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sábado, 14 de marzo de 2020

Contagia el feminismo

Un año más, te traigo la crónica lingüística de la manifestación feminista del 8 de marzo en Madrid. A la manifestación fue muchísima gente, aunque no tanta como otros años, supongo que en parte por miedo al maldito coronavirus, que en estos momentos ha puesto a todo el país en estado de alarma, pero en especial a la Comunidad de Madrid.

Ahora, algunos repiten y repiten que la culpa de la extensión del virus en Madrid es de la manifestación, como si, desde que existen casos de la enfermedad en Madrid, se hubiera hecho algo por evitar que la gente estuviera a más de un metro de distancia. Durante mas de una semana, por ejemplo, hemos seguido con el metro y el autobús lleno de gente en horas punta, cuando se podía haber aumentado la frecuencia de paso.

Pero bueno, cada uno que piense lo que quiera, y yo lo que quiero es hablarte del 8 de marzo. La manifestación fue desde la glorieta de Atocha hasta la Plaza de España, atravesando una bonita zona de Madrid: el paseo del Prado, la plaza de Cibeles y la Gran Vía.

Me gustó esta pancarta con una metáfora muy relacionada con el momento actual:


Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo


Como ves, en la pancarta aparecen símbolos que representan el coronavirus. Pero el sentido de la pancarta es muy optimista, creo: no solo se contagian las enfermedades, las ideas también, y por lo tanto las ideas feministas pueden extenderse a través del contacto entre personas. Y creo que tiene razón.

La palabra contagiar y su adjetivo, contagioso/a, se usan a menudo como metáfora: hablamos, por ejemplo, de risa contagiosa, alegría contagiosa o de personas que contagian su optimismo o su pasión por algo o su entusiasmo. Es curioso, porque, aunque contagiar es, primitivamente, algo negativo para referirse a enfermedades, en su uso metafórico se aplica sobre todo a sentimientos o estados de ánimo positivos. Eso sí, nunca lo había oído aplicado a una ideología, como se hace en esta pancarta.

Ojalá se cumpla lo que pide esta pancarta, y en lugar de contagiarnos el coronavirus, como está pasando ahora, nos contagiemos las ideas feministas de igualdad entre todos los seres humanos.


En la manifestación había muchas otras pancartas interesantes desde un punto de vista lingüístico.

Este año noté la asistencia de más mujeres latinoamericanas (y es lógico, en Madrid viven muchas, y la situación en muchos de sus países es bastante más terrible que en España) , y eso se reflejaba en algunas pancartas, como en esta: 


Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo



La crónica del año pasado se tituló Calladita no estás más guapa y esta pancarta tiene un mensaje muy parecido. Pero en muchas zonas de Latinoamérica se dice verse bonita cuando en España usaríamos estar guapa.


Encontré también varias pancartas con juegos de palabras que incluían tacos o palabras malsonantes:


Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo


En la lengua coloquial, decimos que alguien es el puto amo o la puta ama para decir que es la persona mejor en algún aspecto. Y aquí, amo/a tiene el sentido de 'jefe/a, dueño/a'. Pero claro, ama de casa tiene un sentido muy diferente, ¿no? Aunque teóricamente el ama de casa es la dueña de la casa, lo cierto es que es la que trabaja en la casa.

Otro juego de palabras aquí:


Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo


Es una nueva palabra creada a partir de patriarcado y me cago. Me cago en... (cagar, por si no lo sabes, es lo que hacemos normalmente una vez al día en el baño para vaciar nuestro intestino) es una expresión malsonante muy usada en la lengua informal para expresar enfado; la variedad de cosas o personas en las que nos cagamos (con las que nos enfadamos) es grande: tu padre o tu madre, la mar (así, en femenino) y algunas figuras religiosas (como dios o la virgen) son habituales, pero podemos decirlo con cualquier cosa. Por ejemplo, podemos decir me cago en todos los machistas del mundo.

