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domingo, 31 de agosto de 2025

Grandullón y narizotas

¡Hola de nuevo!

Este año comenzamos el curso fijándonos en formaciones de palabras especiales que se usan sobre todo en la lengua informal. Para eso, vamos a partir, como siempre, de imágenes que he encontrado en las calles, o sea, de paisaje lingüístico.

En una plaza céntrica de Madrid, tapando las obras de una fachada, vemos este anuncio de teléfonos móviles:


Aprende español callejeando: Grandullón y narizotas
Glorieta de Bilbao

Cada vez los teléfonos móviles son más grandes porque la gente los usa para todo, incluso para ver películas. Ya no es suficiente con un teléfono móvil grande, nos dice esta empresa, necesitamos un teléfono grandullón. Grandullón viene de grande, claro, pero tiene una forma un poco especial; con el sufijo -ón / -ona, el que usamos habitualmente para aumentar, tenemos grandón/ona, que también existe. Tanto grandón/ona (formación regular) como grandullón/ona (formación irregular) se usan sobre todo para describir a personas muy jóvenes, personas que son grandes para la edad que tienen. No es normal utilizarlos para objetos, como hacen en este anuncio.

Al final veremos más palabras con formaciones parecidas a esta.


En el nombre de un bar del barrio de Chamberí encontramos otra palabra que usamos coloquialmente para describir personas:

Aprende español callejeando: Grandullón y narizotas
Calle Fernando el Católico


Como se puede ver en la imagen que tienen puesta en la fachada del bar, un/una narizotas es una persona con la nariz muy grande. Y no es algo muy bonito para decirle a alguien a la cara, claro, si lo hacemos le estaremos insultando.

Sobre la gramática de esta palabra: parece una palabra plural pero no, es una palabra terminada en -s que es invariable. Fíjate:

Pedro es un narizotas
María es una narizotas
Pedro y María son unos narizotas
María y Juanita son unas narizotas

Fíjate también en que en los ejemplos lo he usado todo el tiempo como un sustantivo.


Si solamente estamos describiendo una nariz muy grande y no estamos definiendo a la persona, usamos un aumentativo muy parecido, pero con su forma variable, singular o plural, como corresponda:

El actor Adrian Brody es famoso por su narizota
Me gustan las personas con narizotas enormes


En esta imagen te pongo algunas palabras similares a estas dos. Seguro que puedes imaginar de dónde vienen (y si no, escríbeme un comentario y te lo digo).


Aprende español callejeando: Grandullón y narizotas


Las dos palabras de hoy no sirven para describirme a mí, que soy bajita y de nariz pequeña. Pero sí gafotas, una palabra que sobre todo usan los niños para insultar a los pobrecitos que, como yo, llevan gafas desde pequeños. 

Y aprovechando la ocasión, me despido presentándote al gafotas más famoso de España: Manolito Gafotas.




Manolito es el protagonista de ocho novelas escritas por Elvira Lindo; es un niño con gafas, claro, que vive en un barrio popular de Madrid. Aunque los libros parecen escritos para niños, en realidad son para todas las edades, y te los recomiendo si no los has leído. ¡Te divertirás un montón con ellos!

¡Hasta pronto!




sábado, 26 de septiembre de 2015

Es un puntazo


Hoy vamos a dar un paseo por Madrid persiguiendo sufijos, esas terminaciones que se añaden a las palabras para formar otras palabras. No es la primera vez que te hablo de este tema: en la entrada A la playita vimos, por ejemplo, que el sufijo -ito/a tiene muy diferentes usos. Lo mismo pasa con el sufijo -azo/a, que aparece en todas las imágenes de hoy (tomadas en diferentes épocas del año, como verás). -Azo/a es, en principio, un sufijo aumentativo (como -ón/ona), que añade la idea de 'grande', de manera literal o metafórica. Sin embargo, con el tiempo ha ido teniendo también otros usos.


regalazo
Calle Bravo Murillo

Aquí, regalazo es un gran regalo, un regalo de gran valor.


sueldazo
Calle Alcalá
Un sueldazo es también un sueldo muy alto. Pero la palabra pensionazo se refiere a un proyecto de ley que regula las pensiones. En los últimos tiempos, el sufijo -azo se aplica cada vez más a leyes y normas que son fruto de decisiones políticas autoritarias, que no se han tomado a través de la discusión y el acuerdo. Se dice, por ejemplo, el decretazo (un decreto, que es un tipo de ley´; ha habido muchos decretazos bajo el actual gobierno, leyes impuestas a pesar de que toda la oposición y gran parte de la población estaba en contra) o el medicamentazo (para una norma aprobada por el gobierno que obliga a los pensionistas a pagar parte de sus medicamentos). Así que este manifestante pide que no se bajen las pensiones y que se bajen los grandes sueldos (supongo que los de algunos políticos, los de los banqueros, etc.).

El sufijo -azo se usa también con frecuencia con el significado de 'golpe dado con': por ejemplo, decimos pelotazo para el golpe que se da con una pelota, puñetazo para el que se da con los puños, etc.

No sé si te has fijado en que todos los ejemplos que he dado hasta ahora son masculinos: existe el femenino -aza, pero la verdad es que no se usa mucho. La palabra femenina que más he oído con este sufijo es madraza; cuando decimos que una mujer es una madraza, queremos decir que es una madre que cuida muchísimo a sus hijos y les da mucho cariño. Así que es una gran madre, pero de corazón.

