lunes, 13 de octubre de 2025

Aquí no es


Aprende español callejeando: Aquí no es
Calle Caracas


En un portal de un elegante barrio de Madrid encontré este cartel que parece casi filosófico pero que no lo es. 

Hay que saber algunas cositas para entenderlo bien. La palabra reconocimiento en su significado principal quiere decir 'acción de identificar algo o a alguien a través de los sentidos' (generalmente la vista, pero también podemos reconocer olores, sabores o reconocer algo o a alguien tocándolo); sin embargo, se usa también con un sentido más específico: observación o inspección más o menos detallada de algo o de alguien con una finalidad. 

Por ejemplo, se puede reconocer un terreno (una extensión de tierra) para ver si en él se puede construir o extraer minerales o si hay bombas; y también los médicos pueden reconocer a los pacientes para ver su estado físico, en general o con alguna finalidad concreta.

Y este último uso es el importante en este caso para entender el cartel: en la calle donde está este portal hay clínicas y otros lugares donde hacen reconocimientos médicos, por ejemplo para poder tener o renovar el carné de conducir. Supongo que los vecinos de este edificio están cansados de que la gente se equivoque y llame a su casa, y por eso han puesto este cartel. 

Vamos a volver al cartel, porque quizá también te hagas otra pregunta:


Calle Caracas




La pregunta podría ser esta: ¿por qué han escrito es y no está

Normalmente, cuando se empieza a aprender español, se aprende que uno de los usos principales del verbo estar es ubicar, situar algo o a alguien en un lugar. Esto es verdad, pero solo cuando situamos o ubicamos lugares, objetos y seres vivos. 

Un reconocimiento médico no es un lugar ni un objeto ni un ser vivo; es un evento, un acontecimiento, algo que ocurre. Y para ubicar eventos usamos el verbo ser.

En esta imagen te pongo ejemplos y debajo de ella un pequeño ejercicio sobre este punto gramatical:


Aprende español callejeando: Aquí no es






¡Hasta pronto!




jueves, 2 de octubre de 2025

Nunca es tarde


¡Buenas tardes!

Aunque no sé si estás leyendo esto por la mañana, al mediodía, por la tarde o por la noche, empiezo así porque hoy el tema es la palabra tarde, y seguro que la primera vez que la usaste fue para saludar, como he hecho yo. 

Con el significado de 'segunda parte del día', la palabra tarde es el origen de una bonita palabra: atardecer, que es la que aparece en esta imagen, una pequeña obra de arte urbano:


Aprende español callejeando: Nunca es tarde
Calle Santa Isabel



El atardecer es el momento del día en el que el sol está cayendo pero todavía hay luz. Los atardeceres son a veces preciosos y relajantes si miras al cielo y quizá por eso a la persona que hizo este dibujo le gustaría vivir en un atardecer continuo.

Después del atardecer viene el anochecer, o sea, el momento en el que empieza a hacerse de noche y ya vamos perdiendo luz. Luego llega la noche total, y después de ella, cuando empezamos a ver la luz del sol, viene el amanecer.

Son palabras fáciles de recordar, ¿no? Las tres se han formado de la misma manera: amanecer, que viene de mañana; atardecer, que viene de tarde, y anochecer, que viene de noche. Estas palabras se pueden usar como sustantivos (el amanecer, el atardecer, el anochecer) pero también como verbos (por ejemplo: Está amaneciendo; En noviembre anochece muy pronto).



También estoy casi segura de que aprendiste rápidamente el otro significado de la palabra tarde, cuando la usamos para decir lo contrario de pronto y temprano. Hoy vamos a fijarnos en dos frases con esa palabra que he encontrado en dos lugares de Madrid.

Esta primera foto la tomé en el interior de una tienda de productos cosméticos:


Aprende español callejeando: Nunca es tarde
Calle Fuencarral



Es un juego de palabras que está basado en un refrán: Nunca es tarde si la dicha es buena. Dicha significa 'felicidad, alegría', pero es una palabra que no se usa mucho actualmente, es bastante formal (aunque sí se usa mucho, con un significado casi contrario, el adjetivo que procede de ella, dichoso/a, del que te hablé hace tiempo en la entrada Menudo nombre).

