lunes, 7 de abril de 2025

Madrileñísima


En español, las dos formas más comunes de expresar que algo o alguien tiene una característica en grado alto son estas: 

- Usar la palabra muy delante del adjetivo o adverbio que expresa esa característica: Mi casa está muy lejos; Tus padres son muy simpáticos.

- Usar el adjetivo o adverbio que expresa esa característica con el sufijo -ísimo/a/os/as: Mi casa está lejísimos; Tus padres son simpatiquísimos.

Esto normalmente lo hacemos con características que son graduables, es decir, que se pueden tener en una cantidad mayor o menor. Se puede ser muy baja o altísima, muy listos o tontísimos, muy cariñoso o antipatiquísimo, y un objeto puede ser muy pequeño o grandísimo, anchísimo o estrechísimo, por ejemplo. 

Y sin embargo, a veces nos encontramos con estas formas aplicadas a características que no parecen graduables. Veamos dos ejemplos callejeros:


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Orense


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Bravo Murillo


No se puede ser más o menos mexicano, ni más o menos tropical. Estos dos adjetivos nos hablan de características no graduables: si eres mexicano, lo eres, ni en mayor ni en menor grado; si hablamos de un clima o de una fruta tropical, no puede ser más tropical o menos tropical, porque este adjetivo nos habla de un origen geográfico.

Pero justamente con estos adjetivos que relacionan un objeto o persona con su origen geográfico, en un estilo formal usamos la terminación -ísimo/a/os/as con otro sentido: el de algo o alguien muy representativo, muy característico de ese lugar. El restaurante de la primera imagen es mexicanísimo porque nos ofrece una auténtica comida mexicana, y Tropicalísimo es un restaurante colombiano en el que nos ofrecen batidos, zumos y ensaladas tropicales hechos con frutas que, aunque ahora algunas se cultiven en España, proceden de climas propios de los trópicos (como mango, papaya, piña, coco, etc.).

Por eso, si por ejemplo buscamos ejemplos en Internet sobre Madrid, encontraremos muchísimos como estos:

la madrileñísima calle de Alcalá
el madrileñísimo barrio de Chamberí
el madrileñísimo Lope de Vega

En estos ejemplos se quiere destacar la profunda relación de la calle, el barrio o el poeta con la ciudad de Madrid, tan profunda que calle, barrio y poeta forman parte de la imagen de la ciudad. 

¿Tú crees que yo podría hablar de mi madrileñísimo blog? ☺☺☺

Para terminar, te dejo una imagen por si necesitas repasar un poquito la formación de este llamado superlativo. ¡Hasta pronto!

Aprende español callejeando: Madrileñísima






lunes, 24 de marzo de 2025

¡Que te lo has creído!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle de la Esgrima



Comenzando con esta pintada, hoy nos damos un paseo por las formas y usos del verbo creer.

Creer en, cuando hablamos de una persona, significa tener confianza en ella. Así que el consejo de la pintada anterior es que tengamos confianza en nosotros mismos: en nuestras capacidades, en nuestros talentos, supongo. Esto es importante, claro, pero la gente lo ve como una solución para todo, cuando no es cierto. Tener confianza en uno mismo, creer en uno mismo es necesario para estar bien, pero no es suficiente porque no todo lo que nos pasa en la vida depende de nosotros. Bueno, eso pienso yo.


Si usamos creer en para hablar de otras cosas que no sean personas, el significado cambia ligeramente. Por ejemplo, si hablo de creer en dios o creer en los extraterrestres, hablo de creer que algo existe.


Pero no siempre usamos el verbo creer con la preposición en detrás. La mayoría de las veces nos sirve para expresar pensamiento, opinión, como en esta otra pintada que vi en una ciudad de Cataluña:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Figueras (Gerona)



Parece que esta persona no está demasiado segura de su amor, ¿no? Primero, porque dice creo, o sea, que solo es un pensamiento, no un hecho, y segundo porque añade un poco. No es lo mismo querer a alguien que querer un poco a alguien; pero bueno, menos es no quererlo nada. De todas formas, prefiero que no me digan nada a que me escriban o me digan esta declaración de amor tan decepcionante.


