domingo, 31 de marzo de 2019

Matasuegras y matacuñaos

Hay un tipo de palabras compuestas -o sea, formada por dos o más palabras- que me encanta y que es muy productivo en español, porque siguen formándose nuevas palabras con ese mecanismo. Se trata de palabras formadas por un verbo más un sustantivo, como la que da nombre a esta tienda asturiana:


Aprende español callejeando por Madrid: Matasuegras y matacuñaos
Gijón

Del verbo cascar ('romper en trozos algo que se rompe con facilidad, como los huevos y los frutos secos') y el sustantivo nuez se forma esta palabra, cascanueces, para llamar al objeto que usamos para romper las nueces con mayor facilidad. 

Hay muchos otros objetos con nombres similares: el/los sacapuntas, el/los sacacorchos, el/los abrelatas, el/los abrebotellas, el/los lavavajillas, el/los paraguas, el/los paracaídas, etc. Como puedes ver, todas estas palabras son masculinas: el sacapuntas, el abrebotellas, el matarratas, etc., y todas tienen la misma forma en singular y en plural.

Hay una palabra de este tipo que no se refiere a un objeto concreto pero puede servir para muchos:


Aprende español callejeando por Madrid: Matasuegras y matacuñaos
Calle General Álvarez de Castro

Un pesar es una pena. Un quitapesares, algo que puede quitarte total o parcialmente la pena. En este caso, como se trata de una tienda de ropa, entiendo que lo que te alivia la pena es la ropa nueva que te puedas comprar. Pero esta palabra da nombre a restaurantes, bares, etc., porque comer y beber bien puede hacerte sentir mejor. 


Con este mecanismo, también formamos palabras que se refieren a personas:

Aprende español callejeando por Madrid: Matasuegras y matacuñaos
Calle Olivar

Un/a restauramuebles es una persona que hace eso, restaurar ('arreglar algo antiguo') muebles. Otros ejemplos de palabras que nos hablan de profesiones: un/a guardabosques, un/a aparcacoches, un/a limpiabotas, un/a guardaespaldas, etc. En este caso, la palabra es masculina o femenina dependiendo de si nos referimos a hombres o mujeres, pero, como ves, la forma de la palabra es siempre la misma.


He dejado como último ejemplo de nombres de tiendas la palabra que da título a esta entrada:


 Aprende español callejeando por Madrid: Matasuegras y matacuñaos
Calle Juan de Olías

Se suele llamar matasuegras a un objeto que se utiliza en las fiestas, este que tienen estos niños en la boca:




¿Por qué matasuegras? Parece que porque se usaba mucho para dar sustos a las suegras. ¿Y por qué a las suegras y no a los suegros, las madres y padres, las hijas, los primos, etc.? Porque, durante siglos, las suegras han sido mayoritariamente personas mandonas (mandón 'que ordena mucho'), criticonas (criticón 'que lo critica todo') y poco queridas por sus yernos y nueras.

La tienda de la foto de arriba es un lugar para hacerse tatuajes. Como a muchas madres y suegras no les gusta que sus hijos o sus hijos políticos se los hagan, si se los hacen les darán un disgusto. De ahí el nombre de la tienda.

Todavía encontramos en chistes y mensajes callejeros esta visión de la suegra. Por ejemplo, en este azulejo que decora la puerta de una tienda en un pueblo de Segovia:


Aprende español callejeando por Madrid: Matasuegras y matacuñaos
Ayllón

Aquí hay un juego de palabras: los creyentes saben que Dios existe pero no lo pueden ver físicamente; la suegra sabe que existe su yerno o su nuera pero no lo/la puede ver en otro sentido: no poder ver a alguien significa 'caer fatal, odiar, no soportar'. Por ejemplo:

(Dos compañeros de trabajo)
- A ver, ¿cómo formamos los equipos?
+ Bueno... Para empezar, no podemos poner juntos a trabajar a Ana y a Enrique porque no se pueden ni ver.
- ¿Y eso?
+ Pues porque los dos son igual de ambiciosos y de envidiosos, y siempre quieren ser los mejores en todo.


Pero en el imaginario popular las cosas van cambiando. Las suegras de hoy no son las suegras de antes y las relaciones entre suegras y yernos o nueras parece haber mejorado. En cambio, ha crecido una figura familiar que siempre ha estado presente pero que cada vez se ha hecho más grande: el cuñado (cuando hablamos en sentido despectivo, decimos siempre cuñao). En la familia española, las costumbres con frecuencia obligan a ver con frecuencia a los cuñados: las reuniones en las fiestas navideñas, bodas, cumpleaños, etc. Y hay un tipo de hombre que abunda en España, aunque también, supongo, en todos los demás países: el que opina sobre todo, el que cree que sabe más que los demás; si ese tipo de persona es tu cuñado, tienes que soportarlo muchas veces.

