Las lenguas son algo vivo, en continuo cambio. La gente crea nuevas palabras y expresiones, y algunas veces tienen éxito y se quedan con nosotros durante mucho tiempo. Eso ha pasado con la palabra que aparece marcada en rojo en esta foto, que tomé en el escaparate de un bar:
Calle de la Ballesta |
En este caso, el inventor de bocata, que es una forma coloquial de llamar al bocadillo, es una persona conocida: el humorista gráfico Antonio Fraguas, "Forges", muy popular en España. Fue él también quien empezó a usar la forma cubata para llamar al cubalibre, un cóctel de ron con refresco de cola.
Hay otras palabras informales que tienen una forma parecida, pero no sabemos quién las inventó: por ejemplo, llamamos ordenata al ordenador, segurata o privata a un(a) vigilante de seguridad (de los servicios de seguridad privada), jubilata a un(a) jubilado/a y drogata a un(a) drogadicto/a. Fíjate, todas estas palabras terminan en -a, pero, si se refieren a objetos masculinos o a hombres, siguen siendo masculinas: un bocata, un cubata, un ordenata.
Todas estas son solamente formas coloquiales, pero no hay ningún cambio de significado. Hay otras palabras parecidas, pero de formación más antigua, que sí producen una nueva palabra con otro significado y que, además, son femeninas: por ejemplo, existe la palabra caminata, de la misma familia que camino, que significa 'recorrido a pie largo y cansado'; aquí sí hay cambio de género, porque decimos un camino pero una caminata.
Por las calles de Madrid encontramos otras formas coloquiales de palabras, como la que aparece aquí:
Calle San Joaquín |
Parece una palabra femenina plural, pero no lo es. Golferas es una formación a partir de golfo/a, en el sentido de 'persona que vive de manera desordenada y solamente se preocupa de divertirse, a veces despreciando las normas sociales' o de 'persona que tiene muchas relaciones sexuales con diferentes personas'. -Eras es también un sufijo con el que se construyen formas de uso coloquial, sin cambio de significado; no se aplica a muchas palabras: guarreras (de guarro/a) y guaperas (de guapo/a) son las más usadas, probablemente, en España. Estas formas coloquiales tienen un sentido negativo, así que no es lo mismo decir que alguien es guapo que decir que alguien es un/a guaperas; esta última forma se usa para indicar que alguien es guapo pero además presume de serlo, o sea, ser guapo/a le hace ser arrogante.
En cuanto al género, decimos un guaperas y una guaperas, un guarreras y una guarreras, la forma en -eras no cambia.
Y para terminar este recorrido por algunos sufijos de uso informal, como en España estamos en época de campaña electoral (otra vez, porque los partidos no se pusieron de acuerdo para formar gobierno y tenemos nuevas elecciones en junio), te voy a enseñar tres adjetivos formados con sufijos que sirven para hablar despectivamente de los miembros o seguidores de los tres partidos más votados en las últimas elecciones generales. Son estos:
La palabra sociata es otro ejemplo del sufijo coloquial -ata; igual que las demás, no cambia de género: los sociatas o las sociatas, según hablemos de hombres o de mujeres. Lo mismo pasa con la formación podemita (que no es un diminutivo, se ha formado siguiendo el modelo de selenita, que quiere decir 'habitante de la Luna'); decimos una podemita y un podemita. Son partidos más igualitarios, jejeje, porque en el Partido Popular (el del gobierno provisional actual) sí que se distingue: los peperos y las peperas.
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Hola Marisa, también en Italia se usa convertir algunas palabras como esto por ejemplo:'badge' pero quando tú pones lo mismo sobre la máquina de sellar, se dice 'badgiare'...
ResponderEliminarHola, Mauro: ¿Qué es una máquina de sellar?
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