El refrán quiere decir que a veces las cosas buenas tardan en llegar pero merece la pena esperar; o sea, no importa si ha tardado en llegar porque después de la espera ha llegado algo positivo. Pero en la tienda no es la dicha (la alegría, la cosa positiva) la que llega, sino la ducha. Dicha y ducha son casi iguales (¡nunca lo había pensado antes de leer este mensaje!), y aquí hablan de la ducha porque es la zona de la tienda en la que venden gel, cremas corporales y todo lo necesario para cuando nos duchamos.


Encontré otro mensaje con la palabra tarde en la fachada de un bar del barrio de Malasaña:


Aprende español callejeando: Nunca es tarde
Calle Ruiz



Parece un refrán pero no lo es. Es una frase que se ha hecho popular en Internet, especialmente en las páginas y publicaciones dedicadas a la cosmética, y evidentemente está dirigida a las mujeres. ¿Y qué quiere decir? Pues literalmente lo que dice: que si necesitas más tiempo para arreglarte, puedes llegar tarde a cualquier sitio, porque lo más importante es que estés guapa. 

Sinceramente, mi opinión no puede ser más contraria. Primero, porque el concepto de llegar fea no me queda muy claro: ¿es necesario maquillarse y arreglarse mucho para no estar fea?, ¿qué es exactamente estar fea? Por otro lado, llegar tarde cuando has quedado con alguien me parece, sobre todo, una falta de respeto por la otra persona. Y si quieres ir arreglada y maquillada, ¡empieza antes a hacerlo y no llegues tarde! ¿Qué opinas tú?

¡Buenas tardes y hasta pronto!






domingo, 21 de septiembre de 2025

Hacer el paripé

Aprende español callejeando: Hacer el paripé
Calle Bravo Murillo


El nombre de este bar del barrio de Chamberí me ha llamado la atención porque es una palabra muy antigua que proviene de la lengua caló, la de los gitanos españoles.

La usamos sobre todo en combinación con el verbo hacer, diciendo hacer el paripé (que significa 'simular, fingir por conveniencia propia'), pero también sin él. Y aunque en principio es más propia de la lengua informal, es muy frecuente encontrarla en los periódicos porque los políticos continuamente se acusan los unos a los otros de hacer el paripé, o sea, de decir o prometer algo que en realidad no piensan hacer.

Pero también hacen el paripé, por ejemplo, un futbolista que se cae y exagera su dolor, una persona que no tiene ganas de ir a una fiesta pero va y simula estar genial en ella, un niño que dice que se encuentra  mal para no ir al colegio o una pareja que aparenta ser feliz delante de los demás.

Este último ejemplo me ha traído a la cabeza a dos personas conocidas en España: el matrimonio formado por los cantantes Alaska y Mario Vaquerizo. Hace unos meses, se habló mucho de ellos cuando Mario, en una entrevista, dijo: Nuestro matrimonio nos vino bien, nos hicimos famosos, pero fue un paripé, explicando después que en realidad a él no le gustan las mujeres sino los hombres.

Paripé es una de las palabras que más le cuesta entender a Nancy, la protagonista de la novela La tesis de Nancy, de Ramón J. Sender. Una obra que no es fácil desde un punto de vista lingüístico pero que te recomiendo porque es divertidísima.





Nancy es una estudiante estadounidense que, en los años 60 (cuando fue escrita la novela), viene a Sevilla a conseguir documentación para su tesis doctoral. Está escrita en forma de diez largas cartas a su prima Betsy en las que va contando sus experiencias, entre ellas muchísimos malentendidos lingüísticos y culturales. Y también le habla varias veces de la palabra paripé, cuyo significado no termina de captar. Y aunque España ha cambiado muchísimo desde entonces, también hay mucho de lo que Nancy describe que todavía permanece. 

Desde hace pocos años tenemos otra palabra muy cercana a paripé, que surgió en las redes sociales y que muchas veces es intercambiable con ella: postureo. El bar con el que empecé al principio también podría haberse llamado así, postureo, porque creo que la razón por la que se llama así es porque mucha gente va a bares, restaurantes, discotecas, etc. para mostrar lo bien que está y lo feliz que es, aunque no lo esté ni lo sea de verdad. Y eso puede llamarse postureo o paripé, las dos cosas.

