso pasado una alumna sueca, casada con un español, comentó con asombro que la madre de su marido planchaba incluso la ropa interior. Sí, es posible que en España planchemos más, aunque también es verdad que las generaciones más jóvenes planchan menos.

Pero volvamos a Planchic: en su lema ofrecen planchar por ti. Aquí, la preposición por significa 'en tu lugar'; o sea, nos ofrecen hacer algo que hacemos habitualmente nosotros mismos, planchar nuestra ropa; nos ofrecen sustituirnos en ese trabajo.

Es lo que piden también estas personas, que hagamos algo en su lugar:


www.mareagranate.org




No están pidiendo que les votemos a ellos: no es lo mismo vota por mí, que vótame (que es lo que piden los políticos). Son españoles que viven en otro país, son casi dos millones de personas, y se calcula que solamente unos 100.000 van a poder votar en las elecciones del próximo domingo. ¿Por qué? Porque en el año 2011 se aprobó una nueva ley que regulaba este voto y que exige tantos papeles y trámites, y en tan poco tiempo, que la mayoría no lo consigue. En las elecciones de 2008 votó más del 30% de esas personas, pero en las de 2011 solamente pudo hacerlo un 5%.

Por eso, estas personas buscan personas con derecho al voto que estén en España y que hayan decidido no votar, para que voten por ellos, en su lugar. Si eres uno de ellos, puedes hacerlo a través de la página de la Marea Granate.

Hay también otro movimiento que busca lo mismo, pero con los inmigrantes que viven en España. Miles de ellos viven aquí permanentemente, pagan sus impuestos, trabajan, pero no tienen derecho a votar. Por eso, el colectivo Vota por mí quiere poner en contacto a españoles que van a abstenerse ('no ir a votar') con inmigrantes que quieren votar pero no pueden.

Por mí, por ti, por nosotros, por todos... ¡No te quedes en casa sin votar si puedes hacerlo! ¡Dónale tu voto a otra persona que desea hacerlo! Y si no puedes votar en España porque eres de otro país, ¡colabora difundiendo este mensaje en las redes sociales: en Facebook, en Twitter, etc.! Quién sabe, puede llegar a verlo alguien que puede decidir votar por otra persona.

¡Hasta pronto!



domingo, 13 de diciembre de 2015

No seas payaso



La plaza de Tirso de Molina y las calles de alrededor son el territorio de las organizaciones anarquistas. Allí ponen sus puestos de venta de libros y otros objetos los domingos por la mañana, al lado de los quioscos permanentes de flores. Muy cerca de esta plaza, también los domingos por la mañana, comienza el recorrido del mercadillo más grande y famoso de Madrid, el Rastro.

Hace unos días, al lado de Tirso de Molina, me encontré este cartel:


miserables
Calle de la Magdalena



Evidentemente, están hablando de las elecciones generales que se celebrarán el próximo día 20. Estos grupos de enemigos del estado están en contra de todos los actuales partidos políticos y creen en otros tipos de organización común. El "vosotros" al que se dirigen (votaros es 'votar a vosotros') llamándolos miserables son los políticos, de todos los colores y tendencias. La palabra miserable tiene varios significados; aquí se usa con el de 'malo, perverso'. Con este anuncio, estas organizaciones quieren animar a la población a no votar.

Al lado estaba este otro cartel:


no seas el payaso
Calle de la Magdalena



Con su circo electoral se refieren a la actividad de los partidos políticos durante la campaña electoral: entrevistas y debates de los candidatos a presidentes del gobierno en los medios de comunicación, mítines ('actos políticos públicos') por todo el país, salidas a la calle para saludar al pueblo, etc. Luego nos hablan a nosotros, los lectores, para pedirnos que no seamos los payasos de ese circo colaborando con ellos y votando. Aunque el cartel estaba un poco roto, supongo que lo que piden después es la abstención ('la acción de no votar'). ¿Por qué somos payasos si votamos, según estas personas? Porque, después de las elecciones, cuando ya han conseguido lo que querían, los políticos se ríen de nosotros.

