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lunes, 7 de abril de 2025

Madrileñísima


En español, las dos formas más comunes de expresar que algo o alguien tiene una característica en grado alto son estas: 

- Usar la palabra muy delante del adjetivo o adverbio que expresa esa característica: Mi casa está muy lejos; Tus padres son muy simpáticos.

- Usar el adjetivo o adverbio que expresa esa característica con el sufijo -ísimo/a/os/as: Mi casa está lejísimos; Tus padres son simpatiquísimos.

Esto normalmente lo hacemos con características que son graduables, es decir, que se pueden tener en una cantidad mayor o menor. Se puede ser muy baja o altísima, muy listos o tontísimos, muy cariñoso o antipatiquísimo, y un objeto puede ser muy pequeño o grandísimo, anchísimo o estrechísimo, por ejemplo. 

Y sin embargo, a veces nos encontramos con estas formas aplicadas a características que no parecen graduables. Veamos dos ejemplos callejeros:


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Orense


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Bravo Murillo


No se puede ser más o menos mexicano, ni más o menos tropical. Estos dos adjetivos nos hablan de características no graduables: si eres mexicano, lo eres, ni en mayor ni en menor grado; si hablamos de un clima o de una fruta tropical, no puede ser más tropical o menos tropical, porque este adjetivo nos habla de un origen geográfico.

Pero justamente con estos adjetivos que relacionan un objeto o persona con su origen geográfico, en un estilo formal usamos la terminación -ísimo/a/os/as con otro sentido: el de algo o alguien muy representativo, muy característico de ese lugar. El restaurante de la primera imagen es mexicanísimo porque nos ofrece una auténtica comida mexicana, y Tropicalísimo es un restaurante colombiano en el que nos ofrecen batidos, zumos y ensaladas tropicales hechos con frutas que, aunque ahora algunas se cultiven en España, proceden de climas propios de los trópicos (como mango, papaya, piña, coco, etc.).

Por eso, si por ejemplo buscamos ejemplos en Internet sobre Madrid, encontraremos muchísimos como estos:

la madrileñísima calle de Alcalá
el madrileñísimo barrio de Chamberí
el madrileñísimo Lope de Vega

En estos ejemplos se quiere destacar la profunda relación de la calle, el barrio o el poeta con la ciudad de Madrid, tan profunda que calle, barrio y poeta forman parte de la imagen de la ciudad. 

¿Tú crees que yo podría hablar de mi madrileñísimo blog? ☺☺☺

Para terminar, te dejo una imagen por si necesitas repasar un poquito la formación de este llamado superlativo. ¡Hasta pronto!

Aprende español callejeando: Madrileñísima






martes, 1 de noviembre de 2022

De miedo



De miedo
Osma (Burgos)


De miedo
Nerja (Málaga)



Cuando se acerca el 1 de noviembre, los escaparates de los establecimientos se llenan de brujas, telarañas y esqueletos. Y también de carteles como los de las fotos anteriores.

La palabra miedo está usada aquí en un doble sentido: por un lado se refiere al miedo que nos provoca todo lo relacionado con la muerte y lo sobrenatural; por otro, se usa la expresión informal de miedo, que, aplicada a un sustantivo (en este caso, ofertas y pelazo), se usa para expresar gran intensidad o gran cantidad. Esta forma es equivalente a un adjetivo; por ejemplo, en la primera foto podrían decir ofertas estupendas, magníficas ofertas, grandísimas ofertas; en la segunda, pelo magnífico, abundantísimo, precioso. Además, en esta segunda foto usan la forma pelazo, aumentativo de pelo, y con eso ya la intensidad es muy alta: esta es una tienda que vende, entre otras cosas, productos para cuidar el pelo, y claro, te quieren convencer de que usándolos tendrás un pelo abundante y bonito.

De esta manera, lo que suena a malo (el miedo, que es un sentimiento muy negativo) se convierte en esta expresión en algo estupendo.