Este mismo verbo, pero en su forma reflexiva (creerse), significa algo muy similar pero no igual. Veamos un ejemplo en un contenedor de vidrio de un pueblo de Madrid:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído

Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Torrelaguna (Madrid)



Este mensaje es muy, muy irónico. Creerse se utiliza con el significado de 'pensar que algo es verdad cuando no lo es o no está confirmado'. Hay personas que tiran todo tipo de basura en estos contenedores, por comodidad o por ignorancia, y en este mensaje irónicamente dicen que algunas personas se creen (hay quien se cree) que el vidrio se puede mezclar con otros residuos, igual que se creen que nuestro planeta es plano y que existen los vampiros. Pero ninguna de las tres cosas es verdad. ¡En estos tiempos de ideas locas en los que vivimos, este mensaje resulta muy divertido y apropiado!

Otro ejemplo de creerse lo tenemos en esta pintada anarquista. Cuando preguntamos a alguien si se cree algo, como hacen ellos (¿Te crees...?), ponemos en duda lo que decimos a continuación. Para estas personas, lo que dicen las noticias es falso. Un engaño, como ellos mismos dicen.


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle Lope de Haro



El verbo creer, con esta forma y significado, se usa muchísimo: No me lo creo, Te lo has creído, Se lo creyó todo, etc. son frases prácticamente de cada día. 

Tenemos además frases casi fijas con este verbo y significado que se usan mucho en la conversación informal: ¡Que te crees tú eso! (con exclamación a veces, otras sin exclamación) y ¡Que te lo has creído! (igual, con o sin exclamación). Se usan como respuesta para expresar que lo que ha dicho la otra persona no se va a cumplir de ninguna manera.

Veamos dos ejemplos tomados de novelas:

    -A ver -Miguel cogió con un rápido movimiento el móvil que Vicente había arrojado contra la mesa-. Seguro que ya tienes un montón de proposiciones.
    -¡Eh, eh...! ¡Deja el móvil en su sitio!
    - ¡Ja, ja...! ¡Que te lo has creído! Vamos a ver quién quiere conocerte.

(El niño que quiso ser lluvia, Blanca Poza)

    - Yo me quiero ir de aquí.
    - ¿Cómo?
    - Que me voy.
    - Ni hablar.
    - Volverme a Almería, esto estoy pensando.
    - Ah, no, eso sí que no. Ja, ja, ja. Que te crees tú eso.

(Gordo de feria, Esther García Llovet)

Como puedes ver, es una manera de negarnos a hacer algo o a que la otra persona haga algo. Expresiones equivalentes serían, por ejemplo: ya te gustaría a ti, ni lo sueñes, ya quisieras.


Termino ya con un resumen de los usos principales de este verbo por el que hoy nos hemos paseado. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído







jueves, 13 de marzo de 2025

Metafísica callejera

En las calles de Madrid también se expresan las eternas dudas del ser humano sobre su procedencia y sobre su futuro. Todos las tenemos, pero hay gente que siente la necesidad de compartirlas en público, y aquí estoy yo para difundirlas.

En este primer ejemplo aparecen las preguntas más básicas:


Aprende español callejeando: Metafísica callejera
Calle Pozas

Son preguntas de nivel elemental de español, pero, al mismo tiempo, las preguntas más importantes que nos hacemos: cuál es nuestra razón para existir y cuál es nuestro futuro más allá de nuestra existencia en el planeta Tierra.

Nuestra imposibilidad de responder a estas preguntas con seguridad hace que hagamos especulaciones como esta:


Aprende español callejeando: Metafísica callejera
Calle Fuencarral


La perífrasis tener que + infinitivo se suele usar para expresar obligación, pero también se utiliza para expresar una alta probabilidad. La persona que ha escrito este mensaje creo que piensa algo así: No tiene mucha lógica vivir y morir sin nada más, así que muy probablemente existe algo más, algo sobrenatural -que no podemos ver ni oír- que explique nuestra existencia.