¡Espero que, a diferencia de las personas a las que pregunta Nancy, yo haya sabido explicarte bien el significado de la palabra paripé! ¡Hasta pronto!

miércoles, 10 de septiembre de 2025

¡Me meo!

En un restaurante del pueblo burgalés de Espinosa de los Monteros, las indicaciones para llegar al baño son estas, en una frase con rima (meo y aseo):


Aprende español callejeando: Me meo
Espinosa de los Monteros (Burgos)

Mear es algo que todos hacemos varias veces al día: significa 'expulsar la orina', o sea, echar fuera de nuestro cuerpo ese líquido transparente y amarillo que contiene residuos que nuestro cuerpo no necesita. Según los diccionarios, mear es una palabra que suena mal (la alternativa más formal es orinar); sin embargo, se usa muchísimo en la lengua informal. Igual que la expresión coloquial, más suave, hacer pis (porque pis es la palabra informal para orina).

Pero ¿cuál es la diferencia entre mear y mearse, que es lo que usan en el cartel de este restaurante? Igualmente, ¿cuál es la diferencia entre hacer pis y hacerse pis? Pues es igual que la diferencia entre dormir y dormirse, que te expliqué en la entrada No pegamos ojo. La forma reflexiva se usa para añadir algo al significado principal: o que sentimos la necesidad de hacerlo (como en el cartel, que quiere decir 'si tienes necesidad, ganas de mear') o que involuntariamente lo hemos hecho (fuera del baño, como les pasa muchas veces a los niños).

Mearse es, además, muy habitual en la lengua informal como sinónimo de 'reírse muchísimo'. Quizá porque a veces, cuando nos reímos muchísimo, sentimos necesidad de ir al baño. Internet está lleno de memes en los que esta palabra se usa así:






También usamos, con el mismo significado, partirse y morirse (de risa)


Así que, si vas por la calle y oyes decir a alguien ¡Me meo!, puede ser que necesite ir al baño pronto o que haya visto u oído algo muy gracioso. Normalmente el tono y la situación te dicen claramente cuál es el significado.


Hoy no te he hablado de una palabra muy bonita, pero sí de algo precioso, que es la risa, porque tiene razón Soy, un escritor de pintadas de Granada, cuando dice esto:


Aprende español callejeando: Me meo
Granada


Aquí, sano/a no tiene ninguna relación con la salud. Es otro significado de la palabra, porque también usamos este adjetivo para describir a una persona sincera y con buenas intenciones.

Ojalá tengas cerca a alguien que te haga reír mucho y tengas muchas oportunidades de decir: ¡Me meo!






domingo, 31 de agosto de 2025

Grandullón y narizotas

¡Hola de nuevo!

Este año comenzamos el curso fijándonos en formaciones de palabras especiales que se usan sobre todo en la lengua informal. Para eso, vamos a partir, como siempre, de imágenes que he encontrado en las calles, o sea, de paisaje lingüístico.

En una plaza céntrica de Madrid, tapando las obras de una fachada, vemos este anuncio de teléfonos móviles:


Aprende español callejeando: Grandullón y narizotas
Glorieta de Bilbao

Cada vez los teléfonos móviles son más grandes porque la gente los usa para todo, incluso para ver películas. Ya no es suficiente con un teléfono móvil grande, nos dice esta empresa, necesitamos un teléfono grandullón. Grandullón viene de grande, claro, pero tiene una forma un poco especial; con el sufijo -ón / -ona, el que usamos habitualmente para aumentar, tenemos grandón/ona, que también existe. Tanto grandón/ona (formación regular) como grandullón/ona (formación irregular) se usan sobre todo para describir a personas muy jóvenes, personas que son grandes para la edad que tienen. No es normal utilizarlos para objetos, como hacen en este anuncio.

Al final veremos más palabras con formaciones parecidas a esta.


En el nombre de un bar del barrio de Chamberí encontramos otra palabra que usamos coloquialmente para describir personas:

Aprende español callejeando: Grandullón y narizotas
Calle Fernando el Católico


Como se puede ver en la imagen que tienen puesta en la fachada del bar, un/una narizotas es una persona con la nariz muy grande. Y no es algo muy bonito para decirle a alguien a la cara, claro, si lo hacemos le estaremos insultando.

