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miércoles, 31 de mayo de 2017

Spanish dream

A diferencia del llamado sueño americano, o sea, la idea extendida en Estados Unidos de que en ese país todo el mundo puede tener éxito en la vida, el sueño español es bastante triste. 
    
Hace ya muchos años que los diferentes gobiernos de España, con la colaboración activa de la Unión Europea, se convencieron de varias cosas: 

- De que buena parte de nuestra agricultura, y sobre todo nuestra ganadería (sectores económicos muy importantes hasta los años 60 del siglo XX) no podían competir con las de otros países.

- De que la mayor parte de nuestra industria no era rentable ni competitiva.

- De que España no era un país de pensadores ni de investigadores, por lo cual no era necesario invertir mucho dinero en estos sectores.

¿Qué es lo que se ha fomentado, a cambio, en nuestra economía? Lo refleja muy bien esta pegatina que vi en el escaparate de un banco:


Spanish dream
Calle Fuencarral

Sí, así es: España se ha convertido en las últimas décadas en un país de camareros y cocineros. No es que antes no hubiera muchos; siempre ha habido muchos, porque España ha sido siempre un país con muchos bares. Pero es que ahora son los bares, los hoteles, las discotecas, los bares de copas, los miles de restaurantes... 

La hostelería (el sector económico que da alojamiento y comida a los viajeros) es el único ámbito de trabajo que sigue creciendo. A pesar de que nuestro gobierno actual insiste en que estamos cada vez mejor, la verdad es que el empleo sigue siendo poco y malo: mal pagado, de poca duración y con malas condiciones en general, o sea, curro precario

Así que el único sueño posible de los jóvenes españoles es convertirse en camareros, porque ese será muy probablemente su futuro si no se van de España. Me dicen mis alumnos muchas veces que, en comparación con los de sus países, en España los camareros son mucho más profesionales; y yo me digo: ¡A la fuerza ahorcan! (este refrán se usa aplicado a alguien que tiene que hacer algo en contra de su voluntad, porque no le queda otra solución). En otros países, la gente hace de camarero o camarera durante un tiempo; en España, puede ser tu empleo para toda la vida.

Y querer ser camarero tampoco te garantiza un trabajo. Fíjate en estos carteles de bares:


no hay camarero en la terraza
Calle Augusto Figueroa

se pide y se paga en barra
Calle Bravo Murillo

En el centro de Madrid, los bares que tienen terraza tienen camareros que se dedican a atenderla: tomar el pedido, servir y cobrar. Claro que te cobran un poquito más por ese servicio. Sin embargo, como ves, en estos dos bares no había camarero en la terraza, así que había que ir a pedir a la barra (el mostrador del bar, donde, detrás, están los camareros) y también pagar en la barra.

En los barrios periféricos de las ciudades, y también en los pueblos, esto es bastante normal: no existe un servicio de camareros para la terraza, son los clientes los que piden y se lo llevan a la terraza. Y los precios, en este caso, son los mismos que en la barra.


En fin, aunque me resulta bastante triste este tema porque me da mucha pena ver tantas vocaciones frustradas entre la gente joven de mi país, quiero darle un final más práctico. Tanto si quieres ser camarero como cliente de un bar en España (cualquiera de las dos cosas es bastante probable), hay algunas frases que tienes que conocer, y las más básicas son las que tienes en la imagen de debajo. Te pongo siempre todas las opciones: las formas con o con usted, con vosotros o con ustedes, con yo o con nosotros, dependiendo de la situación. En los bares, lo más habitual es tratarse de (o vosotros, si son varias personas), pero dependiendo del tipo de bar (si es un bar normal o la cafetería de un hotel muy elegante, por ejemplo) y de la edad del camarero o los clientes, también a veces se usa usted (o ustedes, si son varios clientes).


frases típicas de bares


Me despido con esta canción, homenaje de Daniel Higiénico a los pobres camareros, que tan duro trabajo tienen:





¡Hasta pronto! ¡Nos vemos en los bares!


jueves, 25 de mayo de 2017

Pura vida

El título de la entrada de hoy es, para mí, la fórmula de saludo más bonita de todo el mundo hispanohablante, y da nombre a este bar de copas del barrio de Chamberí:


pura vida
Calle Covarrubias


pura vida
Calle Covarrubias

Esta fórmula se usa en Costa Rica, tanto en los saludos como en las despedidas. Con frecuencia es la respuesta a un saludo y es equivalente a muy bien. Pero suena mucho mejor, ¿verdad? Pura vida suena a optimismo, a vitalidad, a ganas de vivir.