Sobre el sentido de la vida encontré también hace poco tiempo esta otra curiosa pintada:


Aprende español callejeando: Metafísica callejera
Calle Embajadores


Tengo la impresión de que en esta pintada actuaron dos manos de dos personas diferentes. Veamos. 

Una primera persona escribió: Nada tiene sentido. Aquí, la palabra nada es un pronombre que se entiende como 'ninguna cosa', así que esta persona decía que ninguna cosa de este mundo tiene ningún significado, que todo es ilógico. 

Pero una segunda persona añadió un artículo al frente de la frase, y convirtió el pronombre nada en el sustantivo la nada. La nada es la inexistencia absoluta de cualquier cosa o ser. De este modo, esta segunda persona está diciendo algo completamente diferente: 'El vacío, la inexistencia, la nada son algo lógico'.

Jajaja, ¡qué significativo puede ser a veces un artículo! En la entrada No te vayas a otro barrio te hablé de otro caso en que pasaba lo mismo, un pequeño artículo lo cambiaba todo.

La palabra nada como sustantivo no se usa solamente cuando hablamos de temas filosóficos o metafísicos. También la usamos a menudo en un sentido más espacial. Por ejemplo, si digo que alguien vive en medio de la nada, quiero decir que alrededor de su casa hay pocas casas o pocos comercios o pocos servicios. También, si alguien o algo aparece de repente, sin haberlo visto venir, decimos que sale de la nada

Pues yo también, la verdad, he salido de la nada después de mucho tiempo sin escribir en este blog. ¡Espero no tardar tanto la próxima vez! ¡Hasta pronto!






martes, 18 de febrero de 2025

Aquí se siente en andaluz

En un restaurante de un pueblo de Andalucía tienen puesto este cartel en la entrada:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Olvera (Cádiz)


Recuerda a los carteles de muchos establecimientos que dicen, por ejemplo, se habla francés. Pero aquí no es que hablen en un idioma, es que sienten en él. Creo que quieren decir que sienten algo muy profundo por su tierra.

Pero claro que en Andalucía se habla el español de modo diferente que en otras zonas. Se nota sobre todo la diferencia de pronunciación, pero Andalucía es muy grande y por eso no todo el mundo habla con el mismo acento, aunque hay algunas características muy, muy extendidas. Por ejemplo, la pérdida de la -d- a final de palabra y de la -d- que aparece entre dos vocales, como se refleja en este cartel que hay en las papeleras de la ciudad de Granada:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Barrio del Realejo (Granada)

En lugar de escribir buena voluntad granadina, se refleja la pronunciación escribiendo *buena voluntá granaína.

También se pierde la -d- en esta famosa expresión usada en toda Andalucía y muy de moda últimamente incluso fuera de ella:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Sevilla. Foto donada por Εύη Παπαευστρατίου

Noniná es no ni nada, una triple negación que finalmente resulta ser una afirmación rotunda, o sea, muy firme. Significa 'claro, por supuesto (que sí)', aunque es mucho más coloquial y expresiva.

También tienen relación con la particular pronunciación de algunas zonas de Andalucía las tres palabras que vemos en este otro cartel:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Sevilla. Foto donada por Εύη Παπαευστρατίου

Mijilla procede de migajilla, que es un diminutivo de migaja 'trozo muy pequeño de algo'. Es una forma muy usada en zonas de Andalucía para hablar informalmente de pequeñas cantidades. Por eso, en este cartel, dice que una mijilla, en un bar, es el equivalente de una tapa (que es la cantidad más pequeña de comida que puedes pedir). Peazo es la pronunciación informal de pedazo 'trozo', y esto ya es algo más de cantidad, lo que en un bar o taberna podría equivaler a media ración. Y por último, jartá refleja la pronunciación informal de hartada 'cantidad muy grande de algo'. 

Sin embargo, cuando vayas a comer en Andalucía, mejor no pedir ni una mijilla, ni un peazo ni una jartá de . Pide una tapa, media ración o una ración completa, porque este cartel es humorístico. Aunque es verdad que muchos andaluces, informalmente, dicen una mijilla de en lugar de un poquito de; un peazo de en lugar de un trozo de, y una jartá de en lugar de mucho/a o un montón de. Pero no para pedir en un bar.