Sobre la gramática de esta palabra: parece una palabra plural pero no, es una palabra terminada en -s que es invariable. Fíjate:

Pedro es un narizotas
María es una narizotas
Pedro y María son unos narizotas
María y Juanita son unas narizotas

Fíjate también en que en los ejemplos lo he usado todo el tiempo como un sustantivo.


Si solamente estamos describiendo una nariz muy grande y no estamos definiendo a la persona, usamos un aumentativo muy parecido, pero con su forma variable, singular o plural, como corresponda:

El actor Adrian Brody es famoso por su narizota
Me gustan las personas con narizotas enormes


En esta imagen te pongo algunas palabras similares a estas dos. Seguro que puedes imaginar de dónde vienen (y si no, escríbeme un comentario y te lo digo).


Aprende español callejeando: Grandullón y narizotas


Las dos palabras de hoy no sirven para describirme a mí, que soy bajita y de nariz pequeña. Pero sí gafotas, una palabra que sobre todo usan los niños para insultar a los pobrecitos que, como yo, llevan gafas desde pequeños. 

Y aprovechando la ocasión, me despido presentándote al gafotas más famoso de España: Manolito Gafotas.




Manolito es el protagonista de ocho novelas escritas por Elvira Lindo; es un niño con gafas, claro, que vive en un barrio popular de Madrid. Aunque los libros parecen escritos para niños, en realidad son para todas las edades, y te los recomiendo si no los has leído. ¡Te divertirás un montón con ellos!

¡Hasta pronto!




lunes, 16 de junio de 2025

Callejero sentimental

A veces, cuando callejeo por Madrid y otros lugares y veo nombres de calles que me llaman la atención, me pregunto cómo y quién decidió tales nombres. No me refiero a nombres de personas o de lugares, sino, por ejemplo, a nombres de calles que nos hablan de sentimientos, estados de ánimo y cosas similares.

En Madrid existe una calle muy antigua con este bonito nombre:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental


Aparentemente, desengaño es lo contrario de engaño, pero no es exactamente así, porque no siempre las palabras que formamos poniendo DES- o IN- al principio son contrarias a la palabra de origen (puedes ver muchos ejemplos en la entrada Conciertos y desconciertos). Un engaño son acciones o palabras que intencionadamente te hacen creer algo que no es verdad; un desengaño es el sentimiento que se tiene cuando se pierde la fe o la esperanza en algo o alguien. En cierto modo, son palabras contrarias, porque antes creías algo (vivías en un engaño) y después no; pero muchas veces creemos algo o creemos en alguien sin que nos los hayan hecho creer intencionadamente. Por eso digo que no son exactamente contrarios.

Existe también el verbo desengañar. Con frecuencia, lo usamos en forma reflexiva y en imperativo para pedirle a alguien que salga del engaño, de la ilusión, la creencia o la esperanza falsa que tiene. Y usamos las formas desengáñate (tú), desengáñese (usted), desengañaos (vosotros) o desengáñense (ustedes). Algunos ejemplos que son titulares o comienzos de publicaciones de Internet:

Desengáñate: un niño acosador no se siente culpable (te explicamos por qué)

(muhimu.es)

Desengáñense. Ningún gobierno va a poner en su sitio al sistema financiero de este país. 

(murciaeconomia.com)

Desengáñese, la pobreza no es soportable

(elpais.com)


¿Y cuál fue el desengaño de la calle del Desengaño? El azulejo de la foto está relacionado con la leyenda sobre su nombre: dos caballeros rivales que estaban a punto de luchar con sus espadas vieron pasar a una misteriosa y aparentemente atractiva mujer; la siguieron hasta que la alcanzaron y descubrieron que era una momia. Y, claro, aquí llegó el desengaño de los caballeros.


También me llama la atención que en varias poblaciones de España exista una calle con este nombre:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental
Carcaboso (Cáceres)


La amargura es un sentimiento de frustración y tristeza que suele durar mucho tiempo y que suele ser consecuencia de haber sufrido una gran injusticia o haber tenido una desilusión enorme. Es un sustantivo con uso metafórico que viene del adjetivo amargo/a (que es un sabor muy desagradable que también dura mucho tiempo en la boca).