Un saludo muy diferente es este otro que vi en un muro del centro de Madrid:


qué hay de nuevo
Calle Caballero de Gracia

Esta fórmula no es de uso habitual como saludo en España (no sé si en otros países hispanohablantes sí lo es). Si se usa, generalmente se hace de broma, recordando el famoso saludo de Bugs Bunny: ¿Qué hay de nuevo, viejo? O también a veces se usa en su sentido más literal, no como saludo; es decir, se usa para preguntar si hay noticias o novedades sobre algún tema. Con este sentido lo encontramos en muchos títulos de noticias o entradas de blogs:


¿Qué hay de nuevo en el cine? (El Nuevo Diario)

¿Qué hay de nuevo en el amor? Lo nuevo en el mundo del ligue (Glamour)


Y ya que te hablo de saludos y despedidas, quería hacer aquí una lista de "preguntas frecuentes", o sea, de las preguntas que año tras año me hacen mis alumnos sobre este tema. Quizá te resuelvan también alguna duda.


saludos y despedidas



Te quiero recordar (porque de esto ya te hablé con más detalle hace tiempo, en la entrada No me des los buenos días) que, cuando describimos los saludos (no cuando saludamos), solemos usar el verbo dar, como puedes ver en este cartel:

Calle Atocha

Si nos referimos a otros saludos más informales (hola, qué tal, qué hay, buenas, etc.) solamente usamos el verbo decir, no el verbo dar.

Y no me quiero despedir sin recordar la importancia de saludar. Tengo la sensación de que estamos perdiendo esta buena costumbre, que sirve para decirle a la otra persona: Te he visto, sé que estás ahí, reconozco tu presencia y sé que no eres una mesa, una silla o cualquier otro objeto. ¿Tu también notas que la gente se saluda cada vez menos, o es una imaginación mía?

Aquí tienes un vídeo argentino que nos recuerda esa importancia:





Como habrás observado, en este vídeo unos saludan diciendo Buenos días (en plural) y otros diciendo Buen día (en singular). En España, en cambio, la fórmula Buen día se usa para expresar un deseo en las despedidas (como forma corta de la frase Que tengas / pases un buen día).

Y llegó la hora de la despedida: hasta pronto, chao, hasta la vista. ¡Buen día!


martes, 16 de mayo de 2017

El amor es una película



Si el amor es una película, ¿es buena o mala? ¿Un largometraje o un corto? ¿Es un drama, un melodrama o una comedia? ¿Es de acción o de suspense? Es una buena metáfora, hablar del amor como de una película, porque, igual que películas, hay amores para todos los gustos. Como te decía en una entrada anterior del blog, sobre amores no hay nada escrito

Y paseando una noche por Malasaña, encontré una pintada de alguien que nos cuenta cuál es su visión del amor, no muy optimista, por cierto:


oraciones de relativo con preposición
Calle Galería de Robles





O sea, que en el amor siempre te toca el peor papel de la película: te abandonan, sufres, no te quieren, etc. Pero esto es lo que le pasa al poeta callejero que escribió esto, no a todo el mundo, afortunadamente, y espero que no sea tu caso.

Menos optimista todavía es la siguiente pintada, también muy poética, que no sé si debemos entender literalmente, como una referencia a la violencia dentro de la pareja, o como una metáfora. Me gusta, porque suena muy bien (poéticamente hablando), la coincidencia de los verbos acariciar y apuñalar. 
          
Acariciar viene de caricia ('un gesto de cariño o amor que consiste en pasar suavemente la mano por encima de alguien o de algo') y apuñalar viene de puñal ('arma pequeña de acero, cortante, como un cuchillo, pero que solo hace daño con la punta'). Existen muchos verbos formados a partir de sustantivos o adjetivos que tienen esta misma formación: acuchillar (de cuchillo), atormentar (de tormenta), abrazar (de brazo), aburguesarse (de burgués), acatarrarse (de catarro), acortar (de corto), alargar (de largo), agrandar (de grande), etc.


oraciones de relativo con preposición
Calle Embajadores




Se puede entender, como te he dicho, de dos maneras: literalmente, entendemos que alguien, en la primera fase de la relación, fue muy apasionado en sus caricias, pero después, cuando la relación se estropeó, llegó a apuñalar a su pareja; metafóricamente, y creo que esta es la mejor interpretación, entiendo que esa persona fue tan apasionada expresando su amor como su desamor.