Entre patriarcado y patriarcago solo hay una letra de diferencia, ¡pero qué letra!


Otro juego lingüístico (aunque no juego de palabras) interesante es el de esta pancarta:



Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo




Una frase aparentemente muy normal, ¿verdad? Pero en ella se usa, por un lado, el tratamiento formal de usted (no viole es la forma para usted y no para ) y un tratamiento de respeto, señor; las dos cosas, en España, están reservadas cada vez más a interacciones muy, muy formales. Este tratamiento tan respetuoso y formal choca con lo que se le está pidiendo a algunos hombres que hagan, algo éticamente tan elemental: no violar a las mujeres. Este contraste entre lo respetuoso del tratamiento y lo salvaje de la acción de violar crea una mirada irónica sobre ciertos hombres de ideas conservadoras que critican el feminismo y justifican a los violadores. 

A este tipo de hombres se refiere esta otra imagen, que no es de la manifestación sino de una calle de Malasaña:


Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo
Calle del Escorial


De estas señales del Ayuntamiento de Madrid te hablé hace tiempo en la entrada Estoy en racha. Pero en esta en concreto alguien ha añadido al final de señoros, que son este tipo de hombres. Es una creación, claro, porque las formas tradicionales son señor y señora, pero las feministas usan esta nueva forma, señoro, para referirse despectivamente a los hombres que critican el feminismo y/o que muestran rasgos machistas.


Y con esto enlazo con la discusión sobre lenguaje y feminismo, que, cómo no, estaba presente en  algunas pancartas:

Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo


En realidad, actualmente conviven en el uso las dos formas, igual que en otras profesiones: la fiscal/fiscala, la arquitecto/arquitecta, etc. Pero muchas feministas prefieren la forma totalmente femenina: la médica, la fiscala, la arquitecta.

En esta otra pancarta se refieren al sentido despectivo de muchos nombres femeninos de animales (la foto se la debo a mi colega Arancha Pastor, ¡gracias, Arancha!):


Aprende español callejeando por Madrid: Contagia el feminismo


Es cierto que los nombres femeninos de la derecha tienen connotaciones negativas: zorra y perra se usan como insulto para reprocharle a una mujer que tenga un comportamiento sexual más libre de lo que la moral tradicional espera; también se dice de una mujer así que es más puta que las gallinas, y un/a gallina es una persona cobarde; se dice que una mujer es una lagarta cuando se señala despectivamente su astucia, pero también puede usarse como sinónimo de prostituta; por último, loba puede tener el sentido de 'sexualmente atractiva' pero también el de prostituta. Al final, parece que cuando se quiere insultar a una mujer casi siempre termina aludiéndose a su supuesto comportamiento sexual. 

¡Todo un zoo femenino! ¡Qué barbaridad! ¡Pobres mujeres y pobres animales, que tanto se usan como metáfora de comportamientos indeseables!

En fin, sí, aún nos queda mucha lucha. Y de momento vamos a ver si ganamos la del coronavirus. No se te olvide: Contagia el feminismo y no el coronavirus. ¡Hasta pronto!


domingo, 10 de marzo de 2019

Calladita no estás más guapa

El pasado 8 de marzo asistí a la manifestación por los derechos de las mujeres que se celebró en Madrid y, como casi siempre en estas manifestaciones, encontré un montón de cosas que te pueden interesar.          

Encontré, entre otras cosas, variantes de frases típicamente machistas, variantes de refranes, versos pareados, metáforas y hasta reflexiones sobre la lengua. Así que de todo eso te voy a hablar.

Y empezamos con la pancarta que da título a la entrada de hoy, una variante de una frase muy machista:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Cibeles

La frase calladita estás más guapa, ha sido, durante décadas, una manera que los hombres machistas tenían de hacer callar a las mujeres, como si tener opinión propia tuviera que ver algo con la belleza. Pero sí, claro, los machistas prefieren mujeres calladitas, que nunca les lleven la contraria.

