martes, 21 de diciembre de 2021

Libertad

Últimamente en España se habla mucho de libertad: libertad para ir donde quieras, con quien quieras, a la hora que quieras. Y, sobre todo, libertad para hacer lo que quieras.

Ya se lo dijo don Quijote a Sancho Panza:


Aprende español callejeando: Libertad
Calle María de Molina


La palabra don tiene dos significados: el de 'cualidad, habilidad' y el de 'regalo que nos hace un ser superior'. El segundo es el que tiene en la imagen: los cielos (o sea, Dios) les dieron a los hombres el regalo de la libertad.

El adjetivo precioso/a actualmente se usa sobre todo para decir 'muy bonito', pero en este caso tiene un significado más cercano al origen de la palabra: precioso viene de precio, y las cosas preciosas son las que tienen mucho precio, mucho valor. Por eso en español también se habla de piedras preciosas para referirse a rubíes, amatistas, esmeraldas, etc. No es que sean bonitas (que también lo son), es que valen mucho más que otros tipos de piedras.

Claro que Miguel de Cervantes tenía razón cuando, a través de su personaje más famoso, don Quijote, decía que la libertad es una de las cosas más importantes y mejores que tienen los seres humanos.

Sin embargo, como somos seres sociales que vivimos en comunidad, nuestra libertad puede chocar con la libertad de otros. Te voy a dar un ejemplo muy sencillo. Fíjate en esta señal de tráfico que vi en la entrada de un pueblo:


Aprende español callejeando: Libertad
Madriguera (Segovia)


En este pueblo chocan dos libertades: la de las personas que quieren entrar al pueblo en su coche y la de los niños que quieren jugar en la calle. No está prohibido entrar en coche al pueblo, pero si lo hacemos ponemos en riesgo a los niños. ¿Quién debe renunciar a su libertad?

Y este ejemplo, en mi opinión, plantea el mismo problema que tenemos en muchos países con la prevención de la pandemia del coronavirus. Vivo en una comunidad autónoma, la de Madrid, donde el gobierno actual se presentó a las elecciones con esa única palabra en su propaganda electoral: "Libertad". Sin embargo, actualmente veo mi libertad un poquito debilitada, por decirlo de alguna manera: la falta de medidas sanitarias públicas de este gobierno de Madrid me obliga a dejar de hacer cosas que me gustaría hacer. Un ejemplo muy fácil: si hubiera aforo limitado (aforo es la capacidad total de gente que cabe en un lugar; si es limitado, significa que no puede entrar tanta gente como cabe, sino solamente un porcentaje) en los lugares públicos, iría a los restaurantes, cines y teatros con más tranquilidad y seguridad para mi salud; como el aforo es del cien por cien, muchas veces renuncio a hacer estas cosas y otras.

En conclusión: las libertades de los demás condicionan nuestra libertad, y es algo que deberíamos tener en cuenta cuando tomamos decisiones importantes que afectan a la vida de otros.


Y, cambiando un poquito de tema pero no totalmente, ¿te has fijado en que la palabra libre está contenida dentro de la palabra librería? Las palabras libre y libro no tienen el mismo origen, pero ¡qué feliz casualidad que se parezcan tanto! Porque los libros nos ayudan a pensar, y una de las libertades más garantizadas, más difíciles de eliminar, es la libertad de pensamiento.

Me gustó mucho ver en una biblioteca pública de Madrid esta campaña de donación de libros:


Aprende español callejeando: Libertad


Aprende español callejeando: Libertad
Biblioteca Vargas Llosa


Yo le regalaría (y te recomiendo a ti) una novela de Almudena Grandes, una escritora madrileña que, lamentablemente, ha muerto hace muy poquito, dos semanas. La novela se titula La madre de Frankenstein y nos muestra, entre otras cosas, cómo era la vida de las mujeres internadas en sanatorios psiquiátricos en la época franquista. Aprendería sobre la historia de España, pero sobre todo sobre la durísima situación que muchas mujeres tuvieron que sufrir cuando en España no había libertades. Esta es la portada de la novela:





Libros para las mujeres que no son libres. Espero que esta bonita idea dé sus frutos y lleve más libertad de pensamiento a esas mujeres para que, cuando sean libres físicamente, hagan un mejor uso de su libertad.

Y tú, ¿qué libro le regalarías a una mujer que está en la cárcel? 

¡Hasta pronto!



4 comentarios:

  1. Como siempre me ha gustado muchísimo tu blog Marisa

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  2. Acabo de leer mi primero libro de Almudena Grandes en español, "Modelos de mujer" . Fue para mi un descubrimiento impresionante : siete historias independientes de mujeres que con las armas que tienen se enfrentan al amor, a la vida, a la muerte. Le recomiendo con fuerza para todos seres libros o no.
    Feliz Navidad

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    1. Pues muchas gracias por la recomendación, ese libro no lo he leído. ¡Felices fiestas para ti también!

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