miércoles, 20 de julio de 2022

Cobardes y gallinas



Hoy callejeamos por la calle Fuencarral hacia la calle Bravo Murillo, un recorrido muy comercial, buscando en escaparates y nombres de tiendas expresiones que contengan nombres de animales.

Ya sabes que en todas las lenguas hay expresiones que están basadas en nuestra relación con los animales y la visión que tenemos de ellos. Lo que pasa es que a veces esta visión o percepción es diferente en distintas culturas, por eso las expresiones muchas veces no coinciden.

Una de las que sí existen en muchas lenguas es la que aparece en el nombre de esta tienda de ropa:


Aprende español callejeando: Cobardes y gallinas
Calle Fuencarral


La oveja negra, dentro de un grupo social (una familia, un grupo de amigos, la plantilla de trabajadores de una empresa, etc.), es la persona que es diferente de los demás y que, por eso, es considerado como alguien problemático o inadaptado-

Hay un microrrelato del escritor guatemalteco Augusto Monterroso que se titula, justamente, La oveja negra, y que me encanta. Es este:

En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra.

Fue fusilada.

Un siglo después el rebaño, arrepentido, le levantó una estatua que quedó muy bien en el parque.

Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.


Las personas diferentes, las que no se sujetan a las normas del grupo social -en este caso, el rebaño de ovejas-, son, muchas veces, las que consiguen cambiar el mundo con sus ideas y sus acciones. Pero el cuento de Monterroso tiene un final que, aunque divertido, es tremendamente irónico y terrible. 

¿Por qué crees que han llamado así a una tienda de ropa? Quizá quieren llamar la atención sobre la originalidad de su ropa y decirnos que, usándola, seremos diferentes de los demás, ¿no?


Esta otra tienda -una óptica- nos muestra una expresión que probablemente no existe en otras lenguas:


Aprende español callejeando: Cobardes y gallinas
Calle Fuencarral



Decimos que algo no es moco de pavo (siempre en forma negativa) para expresar que tiene gran importancia o valor económico. Esta oferta, unas gafas graduadas (las que se necesitan cuando tienes algún problema en la vista: miopía, hipermetropía, etc.) por 49 euros es, la verdad, una buenísima oferta, porque suelen costar bastante más.

Moco es la sustancia que se crea en nuestra nariz, y es algo que no tiene ningún valor económico. Pero ¿por qué se ha elegido al pavo para esta expresión y no a otros animales? No hay una explicación clara sobre el origen de esta expresión, pero bueno, lo que nos importa es el significado con el que se usa actualmente. 

Un ejemplo en el que se usa esta expresión sin un sentido económico aparece en esta noticia que trata sobre el estreno de la película Padre no hay más que uno 3 (lo que significa que ha habido una película 1 y una película 2), del director Santiago Segura:

Santiago no se espera un Goya ni el aplauso de la crítica, pero habría que ser muy idiota para no valorar lo que lleva haciendo todos estos años en favor del público, aunque solo sea porque a muchos les ha hecho reír. Que no es moco de pavo.
 
(La Voz de Galicia)

Y llegamos a la imagen que da título a esta entrada. Es del escaparate de una tienda de productos de alimentación:


Aprende español callejeando: Cobardes y gallinas
Calle Bravo Murillo


Tradicionalmente se ha identificado a las gallinas con la cobardía. Es verdad que las gallinas son muy asustadizas ('que se asustan fácilmente'), quizá ese sea el origen. Si decimos que alguien es un/una gallina (atención: si es un hombre usamos el artículo masculino: un gallina), es que es un/a cobarde.

Lo curioso es que, como en la marca de huevos de este escaparate, hay una tendencia a usar las dos palabras cuando se quiere insultar a alguien. Por ejemplo, hace unos años un político llamó cobarde y gallina al presidente del gobierno. Si buscas esta combinación de palabras en Internet, encontrarás otros muchos ejemplos.

