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jueves, 24 de noviembre de 2016

La h es muda


h muda
Calle Carranza




El otro día me encontré con este local de hamburguesas que es perfecto para hacer una entrada sobre ortografía. Vamos, ¡que parece que el bar lo han abierto unos lingüistas!

Claro que, si lo hubieran abierto unos lingüistas, seguramente no pondría debajo burgerbar, sino bar de hamburguesas. Porque en español se dice hamburguesa, no burger (pero como te conté en la entrada Malasaña no es pa modernos, actualmente está de moda usar muchas palabras en inglés). Quizá le han dado ese nombre al bar, La h es muda, porque en la palabra hamburguesa la h no se pronuncia. Eso es lo que significa aquí la palabra muda, 'que no se pronuncia, que no suena'.

Pero ¿la h es siempre muda, nunca se pronuncia? Bueno, casi: en la combinación ch sí tenemos un sonido, que no es ni c ni h. Aparte de este caso, sí, la h es muda, tanto a principio de palabra como en medio; en este último caso hablamos de h intercalada: almohada, ahorrar, cohesión, etc.

Eso sí, en algunas zonas hispanohablantes -en España, por ejemplo, Extremadura y Andalucía-, la pronunciación de la h es una característica dialectal, y la pronuncian como una j muy suave (parecida a una h en inglés). Pero, como te digo, es algo dialectal, propio de algunas zonas, y no de lo que podemos llamar español estándar.

Dicen que el español se escribe igual que se pronuncia, pero ya ves que no es verdad. Y la h no es la única letra que no se corresponde con un sonido:


letras mudas del español




Más cositas sobre la h: ¿qué pasa cuando está en medio de dos vocales y estas dos vocales son iguales? Pues aquí no hay una regla fija: muchas veces pronunciamos las dos vocales (como en las palabras azahar y rehén), pero otras veces las juntamos y pronunciamos una sola vocal (como en la palabra alcohol).

Eso sí, la h no influye nada ni interfiere en las reglas de acentuación. Escribimos el acento o no igual que si la h no existiera. Por eso, escribimos acento en la palabra búho y no lo escribimos en la palabra desahucio


Y volviendo al nombre del bar y a la palabra mudo/a, ¿para qué más usamos este adjetivo? En esta imagen tienes la información y con ella me despido por hoy. ¡Hasta pronto!



usos del adjetivo mudo




sábado, 19 de noviembre de 2016

Libertad, tan pequeñita


paz y libertad
Calle Alemania (Málaga)

Es algo constante, a lo largo de la historia, el deseo del ser humano de disfrutar de las dos cosas que se nombran en la obra de arte urbano de la foto de arriba. Pero también a lo largo de la historia ha habido siempre minorías que provocan guerras o que intentan dominar a los demás, quitándoles su libertad. Muchas veces, cuando la gente no se siente libre, lo muestra en los muros de las calles y los edificios. Y, aunque supuestamente España es un país libre, aquí también encontramos ese tipo de pintadas:


WC de la FNAC (calle Preciados)

Esta pintada en una puerta de un baño protesta por la falta de libertad de pensamiento. Una jaula es el espacio en el que las personas metemos a muchos animales, por ejemplo a los pájaros que tenemos en nuestras casas. Esas jaulas no tienen paredes, tienen barrotes de metal para que el animal no pueda salir pero se le pueda ver.

La pintada habla de ellos: quieren, sus normas. Se refiere, claro, a las personas que tienen el poder y que, a través de los medios de comunicación y de las leyes, intentan convencernos de que pensemos igual que ellos. Realmente, es difícil tener un pensamiento libre e independiente en medio de tanta información como recibimos (no hablo solamente de la radio, los periódicos y la televisión, sino de los mensajes que leemos en la calle, en los medios de transporte, y, cómo no, de las redes sociales, que los poderes también intentan manipular). Desde que nos despertamos hasta que nos dormimos estamos recibiendo mensajes, y no tenemos tiempo para analizarlos todos con calma.