Desengaño, amargura... ¿Todo son sentimientos tristes en los nombres de las calles? Afortunadamente, no. Hace poco me encontré con esta en la ciudad de Valladolid:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental



Pero... ¡oh, desengaño! Cuando me acerqué a ver la calle, vi que era un pequeño callejón sin mucho atractivo. Eso sí, tiene una historia curiosa (y nada alegre) que puedes leer en la Wikipedia.


Imagina que tienes que elegir un nombre de un sentimiento para tu calle o tu plaza. ¿Cómo la llamarías? 

¡Hasta pronto!




domingo, 25 de mayo de 2025

Más se perdió en Cuba

Hay lugares que están asociados a algunos conceptos porque, por su historia o por la sonoridad de su nombre, forman parte de algunas expresiones populares.

La primera que te voy a mostrar no es una expresión antigua. Empezó a hacerse popular en Galicia y lo fue más todavía desde que en los años 80 un grupo de punk-rock gallego, Siniestro total, tituló con ella uno de sus álbumes. La frase ha llegado también a Madrid en la fachada de esta pastelería portuguesa especializada en tartas de chocolate: Menos mal que nos queda Portugal.


Aprende español callejeando: Más se perdió en Cuba
Calle Cervantes

¿Qué significa esta frase? Se usa (sobre todo en Galicia, que está muy cerca de Portugal) cuando se quiere expresar que la situación en España es desastrosa (puede ser por muy diferentes razones), y quiere decir que siempre tenemos cerca Portugal para escapar. Viene muy bien, también el nombre de ese país para esa frase porque Portugal rima con mal. Decir, por ejemplo, menos mal que nos queda Francia tendría mucha menos gracia.


Vamos con el nombre de un restaurante, cubano por supuesto, que da título a la entrada de hoy:


Aprende español callejeando: Más se perdió en Cuba
Calle Cartagena

Esta expresión hace referencia a un hecho histórico: la isla de Cuba fue colonia española durante siglos, y en 1898 dejó de serlo. ¿Y cómo usamos esta expresión? Expresa resignación ante alguna dificultad o pérdida, le quita importancia y sirve de consuelo. Por ejemplo:

- ¡He perdido el archivo donde tenía el trabajo de Física!
- Bueno, mujer, más se perdió en Cuba. Venga, que te ayudo y lo hacemos rápidamente otra vez.


El último ejemplo de hoy lo encontré en un autobús:


Aprende español callejeando: Más se perdió en Cuba
Calle Francos Rodríguez

La expresión tener un as en la manga viene de los juegos de cartas y seguramente existirá en otros idiomas. El as, en la mayoría de los juegos, es la carta que tiene más valor, y es esta (te pongo imágenes de las cartas más internacionales y de la baraja española):






Tener / guardar un as en la manga es casi literal: cuando en un juego de cartas un jugador tiene un as guardado en la manga de su camisa o chaqueta, lo tiene preparado para sacarlo si es necesario (haciendo trampa, claro). En esta metáfora, el as es cualquier recurso o ventaja que tengamos escondidos hasta el momento en el que lo necesitemos para superar cualquier situación o vencer en ella. 

Pero en el mensaje del autobús hay un juego de palabras. Vuelve a leerlo y fíjate en que las palabras La Manga están escritas en rojo; debajo puedes ver que es un anuncio de una compañía aérea que ofrece vuelos a la comunidad de Murcia. Aquí no se habla de la manga de la camisa o de la chaqueta, sino de La Manga del Mar Menor, una localidad turística de Murcia. Por eso, dicen, si no tienes ningún plan para el próximo fin de semana, esta compañía aérea es tu as en la manga (o La Manga), un recurso con el que no contabas y te ayudará a pasar un buen fin de semana.

Por supuesto, hay muchas más expresiones que incluyen nombres de lugares. Tienes algunas en la entrada Esto me suena (bien) y también en mi tablero de Pinterest Expresiones con nombres de lugares.

