Esta mañana he visto en varias farolas y papeleras de la calle donde trabajo esta pegatina:
Calle Santa Brígida |
Qué intrigante, ¿verdad? La verdad es que cuando lo lees te pica la curiosidad y la primera reacción es ver qué hay ahí.
Pero la verdad es que me he resistido y no he entrado todavía a ver qué había. Lo más seguro es que sea publicidad, y de ahí el truco de no escribir el mensaje directamente sino llamar la atención con este anuncio.
Además, ya sabes que...
Calle Fernando VI |
Es muy probable que conozcas o entiendas esta expresión, porque viene del inglés. Es una expresión muy antigua que avisa del peligro de ser demasiado curioso, de querer saber demasiado. Ya sabes que los gatos se meten por todas partes y a veces, por eso, tienen accidentes.
Cuando vi esto desde el otro lado de la calle, por supuesto crucé la acera para mirar lo que había dentro. Y lo que había era... ropa, ropa con un estampado de gatos. Esto era el escaparate de una tienda de ropa.
Estoy segura de que casi todo el mundo que pasó por ahí miró por el agujero. Los seres humanos somos curiosos por naturaleza, queremos saber (¡ay del que haya perdido ya la curiosidad!), y eso no es malo.
Lo malo es cuando somos demasiado curiosos con respecto a la vida de los demás, porque ahí chocamos con otra cosa que es natural en el ser humano: el deseo de privacidad. Y por eso la palabra curioso/a en algunos contextos está demasiado cerca de la palabra cotilla ('persona a la que le gusta saber y hablar sobre las vidas de otras personas').
Así que curioso/a, cuando hablamos de personas, tiene un significado positivo ('persona a la que le gusta aprender cosas nuevas') y otro más negativo ('cotilla').
Y lo mismo pasa con el verbo correspondiente:
Calle Santa Bárbara |
En este mensaje, que estaba en la puerta de una tienda, curiosear significa mirar, echar un vistazo para ver qué venden. Así que aquí es positivo: mirar para aprender, para saber algo más. Pero claro, no es lo mismo si, por ejemplo, curioseamos en los bolsos y carteras de nuestros compañeros de trabajo; ahí ya estaríamos cotilleando.
De todas formas, y aunque a veces seamos demasiado curiosos, y aunque esto pueda suponer algún riesgo, no olvidemos este importante mensaje:
Ciudad Universitaria |
Sí, verdaderamente, solo somos totalmente libres en nuestra mente, con nuestro saber. Así que quizá ahora, cuando termine de escribir esta entrada, mire qué hay detrás del código QR de la primera foto...
¡Hasta pronto!
Me has picado la curiosidad. Tengo muchas ganas de saber lo que hay cuando entres en el código QR. Me encantó tu blog de hoy. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarMe encanta tu blog, entiendo casi todo aquí) Gracias por tu trabaja para nuestros)
ResponderEliminar¡Gracias a ti por tu comentario!
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