Otra cosa que influye en nuestra libertad de pensamiento son las personas que nos rodean. Fíjate en lo que dice esta otra pintada:

solo solos somos libres
Barrio de Malasaña

Esta frase se ha extendido mucho, desde las paredes de las calles, hasta Internet, y puedes encontrar muchas imágenes de pintadas y entradas de blog sobre ella. Para mí, solo solos somos libres significa que las personas somos totalmente libres cuando podemos pensar y decidir sin influencia de otros. Así que los demás también son una amenaza para nuestra libertad. Sin embargo, para la mayoría de nosotros vivir sin comunicarnos con otros seres humanos sería un horror, así que preferimos ser un poco menos libres y compartir nuestra vida con otras personas, ¿no? Eso sí, es importante que las personas con las que convivimos respeten nuestras ideas y nos dejen un espacio de libertad. Esto es fundamental.

Las paredes nos hablan también de otra manera en la que la sociedad da forma a nuestro pensamiento, quitándonos libertad:


Universidad Complutense (foto de Marta Rodríguez)

Encadenar significa 'poner una cadena para que no te puedas mover', y una cadena es un objeto formado por piezas redondeadas, generalmente de metal, que se unen unas a otras. Por ejemplo, los dueños de los perros usan muchas veces cadenas para llevar a sus perros de paseo; también usamos cadenas cuando aparcamos nuestra bicicleta en la calle, para que no nos la roben.

Encadenar se usa frecuentemente en un sentido metafórico, como pasa en esta pintada: si el sistema educativo no te permite pensar libremente, produce el efecto contrario, te convierte en una persona sin voluntad propia, en una parte poco crítica del sistema político y social. De esto ya te hablé un poco en la entrada Abre las aulas.

Hay muchos poemas y canciones sobre la libertad, nuestro tema de hoy. Te voy a dejar con tres de mis canciones favoritas sobre el tema. La primera es del grupo Los suaves, una banda de rock gallega; la mayoría de sus canciones me resultan un poco duras, pero esta, Libertad, me parece preciosa. De uno de los versos de esta canción he tomado el título de esta entrada: Libertad, tan pequeñita




La segunda es del grupo andaluz Jarcha y se llama, justamente, Cadenas. Este grupo fue muy popular en los años 70 y hacía un tipo de música inspirada en el flamenco, con toques modernos.




La tercera y última es Para la libertad. La letra de esta canción es un poema de Miguel Hernández y la canta el cantautor Joan Manuel Serrat. Es uno de los poemas más apasionados sobre la libertad escritos en español, probablemente porque su autor murió por eso, por defender la libertad. Eso sí, en la lengua no poética no diríamos "para la libertad", sino "por la libertad".





¿Cuál te ha gustado más de las tres?

Y, antes de despedirme, otra pregunta para ti: ¿tú también sientes que vives en una jaula? Porque yo sí, muchas veces.

¡Hasta pronto! ¡Sé libre!




sábado, 12 de noviembre de 2016

Pongamos que hablo de Madrid

Desde el verano, me he encontrado por las calles con varias pintadas que tienen frases de canciones de Joaquín Sabina. No sé si lo conoces, pero en España es un cantautor (o sea, una persona que canta y compone sus propias canciones) muy, muy famoso desde hace ya bastantes años.

La verdad es que las letras de sus canciones son muy interesantes y tienen una gran calidad poética. Ahora que le han dado a Bob Dylan el premio Nobel de Literatura, ¡quizá se podría proponer a Sabina para el próximo año!

Sabina ya tiene bastantes años, nació en 1949, pero parece que sigue teniendo muchos admiradores, porque suele ser gente joven la que hace pintadas como esta:


más de cien palabras, más de cien mentiras
Plaza de Alonso Martínez

Cuando leemos esta frase, parece que quiere decir que todo en este mundo es mentira, pero Joaquín Sabina es mucho más optimista y sus mensajes son, por encima de todo, un canto a la vida. Estas palabras están en la canción Más de cien mentiras; en ella, Sabina hace una especie de lista de todo lo que tenemos las personas de nuestra época y de esta zona del mundo en la que vivimos: "Tenemos memoria, tenemos amigos. / Tenemos los trenes, la risa, los bares", así es como empieza esta canción. Y lo que dice en el estribillo (la parte de la canción que se repite) es esto:


Más de cien palabras, más de cien motivos 
para no cortarse de un tajo las venas.
Más de cien pupilas donde vernos vivos, 
más de cien mentiras que valen la pena. 