¡Y ya hemos paseado bastante por hoy: por Portugal, por Cuba y por La Manga! ¡Hasta pronto!



jueves, 8 de mayo de 2025

Millones y abundantes razones

Hay un local en el barrio de Lavapiés con un nombre que me llamó mucho la atención cuando lo vi:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones
Calle López Silva

No le encuentro lógica al nombre, porque... ¿millones de qué?, ¿abundantes razones para qué? Buscando en Internet encuentro que se trata del nombre de una empresa dedicada a la construcción de edificios. Al mismo tiempo, la escritura china, acompañada del dibujo de una tetera a la derecha, invita a pensar en un restaurante chino. Así que, verdaderamente, no sé qué es ni por qué se llama así.

Millones y abundantes razones es también el título de una exposición de la artista madrileña Elena Blasco en el año 2012. Ella misma explica al comienzo de este vídeo por qué llamó así a su exposición  (y tiene relación con el local de la foto anterior):




¿Por qué he elegido hablar hoy de millones? Pues porque hace pocos días este blog llegó a la estupenda cifra de dos millones de visitas. ¡Dos millones, qué guay! ¡Muchas gracias a todos los que lleváis leyendo el blog tantos años!

Pero no voy a desaprovechar la oportunidad de hablar de números, de esos números grandes que se pueden confundir y, por lo tanto, son peligrosos. Porque no es lo mismo confundirse hablando de decenas que hablando de millones.

Hay un numeral español que confunde bastante, y es el que está en la fachada de esta tienda, tradicional y muy antigua, de objetos de acero (cuchillos, tijeras, etc.), la cuchillería Viñas:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones
Calle Atocha

Un millar es lo mismo que mil. Estas dos frases, por ejemplo, significan lo mismo:

Asistieron mil personas = Asistió un millar de personas

Si lo usamos en plural, significa lo mismo que miles (o mil, porque cuando hablamos de cifras exactas usamos la forma mil, no la forma plural miles):

Asistieron miles de personas = Asistieron millares de personas

Asistieron tres mil personas = Asistieron tres millares de personas

La palabra millar, sin embargo, es más formal que mil, así que en la lengua informal la oirás mucho menos.

Otra razón de confusión puede ser el parecido de la palabra millar con la palabra millardo. ¡Y esta sí puede ser una confusión muy gorda! Porque un millardo son mil millones. ¿Y cómo se llama entonces al millón de millones en español? Usamos la palabra billón. Esta palabra, billón, es también motivo de confusión porque no significa lo mismo que en otras lenguas.

Seguro que ahora mismo te bailan los números en la cabeza, así que aquí pongo todo con un poco de orden:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones


¡Os envío varios billones de gracias, lectores! ¡Hasta pronto!




lunes, 21 de abril de 2025

Poesía inmobiliaria


En estos momentos en los que la vivienda es un problema para una gran parte de la población española (como te expliqué hace unos meses en la entrada Derecho a techo), muchos mensajes callejeros con tono poético están llenos de lenguaje relacionado con ella.

Por ejemplo, esta pintada, en la que encontramos un verbo que odian muchos españoles (porque alquilar una vivienda se ha convertido en una pesadilla en este país):


Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Paseo de Yeserías


Un latido es el golpe que produce el corazón con sus movimientos, así que en realidad lo que alquila esta persona es su corazón. Creo que quiere decir que está buscando el amor. Y usa una fórmula que es habitual al hablar del alquiler: una vivienda se puede alquilar por meses, por años


Esta otra persona, que ha puesto su cartel en pleno centro de Madrid, sueña con vivir en una población más pequeña al lado del mar. Pero usa una expresión muy curiosa que luego te explico:


Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Glorieta de Bilbao


La fórmula para entrar a vivir se encuentra muy a menudo en los anuncios de venta de casas. Significa que la casa está en buen estado y no es necesario hacer reformas importantes antes de vivir en ella (aunque probablemente haya que pintar y hacer algunos pequeños arreglos). Cuando, por el contrario, la casa no está en buen estado, se suele anunciar con la expresión para reformar. Creo que esta persona nos está diciendo que busca un pueblo en el que pueda vivir sin complicaciones, llevando una vida sencilla y bonita.


Para esta otra poeta urbana que cuelga botas con mensajes poéticos de los árboles, vivir al lado del mar no es necesario si en la casa hay libros:


Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Glorieta de Ruiz Giménez


Un sótano es la parte de un edificio que está por debajo del nivel de la calle. En algunos edificios es una zona habitable y en otros no. Pero en todos los casos, los sótanos no tienen vistas a nada, ni vistas al mar, ni vistas a la montaña, ni vistas a la playa, ni vistas a ningún monumento. Sin embargo, la persona que escribe el mensaje tiene suficiente con sus libros, porque leyéndolos se imagina en cualquier lugar del mundo.