Otra expresión que puede confundir mucho es la que aparece en este cartel:


De miedo
Plaza de Jacinto Benavente



La forma la nostra patata no es español sino italiano; en español diríamos nuestra patata. Pero en este establecimiento de comida italiana quieren hacer varios juegos de palabras, en mi opinión, bastante desafortunados. Por un lado, con la forma la nostra, recuerdan a la cosa nostra, el nombre de la mafia siciliana (y sus extensiones por gran parte del mundo), idea reforzada por la cara del hombre de la izquierda; por otro, al decir que sus patatas están de muerte, nos recuerdan también las muchísimas muertes provocadas por la mafia, pero al mismo tiempo están diciendo que sus patatas están buenísimas, riquísimas. Porque eso significa esta expresión cuando se aplica a un sustantivo que habla de comida. 

¿Por qué me parece este anuncio bastante desafortunado? Y también de mal gusto. Usar a la mafia para vender, haciéndola parecer algo gracioso, me parece repugnante. Y si yo fuera italiana, todavía me lo parecería más, con lo que ha sufrido el pueblo italiano por su culpa.


Pero volvamos a las expresiones. Por alguna razón que desconozco, para hablar de una comida muy rica, muy sabrosa, se pueden usar muchas de estas formas, y casi todas parecen, en principio, algo muy negativo. Si queremos hablar bien del sabor de una comida (o bebida), podemos decir que está de miedo, que está de muerte, pero también otras que aparentemente no son buenas, como está de escándalo o está de vicio. Esto solo si hablamos de comida; si hablamos de ofertas, precios u otros temas, podemos usar de miedo y de escándalo, pero no de vicio y de muerte.


Y, por supuesto, podemos elogiar la comida con adjetivos, como lo hacen en esta pizzería:


De miedo
Plaza del Dos de Mayo



Estar rico/a y estar sabroso/a son otras maneras de alabar el sabor de la comida, aunque sabroso/a se usa menos en España. Y algunas veces usamos sabroso/a en un sentido negativo, expresando que la comida está más salada de lo que debería; esto lo hacemos añadiendo al adjetivo palabras como un poco o demasiado. Si algo está un poco sabroso, quiere decir que tiene un poco más de sal de lo necesario; si decimos está demasiado sabroso, pues es que está saladísimo.


Además de estas expresiones, hay otras formas de expresar nuestra satisfacción por la comida, por supuesto. Te pongo las más utilizadas en esta imagen:


De miedo




Pues aquí te dejo. Espero que te lo hayas pasado de miedo (sí, aquí también significa algo positivo: 'genial, muy bien') leyendo esta entrada. ¡Hasta pronto!



domingo, 20 de enero de 2019

Tela marinera

Hoy una tienda de ropa situada en la plaza del 2 de mayo, el corazón del barrio de Malasaña, nos va a dar una buena excusa para tratar un tema muy interesante, que son las diferentes formas que usamos en la lengua informal para expresar cantidad o intensidad.        

La tienda tiene un bonito nombre y es esta:


Aprende español callejeando por Madrid: Tela marinera


Aprende español callejeando por Madrid: Tela marinera
Plaza del 2 de mayo
Usar la palabra tela para una tienda de ropa parece bastante normal, pero ¿por qué la tela tiene que ser marinera? ¡El vestido que hay en la puerta no parece un vestido para ir al mar!

Tela (o tela marinera) se usa muy frecuentemente en la lengua informal para expresar cantidad. Por ejemplo:

- Ayer Felipe me contó un chiste tela de bueno, pero ya se me ha olvidado.
- Era una sala donde había tela de ordenadores, por lo menos cincuenta.

Usado con un adjetivo detrás, tela de significa 'muy'. Usado con un sustantivo detrás, es el equivalente de 'mucho/a/os/as'.

También se utiliza asociado a un verbo para expresar la intensidad de una acción, o sea, 'mucho':

- Esa casa debe de costar tela marinera.
- ¿Y si salimos más tarde? Es que está lloviendo tela.

En cambio, si oyes decir que algo tiene o alguien tiene tela (marinera), el significado dependerá mucho del contexto:

- Es que mi hermana tiene tela... ¡Ahora quiere que entre toda la familia le compremos un piso de un millón de euros!
- Este ejercicio de matemáticas tiene tela marinera, vamos a tardar más de dos horas en hacerlo.