Como hablábamos de amor, quizá no te has fijado en algo que tienen en común estas dos pintadas poéticas: la misma estructura gramatical. Son dos frases complejas que unen dos ideas:

El amor es una película + en esa película, siempre interpretas el papel que nunca elegirías

Me acariciaste el pecho con pasión + lo apuñalaste con la misma pasión


En ambos casos, necesitamos una preposición: interpretar un papel EN una película y apuñalar CON pasión. Por eso, al unir ambos conceptos en una sola frase, usamos no solamente la palabra que, sino también esa preposición más el artículo el/la/lo/los/las. En la lengua muy formal, es posible no usar el artículo, pero, como ves, incluso en la poesía lo habitual es usarlo. También es posible usar, en lugar de que, el pronombre cual/cuales (que siempre necesita el artículo delante), pero también resulta un poco más formal.


Otro ejemplo muy bonito que me encontré hace poco es este de la persiana de un bar, el bar Angie de Malasaña:


oraciones relativas con preposición
Calle de la Palma

Oraciones relativas con preposición
Calle de la Palma




El mensaje no parece de amor en este caso, aunque, en realidad, no tengo muy claro qué quiere decir. Me gusta porque hace una conexión entre mujeres y lobos que no es muy habitual. Tradicionalmente, el lobo, un animal cazador y peligroso, está asociado con los hombres, mientras que a las mujeres se las ha asociado más con los felinos (la mujer pantera, la ropa de piel de leopardo), animales enigmáticos y que no son muy de fiar (o sea, que es difícil tener confianza en ellos).

Signifique lo que signifique esta metáfora del lobo, aquí tenemos la misma estructura que en los casos anteriores: se usa la preposición A porque la construcción del verbo salir, en este caso, nos la pide. Si fuese una frase simple, diríamos:

A algunas mujeres les salen lobos de la cabeza

Este es solamente uno de los posibles usos del verbo salir. Si quieres repasar todos los demás, puedes hacerlo en la entrada Tu cocina se sale.

Por otro lado, en ejemplos como este, que se refieren a personas, también es posible usar, en lugar de el/la/lo/los/las que o cual/cuales, el pronombre quien/quienes (o sea, que podríamos decir Mujeres a quienes les salen lobos de la cabeza), pero es mucho más formal.

Bueno, ¿te han gustado las fotos de hoy? Espero que sí y que te hayan servido para aprender o repasar esta estructura. Si quieres, además, practicar un poco, puedes hacer los ejercicios que tienes al final. ¡Hasta pronto!









lunes, 8 de mayo de 2017

Aquí y allá

Hay alguien que lleva varios años pintando una firma muy corta y discreta por las paredes de todo Madrid. El nombre es Til, pero no sé quién es. Son firmas como esta:

       
Til
Calle Augusto Figueroa


A veces no se conforma con una sola firma. Si encuentra una pared que le gusta, la llena:

Til
Calle de la Madera

Hace pocos días, vi por primera vez una pegatina suya:


aquí y allá
Calle Augusto Figueroa

Suena un poco a despedida, porque Til dice estuvo, como si nunca más fuera a pintar en las paredes. Y con su aquí y allá nos da una buena oportunidad para hablar de estas palabras y otras que forman grupo con ellas: aquí, acá, ahí, allí y allá.

Para empezar, te diré que las tres que usamos sistemáticamente en España son las que terminan en : aquí, ahí y allí

Por ejemplo, en este cartel también vemos la preferencia por aquí:


aquí, ahí, allí
Calle Princesa

Acá
y allá, en España, se usan en determinadas combinaciones y expresiones, como veremos más adelante; sin embargo, en algunas zonas de Latinoamérica prefieren acá y allá, en lugar de aquí y allí. Así que lo único que tenemos en común todos es la palabra ahí.

Como hay mucha variación dependiendo de las zonas, voy a describirte solamente el uso habitual en España. Es el que aparece explicado en esta imagen:


aquí, ahí, allí


Cuando usamos estas palabras, por lo tanto, es necesario tener en cuenta dónde está la persona con la que estamos hablando; el espacio cercano a esa persona es el espacio intermedio, es ahí, si esa persona no está a nuestro lado. Por ejemplo, si hablamos por teléfono desde España con alguien que está en Alaska podemos preguntarle:

¿Qué tiempo hace por ahí?

Alaska está muy lejos de España, pero nuestro interlocutor (la persona con la que hablamos) está en Alaska. Como ves en la imagen de arriba, usamos ahí cuando nos referimos al territorio cercano a nuestro interlocutor.

