Hace diez años, el 28 de octubre justamente, publiqué mi primera entrada de este blog. Hoy va a ser una entrada un poco diferente porque te voy a contar sobre todo cosas sobre mí (algo que no suelo hacer).
Desde que supe leer, muy pronto, con menos de cuatro años, acompañaba a mi madre en la lectura de letreros y rótulos que veíamos por las calles. Una manía de mi madre: ir leyendo en alto todo el paisaje lingüístico de los lugares por los que pasaba. Yo no los leo en voz alta, pero seguramente de ahí me viene la costumbre de fijarme tanto en todo lo que veo escrito en las calles.
En enero de 2012 mi madre, repentinamente, murió. Un vacío enorme, imposible de llenar, que sigue dentro de mí. Y unos meses después convertí nuestra afición a leer todos los mensajes escritos en la calle en un blog que, al mismo tiempo, pudiera servir a los estudiantes de español de todo el mundo. Especialmente a aquellos que habían vivido en Madrid y lo echaban de menos o deseaban mantener el contacto con la ciudad.
Diez años después, como el nombre de esta cafetería, mi blog y yo...
Calle Francos Rodríguez |
La vida sigue, hay otras personas en mi vida a las que quiero y que me quieren (especialmente una) y he tenido mucha suerte en mi vida en todos los aspectos. El blog también me ha traído muchas cosas buenas: mayor contacto con otros colegas, reconocimiento profesional y conocer a muchas personas -muchas virtualmente, pero otras personalmente-.
A día de hoy, puedo decir que soy como los nombres de esta tienda y el bar que está después:
Calle Bravo Murillo |
No puedo decir de mí que sea una persona muy optimista (más bien soy realista), pero creo que sí soy positiva, o sea, que no pienso todo el tiempo en las cosas que no tengo, al contrario, agradezco las que tengo, tengo confianza en mí misma y sé lo que hago bien y lo que no, y soy firme en mis objetivos.
Calle Bernardo López García |
Dichoso/a es un sinónimo más formal o culto de feliz. Por lo tanto, no solemos usarlo en las conversaciones informales. Sin embargo, sí lo usamos en esas situaciones delante del sustantivo al que acompaña con un sentido irónico, o sea, todo lo contrario: 'maldito, molesto, enfadoso', etc. Por ejemplo, una persona que vaya andando por Madrid podría decir esto en la actualidad:
¡Dichosas motos! ¡Están aparcadas por todas partes y no se puede ni andar por la acera!
Sobre este adjetivo y otros que usamos también así, en sentido irónico delante del sustantivo, puedes leer una entrada anterior: Menudo nombre.
También usamos este adjetivo en la expresión ¡Dichosos los ojos! que se puede usar cuando se ve a una persona a la que hace mucho tiempo que no se ha visto. ¿Has visto qué expresión tan bonita? Lo que dice es 'mis ojos están felices de volver a verte'. Espero que tú, cuando recibas esta entrada, tengas una sensación parecida, o sea, que te alegres de volver a leer lo que escribo.
Y ya que hoy te estoy contando cosas de mi vida personal, voy a poner el nombre de otro bar...
Patoso/a se usa sobre todo para las personas que son poco hábiles en ciertas cosas o en todas. No siempre, pero a menudo se identifica con la falta de habilidades físicas; por ejemplo, alguien a quien se le caen las cosas a menudo, que no es bueno haciendo deporte, etc. Y algunas de esas cosas me pasan a mí; fíjate, el único suspenso que tuve en toda mi carrera académica, desde el colegio hasta el doctorado, fue en Educación Física por no saber hacer el pino, que es este ejercicio (con una mano, como en la foto, o con dos):
Pues sí, de niña era un poco patosa y sigo siéndolo. ¡No se puede ser perfecta, jajaja!
También te contaré algo más, en este caso sobre mis ideas. Que soy como este otro bar y restaurante:
Ser republicano/a, en España, es ser partidario de tener un presidente de la república votado por la gente, frente al sistema monárquico ('de reyes') que tenemos en este momento. Creo que no tiene sentido en el siglo XXI (aunque tampoco es que lo haya tenido en siglos anteriores) que haya una familia real a la que nadie vota.
Seguro que te has fijado en la cantidad de establecimientos con nombres femeninos que he encontrado. ¡Pues hay muchísimos más! Ya te he hablado de algunos en dos entradas anteriores: Madrid es femenina y El femenino está de moda.
Y aquí te dejo, celebrando el décimo cumpleaños del blog. Pero antes de despedirme quiero comentarte algo: por alguna razón que desconozco, desde que empezó la pandemia, el blog tiene menos lectores y menos participación. Como sabes, para mantener una motivación alta es importante recibir el apoyo y los comentarios de los demás, así que, si te gusta este blog, te animo a que lo difundas en tus redes o entre tus amigos, a que escribas comentarios en él, etc. ¡No permitas que mi motivación baje y escriba cada vez menos!
Ahora sí, me despido con un vídeo donde he reunido algunas de mis imágenes favoritas de entre los cientos de imágenes que he usado en este blog:
¡Por mucho tiempo y hasta pronto!