La Granja de San Ildefonso |
Me encontré con este monumento al libro en un precioso pueblo de Segovia, en la comunidad de Castilla-León. El autor de la frase, Ricardo León, fue un banquero y escritor español hoy bastante olvidado, pero que en su tiempo fue muy famoso, porque, fíjate, en 1910 consiguió vender ¡más de un millón de ejemplares de una novela suya! Y eso en una época en la que mucha gente no sabía leer.
Hoy, en cambio, los libros en papel han perdido mucho valor. Los de segunda mano se regalan o se venden por un euro. Incluso mucha gente los tira a la basura. Es comprensible que esto pase, porque los libros ocupan mucho espacio en casa y además dan trabajo (porque hay que limpiarlos de vez en cuando), pero ¡qué pena ver libros en la basura! Antes de tirarlos ahí, hay otras posibilidades: dejarlos en un lugar público para que los coja alguien interesado o buscar tiendas o personas como esta, que pueden darles una nueva vida.
Calle Caracas |
Donar se diferencia de dar en que donamos cosas de valor sin esperar nada a cambio: donamos sangre en un hospital, donamos un cuadro a un museo, donamos nuestros bienes a una ONG, etc. Así que en el anuncio de arriba está muy bien usado el verbo donar, porque los libros son objetos de valor.
Si la gente dona sus libros o los tira a la basura, está claro que las librerías cada vez están vendiendo menos. Y es una pena, porque están cerrando en todas las ciudades españolas librerías muy especiales, con libreros que aconsejan a sus clientes de manera personalizada. Por eso, hoy quiero hablarte de dos librerías de Madrid que me gustan mucho.
Una está en el barrio de Lavapiés: se llama Sin tarima, y es hermana menor -más joven- de otra librería especializada en arte, Con tarima. La tarima es una plataforma un poco levantada sobre el suelo; antiguamente, se usaba mucho en las clases, y el espacio del profesor era la tarima. Quizá la llamaron así porque encima de una tarima se puede actuar, y en la librería Con tarima hay libros sobre teatro.
Sin tarima tiene sobre todo libros de ficción y organiza muchas actividades culturales. Me encanta el chiste de Forges (un humorista gráfico español muy famoso que murió hace poco tiempo) que tienen en uno de sus escaparates:
Este chiste es una mirada irónica sobre lo poderosa que es la lectura y lo amenazante que resulta para muchos. No es ninguna casualidad que en todas las dictaduras se hayan prohibido y quemado libros, porque resultan una amenaza precisamente por lo que nos decía la primera foto de esta entrada: los libros enseñan a pensar.
Otro detalle bonito que encontramos en un escaparate de Sin tarima es una placa que un grupo de vecinos ha dedicado al librero principal, Santiago, que es un hombre que lleva muchos años en el negocio de los libros y aconseja personalmente a sus clientes:
Un bonito homenaje de los vecinos y un bonito mensaje, porque las personas necesitamos historias para vivir, ¿y quién mejor que un librero para recomendarnos buenas historias para leer?
La otra librería de la que te quiero hablar hoy está en el barrio de Malasaña y también está especializada en obras de ficción, o sea, en novelas y relatos. Su peculiar nombre viene de un grupo de poetas franceses, entre los que estaban Rimbaud y Verlaine, que solían reunirse a cenar y se llamaban a sí mismos Vilains Bonhommes. Tipos infames significa 'personas malvadas'; además, tipo, cuando se usa con el significado de persona, tiene un uso despectivo. Curioso, ¿no? Son chicos malos estos libreros...
Como puedes ver en la foto, en esta librería, además de ver y comprar libros, puedes tomarte un vino mientras decides cuál comprar (también hay otras bebidas, si no te gusta el vino).
Me gusta mucho Tipos infames por la buena selección de libros que tienen pero también por sus recomendaciones y por la forma en que las hacen. Por ejemplo, en la puerta te puedes encontrar carteles como este, donde te hacen una recomendación combinada, de un libro más un vino para acompañarlo:
Pero es que dentro encuentras también libros especialmente recomendados, y son los que tienen en su portada esta etiqueta, donde aparece una expresión que te expliqué ya al final de la entrada ¡Qué fisno!:
Una está en el barrio de Lavapiés: se llama Sin tarima, y es hermana menor -más joven- de otra librería especializada en arte, Con tarima. La tarima es una plataforma un poco levantada sobre el suelo; antiguamente, se usaba mucho en las clases, y el espacio del profesor era la tarima. Quizá la llamaron así porque encima de una tarima se puede actuar, y en la librería Con tarima hay libros sobre teatro.
