El otro día, paseando por el centro de Madrid, me encontré con una manifestación en la Puerta del Sol (lo que no es nada raro, claro). Era de los MIR (médicos internos residentes), o sea, los médicos que han superado el examen para tener una plaza de médico en formación en el sistema nacional de salud.
El examen MIR, que se hace una vez al año, es muy duro y muchos médicos, después de acabar sus estudios, pasan varios años hasta conseguir aprobarlo. Después de eso, pasan unos años en formación (cuatro o cinco, depende de la especialidad) hasta conseguir su título de especialista. Estos años de formación tampoco son un regalo del cielo; en realidad están trabajando, aunque su trabajo está supervisado ('controlado') por otros médicos especialistas.
¿Qué es lo que ha llevado a los MIR que van a empezar su formación a protestar en las calles? Algunas de las pancartas de la manifestación nos lo explican:
Para decidir a qué especialidad se va a dedicar cada uno de estos médicos, se ofrecen unas plazas ('puestos de trabajo'), que se adjudican ('se dan, se asignan') según la puntuación que los candidatos tuvieron en el examen. Pero la pancarta nos habla de una adjudicación opaca (lo contrario de transparente, o sea, que no deja pasar la luz).
Antes de la pandemia de COVID, la adjudicación de plazas se hacía de manera presencial. Los candidatos iban a un lugar donde se adjudicaban las plazas existentes por orden. Por la pandemia se cambió a un sistema de adjudicación informática que no convence a los nuevos MIR. Dicen que este sistema no es transparente y que huele a cloaca (las cloacas son las galerías, los conductos por donde van las aguas sucias de las poblaciones, y se usan muchas veces como metáfora de todo lo oculto y negativo de nuestras sociedades). Esto puede resultar muy perjudicial para algunos de ellos, porque no solo eligen en qué hospital trabajarán, sino, lo más importante, qué especialidad tendrán.
La razón para no volver ahora al antiguo sistema no tiene mucho sentido para estos jóvenes médicos:
Pues tienen razón: los bares y restaurantes (y no solo las terrazas, sino también los interiores) están siempre llenos de gente sin mascarillas y sin la más mínima medida de seguridad frente a la pandemia. Del mismo modo, los centros educativos están llenos de estudiantes y profesores. Cines, teatros, discotecas y todo tipo de lugares cerrados para eventos no tienen ninguna limitación en la entrada de personas. Y, por supuesto, la mayoría de los centros de trabajo. ¿Por qué, entonces, no se puede organizar esta adjudicación de plazas de manera presencial?
Es una pena que los médicos especialistas del futuro estén ya decepcionados y enfadados antes de empezar su formación. En los últimos tiempos, he pensado muchas veces que dentro de unos años será cada vez más difícil que alguien decida estudiar Medicina. Me lo confirma esta otra pancarta:
Y, de los que decidan estudiar Medicina, muchos terminarán trabajando en otros países debido a las malas condiciones que se les ofrecen aquí. Algunas pancartas también lo decían claramente:
Cogerse un avión, en este contexto, solo podemos interpretarlo como 'irse a trabajar a otro país'.
¡Pues bonito panorama tenemos! Y no me extraña, porque este país (y sobre todo sus gobernantes) no se ha portado bien ni se está portando bien con los trabajadores sanitarios:
En los meses de marzo y abril de 2020, cuando estuvimos casi encerrados en nuestras casas, salíamos a las 8 de la tarde a las ventanas y balcones a aplaudir a los trabajadores de la sanidad. Hoy, dicen estos futuros sanitarios, ha desaparecido ese agradecimiento y solo reciben bofetadas ('golpes que se dan con la palma de la mano abierta en la cara de una persona'). Malas condiciones laborales, más trabajo y estrés y ahora, estos nuevos médicos ni siquiera pueden elegir su plaza (y por lo tanto su especialidad) en unas condiciones de justicia y equidad.
Todo resumido en esta pancarta con un evidente juego de palabras:
La palabra exprimir, en este contexto, es una metáfora muy habitual y significa 'abusar de alguien, explotarlo'. En la siguiente imagen tienes el significado y las metáforas más comunes con esta palabra:
Por cierto, ¡atención a esta palabra si hablas francés! Es un falso amigo, al menos en parte: la palabra francesa exprimer sí equivale a exprimir en su sentido no metafórico (por ejemplo, exprimir un limón), pero muchísimas veces se corresponde con las españolas explicar o expresar, y no con exprimir.
¡Espero que no hayas tenido que exprimirte mucho los sesos para entenderlo todo! ¡Hasta pronto!