Oficialmente, la ciudad de Madrid está dividida en 21 distritos. Estas grandes zonas están divididas también en zonas más pequeñas, que llamamos barrios. Los barrios tienen sus nombres oficiales, pero esta división no siempre se corresponde con la realidad de lo que la gente siente como su barrio.
Por ejemplo, en el distrito Centro hay seis barrios oficiales: Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol. Sin embargo, en la realidad hay muchos más barrios oficiosos ('que no tienen reconocimiento oficial') cuyos nombres no coinciden la mayoría de las veces con los oficiales: Austrias, Las Vistillas, Malasaña, Chueca, Lavapiés, La Latina, Alonso Martínez, etc.
Y estos últimos son los verdaderos barrios, los que la gente siente como algo que forma parte de su vida. Ahí están las tiendas donde compra (las "tiendas de barrio") y los amigos de toda la vida (los "amigos del barrio"); a pesar de que la ciudad es grande y la gente cambia de un barrio a otro, muchos siguen sintiendo lo que dice el cartel de esta foto:
Calle San Andrés |
Los barrios no deberían convertirse en lugares donde la gente solamente duerme, mientras pasa el resto de su vida en el centro de la ciudad o fuera de la ciudad. Los barrios, cada uno con su especificidad y su carácter propio, son los que dan verdadera vida a una ciudad grande. Por eso es necesario que en los barrios siga habiendo, por ejemplo, vida cultural y vida comercial. Más todavía en los tiempos en los que vivimos, cuando los centros de todas las grandes ciudades de muchos países tienen exactamente las mismas tiendas y bares -Zara, Primark, McDonalds, Starbucks, etc.-, y cuando las afueras de las ciudades están llenas de grandes centros comerciales donde también se repiten los mismos grandes supermercados.
De momento, la mayoría de los barrios de Madrid mantienen su vitalidad y muchos vecinos sienten esa importancia de que esto sea así.
Calle San Andrés (barrio de Malasaña) |
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Calle Anastasio Herrero (barrio de Tetuán) |
Un tesoro es algo precioso, de mucho valor, que está guardado. Generalmente todo el mundo que visita una ciudad conoce su centro pero no sus barrios. Por eso, los barrios están como escondidos, son el tesoro que guarda la ciudad.
Algunos comerciantes de los barrios del centro son especialmente activos a la hora de promocionar su barrio y hablar bien de él. Esto da orgullo a sus vecinos y hace que se sientan a gusto en su propio barrio. Esto pasa en dos de los barrios que más me gustan de Madrid: Malasaña y Chueca. Los dos tienen nombres que son homenajes a personas reales: Malasaña era el apellido de Manuela Malasaña, una joven que perdió la vida durante el levantamiento popular contra los franceses del 2 de mayo de 1808; Chueca era el apellido de un famoso compositor de zarzuelas, un género musical típicamente español.
Fíjate en estas imágenes de dos escaparates de esos barrios:
Calle de San Andrés (barrio de Malasaña) |
Calle Gravina (barrio de Chueca) |
Pues sí, los dos barrios son geniales y los dos molan mucho. Y una forma de mantenerlos vivos, estos barrios y otros, es comprar habitualmente en sus pequeños comercios. Si no lo hacemos, poco a poco irán cerrando, y entonces no tendremos más remedio que coger el coche o el metro para ir a comprar, y además, las calles de nuestro barrio estarán más vacías y más tristes. Por eso, vivas donde vivas, te animo a comprar en las tiendas de barrio por estas y muchas otras razones que nos explican en el cartel de la última foto.
¿Y a ti, te gusta tu barrio? ¿Tienes cerca todas las tiendas y servicios que necesitas? ¿Sueles comprar en ellas? ¿Ha cambiado mucho tu barrio en los últimos tiempos?
¡Hasta pronto!
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Calle del Barco (barrio de Malasaña) |