Otras veces, las peculiariades tienen relación con el vocabulario. Hay palabras que, aunque existan en otras zonas de España, en Andalucía se usan mucho más; por ejemplo, el verbo con el que empieza este cartel:

Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Sevilla. Foto donada por Εύη Παπαευστρατίου

Apoquinar significa 'pagar lo que te corresponde, aunque no tengas ganas de hacerlo'. La frase del cartel se refiere también a los bares: cuando pidas tu consumición, paga.

Por razones de historia social y económica (que van creando las ideologías lingüísticas, o sea, las creencias e ideas que tenemos sobre la lengua), durante mucho tiempo el acento andaluz estuvo mal visto (y todavía hoy algunas personas lo rechazan) y se asociaba con la falta de educación, con algo vulgar y propio de catetos 'personas vulgares, ignorantes, de pueblo'. No estoy de acuerdo con esta imagen ni con esas opiniones, y sí con esta otra pintada:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Barrio del Albaicín (Granada)

Intentando reflejar la pronunciación, nos dice: Cateto tú, que no entiendes el andaluz. No te preocupes, que la frase no se refiere a los estudiantes de español, sino a los españoles que se quejan de que no entienden a los andaluces. 

Por supuesto que los andaluces no son catetos y por supuesto que no tienen por qué hablar con acento de Madrid ni de Castilla. Para eso tienen el suyo, que es muy bonito.

¿Que no es bonito el acento andaluz, me dices? ¡No ni ná!

¡Hasta pronto!





viernes, 31 de enero de 2025

Mercados de Maravillas

Cuando en España decimos que compramos en el mercado, nos referimos a un lugar cerrado, un edificio en el que se venden, en diferentes puestos -las pequeñas tiendas del mercado- productos generalmente frescos, como carne, pescado, fruta y verdura. Por ejemplo, en esta foto del mercado de Tetuán podemos ver a la izquierda un puesto de fruta y la derecha uno de carne:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


En esta otra imagen del mismo mercado vemos la frutería y, detrás de ella, un puesto de variantes. En los puestos o tiendas de variantes encontramos productos no exactamente frescos, sino tratados de diferentes formas para conservarlos y darles sabor: con vinagre, con sal, con aceite, etc. Por ejemplo, en estos sitios venden aceitunas, bacalao seco, pepinillos, atún en escabeche, etc.


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


En cambio, cuando se trata de puestos al aire libre, hablamos de mercadillos. En algunos de ellos también puedes comprar verdura y fruta, pero no carne ni pescado. Lo que más venden es ropa y todo tipo de objetos, aunque hay algunos especializados, como los de antigüedades.

Hoy nos vamos a centrar en los primeros, los mercados, y en las ventajas que nos ofrece comprar en ellos, pero antes te explico el título de la entrada. Este de la foto es uno de los mercados de barrio -cada barrio tiene el suyo- mejores de Madrid:


Aprende español callejeando: Mercados de Maravillas
Calle Bravo Murillo


En realidad se llama así en recuerdo de un establecimiento anterior, una fábrica de papeles que se llamaba Las Maravillas; tras el cierre de la fábrica, se construyó un colegio, que se llamó Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas, y finalmente, en los años 40 se inauguró este mercado. Y creo que, aunque el nombre no se le puso por eso, en él podemos encontrar verdaderas maravillas gastronómicas. Por ejemplo, puedes encontrar caracoles preparados de varias maneras pero también vivos, como este pequeño que está subiendo por el cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, Calle de Bravo Murillo

(Sí, ya sé que a lo mejor te da un poco de -o mucho- asco pensar en comer caracoles, pero en España es algo muy normal).