Algo o alguien que tiene tela puede ser algo muy difícil, muy especial, insoportable, costoso, etc. En el primer ejemplo, puede querer decir que la hermana es muy caprichosa, que siempre está pidiendo, que es difícil de tratar; en el segundo ejemplo, quiere decir que el ejercicio es muy difícil o que exige mucho trabajo de desarrollo. 

Para reaccionar a algo que otra persona que nos dice o a una noticia y que nos sorprende, escandaliza, fastidia, indigna, etc., frecuentemente usamos la expresión ¡Vaya tela!:

(Dos compañeros de trabajo)
- ¿Te han contado lo de la discusión de Pepe con el jefe el viernes pasado?
+ Sí... ¡vaya tela! Ahora por su culpa nos va a controlar mucho más la entrada y la salida.

Y, por último, te diré que es cada vez más frecuente, reaccionar diciendo solamente tela o el diminutivo, telita, con una entonación suspendida:

- ¿Has visto lo que ha pasado hoy en el Parlamento?
+ Telita... No sé qué va a ser de este país.


Por supuesto, tenemos otras formas de expresar cantidad e intensidad, y he encontrado otra tienda, una bonita librería, que usa una de ellas en su nombre:


Aprende español callejeando por Madrid: Tela marinera
Calle Santiago

No sé si sabes que la palabra mar puede ser masculina o femenina. Aunque la forma masculina es la más usada, la femenina sigue usándose en el lenguaje poético o entre las personas que viven del mar (pescadores y marineros, fundamentalmente).

La forma la mar de se usa para expresar cantidad e intensidad delante de adjetivos y algunos adverbios. Por ejemplo:

- Ayer hice una tarta de zanahoria y me salió la mar de bien.
- ¿Pero cómo vamos a llegar en media hora? ¡Si está la mar de lejos!
- Me habían dicho que la ciudad estaba muy sucia, pero el barrio donde me alojé estaba la mar de limpio.

Es posible, aunque menos frecuente, usarlo con sustantivos:

- Allí había la mar de gente tomando el sol, sin hacer nada.


Como ves, estas formas de expresar cantidad e intensidad se forman con palabras muy comunes, tela y mar. Aunque no es tan importante que aprendas a usarlas porque tienes muchas otras alternativas para expresar lo mismo, es importante que las comprendas, porque podrían llevarte a muchas confusiones. Así que te dejo una imagen con algunos ejemplos representativos:


Aprende español callejeando por Madrid: Tela marinera


Bueno, pues espero que te lo hayas pasado la mar de bien leyendo esta entrada y que haya sabido explicarte bien estas expresiones, que no son fáciles, tienen tela...

¡Hasta pronto!







martes, 4 de abril de 2017

Hasta las tantas

Hace poco, mi amiga Cristina García (de Educaglobal) me envió esta foto para el blog:

       
hasta las tantas
Foto de Cristina García Sánchez

Esta tienda está abierta hasta las 3 de la mañana (o de la madrugada, como prefieras), así que está abierta hasta muy tarde. Es decir, hasta las tantas. Las tantas son una hora imprecisa (pueden ser las tres, o las dos, o las cuatro, o las cinco); las tantas solamente significa que es de noche y es muy tarde. Veamos  un ejemplo más:

- ¿A qué hora volviste anoche? No te oí.
+ Uf, no sé, no me acuerdo.
- Seguro que volviste a las tantas. ¡Cada día vuelves más tarde!

Muchos estudiantes extranjeros de mi escuela se quejan, año tras año, de que las tiendas en España cierran entre las 14'00 y las 17'00. Esto cada vez es menos verdad en Madrid, donde encontramos muchas tiendas que no cierran desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche. Y algunas no cierran nunca: hay estancos, farmacias, supermercados y peluquerías abiertos las 24 horas. Y además, hay un montón de sitios que abren hasta muy tarde por la noche, como este:


abierto hasta el amanecer
Calle San Vicente Ferrer

Hasta el amanecer no es tampoco una hora muy precisa, ¿no? Aunque seguramente en la puerta tienen puesto el horario exacto. 

En español, como supongo que pasa también en otras lenguas, hay muchas expresiones y palabras para hablar de horas y cantidades aproximadas. Tenemos por ejemplo, las formas y pico o y algo, de las que ya te hablé en Ciento y pico.