Sin tarima tiene sobre todo libros de ficción y organiza muchas actividades culturales. Me encanta el chiste de Forges (un humorista gráfico español muy famoso que murió hace poco tiempo) que tienen en uno de sus escaparates:
Calle del Ave María |
Este chiste es una mirada irónica sobre lo poderosa que es la lectura y lo amenazante que resulta para muchos. No es ninguna casualidad que en todas las dictaduras se hayan prohibido y quemado libros, porque resultan una amenaza precisamente por lo que nos decía la primera foto de esta entrada: los libros enseñan a pensar.
Otro detalle bonito que encontramos en un escaparate de Sin tarima es una placa que un grupo de vecinos ha dedicado al librero principal, Santiago, que es un hombre que lleva muchos años en el negocio de los libros y aconseja personalmente a sus clientes:
Calle del Ave María |
Un bonito homenaje de los vecinos y un bonito mensaje, porque las personas necesitamos historias para vivir, ¿y quién mejor que un librero para recomendarnos buenas historias para leer?
La otra librería de la que te quiero hablar hoy está en el barrio de Malasaña y también está especializada en obras de ficción, o sea, en novelas y relatos. Su peculiar nombre viene de un grupo de poetas franceses, entre los que estaban Rimbaud y Verlaine, que solían reunirse a cenar y se llamaban a sí mismos Vilains Bonhommes. Tipos infames significa 'personas malvadas'; además, tipo, cuando se usa con el significado de persona, tiene un uso despectivo. Curioso, ¿no? Son chicos malos estos libreros...
Calle San Joaquín |
Como puedes ver en la foto, en esta librería, además de ver y comprar libros, puedes tomarte un vino mientras decides cuál comprar (también hay otras bebidas, si no te gusta el vino).
Me gusta mucho Tipos infames por la buena selección de libros que tienen pero también por sus recomendaciones y por la forma en que las hacen. Por ejemplo, en la puerta te puedes encontrar carteles como este, donde te hacen una recomendación combinada, de un libro más un vino para acompañarlo:
Calle San Joaquín |
Pero es que dentro encuentras también libros especialmente recomendados, y son los que tienen en su portada esta etiqueta, donde aparece una expresión que te expliqué ya al final de la entrada ¡Qué fisno!:
Si vas a Tipos infames y compras un libro, mira el tique de compra, porque verás otro detalle especial. En algunas tiendas aparece el nombre de la persona que te ha atendido durante tu compra, pero aquí te encuentras una sorpresa:
La expresión su devoto servidor, junto con su seguro servidor, son fórmulas muy antiguas, que se usaban sobre todo en las despedidas de las cartas, para expresar la disposición total de la persona que escribía la carta hacia la persona que la iba a recibir. O sea, indicaba que esa persona estaba dispuesta a hacer todo lo que la otra persona le pidiera, por eso usaban la palabra servidor, que significa 'persona que está al servicio de alguien o de alguna institución o causa'; por ejemplo, los políticos suelen decir que son "servidores del Estado", y se considera que los que trabajan en la Administración pública son "servidores públicos". Claro que, actualmente, se usa más la palabra servidor en el sentido que le dan en informática, el de un ordenador principal al que están conectados muchos otros ordenadores creando una red.
Pues me encanta que los libreros de Tipos infames estén a mi servicio y sean tan serviciales (servicial 'que está siempre dispuesto a complacer y servir a otras personas').
Pronto, el 23 de abril, se celebrará el Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor. En Madrid se celebra también en noviembre el Día de las Librerías. Pero ¿para cuándo un Día de los Libreros, de los buenos libreros en los que podemos confiar porque conocen nuestros gustos?
Al menos, en Madrid tienen una calle. ¿Y en tu ciudad?
No te sorprendas si un día utilizo alguna de tus entradas de blog como texto de un examen. Yo, que creía conocer Madrid muy bien, siempre descubro historias nuevas aquí.Gracias.
ResponderEliminarGracias, Concha. ¡Lo malo es que mis entradas no son nada sin las fotos, que seguramente no podrás usar en los exámenes! Y sobre Madrid, seguro que tú también me podrías enseñar cosas a mí. Un abrazo
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