Me hizo mucha gracia la coincidencia de que en la misma calle, justo en la acera de enfrente, se encuentra esta curiosa institución que me gustaría visitar algún día:


club de artistas de circo
Calle de la Magdalena         



Estos son payasos de los de verdad, pero es muy frecuente que la palabra payaso se use de manera despectiva, en el sentido de 'persona que hace reír a los demás'. No sé qué les parecerá esto a los payasos reales, supongo que mal.

En fin, es cierto que a veces sentimos que muchos políticos se ríen de nosotros. Sin embargo, yo no creo que sean todos los que lo hacen y sí pienso votar, aunque comprendo que existan otras ideas y otras luchas.

Y ya que estamos en periodo electoral, aprovecho para presentarte de forma organizada algunas palabras y expresiones relacionadas con este tema. ¡Espero que te guste! ¡Hasta pronto!


Conjunto de Fichas creado con GoConqr por eoiespaol

lunes, 7 de diciembre de 2015

Barrios



Oficialmente, la ciudad de Madrid está dividida en 21 distritos. Estas grandes zonas están divididas también en zonas más pequeñas, que llamamos barrios. Los barrios tienen sus nombres oficiales, pero esta división no siempre se corresponde con la realidad de lo que la gente siente como su barrio.

Por ejemplo, en el distrito Centro hay seis barrios oficiales: Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol. Sin embargo, en la realidad hay muchos más barrios oficiosos ('que no tienen reconocimiento oficial') cuyos nombres no coinciden la mayoría de las veces con los oficiales: Austrias, Las Vistillas, Malasaña, Chueca, Lavapiés, La Latina, Alonso Martínez, etc.

Y estos últimos son los verdaderos barrios, los que la gente siente como algo que forma parte de su vida. Ahí están las tiendas donde compra (las "tiendas de barrio") y los amigos de toda la vida (los "amigos del barrio"); a pesar de que la ciudad es grande y la gente cambia de un barrio a otro, muchos siguen sintiendo lo que dice el cartel de esta foto:


amor de barrio
Calle San Andrés



Los barrios no deberían convertirse en lugares donde la gente solamente duerme, mientras pasa el resto de su vida en el centro de la ciudad o fuera de la ciudad. Los barrios, cada uno con su especificidad y su carácter propio, son los que dan verdadera vida a una ciudad grande. Por eso es necesario que en los barrios siga habiendo, por ejemplo, vida cultural y vida comercial. Más todavía en los tiempos en los que vivimos, cuando los centros de todas las grandes ciudades de muchos países tienen exactamente las mismas tiendas y bares -Zara, Primark, McDonalds, Starbucks, etc.-, y cuando las afueras de las ciudades están llenas de grandes centros comerciales donde también se repiten los mismos grandes supermercados.

De momento, la mayoría de los barrios de Madrid mantienen su vitalidad y muchos vecinos sienten esa importancia de que esto sea así.


los barrios hacen ciudades
Calle San Andrés (barrio de Malasaña)


el tesoro de la ciudad
Calle Anastasio Herrero (barrio de Tetuán)



Un tesoro es algo precioso, de mucho valor, que está guardado. Generalmente todo el mundo que visita una ciudad conoce su centro pero no sus barrios. Por eso, los barrios están como escondidos, son el tesoro que guarda la ciudad.

Algunos comerciantes de los barrios del centro son especialmente activos a la hora de promocionar su barrio y hablar bien de él. Esto da orgullo a sus vecinos y hace que se sientan a gusto en su propio barrio.  Esto pasa en dos de los barrios que más me gustan de Madrid: Malasaña y Chueca. Los dos tienen nombres que son homenajes a personas reales: Malasaña era el apellido de Manuela Malasaña, una joven que perdió la vida durante el levantamiento popular contra los franceses del 2 de mayo de 1808; Chueca era el apellido de un famoso compositor de zarzuelas, un género musical típicamente español.

Fíjate en estas imágenes de dos escaparates de esos barrios:


Malasaña mola
Calle de San Andrés (barrio de Malasaña)

Chueca es genial
Calle Gravina (barrio de Chueca)




Pues sí, los dos barrios son geniales y los dos molan mucho. Y una forma de mantenerlos vivos, estos barrios y otros, es comprar habitualmente en sus pequeños comercios. Si no lo hacemos, poco a poco irán cerrando, y entonces no tendremos más remedio que coger el coche o el metro para ir a comprar, y además, las calles de nuestro barrio estarán más vacías y más tristes. Por eso, vivas donde vivas, te animo a comprar en las tiendas de barrio por estas y muchas otras razones que nos explican en el cartel de la última foto.

