Que el mundo está fatal es algo que todos podemos ver: viejos, maduros y jóvenes miramos el presente y el futuro con un poquito de miedo, ¿no?
En las calles de Madrid encontramos propuestas sobre qué hacer con el mundo. Quizá la más original que he visto es esta, del colectivo SEPA:
Calle del Acuerdo |
Las cosmogonías son las visiones sobre el origen del mundo y su evolución. Estas historias o explicaciones sobre el origen del mundo y de la humanidad condicionan nuestra forma de verlo. Así que, si esa nueva cosmogonía es rara, loca y sexy, probablemente nuestro mundo será más divertido.
Otros, que ven fatal el mundo, no hablan de cambiarlo, sino de salvarlo. Pero lo hacen de una manera muy extraña:
Calle María Juana |
¿Te sorprende, como a mí, el nombre de esta empresa? He buscado en su página web, porque estaba intrigada, y en ella explican su filosofía:
Nuestro propósito es ser el nexo de unión entre todas aquellas personas y organizaciones que quieren acelerar la transición hacia una sociedad mejor.
Es muy bonito eso de ir hacia una sociedad mejor, sí. Ellos dicen que desarrollan proyectos de innovación social, pero lo que pasa es que, si miras un poco más en su página, descubres que trabajan con empresas como Coca-Cola y Vips, y estas empresas no son conocidas por mejorar la vida de sus trabajadores, todo lo contrario (al menos en España). Así que me parece que el bonito nombre que se ha puesto esta empresa es poco más que eso, marketing o márquetin (esta es la adaptación de la palabra que ha propuesto la Real Academia, pero casi nadie la usa).
He encontrado mensajes más pesimistas, o al menos no optimistas:
Calle del Pez |
Es verdad que, aparentemente, el mundo ha cambiado mucho. Sin embargo, muchos problemas -guerras, violencia, machismo, etc.- siguen ahí, como hace siglos. Pero la visión aquí es pesimista, porque ha añadido "o peor". ¡Jo, espero que no!
Y por último, encontramos este mensaje del grupo madrileño de artistas Boa Mistura:
Plaza de Santa Bárbara |
Según esto, para empezar a cambiar el mundo, antes hay que aceptarlo. La verdad es que no lo entiendo muy bien, pero me suena un poco más optimista.
De todas formas, lo que más me gusta de todo lo que he leído sobre este tema en las calles de Madrid es un micropoema de Neorrabioso; como muchos últimamente, este también lo ha escrito en un contenedor de basura:
Una grieta se produce cuando en la tierra o en una pared o en un techo, por ejemplo, se abre una línea fina. En las casas antiguas, es frecuente tener grietas en los techos, pero si se abren muchas, entonces, ¡ojo, porque hay peligro!
Pero aquí, esta palabra es una metáfora. Veamos el significado de este pequeño poema: nunca es una palabra sólida, fuerte, propia de personas que no cambian de ideas o de costumbres; quizá es una palabra que da una idea de mayor flexibilidad, tolerancia, apertura a otras ideas. Cada vez que la palabra quizá le hace una grieta a la palabra nunca, o sea, 'cada vez que se introduce una pequeña duda en las mentes intolerantes o cerradas', el mundo mejora, avanza. Es un mensaje muy positivo, pero es verdad que a veces es difícil conseguir este avance.
De todas formas, lo que más me gusta de todo lo que he leído sobre este tema en las calles de Madrid es un micropoema de Neorrabioso; como muchos últimamente, este también lo ha escrito en un contenedor de basura:
Calle San Hermenegildo |
Una grieta se produce cuando en la tierra o en una pared o en un techo, por ejemplo, se abre una línea fina. En las casas antiguas, es frecuente tener grietas en los techos, pero si se abren muchas, entonces, ¡ojo, porque hay peligro!
Pero aquí, esta palabra es una metáfora. Veamos el significado de este pequeño poema: nunca es una palabra sólida, fuerte, propia de personas que no cambian de ideas o de costumbres; quizá es una palabra que da una idea de mayor flexibilidad, tolerancia, apertura a otras ideas. Cada vez que la palabra quizá le hace una grieta a la palabra nunca, o sea, 'cada vez que se introduce una pequeña duda en las mentes intolerantes o cerradas', el mundo mejora, avanza. Es un mensaje muy positivo, pero es verdad que a veces es difícil conseguir este avance.
¿Y tú, cómo ves todo esto?
En español decimos muy a menudo, cuando queremos expresar una mala impresión por algún suceso o algo que estamos viendo u oyendo: ¡Cómo está el mundo! Y, si no es algo muy malo, sino más bien sorprendente, en España decimos mucho: ¡Cómo está el mundo, Facundo! No sabemos quién es Facundo, pero mundo y Facundo son palabras que riman.
Pues sí, ¡cómo está el mundo, Facundo! Pero recuerda siempre esto: No tengas miedo. Y esto: Cómete el mundo.
¡Hasta pronto!
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