Algunos sustantivos femeninos, incluso, cambian de género cuando se usan con este sufijo (igual que ocurre muchas veces con el aumentativo -ón). Mira esta imagen tomada por mi colega Cristina García Sánchez (¡gracias, Cristina!) en la fachada de un banco:





Estas dos personas, que son trabajadores autónomos (no trabajan para una empresa, son sus propios jefes), están preocupadas porque están empezando a notar los síntomas de una fuerte gripe (un gripazo). Decimos, pues, la gripe, pero el gripazo.


Por último, como en el caso de otros sufijos (-ito/a, -illo/a, -ón/ona), con este sufijo se han formado palabras que han terminado tomando otro significado, como ocurre con la palabra puntazo que aparece en esta imagen:



un puntazo
Calle Fuencarral

Decimos que algo es un puntazo cuando pensamos que es muy bueno, algo genial, y decimos ¡Qué puntazo! como reacción ante algo gracioso, muy oportuno o ingenioso. Supongo que viene de la palabra punto, pero sé muy bien como ha llegado a usarse así.




Por los lunares verdes (típicos del vestido tradicional de las mujeres andaluzas) y la palabra feria, sabemos que este cartel se refiere a la feria de abril de Sevilla. Aunque la fiesta grande se celebra en Sevilla, son muchos los lugares de España donde también se organizan pequeñas ferias, por eso encontramos este cartel en un bar de Madrid.

Hay más palabras como puntazo, por ejemplo estas:

sufijo azo



¡Espero que esta entrada te haya parecido un puntazo! ¡Hasta pronto!




miércoles, 25 de septiembre de 2013

Al que no le gusta el vino...

Sobre diminutivos y aumentativos


Una canción popular española que he oído desde niña repite esta frase:


Al que no le gusta el vino
es un animal
o no tiene un real


(Un "real" es una antigua moneda, así que la canción nos dice: "Si a alguien no le gusta el vino, es un burro / bestia o no tiene dinero para comprarlo").

Esta canción dice mucho de la relación de los españoles con el alcohol: un consumo positivamente aceptado (incluso para los menores de edad, y a veces dentro de la familia); un tópico según el cual los españoles saben beber y no se emborrachan tan fácilmente como las personas de otros países; la consideración social del abstemio ('persona que no toma alcohol') como alguien extraño, y, al final, como en todas partes, problemas de alcoholismo que acaban con la salud y el bienestar de muchas personas. Según la última encuesta del Plan Nacional sobre Drogas, más del 10% de la población bebe alcohol todos los días. Y que el alcohol es un problema social lo demuestra la necesidad de poner este anuncio en las paradas de autobús de Madrid:


cada vez que te emborrachas
Calle Isaac Peral


Por todo esto, aunque a mí me gusta mucho ir a los bares (como ya sabes) y tomar una cañita o una copa de buen vino de vez en cuando, espero que tenga éxito el cañín, una nueva palabra inventada por una marca de cerveza.

Este anuncio ha estado hasta hace pocos días en muchas calles:



caña y cañín
Calle Lope de Haro



Así que pedir "un cañín" sería pedir una caña de cerveza Mahou sin alcohol. En cambio, pedir "una cañita" es una manera informal de pedir una caña de cerveza con alcohol (si no tienes claro qué es exactamente una caña o quieres saber más sobre este tema, puedes leer No pagaré tres pavos por una caña).

No sé si te has fijado en esto: decimos la caña y la cañita, pero en este anuncio dicen el cañínSeguro que conoces otras palabras con las que pasa lo mismo. Fíjate en esta foto: ¿encuentras un ejemplo parecido?


botella y botellín
Calle Atocha


Claro, el botellín (masculino) viene de la botella (femenino), y se llama así a la botella de cerveza que normalmente tiene un quinto de litro (frente al tercio o botella de un 1/3 de litro). En este caso, la forma -ín de la palabra conserva su significado de diminutivo (o sea, para indicar algo pequeño o con un significado afectivo, cariñoso). 

Pero no siempre es así, a veces esa una nueva palabra masculina formada con -ín tiene o toma con el tiempo un significado diferente. Veamos más ejemplos, con el sufijo -ín pero también con el aumentativo -ón:



cambios significado




Pasa algo parecido con botellón, que puede significar 'botella grande', pero también 'costumbre extendida en España entre los jóvenes, desde finales del siglo XX, de tomar bebidas alcohólicas en la calle, sobre todo por las noches'. Costumbre que traerá nuevas y más numerosas generaciones de alcohólicos.

¿Quieres hacer un par de ejercicios con este tipo de palabras? Pincha en la esquina superior derecha de cada imagen para acceder a las actividades. ¡Que te salgan bien!











Otros ejemplos con -ón y cambio de género, pero sin cambio de significado:


oferton
Navalperal de Pinares (Ávila)


Un ofertón es una muy buena oferta.




A la izquierda vemos unas nubes; a la derecha, unas nubes de tormenta o unos nubarrones.

Si quieres saber más sobre otros diminutivos (-illo/a, -uelo/a), pincha en este enlace a otras entradas del blog.


En fin, pues si vas a un bar esta noche, ¡tómate un cañín! (¡ojo!, esta palabra todavía no se usa, en los bares pedimos "una cerveza sin", o a veces simplemente "una sin"), porque en realidad...

Al que no le gusta el vino,
ni el alcohol en general,
se siente fenomenal.