¿Y a ti, te gusta tu barrio? ¿Tienes cerca todas las tiendas y servicios que necesitas? ¿Sueles comprar en ellas? ¿Ha cambiado mucho tu barrio en los últimos tiempos?

¡Hasta pronto!

yo compro en el pequeño comercio
Calle del Barco (barrio de Malasaña)

     


jueves, 3 de diciembre de 2015

Desobedece


Desde hace cuatro años, en España hemos perdido muchas cosas: por ejemplo, hemos perdido servicios sociales públicos (incluyendo servicios de educación y sanidad) y hemos perdido buena parte de los sueldos (que son ahora mucho más bajos). Pero, además, hemos perdido libertades, sobre todo la libertad de quejarnos y protestar libremente.

Hace unos meses se aprobó una nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que muchos llaman "ley Mordaza". Una mordaza es algo que otra persona te pone en la boca (un pañuelo u otro objeto) para que no hables ni grites. Y eso hace justamente esta ley: impedir el grito de los que piden justicia. Por ejemplo, prohíbe, con multas muy altas, concentrarse para intentar impedir un desahucio. No importa si el desahuciado es un anciano o un discapacitado, o si le echan de su casa por haber dejado de pagar mil euros: es ilegal intentar impedir que la policía eche a esa persona a la calle. También prohíbe las concentraciones o manifestaciones espontáneas, y es especialmente dura con las que se producen cerca del Parlamento -aunque no estén los diputados en el edificio-. Así, los políticos se protegen y se alejan de los ciudadanos. Prohíbe igualmente subirse a los edificios, que es una forma característica de protesta de Greenpeace y que nunca ha puesto en peligro a nadie.

Esta ley nos propone, por lo tanto, más "orden" y menos libertad. Yo opino como el autor de esta pintada, que recoge una frase del marqués de Sade:

orden social falta de libertad
Calle de las Zinnias




Este orden social, tal como se entiende en esta ley, consiste en quitar libertades a los ciudadanos comunes y dar más poder a las autoridades y a la policía. Pero ya tenían bastante poder antes de la ley. En realidad, lo que la ley busca, con la excusa del orden, es la protección de los poderosos. A los que no tenemos poder solamente nos quedan el voto y la queja. Y además, esta ley no persigue a los ladrones de guante blanco (que es una expresión para llamar a los que roban sin usar la fuerza), que son los que provocan muchas veces las protestas: la mayoría de los empresarios que nos engañan -por ejemplo, Volkswagen con sus coches contaminantes o Iberdrola con sus subidas de precios de la electricidad injustificadas- y de los banqueros y políticos que nos roban están en sus casas, sin devolver el dinero ni asumir responsabilidades.

A pesar de la importancia de esta ley de "inseguridad", poca gente ha protestado contra ella. Quizá la mayoría de la gente sigue pensando que es libre porque puede seguir paseando por la calle o comprar en la tienda que quiere. Pero, en mi opinión, tienen razón los que escribieron esto:


pensamiento libre
Calle Santa Águeda

ley mordaza
Calle San Mateo




Por eso, y porque esta es una ley injusta, creo que debemos hacer lo que piden en la foto del final, siempre que nuestro objetivo sea justo y no hagamos daño a nadie. A veces, la desobediencia (la resistencia a cumplir con las órdenes) es nuestra última arma.

Pronto, el día 20 de diciembre, tendremos elecciones en España. Es el momento de decir no a los que aprobaron esta ley, que fueron únicamente los diputados del gobierno actual. Si puedes votar en España, te animo a que mires los programas electorales de los diferentes partidos y veas cuáles se han comprometido a devolvernos nuestras libertades (yo solamente he visto dos que lo hacen).

En fin, que te animo a ser rebelde y a no conformarte con este mundo tan injusto, que podría ser mucho más bello y feliz de lo que es.


ley mordaza
Calle Duque de Alba