Como ves, una de las ventajas de comprar en el mercado es que se trata de productos frescos. Vamos con otra de la que hablan estos carteles:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, calle Bravo Murillo

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Vallehermoso, calle Fernando el Católico


Comprar a granel es comprar un producto sin envasar ni empaquetar, o sea, comprar la cantidad que tú quieres. Esta expresión se usa, si hablamos de alimentos, para productos de pequeño tamaño, como por ejemplo cereales, frutos secos, legumbres, arroz, pastas o especias. En muchos mercados hay puestos donde comprar a granel, aunque también hay tiendas que no están en mercados y que venden a granel estos productos y otros, como perfumes y detergentes.

En el mercado compramos al peso lo demás: fruta, verdura, carne y pescado. Comprar a granel y al peso en realidad es lo mismo: compras la cantidad que tú quieres y el precio está en función del peso. Pero usamos dos expresiones distintas. 

¿Y qué quiere decir que el cuarto y mitad está de moda? Como en los puestos del mercado puedes comprar la cantidad que quieras, puedes pedir por gramos o por fracciones de un kilo, como cuarto de kilo, medio kilo o tres cuartos. Pero también puedes pedir "cuarto y mitad", que significa 'cuarto y mitad de cuarto de kilo', lo que sería una cantidad de 375 gramos. Algunas veces, es es la cantidad que necesitamos, ni más ni menos. ¿Por qué dicen que está de moda? En realidad, no lo está, poca gente pide ya esa cantidad, pero los mercados quieren poner de moda la compra al peso con esta frase.

También en un rincón del mercado de Maravillas la han escrito junto con otras dos que nos hablan de ventajas de comprar allí:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, calle Bravo Murillo

La segunda frase, la que está escrita en rojo, se refiere a algo que te pueden hacer en las pescaderías de los mercados. En ellos, te preparan el pescado para cocinarlo como tú quieras; si quieres, te quitan el esqueleto (las espinas o raspas) y te dejan solo la carne con su piel. Y te lo limpian, si no dices lo contrario. Las raspas se pueden usar para hacer un buen caldo para una sopa, así que, si eres un buen cliente, el pescadero te puede guardar el esqueleto de los pescados que otras personas no se llevan. Esto, claro, no lo hacen en ningún supermercado.

La tercera frase nos habla también de un trato especial y directo con el cliente: si el vendedor conoce tus gustos y vas habitualmente, puede acordarse de ti cuando ve algo y guardarlo (apartarlo, no ponerlo junto con el resto del producto a la venta hasta que tú no vayas).

En los mercados hay muchos pequeños servicios que lo diferencian de un supermercado. Por ejemplo, en una pollería del mercado de Tetuán tienen este cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana

Por encargo es una expresión importante tanto en tiendas como en restaurantes. Cuando algo se hace por encargo, tienes que pedirlo un tiempo antes (normalmente, como mínimo un día antes). Esta expresión se encuentra muchas veces también en las cartas de los restaurantes, sobre todo para los arroces y asados. Significa que, si no lo has encargado antes, no puedes pedir esos platos en el momento.

En esta pollería, entonces, si lo pides con antelación, te rellenan -no sé exactamente con qué, supongo que puedes elegir- un pollo o un pavo y le quitan los huesos (lo deshuesan). Y esto tampoco te lo hacen con un producto fresco en un supermercado.


Hay otra cosa importante que debes saber si quieres ir a comprar a un mercado y está escrita en este cartel:

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


Esta frutería es muy grande y está en el centro del mercado, por eso tiene fruta y verdura expuesta en varias direcciones. En el cartel nos dicen, primero, que se despacha (despachar aquí significa 'dar al cliente de una tienda lo que pide', que es lo que hacen los que trabajan en mercados y tiendas) por el otro lado de la frutería, no en el lado en el que hemos sacado la foto. Pero el mensaje más importantes es el segundo: ¡No tocar el género! En los comercios llaman género a la mercancía, es decir, a los productos que se venden. En los lugares en los que se vende comida fresca (sean mercados, tiendas o supermercados) generalmente no está permitido que el cliente toque esa comida.

La foto de arriba la tomé hace unos meses, y hace unos días me resultó curioso ver un nuevo cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana

Encontrar carteles en español y en inglés en un mercado tradicional no era hasta ahora nada habitual. Creo que este cartel es una prueba de algo que está pasando en muchos barrios de Madrid, y es que cada vez hay más pisos turísticos en ellos.


