lunes, 2 de enero de 2023

La mar salada

Este año comenzamos nuestros paseos fuera de Madrid, ya que vamos a hablar del mar. Nos vamos a la costa cantábrica,  y en concreto a estas dos comunidades autónomas: Asturias y Cantabria.


En el pequeño pueblo de Puerto de Vega (Asturias) hay un rincón que recuerda el pasado ballenero de esta zona, es decir, recuerda que durante un tiempo la caza de las ballenas fue uno de los modos principales de ganarse la vida:

La mar salada
Puerto de Vega (Asturias)


Se exhiben también enormes huesos de ballena. En la siguiente foto puedes ver uno de ellos, y a la derecha unas perchas donde los niños de un colegio del pueblo han dejado unos mensajes escritos en botellas (bueno, en este caso son pequeñas ballenas):


La mar salada
Puerto de Vega (Asturias)


Estos son algunos de los mensajes:


La mar salada
Puerto de Vega (Asturias)


Este podría ser uno de nuestros principales deseos para el año que ha comenzado, ¿no te parece? Y lo expresa con la forma que + subjuntivo, que puedes ver en otras muchas expresiones de deseo aquí: Deseos de Año Nuevo.


La mar salada
Puerto de Vega (Asturias)


El mensaje de Lucas no sé si lo puedes leer bien, así que lo escribo: Hay que soltar los peces pequeños para que sobrevivan. En Puerto de Vega todavía se pesca, y este mensaje va dirigido a los pescadores (¡ojo!, no confundir a los pescadores, los que cogen el pescado, con los pescaderos, que son los que lo venden). Cuando los pescadores tiran sus redes al mar, cogen peces de todos los tamaños; Lucas pide que suelten (que dejen libres) a los que todavía son pequeños porque esta es la manera de no acabar con las especies.

El otro mensaje, el de Lucía, es corto y claro. Ya sabemos mucho sobre el daño que la basura que llega al mar, entre otros, que terminando nosotros mismos comiendo esa basura, en especial los microplásticos, los pequeños trozos de plástico que terminan comiendo los peces y, por lo tanto, nosotros.

Por eso me gustó mucho ver, en otro pueblo de la costa cantábrica, que al lado de cada imbornal (lo que se pone en el suelo de muchas calles para que el agua de lluvia no se acumule), habían puesto una pequeña placa con una advertencia muy clara y sencilla


La mar salada
Santoña (Cantabria)


Claro, cualquier papel, colilla, plástico, etc. pequeño puede entrar por aquí y terminar en el gran basurero, que es en lo que estamos convirtiendo el mar.

¿Te has fijado en que los carteles dicen la mar y no el mar? Seguro que ya has oído decir que, aunque el uso general y más neutro es el masculino, en las zonas costeras se usa mucho más el femenino, y especialmente lo usa la gente que trabaja en algo relacionado con el mar. También en la poesía es frecuente el uso del femenino. Todo eso es verdad, pero hay dos cosas más que debes saber. 

Primero, que en plural solamente se usa el masculino; por ejemplo: Me he bañado en todos los mares de Europa.
 
Segundo, que hay combinaciones de palabras fijas y expresiones en las que siempre usamos la forma femenina:

- Las palabras altamar (también alta mar, en dos palabras; se usa para la parte del mar que está lejos de la costa) y bajamar ('marea baja o tiempo que dura la marea baja, o sea, el descenso, la bajada del nivel del mar') están formadas con los adjetivos femeninos alta y baja. Y son, también palabras femeninas: la bajamar y la altamar.

- La expresión ¡Pelillos a la mar!, que tienes explicada casi al final de otra entrada de este blog: Callejeando por Colmenar del Arroyo.

- La expresión La mar de... para hablar de una cantidad grande, que también te expliqué ya en la entrada Tela marinera.

- El nombre del bar de esta foto (con la que volvemos a Asturias) nos recuerda otra expresión, en este caso malsonante pero no demasiado, que usamos con la forma femenina:


La mar salada
Ribadesella (Asturias)


Para expresar sorpresa o enfado, es frecuente el uso de las exclamaciones ¡Me cago en la mar!, ¡Me cago en la mar salada! o ¡Me cago en la mar serena! (o con una forma más suave, en lugar de ¡Me cago!, ¡Mecachis! o ¡Mecachi!), todas en femenino. Te decía antes que estas expresiones son vulgares, sí, pero no son tan fuertes como otras frases que empiezan con ¡Me cago en...!, y que continúan, por ejemplo, con palabras relacionadas con la familia de alguien o palabras con referentes religiosos.


Mar es una de esas palabras que se llaman ambiguas en relación con el género, o sea, palabras que se usan en forma masculina o femenina sin que cambie su significado. Pero no es la única: calor, maratón, y reúma son también palabras ambiguas en este sentido. Y en los últimos tiempos tenemos algunas nuevas: por ejemplo, Internet y COVID-19.


Y aquí me despido. ¡Ojalá haya más conciencia y a partir de este año podamos disfrutar de un o una mar más limpia! ¡Hasta pronto!



6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Delia. ¡Feliz año para ti también!

      Marisa

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  2. El año a penas ha comenzado (–¡feliz Año Nuevo!–), y ya he aprendido cosas nuevas. Especialmente interesante me parece la combinación de “cagarse” con el/la mar. Como Austria es un país sin acceso al mar, nos cagamos usualmente en tierra firme para expresar gran sorpresa, pero en Estados Unidos he aprendido manifestar un deseo piadoso en jiddish (que es básicamente alemán medieval mezclado con hebreo y palabras eslavas –un fenómeno lingüístico análogo al djudezmo).  En dicho deseo se une también la defecación con la mar: “Gai kaken oifen yam!” – “¡Vete cagar en el mar!” (≈ ¡Vete a la chingada!).
    He aquí una ilustración de dicho dicho:
    https://www.yiddishwarmth.com/products/gai-kaken-oifen-yam-poster

    Saludos

    Resi Stenz

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    1. Jajaja, qué curiosa la casi coincidencia entre el yidish y el español. Muy ilustrativa también la ilustración que me envías.

      Eso sí, recuerda que en España lo hacemos en la mar y no en el mar.

      ¡Feliz año 2023!

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  3. ¡Feliz Año Nuevo Marisa!

    Como siempre una entrada muy interesante. Me gusta el cartél al lado del imbornal, con algo tan sencillo se puede llamar la atención a la gente que está usando estos imbornales como basurera. Aquí en Austria es muy frequente usarlos para deshacerse de las colillas.

    Además, necesito cada vez más tiempo para leer las entradas, porque sigo todos los enlaces que pusiste. Lo que más me gustó era la entrada de "Callejeando por Colmenar del Arroyo". Una idea la mar de bonita.

    Pero para terminar, algo tengo que corregir: Los deseos de los niños no son mensajes en botellas, sino mensajes sobre ballenas ;).

    un abrazo desde Austria
    Edith

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    Respuestas
    1. Gracias, Edith, feliz año 2023 para ti también. ¡Muy buen uso de la expresión "la mar de"! Gracias por la corrección, no sé por qué escribí botellas, es cierto que son pequeñas ballenas. ¡Hasta pronto!


      Marisa

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