Reservamos la palabra allí, entonces, para cuando situamos algo que no está cerca de nosotros ni tampoco de las personas con las que estamos hablando. Un buen ejemplo es el precioso nombre de esta librería:

aquí, ahí, allí
Calle del Ave María
Esta librería ha abierto en una antigua peluquería, con bonitos azulejos como los que también te mostré en Una cabeza bien amueblada, y han tenido el buen gusto de mantener toda la decoración de la fachada. Pero hoy hablamos del nombre de la librería:

aquí, ahí, allí
Calle del Ave María

No sé si reconoces el origen de este nombre tan peculiar: es parte de un famoso microrrelato del escritor guatemalteco Augusto Monterroso. Este relato es una sola frase:

Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Se han hecho muchas interpretaciones de este relato, porque es tan abierto que permite muchas. Pero hoy nos interesa el allí: alguien se despertó en el pasado y allí, en el lugar donde estaba, todavía estaba el dinosaurio. Cuando el autor escribe esto, está lejos de ese lugar, pero los lectores también lo estamos. Por eso usa allí.

También podemos usar la palabra ahí cuando hablamos del pasado, si nos referimos a algo que pasó en el lugar donde está nuestro interlocutor en el momento de la conversación:

Ella estaba sentada ahí, donde estás tú ahora.


Pero, como te he dicho más arriba, en España también usamos las palabras acá y allá, aunque en contextos determinados. En esta imagen resumo las características de estos usos:


aquí y acá, allí y allá



Bueno, pues eso es todo por hoy. Ya sabes que...




¡Hasta pronto!


martes, 2 de mayo de 2017

Cuidado con el perro

Es muy habitual, especialmente en zonas de casas (no de pisos), en pueblos o en las afueras de las ciudades, encontrar carteles que dicen Cuidado con el perro

Lo que no es tan habitual es que te adviertan para que tengas cuidado con el dueño del perro, como lo hacen en esta casa de un pueblo de Sevilla:


cuidado con el perro
Carmona (Sevilla)

Cuidado con... es una manera de advertir de un peligro, o sea, de avisarte antes de que alguien o algo puede causarte un mal, un daño. Así que el dueño de este perro también es peligroso, parece.

Más raro es encontrar una advertencia sobre un perro en un piso, como vi en una ciudad de Asturias:




cuidado con la perra
Gijón (Asturias)

No solamente es raro ver este cartel en un piso, que está en alto, así que la perra no puede ser un peligro para los que pasan por la calle. Es que, además, nos advierten del peligro de que la perra lame; lamer significa chupar ('pasar la lengua por encima de algo'), y es el que más se usa cuando hablamos de los animales. Bueno, la verdad es que no parece muy peligroso, excepto si la perra te puede contagiar alguna enfermedad, pero, de todas formas, es difícil que la perra pueda hacernos eso desde el primer piso, ¿no?

Fíjate, en el cartel han escrito cuidao, no cuidado, reflejando una pronunciación informal muy extendida (si quieres leer más sobre esto y ver más ejemplos, entra en ¿Me ha tocado o ma tocao?), que es, además, especialmente frecuente y marcada en Asturias.

Otra cosa de las que nos suelen advertir con la frase cuidado con... es de la existencia de un desnivel entre la calle y la entrada de una tienda o bar. Es muy frecuente que, para entrar, tengamos que bajar de nivel, y entonces encontramos este cartel:


cuidado con el escalón
Calle María de Zayas

Normalmente, la diferencia de altura es poca y tenemos que bajar un solo escalón. También son muy frecuentes estos desniveles dentro de los bares y restaurantes, así que ¡es muy importante que entiendas bien este cartel, o te puedes caer!

Cuando alguien nos dice ¡Cuidado! no es lo mismo que cuando nos dicen ¡Cuídate! Fíjate en este otro cartel:

cuídate
Calle Juan de la Encina

Cuídate es una expresión que decimos cuando nos despedimos de alguien, muchas veces después de decir adiós, hasta luego, hasta pronto, etc. Su uso demuestra interés por la otra persona. La usamos porque no vamos a ver a esa persona en mucho tiempo y queremos que esté bien; también cuando pensamos que la otra persona está pasando una mala temporada de salud o de problemas que pueden afectar a su salud.

En la pintada, imagino a una persona que ha sufrido una ruptura de pareja, ha roto su relación sentimental con alguien (alguien con quien no ha tenido hijos), y, sin embargo, le desea lo mejor. La mención a los hijos que no tuvieron resulta un poco dura, por eso imagino que la persona que escribió esta pintada no se siente nada bien.

Te dejo esta imagen para que recuerdes mejor esta diferencia entre las dos expresiones:


cuidado / cuídate


¡Hasta pronto y cuídate mucho!