¡Pobres gallinas! Solo nos acordamos de ellas para lo malo, y cuando se nos pone la piel de gallina (cuando, por una emoción intensa o por frío, parece que tenemos la piel, especialmente la de la espalda y los brazos, llena de granitos).

Y hasta aquí nuestro recorrido de hoy por tiendas y animales. ¿Me cuentas tú otras expresiones en tu lengua que incluyan nombres de animales? ¡Seguro que hay muchas!

¡Hasta pronto!

viernes, 8 de julio de 2022

No hay mal que por bien no venga

La frase del título de hoy, no hay mal que por bien no venga, es un refrán muy conocido que a veces nos sirve como consuelo. Quiere decir que de las cosas malas que nos pasan siempre podemos sacar algo positivo. Tiene un orden de palabras y un lenguaje un poco raro, pero es que eso pasa con muchos refranes, por la musicalidad de la frase y porque son muy antiguos. En una lengua más normal diríamos "no hay mal que no venga bien" o "no hay mal que no nos traiga algo bueno".

Un ejemplo de cómo lo usamos: imagina que estás enfermo un tiempo y adelgazas unos kilos porque no tienes ganas de comer. Como antes de la enfermedad te sobraban algunos kilos, puedes usar este refrán para decir que, aunque te llegó el mal de la enfermedad, sacaste algo bueno de él.

En un bar he encontrado este refrán un poco cambiado, con un juego de palabras que aprovecha el parecido entre mal y bar:


Aprende español callejeando: No hay mal que por bien no venga
Noja (Cantabria)


O sea, que todos los bares vienen bien, que siempre viene bien que haya un bar en cualquier sitio. Y no le falta razón: es muy cómodo, sobre todo cuando viajas, que haya bares. Otra cosa es cuando hay muchos al lado de tu casa, sobre todo si son bares de copas con terraza, pero esto ya es otra historia...


Pero volviendo al refrán original, no hay mal que por bien no venga, la verdad es que no estoy nada de acuerdo con él, porque sí hay muchos males que no nos traen ningún bien. Muchísimos. Por ejemplo, la crisis climática que estamos viviendo, consecuencia de muchas décadas de maltrato y abuso de nuestro medio natural. ¿Va a traer algo bueno? Evidentemente no.

Me gusta una serie de anuncios sobre este tema que he visto últimamente por las calles de Madrid:


Aprende español callejeando: No hay mal que por bien no venga
Calle Lope de Haro


Con el famoso cuadro El caballero con la mano en el pecho, del pintor español de origen griego conocido como El Greco (1541-1614), al que le han añadido una lágrima de sangre que baja por su cara, nos recuerdan que la muerte del planeta (¡recuerda que es una palabra masculina!) será también la muerte de la cultura, que tantas obras artísticas que adoramos no tendrán ningún sentido.

Y a la imagen del cuadro sigue esta otra en la que las abejas, de diferentes tamaños, forman la figura de una calavera ('conjunto de huesos de la cabeza, unidos'):


Aprende español callejeando: No hay mal que por bien no venga
Calle Lope de Haro


La elección de las abejas en lugar de otro animal o insecto no es casual: ya hace años que la población de abejas va descendiendo. Ellas son las mayores responsables de la polinización, o sea, del proceso que conduce a la producción de semillas y frutos gracias al polen (polvo que se genera en las flores) que transportan. 

Un último anuncio de esta campaña intenta golpear nuestra conciencia:


Aprende español callejeando: No hay mal que por bien no venga
Calle Lope de Haro


Efectivamente, ya no estamos viviendo un cambio climático sino una crisis climática (¡recuerda que esta palabra es femenina!). El anuncio nos recuerda nuestra responsabilidad con las futuras generaciones. ¿Cómo podremos justificar delante de nuestros hijos que no hicimos nada cuando podíamos hacerlo?

¿Y tú, que haces contra la crisis climática? ¿Piensas que podemos hacer algo para salvar el planeta?

Planeta muerto, crisis climática... Hay males que no vienen nada bien. ¡Hasta pronto!