Por eso, esta idea del cuñado se ha generalizado y cualquier persona puede ser un cuñao. Cuñao (o su versión femenina: cuñá, que aún no se nombra tanto) es esa persona que opina sobre cualquier tema, con opiniones muy definidas y tajantes, y sabe de todo más que tú (aparentemente). Y la tendencia a comportarse así es lo que se llama cuñadismo.

El cuñao está presente en chistes gráficos, programas de televisión, películas, conversaciones, etc., e incluso ha dado lugar a un nuevo significado de la palabra cuñadismo, que ya existía. Para que te hagas una idea de cómo se comporta un cuñao en el sentido del que hablamos hoy, puedes ver esta parodia:




Y ya que los cuñaos son tan insoportables, ¿quién se anima a inventar un *matacuñaos? Muchos lo agradecerán.     

¡Hasta pronto!


domingo, 24 de marzo de 2019

Verde que te quiero verde

Como ya sabes si lees habitualmente este blog, los baños públicos (sobre todo los frecuentados por gente joven) son uno de los lugares donde encuentro mensajes de todo tipo que me parecen interesantes. Y el de hoy, encontrado en la Facultad de Filosofía y Letras, me va a servir de introducción para el tema de esta entrada:

Universidad Complutense de Madrid

F. G. Lorca es, por supuesto, el poeta y dramaturgo Federico García Lorca (1898-1936), que dijo exactamente, durante una conferencia, La poesía no quiere adeptos sino amantes. Adepto/a significa 'partidario de algo, que está a favor de algo'. Creo que quiso decir que no basta con que seamos aficionados a la poesía; la poesía hay que amarla.

Y amar la poesía es lo que hacen algunos poetas que, además de publicar sus poemas en libros, nos dejan sus frases poéticas o micropoemas en lugares inesperados de la ciudad, en una pared o en un contenedor de la basura, como lleva bastantes años haciendo el poeta Neorrabioso en Madrid:

Aprende español callejeando por Madrid: Verde que te quiero verde
Calle Duque de Liria

Un equilibrista es un artista que hace peligrosos ejercicios de equilibrio, por ejemplo en los circos. Cuando Neorrabioso dice que prefiere a los equilibristas, quiere decir que le gusta más la gente que asume riesgos, que no siempre es sensata y prudente. La gente equilibrada suele pensar y medir sus decisiones y, quizá por eso, se pierde muchas cosas buenas de la vida. 

Otro verso de Neorrabioso que me encanta es el que encontré una noche en un contenedor:

Aprende español callejeando por Madrid: Verde que te quiero verde
Calle Montserrat

Ella, la amada del poeta, no se deja corregir, o sea, no permite que nadie la corrija. Los poemas, en cambio, se dejan corregir, claro, no pueden protestar cuando el poeta los cambia. ¿Eso es un defecto de ella para el poeta? No, todo lo contrario, creo. Creo que para él es un valor de la mujer a la que ama. 


Y me encantan y me divierten también las versiones de poemas que la gente va dejando, de forma anónima o no, por la ciudad. Te voy a dar un ejemplo. 

Uno de los poemas más famosos de Federico García Lorca empieza así:

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.

Se trata del poema Romance sonámbulo, que cuenta la historia de una joven gitana muerta y una historia de amor frustrada. Su primer verso, verde que te quiero verde, no tiene un significado claro ni una gramática habitual, pero resulta muy sonoro, muy rítmico; probablemente por eso se ha hecho tan popular que no es difícil encontrar versiones de él en mensajes de todo tipo. 

Y aquí tienes una:

Aprende español callejeando por Madrid: Verde que te quiero verde
Universidad Complutense de Madrid

Pues solo ha añadido cinco letras (s-n-u-d-o) y ha cambiado todo el sentido, ¿no? La foto la tomé en una taquilla de la Facultad de Bellas Artes, una facultad llena de sorpresas de este y otros tipos de la que te hablé en la entrada Guerra en la facultad. Esta frase está escrita en muy buen lugar: la taquilla, que es donde se guarda la ropa, entre otras cosas.

Y el segundo ejemplo forma parte de una serie de frases poéticas que el Ayuntamiento de Madrid pintó en el otoño pasado en muchos pasos para peatones. Las frases fueron enviadas por los habitantes de la ciudad, y sus nombres aparecen, como puedes ver en la imagen. Y también tengo que decir el nombre de la persona que me ha enviado esta foto, mi colega y amiga Yolanda Pérez Sinusía (¡muchas gracias, Yolanda!):

Aprende español callejeando por Madrid: Verde que te quiero verde
Calle General Álvarez de Castro


Decimos cruzar en verde (o en amarillo, o en rojo) para referirnos a la acción del coche o del peatón cuando cruza (atraviesa, pasa) el paso de peatones y la luz del semáforo está en uno de esos colores. Así que la frase queda muy graciosa, porque, además de recordar el poema de Lorca, ¡está enseñando a la gente cuando debe cruzar: cuando la luz está en verde! ¡Muy ingeniosa María José Villar Sánchez!


