lunes, 26 de junio de 2017

Ya, ya

Hace un par de meses, en un viaje a Lisboa (Portugal), vi esta obra de una artista callejera valenciana, Julieta XLF:

ya ya ya
Lisboa (Portugal)


La razón por la que pongo aquí la foto no es la obra de Julieta (que, por otro lado, me gusta mucho), sino las palabras que están debajo, que no sé si también las escribió ella o alguien las escribió después: ya ya ya.

La palabra ya  es de uso muy frecuente y puede tener varios sentidos, así que hoy le voy a dedicar toda esta entrada.

El uso principal de esta palabra es el que aparece en el nombre de este establecimiento del barrio de Chueca, en Madrid:

ya no me duele
Calle Libertad

Es un buen nombre para este tipo de establecimiento, ¿verdad? Antes me dolía alguna parte del cuerpo, vengo a este centro de fisioterapia y masajes, y después de eso, ya no me duele. Eso es lo que dice la palabra ya, que algo ha cambiado del pasado al presente. 

La palabra que expresa justamente lo contrario es todavía, como puedes ver en esta imagen que hice hace un tiempo para mi clase:


ya y todavía


El sentido de la palabra ya parece un poco diferente en esta pintada, pero en realidad es el mismo:


despierta ya
Plaza de la Corredera (Córdoba)

Alguien no se ha despertado todavía, y con el imperativo despierta, la persona que ha escrito esto, le está pidiendo que se produzca un cambio. 

Seguramente esta frase te parecerá un poco rara. Se parece a algo que los niños cantábamos cuando íbamos a algún espectáculo que empezaba con retraso: Que empiece ya, que el público se va, la gente se marea y los niños se mean. Yo la entiendo como una llamada de atención para que despertemos, porque vivimos semidormidos por las preocupaciones diarias y las muchas noticias que nos llegan. Intenta despertarnos usando esta frase, que recuerda la canción infantil, para llamar nuestra atención.

Como te he dicho arriba, la palabra ya tiene otros usos y en algunos casos casi se usa como una marca o marcador conversacional. Te dejo aquí un resumen visual de los usos más importantes:

usos de la palabra ya


Y con esto me despido ya hasta septiembre. Me voy a tomar unas buenas vacaciones, con un poco de desintoxicación digital. ¡Hasta el mes de septiembre y buen verano!


lunes, 19 de junio de 2017

No es lo que era

la zalamera donde comer es lo que era
Avenida de Reina Victoria

la zalamera donde comer es lo que era
Avenida de Reina Victoria

No sé si recuerdas que hace unos meses te hablé de la moda reciente de ponerles nombres femeninos, muchas veces con el artículo la más un adjetivo, a todo tipo de establecimientos, pero sobre todo bares y restaurantes. Puedes ver muchos más ejemplos en la entrada La Doña.

Pues aquí tienes un ejemplo más, con un adjetivo que me gusta mucho: zalamero/a. Una persona zalamera es alguien que hace frecuentes demostraciones de cariño (con besos, abrazos o palabras), a veces exageradas, y que quiere conseguir algo haciéndolas. Si la persona no quiere conseguir nada, no usamos esta palabra sino otras, como mimoso/a o cariñoso/a. Sin embargo, zalamero no es muy negativa; para el mismo concepto, si queremos ser más críticos, usamos otras palabras, como pelota, adulador/a o el taco lameculos.

El origen de zalamero es muy curioso: como muchas palabras del español, viene del árabe, y en concreto de la palabra salam 'paz' (que se usa en el saludo árabe salam aleikum), y se empezó a usar refiriéndose a las personas que continuamente estaban saludándote y deseándote paz.

Pero, además del nombre, este restaurante me llamó la atención por la frase que viene a continuación: donde comer es lo que era. La frase ya no es lo que era es casi una expresión para decir que algo o alguien ha cambiado. Veamos algunos ejemplos:


Vivir como un cura ya no es lo que era

La rutina de un sacerdote rural con 15 parroquias es frenética

(www.elpais.com)

En España, vivir como un cura significa 'vivir muy bien', o sea, comer bien, trabajar poco, etc. En este artículo, en cambio, nos cuentan cómo ha cambiado la vida de los curas que trabajan en zonas rurales, y que ahora tienen mucho más trabajo.


El 7 de enero ya no es lo que era


La liberalización del periodo de rebajas y el consiguiente adelanto de las ofertas durante las fiestas navideñas hacen del inicio oficial de la campaña una jornada más tranquila de lo habitual. Las colas no comenzaron a formarse hasta media mañana.


(elcorreoweb.es)

Antes, el día 7 de enero había colas enormes en las puertas de las tiendas porque empezaban las rebajas de enero. Ahora, cada tienda hace rebajas cuando quiere, por eso el 7 de enero ha perdido importancia.