Veamos alguna más, por ejemplo la que da nombre a esta cervecería:


tropecientos
Calle Luchana

Tropecientos/as parece un número como trescientos (300) o cuatrocientos (400), pero no lo es: simplemente significa 'muchísimos'. También se usa, pero menos, la palabra chiquicientos/as. Supongo que le pusieron este nombre a la cervecería para dar la impresión de que es un sitio al que va mucha gente.

La misma idea, pero expresando una sucesión de cosas repetidas, da el adjetivo enésimo/a. Por ejemplo, si digo: Te lo digo ya por enésima vez: ¡recoge la cocina!, significa que he dicho lo mismo ya bastantes veces.

Un par de ejemplos más:

El enésimo "no" a Melania Trump

El diseñador Zac Posen se suma a la larga lista de diseñadores que se niegan a vestir a la primera dama por motivos políticos.


(Fuente: El Huffington Post)

Hangouts, el enésimo proyecto fallido de Google

Google es, sin duda, una empresa diferente a todas las demás. Tiene un enorme potencial innovador y ningún miedo al sistema de prueba y error a la hora de poner en marcha nuevos servicios y plataformas. Eso le ha permitido dominar internet y otros mercados pero también le ha provocado sonoros fracasos.

(Fuente: blog La caverna cibernética)


Y eso es todo por hoy. Me despido por enésima vez desde que empecé este blog, después de haber escrito tropecientas mil palabras en él, y, quizá, tú las leas a las tantas. ¡Hasta pronto!


sábado, 6 de febrero de 2016

Tenemos de todo

Los nombres de los establecimientos -tiendas, bares, etc.- nos dicen mucho de su estrategia para vender, y es muy curioso observar las enormes diferencias entre unos y otros.

Por ejemplo, en esta cafetería no parecen muy ambiciosos:


algo
Calle Isaac Peral

Con la palabra algo, que es neutra y equivale más o menos a 'alguna cosa', nos están diciendo que es un lugar para desayunar, merendar o tomar algo ligero entre comidas. No es un restaurante.

Casi contraria es la estrategia de esta tienda donde venden cosas muy variadas:


un poco
Plaza de Chamberí

Todo es también una palabra neutra (aunque puede usarse también como masculina) que quiere decir 'todas las cosas', pero usamos la forma de todo con el significado de 'todo tipo de cosas, cosas muy variadas'. Es muy frecuente usarlo con los verbos haber (en su forma impersonal: hay, había, habrá, etc.), tener y hacer. Por ejemplo:

- En esta tienda tienen de todo, desde chupa chups hasta aspiradoras.
- En mi pueblo hay de todo: piscina, tiendas, parque, en fin, todo lo que hace falta para vivir bien.

En este vídeo puedes ver un buen ejemplo de hacer de todo:




¡Ah! Recuerda que, en la lengua informal, es muy común no pronunciar completa la palabra todo, como refleja Yellow Power en esta pintada :


de tó
Calle Hortaleza

Una cosita más: no confundas la forma de todo con la expresión del todo, que significa 'completamente':

- Ha tenido una gripe muy fuerte y todavía no se ha curado del todo
- El jefe todavía no está convencido del todo, hay que reunirse con él otra vez para que se apruebe el proyecto.


Y volvemos a la tienda donde venden de todo:


un poco
Plaza de Chamberí

Aunque tienen de todo, ya nos advierten de que solamente es un poco. O sea, tienen muchos tipos de cosas, pero no mucha cantidad de cada cosa, porque sería imposible en una pequeña tienda como esta. ¿Por qué usan la forma un poco y no solamente la palabra poco?

Estas dos formas, poco y un poco, pueden dar un significado diferente a lo que decimos. Un poco significa 'algo, pero no mucha cantidad'; poco (o poca, cuando acompaña a un sustantivo femenino) significa 'menos de lo normal' o 'menos de lo necesario'.