Como ya imaginas, soy partidaria de comprar el máximo posible en los mercados tradicionales, que además dan empleo autónomo a muchísima gente. Me da pena ver cómo algunos han cerrado y otros -sobre todo los del centro de la ciudad- han reducido su espacio tradicional, teniendo que incluir, para sobrevivir, todo tipo de negocios. Es lo que pasa desde hace años en el mercado de Antón Martín, en el barrio de Lavapiés, en el que ahora hay menos puestos tradicionales y muchos más puestos gastronómicos (o sea, pequeños restaurantes y bares). Además, la planta superior la ocupa desde principios del siglo XXI una importante escuela de flamenco, Amor de Dios. Por eso, en su fachada el artista irlandés Fin DAC pintó una de sus características figuras femeninas con aire asiático en cuyo brazo aparece otra figura femenina, bailaora de flamenco:



Aprende español callejeando: Mercados de maravillas

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Santón Martín, calle Santa Isabel

Termino con esta imagen que resume un poco todo lo que te he dicho:

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Calle Marqués de Viana


¡Compra en los mercados! ¡Hasta pronto!









martes, 7 de enero de 2025

El gallo canta

Hace unos días, paseando por el barrio de las Letras, me fijé en el nombre de esta taberna que no conocía:


Aprende español callejeando: El gallo canta
Calle de Jesús

Es curioso que digamos que los gallos cantan, porque la verdad es que la mayoría de las veces no producen un sonido muy armonioso. De hecho, cuando alguien está cantando y de repente, sin querer, suelta un sonido falso y un poco chillón, perdiendo la armonía, desafinando, decimos que ha hecho un gallo, ha soltado un gallo o que le ha salido un gallo. Un ejemplo práctico, el gallo que soltó un representante de España en el festival de Eurovisión:




Además, el sonido del gallo no suele durar mucho, mucho menos que una canción. Por ser tan corto, para hablar de algo que ocurre o se hace en poco tiempo, muy rápidamente, podemos decir también que ocurre o se hace en menos que canta un gallo. Un ejemplo:

Decía que no tenía hambre, pero se comió todo el plato en menos que canta un gallo.

La taberna El gallo canta está especializada, curiosamente, en huevos, y sobre todo en tortillas. Digo curiosamente porque los huevos no los ponen los gallos sino las gallinas. Y fíjate, no sé si esto no será otra injusticia histórica reflejada en el lenguaje, porque se dice que los gallos cantan (o sea, es un sonido bonito), mientras que las gallinas cacarean (que es un sonido un poco molesto o desagradable). Si las gallinas pudieran hablar y defenderse de esta injusticia, otro gallo cantara u otro gallo cantaría; esta es otra expresión relacionada con los gallos que significa que, en otras circunstancias, las cosas serían distintas. 

Un ejemplo de un medio de comunicación:

(Título de una noticia de una protesta por las malas condiciones de un albergue para personas sin techo)

Si los políticos tuvieran que dormir en el albergue, otro gallo cantaría


(La Voz del Sur)

Y ya que hemos dedicado tanto rato a los gallos, ¿qué tal si recuerdas o aprendes los verbos que usamos para hablar de los sonidos de otros animales? Debajo te dejo un pequeño ejercicio con algunos de estos verbos, y las soluciones al final, debajo de mi firma (¡no las mires antes de haber trabajado en el ejercicio!).


Aprende español callejeando: El gallo canta


Pues me despido ya en esta primera entrada del año y aprovecho para desearte un muy feliz año 2025. ¡Hasta pronto!



Soluciones:

El burro rebuzna, el caballo relincha, el cuervo grazna, el gallo canta, el gato maúlla, el león ruge, el lobo aúlla, el perro ladra, la ballena canta, la vaca muge.

Y, si has llegado hasta aquí, una pregunta: si el gallo canta es el nombre de una taberna, ¿para qué tipo de establecimiento podrían servir estas otras frases, como la vaca muge o el león ruge?