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viernes, 24 de junio de 2022

Demasiado corazón

En las carreteras y calles de Madrid es bastante frecuente encontrar corazones pintados en los lugares más inesperados:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle Fuencarral


A veces también lo encontramos en los nombres de los establecimientos, como este café del barrio de Malasaña:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle San Joaquín


La verdad es que la asociación entre bigote y corazón no la capto muy bien. Imagino que el dueño es un señor con bigote y un gran corazón. El corazón es una de las partes del cuerpo que más usamos de forma metafórica, porque desde hace mucho, mucho tiempo el órgano llamado corazón se ha considerado el lugar donde nacen nuestros sentimientos (aunque no sea así). Y decimos de una buena persona, con buenos sentimientos, que tiene un buen corazón o que tiene un gran corazón.

Es bonito encontrarse corazones por la ciudad porque en muchas culturas son sinónimo de amor, de cariño. Pero el artista urbano El Rey de la Ruina, a pesar de que pinta corazones con mensajes por toda la ciudad (muchas veces los he usado en este blog), hizo esto:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle Echegaray


Estas dos palabras pueden entenderse de diferente forma según el significado literal o metafórico que demos a la palabra corazón. Si lo entendemos de forma literal, como una parte del cuerpo, podemos interpretar que en la ciudad hay pintados demasiados corazones (porque entenderíamos la palabra corazón, en singular, como un plural, un mecanismo del español formal que te expliqué hace tiempo en la entrada La española cuando besa); si lo entendemos como una metáfora, significa que hay demasiado amor, demasiada pasión. 

Creo que El Rey de la Ruina juega con los dos significados: por un lado, se refiere irónicamente al hecho de que él pinta muchos corazones; por otro lado, nos recuerda a la canción de los años 90 Demasiado corazón, del cantante estadounidense Willy DeVille, en la que este usa estas palabras en español con su sentido metafórico:




El mismo artista urbano ha pintado este otro corazón en el barrio de Tetuán con un bonito juego de palabras; la foto la hizo mi marido, Javier García (¡gracias, querido!):


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle Luis Misson


En los tiempos actuales, llenos de realidades muy feas y de frases muy bonitas, casi se ha convertido en una expresión la frase Lo mejor está por venir. Esta frase significa que las mejores cosas de nuestra vida todavía no han pasado y vendrán en el futuro. Eso es lo que nos indica la construcción estar por + infinitivo: una acción futura, que aún está pendiente de producirse.

En la imagen, en lugar del verbo venir, se usa el verbo latir. Latir es lo que hace el corazón cuando, al abrirse y cerrarse (o, más exactamente, dilatarse y contraerse), da pequeños golpes contra la pared de nuestro pecho. Los latidos del corazón son lo que oímos si ponemos la cabeza encima del pecho de alguien.

Es muy bonito lo que dice aquí El Rey de la Ruina, o lo que yo entiendo: todavía hay sentimientos nuevos y mejores que experimentaremos en el futuro. ¡Ojalá sea verdad!

Termino con algunas de las expresiones y usos metafóricos más frecuentes relacionados con el corazón:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón



¡Hasta pronto!






domingo, 12 de junio de 2022

Dicho y hecho

He decidido hoy que iba a escribir una entrada sobre nombres de establecimientos que jueguen con el significado de alguna expresión. Y debajo la tienes, la entrada ya escrita sobre los nombres de una librería, una mercería y un restaurante. Ha sido dicho y hecho.

Así es como se utiliza la expresión que da título a la entrada, dicho y hecho, que usamos para expresar que nosotros mismos u otras personas hemos hecho algo inmediatamente después de haber decidido hacerlo.

Con esta expresión juega el nombre de esta librería de la ciudad de Zaragoza:


Aprende español callejeando: Dicho y hecho
Calle San Ignacio de Loyola (Zaragoza)


En la tienda se venden libros que cuentan hechos, como por ejemplo los libros de historia o las novelas, y también en esos libros aparecen dichos (expresiones y refranes).


En esta otra tienda, una mercería, usan literalmente una expresión que solemos usar de forma metafórica:

Aprende español callejeando: Dicho y hecho
Calle del Plátano


Decimos que algo es coser y cantar cuando queremos decir que es algo muy fácil de hacer. Esta tienda vende, claro, cosas para coser, y al mismo tiempo nos anima a hacerlo porque es muy fácil.


Y nos vamos al restaurante:


Aprende español callejeando: Dicho y hecho
Calle Alenza


Este restaurante se podría llamar, simplemente, El ajo. Pero el nombre En el ajo quiere llamarnos la atención recordándonos una expresión informal, estar en el ajo. Decimos que alguien está en el ajo cuando está involucrado, implicado, formando parte de alguna actividad oculta, secreta, o queremos decir que tiene una determinada información que procede de esa actividad. Con frecuencia, nos referimos a asuntos como intrigas, complots, traiciones, asuntos un poco oscuros en general -aunque no siempre asuntos muy graves-. Quizá los dueños del restaurante quieren atraernos para que formemos parte de un grupo exclusivo de personas: los que conocen los secretos de la rica comida que hacen allí.

