Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales |
Hace tiempo, mientras asistía a unas jornadas para profesores de español, vi que una persona que había estado sentada en mi asiento se había despedido de sus compañeros de carrera con estas palabras: ¡Adiós, pringados! Tengo la sensación de que su relación con los compañeros no era muy buena: la firma, Crisputa, no parece su nombre real sino un apodo, un mote, o sea, el nombre que un grupo de personas da a otra haciendo referencia a alguna característica, muchas veces negativa. Quizá por eso se está vengando con esta despedida.
Pringado/a, generalmente pronunciado pringao/pringá, se usa despectiva y coloquialmente en España al menos con tres significados. En este caso puede significar 'persona insignificante dentro de un grupo' o 'persona que se lleva la peor parte de una tarea o una situación'. Así, la persona que escribió esto quiere decir que esos que la insultaban en realidad son personas poco inteligentes o nada importantes.
El tercer significado, 'persona ilusa, crédula, que se deja engañar fácilmente' es el que está en la respuesta a esta pintada:
León |
Hablar despectivamente de otros, o directamente insultar, en los muros de forma anónima es una práctica muy antigua y creo que universal. Por eso verás que hay ejemplos de varios lugares de España, como el anterior, de la ciudad de León.
Precisamente en esa ciudad me encontré con bastantes ejemplos, como este que parece referirse a un niño:
León |
Ser un flipao/flipá (pronunciación informal de flipado/flipada) significa coloquialmente mostrar una autoestima excesiva, o sea, ser arrogante, vanidoso. No es lo mismo que estar flipado/a, 'estar bajo los efectos de algún tipo de droga' o 'estar alucinado por algo muy sorprendente, positiva o negativamente'.
Sobre el pobre Manolín encontré otra cosa:
León |
La verdad es que esta no es una expresión nada frecuente. Podemos imaginar que alguien que tiene una cara parecida a una zanahoria no es muy guapo, pero no es un insulto habitual sino más bien una creación de la persona que escribió esto.
Más frecuente es esta otra descripción negativa de la cara de una persona que encontré escrita en una puerta:
Calle Mayor (Pamplona) |
Cara higo, pronunciación informal frecuente de cara de higo, significa 'cara que expresa mal humor, antipatía'.
A veces encontramos, como en el caso de la cara de zanahoria, insultos muy particulares, como este de Asturias:
Ribadesella (Asturias) |
Un rape es un pez muy apreciado en la cocina asturiana, por eso me extraña que lo usen negativamente, pero la verdad es que al mismo tiempo es un animal muy feo. En todo caso, este no es un insulto habitual, y su significado exacto lo sabe quien escribió esto.
Pero volvamos a Madrid y a insultos o descalificativos más habituales. Uno muy frecuente para describir un estado, no un carácter, es este, que parece estar dirigido a todos los que leemos la pintada:
Calle Nuestra Señora del Carmen |
Estar agilipollao/agilipollá (pronunciación informal de agilipollado/a) viene, evidentemente, del taco gilipollas ('demasiado tonto, imbécil') y significa 'estar atontao/atontá, no enterarse de nada, estar distraído, parecer gilipollas'. Y bueno, a lo mejor esta persona tiene razón y estamos todos un poco tontos últimamente con tantos problemas que nos rodean, ¿no? Porque esta pintada me recuerda mucho a otra de la que te hablé en la entrada España está empanada.
Vamos con descalificativos de significado más específico:
Calle Fuencarral |
Los dos sustantivos significan lo mismo. Sirven para acusar a una persona de haber delatado a alguien, o sea, haber denunciado o haber acusado a alguien. Por ejemplo, la palabra chivato/a la usan mucho los niños cuando alguno de ellos les cuenta al profesor o a los padres algo que ha hecho otro niño y no debería haber hecho según las normas. Fuera del mundo infantil, se usan más las palabra soplón/soplona (más informal) y delator/a.
Vamos con el último descalificativo de hoy, que creo que es el más difícil de explicar:
Calle Fuencarral |
Si buscamos en los diccionarios esta palabra, encontraremos que es un sinónimo de prostituta. Y sí, a veces es un sinónimo, una alternativa más suave a esa palabra. Pero muchísimas veces se usa cuando se quiere atacar a una mujer por su aspecto (por ejemplo, porque no lleva mucha ropa encima) o por sus hábitos sexuales (porque se considera que es demasiado promiscua). En conclusión, que es una palabra con una orientación bastante machista, incluso aunque la usen también muchas mujeres, porque no se debería criticar a nadie ni por su aspecto ni por su vida sexual.
Esta pintada estaba justo en la fachada de una tienda de ropa y, como ves, con una flecha que señala hacia el interior. ¿La habrá escrito, para vengarse, alguien a quien alguna dependienta de esta tienda no hizo caso o abandonó?
Bueno, pues aquí termina nuestro paseo por hoy. El mundo de los insultos y descalificativos es inmenso y no podríamos describirlo ni en cien entradas. Pero si quieres ver más palabras de este tipo, puedes leer también una entrada anterior: No me seas así.