¿Y por qué el restaurante La Zalamera usa esta frase para decir que allí comer es lo que era? Pues porque los restaurantes han cambiado muchísimo en España en todos los aspectos (decoración, carta, cantidad, etc.). Aunque yo pienso que ha habido muchos cambios positivos (por ejemplo, ahora puedes encontrar comida de todo el mundo en Madrid), para muchos comer en un restaurante ya no es lo que era. Eso piensa el humorista Agustín Durán, que nos da su opinión sobre los restaurantes modernos en este monólogo:



La frase ya no es lo que era se usa muchas veces con nostalgia: lo de antes era mejor que lo de ahora, así que se expresa el deseo de volver al pasado. Por eso, voy a aprovechar para mostrarte las palabras con las que expresamos ese sentimiento en España: la nostalgia o añoranza.

expresar nostalgia


Y para nostalgia, la que expresa esta pintada:

que vuelva el campo
Oviedo (Asturias)

Nostalgia de la naturaleza, del paraíso perdido... ¿Y tú, qué echas de menos, qué añoras, a quién extrañas? 

¡Hasta pronto!






jueves, 15 de junio de 2017

Robado sabe mejor



Hace ya bastantes años, muchas de las personas que entraban a pedir dinero en el metro decían una frase muy curiosa que se ha quedado en la memoria de la mayoría de los españoles: Es triste pedir, pero más triste es robar. La verdad es que la frase era un poquito fuerte, porque sonaba casi a una amenaza; era como si dijeran: Cuidado, te estoy pidiendo dinero por las buenas, pero mejor dámelo, porque si no podría robarte.

He recordado esta frase al encontrar estas pintadas, especialmente la segunda, la que está en verde, porque la idea que defiende es la contraria: Mejor robar que pedir (pedir, cuando no se especifica qué se pide, normalmente transmite la misma idea que mendigar).

Aprende español callejeando por Madrid: Robado sabe mejor
Calle Tribulete




En nuestra época, las desigualdades sociales han aumentado: hay más gente que pide dinero o ayuda, más mendigos, más gente sin techo. Y al mismo tiempo, desgraciadamente, en las sociedades occidentales se extiende la aporofobia, que es el nombre técnico para el odio, miedo o rechazo que muchas personas sienten hacia las personas pobres.

Quizá por eso, muchas de estas personas prefieren robar a pedir. Y además...


robado sabe mejor
Corredera de San Pablo



Como esto estaba escrito en la puerta de un supermercado, aquí saber se refiere al sabor de la comida, y no al conocimiento. Quiere decir que la comida que robas tiene mejor sabor que la comida que compras. Quizá sea verdad: la comes con más satisfacción porque robarla es peligroso, y has conseguido superar ese peligro. Pero tengo que reconocer que no me he arriesgado nunca a comprobar si es verdad, y espero no tener que hacerlo nunca.

Hay otro tipo de robos que no tienen ninguna relación con las personas pobres y que, sin embargo, en España no son castigados tan duramente. El sistema legal español protege, sobre todo, la propiedad individual, y por eso es más fácil ir a la cárcel por robar comida en un supermercado que por robar dinero público (o sea, el dinero del estado, el dinero que es de todo el país).

De estos robos nos hablan los siguientes carteles:


nos roban de la hucha
Hospital Clínico


nos roban de la hucha
Hospital Clínico



Estos carteles protestan contra los intentos de privatización de algunos hospitales públicos (de los que te hablé en El chocolate del loro hace tiempo y que todavía continúan). Estos hospitales se han pagado con el dinero de todos los ciudadanos (bueno, menos algunos, que practican otro tipo de robo: no pagar impuestos) y ahora los beneficios se los llevarían empresas privadas.

Lucha rima con hucha. ¿Conoces esta palabra? Llamamos hucha a cualquier objeto que nos sirva para guardar dinero poco a poco con la intención de ahorrar y más tarde usarlo. Las más típicas tienen esta forma: 




La palabra hucha también se puede usar como metáfora: no para un objeto sino para cualquier otro lugar o mecanismo que permita guardar un dinero para conseguir un objetivo. Así, por ejemplo, en España se habla de la hucha de las pensiones para referirse al conjunto del dinero que hace muchos años se reservó para pagar las pensiones (y del cual, por cierto, casi no queda nada ahora, porque el Gobierno actual lo ha gastado en otras cosas).

En conclusión: los gobernantes nos roban porque nos quitan nuestro patrimonio, o sea, nuestra propiedad colectiva, para dárselo a otras personas. Este tipo de robos casi nunca tiene castigo.