Te voy a poner un ejemplo de un tuit que he leído hace poco. Trata sobre las cocinas industriales instaladas en los bajos de los edificios de viviendas o cocinas fantasma (como se las llama habitualmente) que están abriéndose en los dos últimos años en algunos barrios de Madrid:




Algunos restaurantes, como el del famoso cocinero Dani García en Madrid, ya no tienen las cocinas en el propio restaurante, sino en estas cocinas industriales. Los vecinos se quejan del pestazo (aumentativo de peste, aquí 'muy mal olor') a fritanga (forma coloquial despectiva de frito) que sube hasta sus casas por las chimeneas que puedes ver en la imagen. Y al final acusan al gobierno de Madrid (no sé si al Ayuntamiento o la Comunidad, o ambos) de estar en el ajo, es decir, de corrupción por permitir esta actividad industrial y, probablemente, favorecer así a algunas personas.


Pues ya está todo. Dicho y hecho, escribirlo ha sido coser y cantar. ¡Hasta pronto!







viernes, 3 de junio de 2022

Contar historias


Hace poco pasé por delante de este local comercial, que me llamó mucho la atención:


Aprende español callejeando: Contar historias
Calle Santa Cruz de Marcenado



Contadores de historias, dicen que son, y eso suena muy atractivo, pero ¿cómo se ganan la vida? Abajo a la derecha lo descubrí, aunque en la foto no se puede ver lo importante. Dice: Creamos y producimos ficción y entretenimiento para las marcas.

Y cuando vi esto último ya me pareció menos interesante, porque eso quiere decir que viven del famoso storytelling, de ayudar a otros a vender productos imaginando historias o buscando historias reales que atraigan a los consumidores. 

A mí me gusta imaginar historias a partir de algunos mensajes que encuentro por la ciudad. A veces son fáciles de imaginar, porque te dan muchas pistas. Por ejemplo, estos mensajes que vi en la fachada de un edificio, muy cerca de la puerta de entrada: 


Aprende español callejeando: Contar historias

Aprende español callejeando: Contar historias
Calle del Humilladero


Está claro que aquí vive una mujer (porque dice que le han dado el Goya, el premio de la Academia de Cine de España, a la mejor actriz) que tuvo una relación sentimental con la persona que escribe. Esta persona la acusa de haber mentido desde el principio de su relación hasta el final. ¿Simuló ser otra persona? Porque dice que llevaba una doble vida. ¿Intentó engañarle para conseguir dinero, para burlarse? ¿Qué imaginas tú?

¿Te imaginas que tu ex escribiera cosas como estas en la puerta de tu casa? ¡Es mucho peor esto que en las redes sociales, como hacen muchas otras personas!


Voy a aprovechar estos mensajes de amor despechado ('lleno de despecho, el sentimiento que nos produce el ser engañados u ofendidos') para recordar la diferencia entre los dos tiempos verbales del pasado que aparecen en ellos: llegaste (pretérito indefinido), han dado y te has ido (pretérito perfecto). Esta diferencia no es la misma en todos los lugares en los que se habla español, porque en Latinoamérica y en algunas zonas de España (Galicia, León y Canarias) usan mucho más el pretérito indefinido. En el resto de España se hace la diferenciación que aparece en las fotos: 

- Usamos el indefinido cuando hablamos de una acción terminada en un periodo de tiempo que consideramos terminado. Cuando esta persona dice llegaste, nos envía allá, a un tiempo pasado terminado, que puede ser hace diez años o diez meses o cinco semanas. En todo caso, un tiempo que ya no se relaciona con el presente de ninguna manera.

- Usamos el perfecto cuando hablamos de una acción terminada en un periodo de tiempo en el que todavía nos situamos. Cuando esta persona dice te has ido y han dado, nos sitúa aquí, en este siglo, en este mes, en esta semana, en hoy, en un tiempo que incluye el presente. 

Más ejemplos en esta imagen:


Aprende español callejeando: Contar historias


¿Necesitas comprobar que controlas esta diferencia? Pues haz este ejercicio (pero ten en cuenta que muestra solamente el uso en la mayor parte de España y que, aunque te equivoques, puedes estar diciendo algo que es correcto en otras zonas):





Es una pena que, para contar historias, estos dos tiempos verbales del pasado no sean suficientes. Otra diferencia muy importante es entre estos dos tiempos que hemos visto y el pretérito imperfecto (y esta puedes repasarla en La maté porque era mía). Y, por supuesto, para contar historias necesitamos conectores y expresiones, pero no hay espacio en una entrada de blog para tanto. 

Así que aquí te dejo. ¡Hasta pronto!