lunes, 7 de septiembre de 2015

Nunca dejes a una rubia

En este cartel publicitario de una cadena de bares de tapas española hay un juego de palabras difícil de descubrir. Antes de contarte nada, ¿lo intentas?
   
       

nunca dejes a una rubia
Plaza del Emperador Carlos V
A ver, a ver... Difícil, ¿no? En concreto, el juego de palabras está en esta frase:


nunca dejes a una rubia


¿Todavía no? Es difícil, te lo dije al principio. Vas a entenderlo enseguida: la barra es la parte del bar en la que se puede beber de pie; detrás de ella están los camareros. Cuando leemos una rubia pensamos inmediatamente en una mujer rubia, y no es conveniente dejarla sola en la barra porque puede venir otra persona que intente ligar ('intentar tener relaciones amorosas') con ella. ¿Por qué una rubia? Ya sabes que en España hay más personas morenas que rubias; por eso, las mujeres rubias resultan aquí especialmente atractivas.

Sin embargo, si ese fuera el significado de la frase, debería decir "nunca dejes a una rubia" porque es una persona. Y es que una rubia puede ser también una cerveza rubia: hay cerveza negra y cerveza rubia. No debes dejar sola una cerveza rubia en la barra porque vendrá otra persona y se la beberá. Eso es lo que dice el anuncio, pero en realidad está jugando con los dos posibles significados de "una rubia".

Seguro que ya sabes que usamos la preposición a cuando las palabras que completan directamente el significado del verbo (lo que en gramática se llama el complemento directo) se refieren a personas (y a animales):

Voy a buscar a mi primo
Los estudiantes no saludan al profesor
¿Has visto a Marta?

Cuando hablamos de personas concretas y conocidas (o de animales concretos y conocidos), como en los ejemplos anteriores, tenemos que usar la preposición. Pero hay muchos casos que no están tan claros; hay casos en los que hay que usarla siempre, otros casos en que a veces la usamos y a veces no, y por último, casos en los que no hay que usarla. En la página web de la Real Academia de la Lengua puedes encontrar una explicación detallada y ejemplos. Pero, para hacértelo un poco más fácil, te puedo dar una orientación:


preposicion a con personas



Espero que haya quedado claro. Si no, escríbeme y lo explico de otra manera. Y para terminar, un consejo: tampoco dejes a una morena sola en la barra. Te lo digo yo, que soy morena y no me gustaría que me dejaran sola en la barra de un bar.

¡Hasta pronto!


2 comentarios:

  1. Lo que más me encanta en los carteles que encuentras por las calles madrileños son esas ingeniosas juegos de palabras.
    Dicho esto, a mi me parece que el anuncio sí advierta que no dejes sola una cerveza en la barra, pero no por la razón de que álguien pueda venir y beberla, sino porque una cerveza siempre precisa compañia – si bebes una, mejor que bebas otra, y otra más... O, quizás, porque lo mejor es tomar cañas con tus amigos y amigas – así las rubias no van a ser solas nunca. ;) Y también, esa es la única forma en que los cerveceros pueden ganar más dinero, ¿verdad?

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    1. Bueno, se podría pensar eso, pero a mí el verbo "dejar" me lleva a la idea de "abandonar", no a la idea de tomar más cerveza. Sin embargo, estoy de acuerdo: la cerveza sabe mejor en buena compañía. ¡Gracias por tu comentario!

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