En el último cartel de hoy aparece otra idea interesante:


robar un banco
Calle Hierbabuena



El autor del cartel piensa que es un delito mayor fundar un banco que robarlo. Y es que, como te conté con más detalle en Bancos al banquillo, los bancos -y los banqueros, claro- son los mayores culpables de la crisis económica en España. Y siguen siéndolo: la semana pasada, un banco español se vendió por un euro a otro banco, y muchas personas que habían invertido en él se han quedado sin su dinero. Eso sí, sus directivos se van a casa con pensiones de varios millones de euros. 

Pues a mí me parece que muchas veces es verdad lo que dice este cartel. Como dice el refrán, quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón. ¿Y a ti, qué te parece? 

¡Hasta pronto!


miércoles, 7 de junio de 2017

Me la suda la condesa


Recientemente he visto por las calles de Malasaña muchas pegatinas con la cara de una mujer muy conocida en toda España y más aún en Madrid:

soy especial
Calle de San Onofre

Si te fijas un poco, verás que la mujer de la imagen grande de la derecha es la misma de las dos pegatinas pequeñas que están abajo a la izquierda. Pero hay una pequeña diferencia:

soy especial
Calle de San Onofre

Supongo que la has visto: en las pegatinas de abajo, la mujer está bizca (con los dos ojos mirando hacia el centro de su cara). Eso me hace imaginar que en realidad la frase soy especial es una burla. Además, están jugando con su nombre: se llama Esperanza, es conocida popularmente por Espe, así que han cambiado -ranza por -cial.

Si decimos de alguien que es especial, normalmente es algo positivo: es una persona diferente, original, con su propio carácter, su propia sensibilidad, etc. Sin embargo, si alguien lo dice de sí mismo, como esta mujer en el cartel (que habla en primera persona y dice soy), resulta bastante criticable y da una mala imagen de ella.

También tenemos la forma especialito/a, que usamos para criticar a las personas: decir de alguien que es especial es positivo, pero decir que es (muy) especialito/a es una crítica, porque significa que es raro/a. 

¡Ojo! No es lo mismo decir de una mujer que es especialita que decir que es especialista. ¡Fíjate lo que cambia el significado con una sola letra!


Pero volvamos a las fotos: la mujer en cuestión se llama Esperanza Aguirre y es una política madrileña (del PP, el partido conservador que ahora gobierna) que ha pasado por muchos puestos. Los dos más importantes: ministra y presidenta de la Comunidad de Madrid. Ha sido una persona muy importante en la política madrileña, y ha terminado marchándose de la política porque ha estado demasiado cerca de varios casos de corrupción.

Yo no sé si Esperanza Aguirre es especial o especialita, pero le aplicaría esta frase que vi en la puerta de una tienda y que me encantó:




Sí, se la aplicaría porque ha sido una persona muy importante, sí, pero nada agradable. Y yo creo cada vez más que lo único importante en esta vida es que la gente te quiera. 

De todas formas, ahora que ya ha dejado la política, puedo también aplicarle esta frase de Joni cambiándola un poquito:


nos la suda la duquesa
Calle de Espíritu Santo

Yo tendría que decir me la suda la condesa, porque Esperanza Aguirre es condesa por su matrimonio con un conde (o sea, condesa consorte).

¿Y qué quiere decir que me la suda? Es una forma bastante grosera de decir que me da igual, que no me importa nada ella ni lo que diga ni lo haga. O sea, que me provoca indiferencia absoluta.

Hace poco tiempo, un diputado de izquierdas, Pablo Iglesias, le reprochó al presidente del gobierno su indiferencia ante algunos asuntos, y lo hizo con palabras que llamaron mucho la atención. Son estas:

Como usted maneja la prosa de Lope con destreza he estado reflexionando sobre la expresión que utilizaría usted. Tiene usted varias opciones: Me importa un comino el informe de los letrados, me importa un pimiento, me importa un huevo, me importa un rábano o me importa un pepino, incluso tiene usted las fórmulas más directas: Me la trae floja, me la suda, me la trae al fresco, me la pela, me la refanfinfla, incluso he encontrado una (...) que creo que se adapta perfectamente a su estilo: me la bufa.

Lo que el diputado llama fórmulas directas son en realidad tacos, palabras malsonantes. Parece que ya han llegado incluso al congreso de los diputados (lo que a mí me parece fatal, la verdad).

Recojo en esta imagen las diferentes formas de expresar indiferencia que usó Pablo Iglesias y alguna más, para que tengas un panorama completo, agrupadas según su uso:


expresar indiferencia


¿Tenéis tantas expresiones en tu lengua para expresar indiferencia? Cuéntamelo, que no me da igual, que no me es indiferente, que no me resbala, que no me trae al fresco.

¡Hasta pronto!