Ya sabes que me encantan los juegos de palabras porque en otras entradas los has visto. Me parece muy divertido que la gente juegue con las palabras, y me encanta lo bien que lo hacen algunos. Y, además, son muy difíciles de entender cuando están en otra lengua, ¿verdad?
Hoy vamos a pasear por diferentes lugares de Madrid viendo juegos de palabras, casi todos en tiendas y bares. Es normal que se usen tanto en estos lugares; también se utilizan mucho en la publicidad, y con el mismo objetivo: llamar la atención.
Empezamos con un juego de palabras bastante fácil. Este cartelito se vendía en una tienda del barrio de Chueca:
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Calle Gravina |
Entre verde y verte, la diferencia es solamente una letra. De esta manera, le estamos diciendo a una persona que verla es mucho más bonito y agradable para nosotros que cualquier color. Así que un cartelito como este es un buen regalo para cualquiera.
El siguiente juego de palabras lo encontré en un bar de un pueblo de Cantabria, en el norte de España. Está jugando con el sonido de una expresión informal, muy habitual aunque un poco grosera, que se parece un poco al nombre del animal del dibujo:
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Valle de Toranzo (Cantabria) |
Fiar, en los comercios, es vender algo o dar algún servicio sin que el cliente pague en el momento; el pago se deja para un momento posterior. Este cartel se dirige a un cliente, llamándole de usted, y dice "si piensa usted que voy a darle su consumición sin pagar en el acto, la VACA gar". Ese *la vacagar en realidad refleja la pronunciación de la va a cagar, y cagarla (siempre con el pronombre la) es una expresión informal que se usa con el significado de 'cometer un gran error'. Así que, si alguien consume algo en este bar y no quiere pagar en el momento, algo malo pasará; el cartel funciona un poco como una amenaza, claro que humorística.
Por cierto, que me hace gracia que jueguen con el sonido de la palabra vaca precisamente en Cantabria, una de las zonas de España donde tradicionalmente ha habido más vacas, sobre todo vacas lecheras. Aunque en las últimas décadas muchas familias que vivían de las vacas han tenido que dedicarse a otras cosas, porque la Unión Europea hace años limitó muchísimo la producción de leche; hoy, curiosamente, tomamos mucha leche que procede de otros países (por ejemplo, de Francia y de Portugal). Esta y otras decisiones similares de la Unión Europea han reducido muchísimo algunos sectores de la economía tradicional (agricultura, ganadería, algunas industrias) y han convertido a España en un país de camareros y cocineros. Parece que nuestro destino es ser el sol y la playa de Europa, mientras que desde todo el mundo -no solo desde Europa- nos envían la comida y los demás productos que necesitamos. Un difícil equilibrio.
Pero en fin, vuelvo a mis juegos de palabras, que son más divertidos. En las calles de Madrid se encuentran también algunos que juegan con dos idiomas, el español y el inglés, como ocurre con los dos siguientes:
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Calle del Pez |
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Olivar |
En el nombre del bar y sala de conciertos y exposiciones Amar go, si juntamos las dos palabras, obtenemos la palabra amargo; este adjetivo describe un sabor un tanto desagradable, como el del café puro, algunas cervezas o la piel de los limones, y también se usa para describir un sentimiento de pena, de dolor (por ejemplo, si decimos "Pasé unos momentos muy amargos"). El sabor amargo se usa como complemento de los sabores dulces en muchos cócteles; quizá por eso se llama así este lugar. Al mismo tiempo, en el nombre del bar, tenemos dos palabras: la palabra española amar y el verbo en inglés go; de esta forma, nos invitan a ir a un bar que nos encantará.
En la segunda foto, el juego de palabras es muy sencillo si conocemos el nombre del barrio donde tomé la foto: Lavapiés. Han cambiado las dos primeras vocales para convertir a Lavapiés en Lovepiés, un barrio lleno de amor.
También juega con la lengua inglesa el nombre de la siguiente tienda, pero el juego de palabras es un poco más difícil de descubrir:
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Calle Farmacia
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Calle Farmacia |
La Kelly es una tienda de productos de limpieza. En principio, el nombre de la tienda parece que se refiere a la mujer, que se llama Kelly, con un nombre anglosajón. Además, la estética de los carteles recuerda a la publicidad estadounidense de los años 50. Pero dicen la Kelly, con artículo delante. Esto no es muy habitual delante de los nombres de persona: es más o menos común en los pueblos y también está bastante generalizado cuando se habla de cantantes y actrices populares; sin embargo, en las ciudades no es normal hablar de una mujer usando la delante de su nombre.
Ese artículo me hace pensar que realmente, detrás de la palabra Kelly se esconde la palabra keli o queli, que no encontrarás en los diccionarios. Es una palabra que procede del caló o lengua de los gitanos españoles y que en Madrid y otras zonas se usa coloquialmente con el significado de 'casa'. Tiene lógica, porque lo que venden en esta tienda son productos para la limpieza de las casas.
Pero también oigo la palabra queli últimamente para referirse a las personas que limpian en los hoteles. En fin, no sé, pero en todo caso juegan con el español y el inglés.
En el castellano de España se usan bastantes
gitanismos, en su mayoría en la lengua informal. Aquí tienes algunos que tienen algo en común: empiezan con
ch. ¿Sabes qué significan?
Chorizo es 'ladrón' (puedes ver ejemplos en
No hay pan para tanto chorizo);
chalado es 'loco';
chungo significa 'que tiene mal aspecto o mala calidad' o 'complicado, difícil'; un
chaval es un chico, alguien muy joven;
chachi puede ser adjetivo o adverbio y significa 'estupendo' o 'estupendamente'.
Bueno, chavales, que os lo paséis chachi hoy y que no os pase nada chungo, que no os encontréis con ningún chorizo y tampoco con ningún chalado.
¡Hasta pronto!
P.D. (añadido en 2018) Últimamente se ha popularizado mucho el nombre de
kelly para una profesión: camarera de hotel (o camarero, pero casi siempre son mujeres las que hacen este trabajo), o sea, las personas que limpian las habitaciones. Parece que este nombre tiene su origen en la denominación
la que limpia, que se acortaba en
la que li, y que finalmente llegó a ser
la kelly. Esto es al menos lo que explica en su página web la asociación profesional más importante de este sector, que se llama, naturalmente,
Las Kellys. Esta asociación se creó en 2016, así que es posible que el nombre de la tienda
La Kelly tenga relación con estas personas y no con lo que yo había imaginado, pero ya no puedo saberlo porque la tienda ha cerrado.