miércoles, 21 de octubre de 2020

¡El afiladoooooor!

Ahora que, por diferentes razones, tanto usa la gente los servicios a domicilio (compras a domicilio, comida a domicilio), voy a dedicar esta entrada a una profesión que lleva décadas (o a lo mejor más tiempo) trayéndonos un servicio a la puerta de nuestra casa (sin crear más basura, como sí pasa con los servicios actuales).

Me refiero a este antiguo oficio:


Aprende español callejeando por Madrid: El afilado
Ávila


Este afilador va a las casas en un medio de transporte moderno, pero hasta hace un tiempo, los afiladores solían ir en bicicleta. 

Yo creía que ya no iba a volver a ver a ningún afilador en bicicleta, pero hace poco iba yo un día por el barrio de Lavapiés, cuando vi a uno:


Aprende español callejeando por Madrid: El afilador



Lo curioso ese día es que, pocos pasos después, vi esta pintada:


Aprende español callejeando por Madrid: El afilado
Calle de la Cabeza


Así que el afilador es un ladrón. Vale. Bueno es saberlo. Pero luego, cuando leí que el afilador no tenía ni idea de restauración, no entendí nada. ¿Qué tiene que saber un afilador sobre restauración? Restauración podía referirse a dos cosas: el sector de los restaurantes y cafeterías o lo que hace la gente que repara objetos que tienen cierto valor, como cuadros, esculturas, muebles antiguos, etc. Y un afilador no tiene relación con ninguna de las dos actividades.

Al dar la vuelta a la esquina y meterme en otra calle me di cuenta del significado de la pintada, porque me encontré con este establecimiento:


Aprende español callejeando por Madrid: El afilador
Calle Jesús y María


Como el local estaba cerrado, busqué en Internet y encontré que era un negocio dedicado a la restauración de muebles y que ahora ya está cerrado. Bueno, a lo mejor la explicación de que haya cerrado está en la pintada que vi en primer lugar, ¿no?


Volviendo a los afiladores: además de su bicicleta, otra cosa muy tradicional era (y sigue siendo aún en algunos casos) su manera de anunciar su llegada. Con una armónica, tocaban esta melodía:





Bonita tradición, ¿verdad? Ahora, los que van en sus coches, también suelen poner esta música, pero grabada. ¿Existe algo similar donde tú vives?


La palabra afilador no tiene más usos, que yo sepa. Pero sí los tiene el verbo de la misma familia: afilar, y también el adjetivo afilado/a.

Estas palabras se usan, claro, para hablar de cuchillos y otras herramientas. Pero también describen lo que hacen muchos animales que tienen las uñas muy largas. Por ejemplo, lo que hace este gato cuando araña la madera lo hace para afilar sus uñas:




Cuando las uñas de un animal son fuertes, curvas y afiladas, usamos también la palabra garras. Es el caso de los gatos, así que este gatito está afilando sus uñas o sus garras, podemos describirlo de las dos maneras. 

Los gatos y otros animales con garras afilan con frecuencia sus garras porque son su mejor arma de ataque y de defensa. Y precisamente esta combinación, afilar las garras, se usa muchísimo como metáfora, en el sentido de 'prepararse para el ataque o para la defensa'. Por ejemplo, se usa mucho en las noticias sobre competiciones deportivas:

El Athletic afila sus garras ante un Barcelona presionado por el Madrid  

(El Español)

Este titular nos habla de un equipo de fútbol (el Athletic) que está preparado para atacar y defenderse del equipo de Barcelona.


El adjetivo afilado/a también tiene uso metafórico. Probablemente el más frecuente sea hablar de lengua afilada. Decimos que alguien tiene una lengua muy afilada cuando es una persona que critica a otras personas de una manera que puede hacerles daño o dejarlas en ridículo. 

Un ejemplo que nos habla sobre una persona bastante conocida en España, Risto Mejide:


Al presentador y jurado televisivo, famoso por su lengua afilada y sus críticas directas y sin filtrosse le derritió el corazón a los 40 años con una chica de 19, una modelo e influencer llamada Laura Escanes.

(El Confidencial)


Pobres afiladores. Ese oficio tan humilde y trabajoso y su nombre relacionado con personas como esta, que no hacen ningún bien a nuestra sociedad.

En fin... ¡Que vivan los afiladores y que sigan muchos años ofreciéndonos sus servicios a domicilio!

¡Hasta pronto!



8 comentarios:

  1. Hola Marisa,
    aquí en Austria - por lo menos en la parte oeste, donde vivo yo, ahora ya no más tenemos algo así, aunque a mí me gustaría que un afilador viniera a mi casa. Pero creo que con este oficio no se puede sobrevivir en estos tiempos difíciles. Muchas gracias por otro blog tan interesante. Voy a recomendarlo a mis amigos del curso de español.
    otro abrazo virtual
    Edith

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    1. Sí, es verdad, es un oficio humilde y duro, y en esta época tan rara seguro que los afiladores lo están pasando mal. Muchas gracias por tu comentario, Edith, hasta cuando quieras

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  2. Hola Marisa:

    No me acuerdo el afilador pasando por los barrios de Atenas. Pero me acuerdo del señor que arreglaba las sillas con cuerda. Seguro que este oficio tiene nombre en español. Pero, por mi barrio en Madrid, oigo de vez en cuando este sonido de armónica, cuando llegua una furgoneta que vende artículos de hogar o de cocinar etc.

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    1. ¡Qué raro lo que me dices! Este sonido es exclusivo de los afiladores, pero bueno, a lo mejor es que algunos han ampliado el negocio. En cuanto a los silleros (los que arreglaban las sillas), yo no los recuerdo en Madrid, la verdad. Pero en cambio recuerdo a los colchoneros, que venían a las casas, sacaban la lana de los colchones y la "cardaban" (la movían de una forma que permitía limpiarla y mantenerla más esponjosa). ¡Gracias por compartir tus recuerdos!

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  3. ¡Hola, Marisa! En los 80 vivía en Cuba y allí fue donde escuché muchas veces la melodía de algún que otro afilador pasando por las calles de La Habana... Iban (y hasta hoy lo hacen) en sus bicicletas. Verdad es que este oficio no ha desaparecido y tiene demanda. ¡Gracias por recordárnoslo!

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    1. Sí, es cierto, en Latinoamérica estos antiguos oficios se conservan más. Parece ser que en México también es más común ver (y oír) a los afiladores. ¡Hasta otra, Nina!

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  4. Hola Marisa
    Muchas gracias por tu blog tan interesante, como siempre. El año pasado ví un afilador con moto en Barcelona. ¿Eso se ve también en Madrid de vez en cuando?

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    1. Sí, algunas veces. Unos van en bici, otros en moto y otros en camioneta, como el de la foto que he puesto de Ávila. ¡Gracias por tu comentario?

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