En el año 2009 la escritora María Dueñas publicó una novela que tuvo mucho éxito, El tiempo entre costuras. La costura es la acción y el resultado de coser, pero también todo objeto que se está cosiendo.
En la novela se cuenta la historia de una madrileña que se dedica a coser ropa (una modista) y que en los años 30 del siglo XX, por amor a un hombre, se va a vivir a una ciudad de Marruecos. La novela tuvo muchísimo éxito y unos años después, en 2013, se estrenó una serie de televisión basada en ella que también fue muy vista. Tanto la novela como la serie son muy amenas y te las recomiendo, porque además podrás aprender mucho sobre la historia de España.
Cuando se publicó la novela y se estrenó la serie, corrían tiempos malos para la economía y, como ya te conté en la entrada Un roto para un descosido (que te recomiendo leer), empezaron a aparecer tiendas, hasta entonces casi inexistentes, de arreglos de ropa. Esta que te muestro toma justamente palabras del título de la novela:
Las Navas del Marqués (Ávila) |
De la palabra costura vienen dos sustantivos: costurera y costurero. El costurero es la caja o cesta donde se guardan las cosas necesarias para coser. La costurera es la mujer que se dedica a coser y arreglar ropa (aunque normalmente no a diseñarla), como la que da nombre a esta tienda:
Calle Francos Rodríguez |
Claro que, si la persona que se dedicara a esto fuera un hombre, podríamos decir que es costurero. Pero lo cierto es que hasta ahora no he visto a ningún hombre trabajando en estos establecimientos.
Hay costureras que consideran su oficio como algo más elevado, más importante. Es el caso de Serafina:
Calle Reina Victoria |
Otras muchas tiendas de arreglos de ropa toman su nombre de los diferentes objetos que se usan para coser, como estas cuatro:
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: calles General Martínez Campos, Andrés Mellado, Fernández de los Ríos y Alberto Alcocer |
Si no sabes qué son los dedales, los hilos, las agujas y las tijeras, lo tienes todo dibujado en la última foto, la de abajo a la derecha: en el centro el dedal (lo que nos ponemos en los dedos; aunque mucha gente no lo usa, mi madre siempre me decía: "Costurera sin dedal, cose poco y cose mal"), a la izquierda una aguja que tiene dentro un trozo de hilo, y, debajo de todo, las tijeras. Aunque la tienda se llama Tijera y dedal, usando la forma singular tijera, entre los que no nos dedicamos a la costura lo habitual es usar siempre esta palabra en su forma plural (como pasa con otros objetos: gafas, pantalones, etc.)
A pesar de todo lo que te he contado, la verdad es que me parece que la mayoría de la gente sigue arreglando poco la ropa (ni en casa ni en las tiendas) y comprando demasiada ropa nueva. Aunque la costura está de moda y hay más gente joven que la practica, lo cierto es que la mayoría de la ropa y otros objetos textiles que usamos no está hecha en España, como nos recuerdan estas dos pintadas:
Calle de San Luis (Sevilla) |
En la primera pintada, una persona les recuerda a todos los que ponen banderas de España en sus balcones que, a pesar de que quieren mostrar su "patriotismo", están poniendo banderas fabricadas en otro país. Y la persona que responde en rojo le recuerda que también sus bragas se fabrican en otro país.
¿Y por qué habla de bragas (para mujer) y no de calzoncillos (para hombre)? Porque la primera pintada estaba en el muro de un local feminista, y esta persona supone que la hizo una mujer.
¿Y qué tienen en común todas estas palabras que suelen usarse en plural: tijeras, pantalones, gafas, bragas, calzoncillos? Piensa en los objetos y verás que todos ellos tienen dos partes iguales.
¡Hasta pronto!