Verde que te quiero ver de nuevo por aquí, en el blog. ¡Hasta pronto!


P.D. A mi gran amigo el poeta Abel Murcia, un abrazo.






domingo, 10 de marzo de 2019

Calladita no estás más guapa

El pasado 8 de marzo asistí a la manifestación por los derechos de las mujeres que se celebró en Madrid y, como casi siempre en estas manifestaciones, encontré un montón de cosas que te pueden interesar.          

Encontré, entre otras cosas, variantes de frases típicamente machistas, variantes de refranes, versos pareados, metáforas y hasta reflexiones sobre la lengua. Así que de todo eso te voy a hablar.

Y empezamos con la pancarta que da título a la entrada de hoy, una variante de una frase muy machista:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Cibeles

La frase calladita estás más guapa, ha sido, durante décadas, una manera que los hombres machistas tenían de hacer callar a las mujeres, como si tener opinión propia tuviera que ver algo con la belleza. Pero sí, claro, los machistas prefieren mujeres calladitas, que nunca les lleven la contraria.

Por el contrario, los carteles de muchas manifestantes animaban a las mujeres a hablar, y en voz bien alta, gritando:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Paseo del Prado

Muchas mujeres ya no tienen voz porque fueron asesinadas por sus parejas. Por eso no solo hay que gritar, sino aullar, como hacen los lobos, que resulta mucho más amenazador:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Paseo del Prado

En esta otra pancarta podemos leer una bonita variante de un refrán muy popular:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Calle Alcalá

Se trata del refrán A palabras necias, oídos sordos, que quiere decir que, cuando alguien dice algo tonto o insensato, es mejor no escucharle, ni siquiera reaccionar. 

Esas palabras machistas reciben un nombre en la siguiente pancarta, que es el primer ejemplo de versos pareados (dos frases que riman):

Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Cibeles

Machistada es una palabra que todavía no encontrarás en los diccionarios pero de la que hay montones de ejemplos en Internet. Quiere decir 'frase o acción propia de un machista' (por ejemplo, decirle a una mujer que calladita está más guapa es una machistada). Tampoco encontrarás en los diccionarios la palabra patriarcada, que evidentemente está formada a partir de patriarca ('hombre que ejerce la autoridad en una comunidad de personas'). Esta nueva palabra tendría que significar 'frase o acción propia de un patriarca', pero, en el contexto, detrás del verbo producir, y con la construcción me producen, nos hace pensar inmediatamente en la palabra arcada ('movimiento violento del estómago que sentimos antes de vomitar'). O sea, lo que dice la pancarta podría expresarse con la frase tus palabras y acciones machistas me producen ganas de vomitar; pero suena mucho más divertido como está escrito en la pancarta.

El siguiente pareado es de una pancarta que llevaba un grupo de profesoras de español (entre las cuales tuve la suerte de estar):


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Murillo

Pues sí: las mujeres, luchando por la igualdad de derechos de todas las personas, muestran, enseñan a sus estudiantes cuáles son los valores que todo el mundo debería defender.

A continuación, una preciosa metáfora:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Gran Vía
Las mujeres somos semillas ('granos de los frutos de las plantas que dan origen a nuevas plantas'), así que podemos crear vida nueva. Por eso, si nos entierran (enterrar 'meter debajo de la tierra'), no nos matan; si nos quieren hacer callar, no lo conseguirán; si nos quieren quitar nuestros derechos, lucharemos. 

Por último, una pancarta con una reflexión sobre el uso de la lengua en relación con los hombres y las mujeres:

Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Gran Vía

Polla y coñazo son palabras malsonantes, palabrotas, tacos, que se usan muy frecuentemente. La polla, en España, es el pene, y coñazo viene de coño, la parte correspondiente del cuerpo de la mujer, o sea, la parte externa de su aparato genital.

Efectivamente, cuando alguien dice esto es la polla, usando esta palabra metafóricamente, quiere decir que es algo divertido, estupendo, extraordinario, mientras que si alguien dice esto es un coñazo, significa que es algo muy aburrido. La verdad es que el español, como seguramente otros idiomas, está lleno de esta falta de paralelismo entre palabras que se refieren a mujeres y palabras que se refieren a hombres. Las lenguas las crean, mantienen y cambian los pueblos, y por lo tanto es lógico que en ellas se refleje la mentalidad de la gente. Así que esto quiere decir que todavía el machismo está presente en nuestra sociedad, aunque algunos digan que no.

¿Y tú? ¿Eres feminista o machista? Porque solo hay una tercera opción, según esta pancarta, que me encantó y me hizo mucha gracia:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Murillo

¡Hasta pronto!