Cuando se refiere a una acción (un verbo) o a un sustantivo, poco (o poca, si el sustantivo es femenino) quiere decir 'menos de lo normal o menos de lo necesario', mientras que un poco significa 'algo, pero no mucho'. Vamos a ver algunos ejemplos:

He comido poco ('debería haber comido más, he comido menos de lo necesario').
He comido un poco ('he comido algo pero no mucha cantidad')

Le he echado poca sal a la paella ('la cantidad de sal no es suficiente, la paella está sosa')
Le he echado un poco de sal a la paella ('le he echado sal, pero no mucha cantidad')

Si nos referimos a un sustantivo plural, generalmente no usamos "unos pocos de" o "unas pocas de" (que son construcciones propias del habla popular, pero no muy aconsejables ni muy extendidas); lo decimos así:

Vinieron pocos espectadores ('la sala no se llenó, había menos espectadores de los esperados')
Vinieron algunos / unos cuantos espectadores ('vinieron espectadores, pero no muchos')

Cuando las palabras poco y un poco se refieren a una característica expresada por un adjetivo, en cambio, poco suele combinarse con cualidades que se entienden como positivas y un poco, con cualidades que se entienden como negativas. A veces se puede expresar una idea muy similar de las dos maneras, dependiendo de si elegimos el adjetivo negativo o el positivo, pero el uso de la palabra poco resulta más negativo o crítico:

Una persona poco inteligente = Una persona un poco tonta

Una persona poco tolerante = Una persona un poco intolerante

Un barrio poco seguro = Un barrio un poco inseguro

Una casa poco acogedora = Una casa un poco incómoda / desagradable


Con adjetivos que se refieren a características físicas y otras características objetivas, generalmente preferimos usar un poco, en el sentido de 'algo, pero no mucho':

Tiene un precio un poco alto (es un poquito caro, pero no es carísimo)
El pasillo es un poco estrecho (no es ancho, pero no es estrechísimo)
La calle es un poco fea (no es bonita, pero tampoco es horrible)
Es un chico un poco bajito (no es un chico alto, pero no es bajísimo)


Para que te sea más fácil recordar las diferencias, las resumo en una imagen:


diferencia entre poco y un poco




Te he hablado de la cafetería Algo (solo ofrecen algunas cosas), de la tienda De todo un poco (ofrecen todo tipo de cosas aunque en poca cantidad), y ahora pasamos al otro extremo, que es esta cadena de tiendas de decoración:




muy mucho
Calle Atocha

¡Qué ambiciosos, qué pretenciosos! No tienen mucho, sino muy mucho.

Seguramente ya sabes que muy y mucho son formas diferentes de la misma palabra: usamos muy junto a adverbios y adjetivos (muy bien, muy bonito, etc.) y usamos mucho junto a los verbos (te quiero mucho, he trabajado mucho, etc.), o mucho/a/os/as cuando acompaña a sustantivos (tengo muchas ideas nuevas, la sal me da mucha sed, etc.).

Por eso en España ha habido tantas risas y bromas por estas palabras de Mariano Rajoy, el actual presidente del gobierno (en funciones, porque no tenemos gobierno todavía después de las elecciones que hubo el pasado 20 de diciembre):





No sé qué quería decir Mariano Rajoy cuando dijo "mucho españoles", que es un error típico de estudiantes de español pero muy raro en un hablante nativo. Quizá quería decir "los españoles somos muchos y muy españoles". El caso es que cada vez que sale esta frase en los medios de comunicación yo, y otros muchos, nos morimos de risa.

Pero bueno, vuelvo al nombre de la tienda: ¿qué quiere decir muy mucho? Es una forma que se usa solo con determinados verbos, con el significado de 'muchísimo'. Estos son algunos posibles usos:

Se equivoca muy mucho si piensa que voy a aceptar su oferta
Dudo muy mucho que sea una información verdadera
Recomiendo muy mucho la lectura del texto en su versión original


Algo, un poco, mucho, de todo... ¡Justamente como este blog, que tiene un poco de todo, algo de cada cosa, y sobre todo, está escrito con mucho amor!

¡Hasta pronto!




domingo, 28 de septiembre de 2014

Cuanto más viejos mejores

Hoy vamos a empezar nuestro paseo por Madrid con uno de los carteles del proyecto SEPA, que tanta gracia me hacen cuando me los encuentro por las calles. ¿Puedes imaginar de qué nos habla este cartel?

cuanto mas
Calle San Andrés


Sí, seguro que has pensado bien que está hablando de comida, porque sabroso/a, que significa 'de gusto o sabor agradable', se usa sobre todo para eso (aunque metafóricamente puede usarse para otras cosas). Como dice sabroso en masculino singular, ¿de qué puede estar hablando? Pues de muchísimas cosas: del pollo, de jamón, de un asado, de un cocido, y de mil cosas más.