Las palabras (yo entiendo que las palabras de otras personas) nos dan esperanza, nos ayudan a mantener nuestra vida, son motivos para no suicidarse (cortarse las venas es uno de los métodos más habituales). Las miradas (las pupilas) y las palabras de otros nos ayudan a vivir; pueden ser mentiras, pero valen la pena.



más de cien mentiras
Calle Alcalá

Entre las muchas cosas que tenemos en nuestro mundo, y que nos ayudan a vivir, a creer en algo (aunque muchas veces sean mentira), Sabina nombra los horóscopos, las Biblias, los Coranes, o sea, las religiones y otras creencias. Luego dice "ramblas en la Luna", y no sé muy bien qué quiere decir, quizá que el ser humano tiene aspiraciones que le ayudan a vivir, como la posibilidad de habitar otros planetas; las "vírgenes de cera" de las que habla no sé si son figuras de la Virgen de los católicos, la verdad es que no sé a qué se refiere, así que, si tienes alguna idea, ¡cuéntanosla! Porque con las canciones de Sabina pasa a veces como con la poesía, que uno las ha leído o cantado mil veces, y cuando te pones a pensar en qué significa exactamente, te das cuenta de que no lo tienes muy claro.

Supongo que ahora tendrás ganas de escuchar esta canción, ¿no? Aquí la tienes, creo que te gustará:





Estas dos pintadas no son las únicas que he encontrado con versos de Sabina. En un solar (un trozo de tierra no construido dentro de una población) rodeado por un muro encontré esta otra. Fíjate no solamente en la pintada sino en el contexto, porque hay un contraste muy grande entre las palabras de Sabina y el lugar en el que están escritas:


Calle Gonzalo Herrero

pongamos que hablo de Madrid
Calle Gonzalo Herrero

Como ves, este es un espacio bastante abandonado, sucio, feo. El verso de Sabina viene de una canción llamada Pongamos que hablo de Madrid, probablemente su canción más popular. Así que Madrid es un lugar donde el deseo viaja en ascensores; esto es una metáfora, claro, y transmite la idea de una ciudad sofisticada, moderna, donde las relaciones personales se producen en espacios artificiales como los ascensores. Frente a esta imagen de Sabina, está la realidad de algunas zonas de la ciudad de Madrid, como esta: suciedad, abandono, fealdad.

Y esta es la canción donde aparece esa frase y que Sabina dedica a Madrid, la ciudad donde vive, aunque él nació en el precioso pueblo de Úbeda (Jaén):




¿Y qué significa pongamos que? Significa 'supongamos que, imaginemos que', y se usa, igual que estas formas, para evocar situaciones imaginarias y a partir de ellas, hacer hipótesis o decir lo que podrías o deberías hacer en esa situación. Es una expresión que se usa con esta función sobre todo en la lengua informal.

Te voy a dar dos ejemplos. El primero es de un blog de cocina:

Pongamos que estamos a dieta y queremos comer pizza porque se nos antojó. Pongamos que ese día tenemos el pan bajo mínimos o directamente no tenemos pan. Pues aquí está la solución perfecta. Puedes hincharte a comer esta “pizza” y decir que has comido sano (https://mariadelpinoblog.wordpress.com/2016/08/14/receta-pizza-con-base-de-calabacin/

El segundo ejemplo es de un cuestionario muy divertido que te ayuda a saber si podrías sobrevivir al ataque de un tiburón, y es una de las preguntas que hacen:

Pongamos que tuvieras que defenderte del tiburón, ¿qué zonas atacarías antes?
a) Ojos, hocico, branquias.
b) Costado, barriga, “mejilla”.  
(http://supercurioso.com/test-tiburones-podrias-sobrevivir-o-evitar-un-ataque)

Seguro que ya te has fijado en que en el primer ejemplo el verbo que está después de que (estamos) se usa en presente de indicativo y, en cambio, en el segundo ejemplo está en imperfecto de subjuntivo (tuvieras). Esta forma se usa igual que imagínate / supongamos / imaginemos + que..., que ya te expliqué en La imaginación al poder. Así que tiene esas dos posibilidades.

No siempre usamos la forma pongamos. Si nos dirigimos a una persona en particular, podemos usar Pon que...

En fin, pues hemos llegado al final de la entrada de hoy. Igual que en la primera foto, quiero decir antes de terminar: ¡Viva Sabina! Espero que te gusten tus canciones y sus letras tanto como a mí.

