Decimos "las apariencias engañan" para indicar que algo o alguien es diferente de como parece a primera vista. Y hoy vamos a ver ejemplos de esto.
Paseamos por los alrededores de la Plaza de Tirso de Molina y nos fijamos en un pequeño detalle:
Calle Luis Vélez de Guevara |
Ahora acercamos más la cámara y...
Calle Luis Vélez de Guevara |
Este balcón tiene un trampantojo, que es la palabra técnica para llamar a una trampa para los ojos, un engaño visual, algo pintado o dibujo de forma que nos hace ver como real algo que solamente está pintado.
Los trampantojos que he encontrado por Madrid nos van a servir, sobre todo, para recordar un uso específico del pronombre "lo" (para revisar otros usos de este pronombre, puedes leer Lo llaman democracia). Con los verbos ser, estar y parecer podemos relacionar una cosa o persona con un adjetivo o un sustantivo que expresa una característica o una identificación; por ejemplo:
Mi compañero siempre está contento
Mi sobrina parece tranquila, pero en realidad es muy nerviosa
¡Qué perro más grande! Parece un caballo.
Esa ciudad no es Madrid, es Toledo.
Si tenemos que expresar esos adjetivos (contento, tranquila, nerviosa) o sustantivos (un caballo, Madrid, Toledo) con pronombres (lo, la, los, las, le, les), siempre usamos LO. No importa si hablamos de algo masculino o femenino, singular o plural. Fíjate en el ejemplo de la foto:
Parece un gato, pero no es un gato [no LO es]
Parece una pintura, pero no es una pintura [no LO es]
Vamos a ver más trampantojos que nos van a servir para conocer la ciudad y para ver más ejemplos. Como este, que parece una cosa y es completamente otra:
Pues sí, parece una señora que está tendiendo la ropa en su balcón, pero no lo es: en realidad forma parte de un original reloj de sol.
Nos vamos a la calle Santa Engracia, al lado de la Glorieta de Cuatro Caminos:
Aquí tienes un ejemplo en femenino plural: No son ventanas, pero lo parecen. Y ahora, uno con un masculino plural:
Calle Montera |
Parecen edificios pero no lo son.
Este trampantojo es obra de Alberto Pirrongelli, español a pesar de su apellido de origen italiano, que ha pintado muchos otros en Madrid, como este:
Calle de Don Pedro |
Parece una continuación de la ciudad, pero no lo es.
Esta otra foto muestra, de cerca (así no engaña mucho, claro), un detalle de uno de los trampantojos más conocidos de Madrid:
Plaza de Puerta de Moros |
Parece un hombre asomado a una ventana, pero no lo es.
Y nos vamos a uno de mis favoritos, no tanto por el aspecto (hay otros que visualmente me gustan más), sino por el mensaje:
Calle de la Cruz |
Parece una calle madrileña (al fondo se ve un edificio muy conocido de la Gran Vía) pero no lo es. Donde ahora está este edificio estuvo un antiguo teatro, y abajo, a la derecha, podemos ver a un hombre (que podría ser el escritor Lope de Vega) con el plano de ese teatro en la mano (un poco tapado por los asquerosos grafiteros que ensucian, no pintan):
Calle de la Cruz |
Y a la izquierda de este hombre podemos leer un precioso texto, que no he logrado saber de quién es:
Calle de la Cruz |
Como ves, las apariencias engañan. Y termino por hoy diciéndote que aquí puedes ver más imágenes de trampantojos de Madrid y con una foto que tomé hace un tiempo porque me hizo mucha gracia: este edificio estaba en obras, totalmente tapado por los andamios (ese conjunto de tubos y planchas metálicos que se pone en las fachadas de los edificios para poder subir por ellas y trabajar).
Calle Zurbarán |
¿La calle toda ahora es un teatro?
Las apariencias engañan con bastante frecuencia. Y como sólo vemos apariencias...Es complicado, te puedes engañar muchas veces, sobre todo al principio.
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