La frase del cartel no tiene ningún significado oculto o misterioso, es simplemente una broma. Una broma que nos sirve para hablar de la construcción "cuanto más / menos..., más / menos". Con esta construcción, en español comparamos dos cosas (dos cualidades, o dos acciones, o dos objetos, o dos personas) que están relacionadas en cuanto a la cantidad. O sea, la cantidad de una de las dos cosas está relacionada con la cantidad de la otra cosa.

Veamos más ejemplos. Este es un azulejo que fotografié dentro de un bar:


cuanto mas
Calle Sedano

Significa que el vino más viejo es mejor que el vino más joven, e, igualmente, los amores (las relaciones amorosas) son mejores si son más viejos, más antiguos, duran más tiempo. Por eso hay dos corazones que representan a dos viejecitos mirándose con amor. Fíjate que, aunque el adjetivo "viejos" es masculino plural, la palabra cuanto se usa en forma singular, igual que en la primera foto.


Esta otra foto es un anuncio publicitario de una compañía de teléfonos móviles. Significa que, usando tu móvil fuera de casa, estás presente y activo en todas tus redes y relaciones personales: en redes sociales, en comunicación con tus amigos y familiares, etc. 


cuanto mas
Calle Bravo Murillo

En este caso, se están comparando dos acciones o estados (salir / estar dentro), y la forma usada sigue siendo cuanto.


En cambio, este último ejemplo es un poco diferente. De nuevo tenemos publicidad de una compañía telefónica:


cuanto mas
Calle Bravo Murillo

No sé si a ti te pasa: si cuentas algo muchas veces, cada vez que lo cuentas vas cambiándolo un poquito, añadiendo detalles para mejorar o hacer más bella la realidad, etc. Yo creo que a mí me pasa al contrario: cuando cuento algo muchas veces, cada vez hago la historia más minimalista, doy menos detalles, porque me canso de oírme a mí misma. Pero bueno: cada uno es cada uno.

El caso es que aquí usan la forma cuantas, y no cuanto, y eso es porque, cuando usamos esta construcción referida a objetos o personas, o sea, a sustantivos, esta palabra funciona como un adjetivo y concuerda en género y en número con el sustantivo. Aquí, el significado es 'cuentas algo muchas veces', y la palabra vez es femenina y en esta frase está en plural.
       

Resumo ahora todas las posibilidades que tiene esta construcción:



cuanto menos


¿Se entiende bien? ¿Te han gustado los ejemplos? ¡Pues déjame un comentario o compártelo con tus amigos! Ya sabes, cuantos más comentarios recibo, más me apetece escribir, y cuantas más personas lean esto, más feliz seré.

Y ahora, ¿quieres hacer un ejercicio cortito sobre este tema antes de despedirte?






¡Hasta pronto!




miércoles, 9 de julio de 2014

Tenemos un huevo




tenemos un huevo que aprender
Metro de Madrid

Ja, ja, ja, te estoy engañando un poco con el título de hoy, porque parece que voy a hablar de cursos de cocina, pero no, en absoluto. Porque un huevo es algo que se puede comer, pero también es una de las palabras que usamos, informalmente, para hablar de un testículo. Este uso es, en realidad, un taco, una palabrota, y los tacos en España se pueden leer y oír por todas partes, incluso en los medios de comunicación y en la publicidad, por eso es importante entenderlos. El estilo informal, incluso vulgar, se ha generalizado enormemente en las últimas décadas, y es fácil oír este tipo de expresiones en casi cualquier contexto.


En la entrada Jo, cómo mola ya te hablé de este tema y allí puedes encontrar información sobre los tacos suavizados, o sea, formas cortas o cambiadas de los tacos que no suenan tan mal como estos. Hoy, en cambio, vamos a hablar de un taco puro y duro en un lugar público. 


tacos o palabrotas
Metro de Madrid

La expresión malsonante o taco un huevo significa 'muchísimo': tenemos un huevo que aprender significa que tenemos muchísimo que aprender.

Algunas de las cosas que nos proponen aprender en este anuncio de una página web dedicada a información sobre cursos son estas:


tacos o palabrotas
Metro de Madrid

Aunque el anuncio tiene este estilo informal, como puedes ver los temas de los cursos son serios. Y cada tema viene con un huevo vestido al estilo de alguna profesión o actividad: de fotógrafo, de médico, de buceador.

Otras propuestas son:


un huevo
Metro de Madrid

¿Con qué otras acciones podemos usar esta expresión? Pues, por ejemplo, se usa mucho con el verbo costar, en sus dos sentidos, 'valer' y 'resultar difícil o trabajoso':

Le compré un regalo que me costó un huevo, pero no le gustó.
(El regalo era muy caro)

Hoy me ha costado un huevo venir a trabajar. Anoche me acosté muy tarde.
(He tenido que hacer mucho esfuerzo)


También se usa muy habitualmente con muchos verbos: trabajar, estudiar, andar, gastar, pagar, etc. Y en España, con un sentido humorístico, muchas veces añadimos y parte del otro (que significa 'un testículo y parte del otro testículo'). Un ejemplo:

Estoy harta de pagar un huevo y parte del otro por el ADSL

http://www.filmica.com/port666/archivos/009269.html


Pero aquí no se terminan los huevos. En la entrada Con dos fogones encontrarás también información sobre la expresión con un par (de huevos). Y en el blog Expresiones españolas para Erasmus en apuros puedes ver otras expresiones con esta palabra.


Te dejo con una propuesta para hacerle un regalo a un amigo:




Ja, ja, ja, escribir esta entrada me ha costado... ¡mucho! Ya sabes que no estoy a favor de usar los tacos en cualquier ocasión, creo que hay que reservarlos para momentos fuertes, si no pierden su valor. ¡Pero hay que entenderlos!

¿Tú que opinas?


jueves, 10 de enero de 2013

Ciento y pico

El espacio multifuncional "Ciento y pico"

Maneras de expresar cantidades aproximadas


Ciento y pico es un local en el que se celebra todo tipo de eventos: mercados de artesanía, exposiciones, presentaciones, fiestas de bodas, etc.

ciento y pico
Calle Velarde


El día que saqué esta foto, por ejemplo, se celebraba el Dosde Market (mercado de jóvenes diseñadores y artesanos de la zona de la plaza del Dos de Mayo).

¿Qué queremos decir con ciento y picoCuando añadimos y pico a un número redondo (10, 50, 100, 500, 1000, etc.), queremos decir 'algo más, un poco más'; normalmente ese pico no es más del 50% de la cantidad que decimos. Así, ciento y pico puede ser, por ejemplo, 116, 124, 131, 143, etc., pero raramente será 178, porque en ese caso seguramente diríamos "ciento cincuenta y pico".

Usamos esta fórmula cuando no recordamos el precio exacto o cuando el precio exacto no es una información necesaria. Decimos también, con el mismo significado, y algo.

Podemos usar estas expresiones para hablar de cantidades de dinero, pero también para cualquier tipo de cantidad, incluidas las fechas. Algunos ejemplos:

No recuerdo el año exacto, creo que fue en el 70 y pico
Dentro de un mes y algo se van a Hungría
En mi escuela hay seis y mil y pico estudiantes matriculados

Curiosamente, un pico se usa también para hablar de una cantidad grande de dinero, sin especificar cuál:

¡Qué piso más chulo tienes! Seguro que te ha costado un pico
Compré el coche a plazos, y, con los intereses, al final me ha salido por un pico


¿Y por qué este local se llama así? Pues porque el edificio en el que está se construyó a finales del siglo XIX, como muchos edificios del barrio de Malasaña, y Ciento y pico se abrió en 2012, así que el establecimiento, que antes fue una tienda de alimentación, tiene ciento y pico años. Además, supongo que quieren dar la idea de que en ese espacio se pueden hacer ciento y pico actividades diferentes. Bonito nombre, ¿verdad?

Si quieres leer más sobre números y la diferencia de uso entre las formas cien y ciento, entra en Más vale pájaro en mano. ¡Hasta pronto!