El último mensaje de hoy nos habla de otro tipo de vivienda, una que no es realmente para vivir sino para estar en ella para siempre.

Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Calle Monseñor Óscar Romero


Este mensaje lo fotografié en los muros de un cementerio del barrio de Carabanchel, el cementerio parroquial de San Sebastián Mártir. En Madrid, morir también sale bastante caro, especialmente si quieres ser enterrado, así que algunos cementerios ofrecen la opción de pagar poco a poco, con una cuota mensual. La expresión cuota mensual o cuota anual se refiere a una cantidad de dinero que se paga cada mes o cada año por un servicio o para devolver un préstamo (por ejemplo, el que casi todo el mundo tiene que pedir al banco para comprarse una vivienda). En este caso, se paga para comprar un trozo (un pedazo) de cielo, porque este cementerio es católico y se supone que los que están allí (o al menos una parte) son buenos católicos y han ido al cielo. Un mensaje muy irónico, que mezcla creencias religiosas con intereses económicos, en fin, la pura realidad.

Y hasta aquí la poesía inmobiliaria que me he encontrado en estos últimos meses por las calles de Madrid. ¡Espero que te haya gustado la entrada! Si es así, házmelo saber, que me encanta recibir mensajes de los lectores. ¡Hasta pronto!






lunes, 7 de abril de 2025

Madrileñísima


En español, las dos formas más comunes de expresar que algo o alguien tiene una característica en grado alto son estas: 

- Usar la palabra muy delante del adjetivo o adverbio que expresa esa característica: Mi casa está muy lejos; Tus padres son muy simpáticos.

- Usar el adjetivo o adverbio que expresa esa característica con el sufijo -ísimo/a/os/as: Mi casa está lejísimos; Tus padres son simpatiquísimos.

Esto normalmente lo hacemos con características que son graduables, es decir, que se pueden tener en una cantidad mayor o menor. Se puede ser muy baja o altísima, muy listos o tontísimos, muy cariñoso o antipatiquísimo, y un objeto puede ser muy pequeño o grandísimo, anchísimo o estrechísimo, por ejemplo. 

Y sin embargo, a veces nos encontramos con estas formas aplicadas a características que no parecen graduables. Veamos dos ejemplos callejeros:


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Orense


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Bravo Murillo


No se puede ser más o menos mexicano, ni más o menos tropical. Estos dos adjetivos nos hablan de características no graduables: si eres mexicano, lo eres, ni en mayor ni en menor grado; si hablamos de un clima o de una fruta tropical, no puede ser más tropical o menos tropical, porque este adjetivo nos habla de un origen geográfico.

Pero justamente con estos adjetivos que relacionan un objeto o persona con su origen geográfico, en un estilo formal usamos la terminación -ísimo/a/os/as con otro sentido: el de algo o alguien muy representativo, muy característico de ese lugar. El restaurante de la primera imagen es mexicanísimo porque nos ofrece una auténtica comida mexicana, y Tropicalísimo es un restaurante colombiano en el que nos ofrecen batidos, zumos y ensaladas tropicales hechos con frutas que, aunque ahora algunas se cultiven en España, proceden de climas propios de los trópicos (como mango, papaya, piña, coco, etc.).

Por eso, si por ejemplo buscamos ejemplos en Internet sobre Madrid, encontraremos muchísimos como estos:

la madrileñísima calle de Alcalá
el madrileñísimo barrio de Chamberí
el madrileñísimo Lope de Vega

En estos ejemplos se quiere destacar la profunda relación de la calle, el barrio o el poeta con la ciudad de Madrid, tan profunda que calle, barrio y poeta forman parte de la imagen de la ciudad. 

¿Tú crees que yo podría hablar de mi madrileñísimo blog? ☺☺☺

Para terminar, te dejo una imagen por si necesitas repasar un poquito la formación de este llamado superlativo. ¡Hasta pronto!

