viernes, 25 de diciembre de 2020

Paladibujabras: letras, dibujos y palabras




Me he inventado una nueva palabra para algo que encuentro con bastante frecuencia por las calles. Se trata de palabras que incluyen un dibujo aprovechando la forma de las letras. Ese dibujo suele estar relacionado con el significado de la palabra.            

Lo entenderás mejor con las fotos que voy a poner, todas de nombres de establecimientos (y muchos de ellos bares y restaurantes). 

Empezamos con una mercería (esas tiendas donde venden todo lo necesario para coser):


Aprende español callejeando por Madrid: Paladibujabras
Zaragoza



¿Lo ves? Han aprovechado la forma de la letra l para dibujar una aguja, y dentro de la aguja aparece el hilo que da nombre a la tienda. Así que sería mejor que esta tienda se llamara Hilo y aguja o Aguja e hilo, la verdad.

He encontrado otra "paladibujabra" en una tienda de delicatessen especializada en jamón. La tienda se llama D Bellota. No sé por qué escriben la letra D al revés, pero lo que me interesa ahora es la letra O. Fíjate en ella:


Aprende español callejeando por Madrid: Paladibujabras
Calle Fuencarral



Sí, esa O representa una bellota, el fruto que comen los cerdos ibéricos criados en libertad. Las bellotas pueden venir de diferentes árboles, pero todas tienen una forma parecida al dibujo que vemos en esta palabra.

Como el jamón de bellota (o sea, el jamón hecho con cerdos que comen bellotas) es el de mejor calidad, ¿qué mejor imagen puede haber en el nombre de una jamonería?

El resto de los ejemplos que te voy a mostrar son nombres de bares y restaurantes. En el primero, se usa este recurso del dibujo dos veces. Y aquí también han puesto la segunda B de la palabra al revés. ¿Será una moda esto de escribir letras al revés?


Aprende español callejeando por Madrid: Paladibujabras
Calle Santa Engracia



Aprende español callejeando por Madrid: Paladibujabras
Calle Raimundo Fernández Villaverde



Este segundo restaurante usa este recurso no dos, sino cuatro veces, aunque lo hace de forma un poco diferente. Fíjate, el restaurante se llama El taller, y en la primera L dibujan un cuchillo, en la T un martillo y en la LL un tenedor y una cuchara. El martillo se relaciona con la palabra taller, puesto que un martillo es una herramienta imprescindible en un taller de cualquier tipo, y el resto de los dibujos se relacionan con el restaurante.

Esta idea del restaurante como lugar donde se trabaja manualmente (como ocurre en un taller) me llama mucho la atención. Y es que parece que, cuanto menos se hace esto -porque ya sabemos que en muchísimos restaurantes actuales ni siquiera tienen cocina, y todo se trae preparado de otros lugares-, más hay que destacar lo contrario en la publicidad. 

Quizá por eso, no es el único restaurante que destaca esta idea del trabajo manual, artesanal:


Aprende español callejeando por Madrid: Paladibujabras
Calle Ponzano



Este ya no es un taller cualquiera, sino un taller especializado, de carpintería, en el que encontramos, de nuevo, una T que se ha convertido en un martillo.

Esta idea de convertir las letras en dibujos la llevé a una de mis clases del curso pasado (este curso, desafortunadamente, el trabajo en grupo y la circulación de papeles y rotuladores compartidos están desaconsejados). La idea es que hacer esto nos puede servir para memorizar mejor las palabras. Y estos fueron algunos de los resultados:


Aprende español callejeando por Madrid: Paladibujabras



¿Qué te parecen los trabajos de mis alumnos? ¿Crees que les habrán servido para memorizar estas palabras? Yo estoy convencida de que sí. Globo, chincheta, linterna y sirena son palabras que permanecerán más tiempo en su memoria.

Si quieres ver más ejemplos de estrategias de aprendizaje, puedes entrar en la etiqueta que lleva ese nombre en el blog. 

Y si te ha gustado la palabra que me he inventado, paladibujabra, ¡te la regalo por Navidad! ¡Hasta pronto! ¡Pásalo bien!




viernes, 11 de diciembre de 2020

La curiosidad mató al gato

Esta mañana he visto en varias farolas y papeleras de la calle donde trabajo esta pegatina:


Aprende español callejeando por Madrid: La curiosidad mató al gato
Calle Santa Brígida


Qué intrigante, ¿verdad? La verdad es que cuando lo lees te pica la curiosidad y la primera reacción es ver qué hay ahí.

Pero la verdad es que me he resistido y no he entrado todavía a ver qué había. Lo más seguro es que sea publicidad, y de ahí el truco de no escribir el mensaje directamente sino llamar la atención con este anuncio.

Además, ya sabes que...


Aprende español callejeando por Madrid: La curiosidad mató al gato
Calle Fernando VI


Es muy probable que conozcas o entiendas esta expresión, porque viene del inglés. Es una expresión muy antigua que avisa del peligro de ser demasiado curioso, de querer saber demasiado. Ya sabes que los gatos se meten por todas partes y a veces, por eso, tienen accidentes.

Cuando vi esto desde el otro lado de la calle, por supuesto crucé la acera para mirar lo que había dentro. Y lo que había era... ropa, ropa con un estampado de gatos. Esto era el escaparate de una tienda de ropa.


Aprende español callejeando por Madrid: La curiosidad mató al gato


Estoy segura de que casi todo el mundo que pasó por ahí miró por el agujero. Los seres humanos somos curiosos por naturaleza, queremos saber (¡ay del que haya perdido ya la curiosidad!), y eso no es malo. 

Lo malo es cuando somos demasiado curiosos con respecto a la vida de los demás, porque ahí chocamos con otra cosa que es natural en el ser humano: el deseo de privacidad. Y por eso la palabra curioso/a en algunos contextos está demasiado cerca de la palabra cotilla ('persona a la que le gusta saber y hablar sobre las vidas de otras personas').

Así que curioso/a, cuando hablamos de personas, tiene un significado positivo ('persona a la que le gusta aprender cosas nuevas') y otro más negativo ('cotilla').

Y lo mismo pasa con el verbo correspondiente:

Aprende español callejeando por Madrid: La curiosidad mató al gato
Calle Santa Bárbara

En este mensaje, que estaba en la puerta de una tienda, curiosear significa mirar, echar un vistazo para ver qué venden. Así que aquí es positivo: mirar para aprender, para saber algo más. Pero claro, no es lo mismo si, por ejemplo, curioseamos en los bolsos y carteras de nuestros compañeros de trabajo; ahí ya estaríamos cotilleando.

De todas formas, y aunque a veces seamos demasiado curiosos, y aunque esto pueda suponer algún riesgo, no olvidemos este importante mensaje:


Aprende español callejeando por Madrid: La curiosidad mató al gato
Ciudad Universitaria


Sí, verdaderamente, solo somos totalmente libres en nuestra mente, con nuestro saber. Así que quizá ahora, cuando termine de escribir esta entrada, mire qué hay detrás del código QR de la primera foto...

¡Hasta pronto!