¡Hasta pronto!


domingo, 6 de noviembre de 2016

Estoy en racha


en racha



en racha
Calle Carretas




Este local de juegos, que está muy cerca de la Puerta del Sol, tiene un nombre que nos habla de la buena o de la mala suerte. Una racha es un periodo de tiempo en el que nos pasan muchas cosas buenas o muchas cosas malas; así que hablamos de buenas rachas y de malas rachas, según nos van las cosas. Y también se usa la expresión estar en racha, que utilizan mucho los jugadores, para decir que estamos teniendo una buena racha; si la usan los jugadores, significa que están ganando con mucha frecuencia, y si se usa en general para la vida, que nos están pasando muchas cosas buenas.  

En realidad, la idea de las rachas es un poco supersticiosa. Hay gente que, cuando empiezan a pasarle cosas negativas, piensa que van a seguir pasándole porque está teniendo una mala racha. La idea de las rachas, buenas o malas, viene de unir en nuestra cabeza hechos que no tienen nada que ver y de buscarles una explicación sobrenatural (la idea de que hay épocas de buena suerte y de mala suerte).

Aunque pensamos que actualmente somos menos supersticiosos que nuestros antepasados, creo que no es verdad. Quizá no les damos tanta importancia a estas creencias, pero siguen funcionando. Un ejemplo en España son las creencias relacionadas con la lotería. Mira cómo se llama esta tienda de venta de lotería de Madrid:


cabra de la suerte
Calle Mesón de Paredes



En algunas culturas, como la china, la cabra es un animal que trae mala suerte, y por eso muchos temen el Año de la Cabra del calendario chino. Sin embargo, la pata de cabra en algunas zonas donde se habla español es un amuleto (un objeto con poderes mágicos que puede ayudar a la persona que lo lleva) que atrae la buena suerte.

Alrededor de la lotería hay muchas otras supersticiones en España: por ejemplo, se dice que trae suerte frotar el décimo ('billete de lotería') en la tripa de una mujer embarazada o en la cabeza de un calvo. Pero, sobre todo, hay muchas supersticiones relacionadas con los números del décimo. Fíjate en este cartel que estaba en la puerta de una administración de lotería hace dos años:


supersticiones lotería
Calle Francos Rodríguez



¿Por qué este número es feo? Porque empieza con dos ceros. La gente piensa que los números con muchos ceros no suelen resultar ganadores. Luego, hay personas que eligen los números según su fecha de nacimiento, según la fecha de algo bueno o malo que ha pasado durante el año; a muchos les gusta que su décimo termine en determinado número. Sobre todas estas supersticiones puedes leer más en la página de la Lotería de Navidad

¿Qué más supersticiones siguen funcionando en la sociedad española actual? El martes y 13 sigue siendo el día de la mala suerte, y a nadie se le ocurre casarse un día así, siguiendo el famoso refrán En martes, ni te cases ni te embarques; en la ropa de una novia, el día de su boda, no debe faltar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul; la expresión levantarse con el pie izquierdo se sigue usando como signo de fatalidad para el resto del día (según la antigua creencia de que si ponemos el pie izquierdo antes que el derecho en el suelo cuando nos levantamos, pasaremos mal el día).  Son solamente algunos ejemplos. 

Además, se suman nuevas supersticiones: hace unos años, por ejemplo, las pulseras de plástico Power Balance, que eran puro plástico, fueron compradas a miles porque supuestamente eran buenas para la salud.

Aunque en general todas las supersticiones son un poco absurdas, algunas lo son más que otras. A una de las más tontas se refiere este cartel del Ayuntamiento de Madrid:


supersticiones
Calle San Francisco de Sales



Muchos supersticiosos creen que pisar una caca de perro trae buena suerte. Supongo que lo creen para consolarse, para sentirse mejor, porque la verdad es que pisar una caca es un asco. Y el ayuntamiento, en esta campaña por un Madrid más limpio, dice que la verdadera suerte es tener un barrio limpio, animando así a los dueños de los perros a recoger sus "restos". Este es un gran problema en muchas ciudades del que ya te hablé en la entrada Ya está bien.

No sé si tú eres supersticioso o no, pero seguro que en tu país también siguen funcionando muchas viejas supersticiones y se han creado algunas nuevas. ¿Nos cuentas alguna? 

¡Hasta pronto!