Aprende español callejeando: Madrileñísima






lunes, 24 de marzo de 2025

¡Que te lo has creído!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle de la Esgrima



Comenzando con esta pintada, hoy nos damos un paseo por las formas y usos del verbo creer.

Creer en, cuando hablamos de una persona, significa tener confianza en ella. Así que el consejo de la pintada anterior es que tengamos confianza en nosotros mismos: en nuestras capacidades, en nuestros talentos, supongo. Esto es importante, claro, pero la gente lo ve como una solución para todo, cuando no es cierto. Tener confianza en uno mismo, creer en uno mismo es necesario para estar bien, pero no es suficiente porque no todo lo que nos pasa en la vida depende de nosotros. Bueno, eso pienso yo.


Si usamos creer en para hablar de otras cosas que no sean personas, el significado cambia ligeramente. Por ejemplo, si hablo de creer en dios o creer en los extraterrestres, hablo de creer que algo existe.


Pero no siempre usamos el verbo creer con la preposición en detrás. La mayoría de las veces nos sirve para expresar pensamiento, opinión, como en esta otra pintada que vi en una ciudad de Cataluña:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Figueras (Gerona)



Parece que esta persona no está demasiado segura de su amor, ¿no? Primero, porque dice creo, o sea, que solo es un pensamiento, no un hecho, y segundo porque añade un poco. No es lo mismo querer a alguien que querer un poco a alguien; pero bueno, menos es no quererlo nada. De todas formas, prefiero que no me digan nada a que me escriban o me digan esta declaración de amor tan decepcionante.


Este mismo verbo, pero en su forma reflexiva (creerse), significa algo muy similar pero no igual. Veamos un ejemplo en un contenedor de vidrio de un pueblo de Madrid:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído

Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Torrelaguna (Madrid)



Este mensaje es muy, muy irónico. Creerse se utiliza con el significado de 'pensar que algo es verdad cuando no lo es o no está confirmado'. Hay personas que tiran todo tipo de basura en estos contenedores, por comodidad o por ignorancia, y en este mensaje irónicamente dicen que algunas personas se creen (hay quien se cree) que el vidrio se puede mezclar con otros residuos, igual que se creen que nuestro planeta es plano y que existen los vampiros. Pero ninguna de las tres cosas es verdad. ¡En estos tiempos de ideas locas en los que vivimos, este mensaje resulta muy divertido y apropiado!

Otro ejemplo de creerse lo tenemos en esta pintada anarquista. Cuando preguntamos a alguien si se cree algo, como hacen ellos (¿Te crees...?), ponemos en duda lo que decimos a continuación. Para estas personas, lo que dicen las noticias es falso. Un engaño, como ellos mismos dicen.


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle Lope de Haro



El verbo creer, con esta forma y significado, se usa muchísimo: No me lo creo, Te lo has creído, Se lo creyó todo, etc. son frases prácticamente de cada día. 

Tenemos además frases casi fijas con este verbo y significado que se usan mucho en la conversación informal: ¡Que te crees tú eso! (con exclamación a veces, otras sin exclamación) y ¡Que te lo has creído! (igual, con o sin exclamación). Se usan como respuesta para expresar que lo que ha dicho la otra persona no se va a cumplir de ninguna manera.

Veamos dos ejemplos tomados de novelas:

    -A ver -Miguel cogió con un rápido movimiento el móvil que Vicente había arrojado contra la mesa-. Seguro que ya tienes un montón de proposiciones.
    -¡Eh, eh...! ¡Deja el móvil en su sitio!
    - ¡Ja, ja...! ¡Que te lo has creído! Vamos a ver quién quiere conocerte.

(El niño que quiso ser lluvia, Blanca Poza)

    - Yo me quiero ir de aquí.
    - ¿Cómo?
    - Que me voy.
    - Ni hablar.
    - Volverme a Almería, esto estoy pensando.
    - Ah, no, eso sí que no. Ja, ja, ja. Que te crees tú eso.

(Gordo de feria, Esther García Llovet)

Como puedes ver, es una manera de negarnos a hacer algo o a que la otra persona haga algo. Expresiones equivalentes serían, por ejemplo: ya te gustaría a ti, ni lo sueñes, ya quisieras.


Termino ya con un resumen de los usos principales de este verbo por el que hoy nos hemos paseado. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído