¿Sabes cómo suelen empezar los cuentos tradicionales para niños en España (y no sé si también en otros países de habla española)? Con las tres primeras palabras de esta versión distinta del famoso cuento de Caperucita Roja (que es la chica del dibujo) que vi en el escaparate de una tienda de Malasaña:
Calle Velarde |
El final tradicional de los cuentos también está un poco cambiado, porque normalmente se dice, hablando de la pareja protagonista del cuento (cuando la hay): y vivieron felices y comieron perdices. Pero bueno, la principal novedad de esta versión es que Caperucita es mala y el lobo es bueno.
Érase viene del verbo ser (la forma era + el pronombre personal se) y significa 'haber, existir'. Es una forma antigua, pero a veces se usa cuando se quiere indicar el comienzo de una historia, pero no una historia cualquiera, sino algo divertido, ameno, curioso o infantil. Así pasa con el nombre de este hotel, que sugiere que tiene una curiosa historia:
Calle Bravo Murillo |
Érase no sigue el orden de palabras normal en el español actual, porque, con los tiempos conjugados del indicativo y el subjuntivo, habitualmente colocamos las palabras lo, la, se, os, te, etc. (los pronombres personales) a la izquierda del verbo. Por ejemplo, como en este mensaje que fotografié en el mismo escaparate que el cuento de Caperucita:
Calle Velarde |
A mí, la verdad, es que no me gustan nada mis errores. Los odio. Cuando sé que he hecho algo mal, pienso y pienso constantemente en eso y me siento fatal. Me gustaría aprender a aceptar los errores, pero me cuesta mucho, ¿y a ti? (como ves, en este párrafo he usado todos los pronombres a la izquierda del verbo).
Esto es lo más habitual, pero en el español actual también en algunos contextos usamos el pronombre a la derecha del verbo. Fíjate en el nombre de esta bonita joyería:
Travesía de San Mateo |
Dime es di + me. Usamos este orden con los imperativos afirmativos, como puedes ver en este otro ejemplo:
Travesía de la Comadre |
¡Una forma muy diferente de comprar ropa! Pagamos por el peso, no por la cantidad de ropa. Cosas de la crisis...
Hay algunas construcciones en las que tenemos dos opciones, y podemos usar el pronombre tanto a la izquierda como a la derecha. Se trata de algunos grupos de dos verbos, uno conjugado y otro no conjugado:
1. Algunos verbos modales (poder, soler, querer, saber, intentar, conseguir, seguir) + infinitivo (forma en -ar, -er, -ir) / gerundio (forma en -ando, -iendo).
Plaza de Santa Ana |
El año pasado, los futbolistas españoles amenazaron con hacer una huelga. Esta pintada dice con humor que, si no hay fútbol, hay peligro de que la gente piense, o sea, que el fútbol es una forma de escapar de la realidad y no dedicarle la atención necesaria. El fútbol es, en definitiva, el sustituto del circo romano ("Pan y circo", la política de dar alimento y entretenimiento de baja calidad para mantener a la población lejos de la política). Y de verdad que es así: justamente ayer fue la final de la Copa de Europa entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, y durante todo el fin de semana no han existido problemas en España: ni paro, ni pobreza, ni desigualdad, ni injusticia, ni corrupción. Solo fútbol, fútbol y más fútbol, tanto en los medios de comunicación como en las conversaciones de la calle.
Pero volvamos a nuestros pronombres: esta persona podría haber escrito La gente puede ponerse a pensar, con el pronombre a la derecha del infinitivo. Significaría lo mismo, y la única diferencia es al escribir: cuando usamos el pronombre a la izquierda del primer verbo, lo escribimos separado; cuando lo usamos a la derecha del segundo verbo, lo escribimos junto con el verbo.
Pero volvamos a nuestros pronombres: esta persona podría haber escrito La gente puede ponerse a pensar, con el pronombre a la derecha del infinitivo. Significaría lo mismo, y la única diferencia es al escribir: cuando usamos el pronombre a la izquierda del primer verbo, lo escribimos separado; cuando lo usamos a la derecha del segundo verbo, lo escribimos junto con el verbo.
2. Algunas perífrasis verbales, que son también dos verbos agrupados, con un primer verbo conjugado y el segundo, un infinitivo o gerundio: empezar a / volver a / acabar de / tener que + infinitivo, llevar + gerundio, etc.
Corredera Baja de San Pablo |
Esta persona ofrece algo que todavía no es muy habitual en España: probablemente se va a cambiar de piso y está vendiendo sus cosas haciendo un rastro (normalmente esta palabra se usa para los mercadillos callejeros, y en especial para el famoso Rastro madrileño). Dirige su anuncio a las personas que se acaban de mudar a ese barrio, o sea, que han venido a vivir al barrio recientemente. Podría haber escrito también ¿Acabas de mudarte?
¡Atención! Si usamos un grupo de verbos como los anteriores, pero en imperativo afirmativo, el pronombre se pondrá a la derecha del segundo verbo:
Valencia |
Buena frase, ¿no? Aunque creo que no siempre es verdad: los verdaderos amigos son generosos. Ahora fíjate en la segunda parte de la frase: trata es un imperativo afirmativo, por eso el pronombre lo aparece a la derecha del segundo verbo, pedir. Si no fuese un imperativo afirmativo, podríamos usarlo tanto a la derecha como a la izquierda; por ejemplo, una frase muy frecuente en las canciones de amor: Lo traté de olvidar / Traté de olvidarlo.
Cuando usamos dos verbos juntos y no se trata de verbos modales ni de perífrasis verbales, el pronombre se usa al lado del verbo del que depende: a la izquierda si depende del primer verbo, a la derecha si depende del segundo verbo. Por ejemplo:
Cuando usamos dos verbos juntos y no se trata de verbos modales ni de perífrasis verbales, el pronombre se usa al lado del verbo del que depende: a la izquierda si depende del primer verbo, a la derecha si depende del segundo verbo. Por ejemplo:
Sus amigos la animaron a tomarse unas vacaciones
Los amigos animaron a la chica o la mujer, que es la; este la depende del verbo animarse y se coloca a su lado, a la izquierda. Por otro lado, el pronombre se es un uso reflexivo del verbo tomar, y se coloca a su lado, a la derecha.
Solamente me queda una cosita que decirte sobre este tema: otro caso en el que siempre usamos el pronombre personal a la derecha del verbo. Se trata de construcciones con infinitivo (-ar, -er, -ir) y con gerundio (-ando, -iendo) cuando estas formas no están asociadas a un verbo modal o no forman parte de una perífrasis verbal. Veamos varios ejemplos.
Solamente me queda una cosita que decirte sobre este tema: otro caso en el que siempre usamos el pronombre personal a la derecha del verbo. Se trata de construcciones con infinitivo (-ar, -er, -ir) y con gerundio (-ando, -iendo) cuando estas formas no están asociadas a un verbo modal o no forman parte de una perífrasis verbal. Veamos varios ejemplos.
Calle Espíritu Santo |
Esta sí que es una buenísima frase, ¿no? En este caso, hacerlas es el sujeto de la segunda frase, y solamente podemos usar el pronombre las a la derecha del infinitivo hacer.
Calle Velarde |
Un libro precioso este. Me lo compré, claro, no pude resistirlo. Abajo a la derecha vemos el ejemplo: sin moverte de casa, con el pronombre te a la derecha del verbo.
Este cartel estaba en el muro exterior de un bar de Malasaña, una zona donde, especialmente los fines de semana, muchos jóvenes van de copas. El ejemplo está en la primera frase: tienes derecho a divertirte, donde te aparece también a la derecha del verbo.
Bueno, pues ya te he contado todo lo que debes saber sobre este tema. Como son muchas cosas, te pongo esta imagen que sirve de resumen y para recordar todo lo que has leído:
¿Quieres ahora practicar un poco? ¡Haz este ejercicio!
Bueno, esta entrada ha salido un poco larga, pero había mucho que decir sobre este tema. ¡Espero que no se me haya olvidado nada importante! Como siempre, si tienes dudas u opiniones, ¡déjame un comentario! ¡Hasta pronto!
Bueno, esta entrada ha salido un poco larga, pero había mucho que decir sobre este tema. ¡Espero que no se me haya olvidado nada importante! Como siempre, si tienes dudas u opiniones, ¡déjame un comentario! ¡Hasta pronto!