Por el contrario, los carteles de muchas manifestantes animaban a las mujeres a hablar, y en voz bien alta, gritando:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Paseo del Prado

Muchas mujeres ya no tienen voz porque fueron asesinadas por sus parejas. Por eso no solo hay que gritar, sino aullar, como hacen los lobos, que resulta mucho más amenazador:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Paseo del Prado

En esta otra pancarta podemos leer una bonita variante de un refrán muy popular:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Calle Alcalá

Se trata del refrán A palabras necias, oídos sordos, que quiere decir que, cuando alguien dice algo tonto o insensato, es mejor no escucharle, ni siquiera reaccionar. 

Esas palabras machistas reciben un nombre en la siguiente pancarta, que es el primer ejemplo de versos pareados (dos frases que riman):

Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Cibeles

Machistada es una palabra que todavía no encontrarás en los diccionarios pero de la que hay montones de ejemplos en Internet. Quiere decir 'frase o acción propia de un machista' (por ejemplo, decirle a una mujer que calladita está más guapa es una machistada). Tampoco encontrarás en los diccionarios la palabra patriarcada, que evidentemente está formada a partir de patriarca ('hombre que ejerce la autoridad en una comunidad de personas'). Esta nueva palabra tendría que significar 'frase o acción propia de un patriarca', pero, en el contexto, detrás del verbo producir, y con la construcción me producen, nos hace pensar inmediatamente en la palabra arcada ('movimiento violento del estómago que sentimos antes de vomitar'). O sea, lo que dice la pancarta podría expresarse con la frase tus palabras y acciones machistas me producen ganas de vomitar; pero suena mucho más divertido como está escrito en la pancarta.

El siguiente pareado es de una pancarta que llevaba un grupo de profesoras de español (entre las cuales tuve la suerte de estar):


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Murillo

Pues sí: las mujeres, luchando por la igualdad de derechos de todas las personas, muestran, enseñan a sus estudiantes cuáles son los valores que todo el mundo debería defender.

A continuación, una preciosa metáfora:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Gran Vía
Las mujeres somos semillas ('granos de los frutos de las plantas que dan origen a nuevas plantas'), así que podemos crear vida nueva. Por eso, si nos entierran (enterrar 'meter debajo de la tierra'), no nos matan; si nos quieren hacer callar, no lo conseguirán; si nos quieren quitar nuestros derechos, lucharemos. 

Por último, una pancarta con una reflexión sobre el uso de la lengua en relación con los hombres y las mujeres:

Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Gran Vía

Polla y coñazo son palabras malsonantes, palabrotas, tacos, que se usan muy frecuentemente. La polla, en España, es el pene, y coñazo viene de coño, la parte correspondiente del cuerpo de la mujer, o sea, la parte externa de su aparato genital.

Efectivamente, cuando alguien dice esto es la polla, usando esta palabra metafóricamente, quiere decir que es algo divertido, estupendo, extraordinario, mientras que si alguien dice esto es un coñazo, significa que es algo muy aburrido. La verdad es que el español, como seguramente otros idiomas, está lleno de esta falta de paralelismo entre palabras que se refieren a mujeres y palabras que se refieren a hombres. Las lenguas las crean, mantienen y cambian los pueblos, y por lo tanto es lógico que en ellas se refleje la mentalidad de la gente. Así que esto quiere decir que todavía el machismo está presente en nuestra sociedad, aunque algunos digan que no.

¿Y tú? ¿Eres feminista o machista? Porque solo hay una tercera opción, según esta pancarta, que me encantó y me hizo mucha gracia:


Aprende español callejeando por Madrid: Calladita no estás más guapa
Plaza de Murillo

¡Hasta pronto!






domingo, 6 de mayo de 2018

Madrid es femenina

¿Qué dirías: Madrid es femenina o Madrid es femenino? Pues podemos decir y decimos las dos cosas. 

Con los nombres de ciudades usamos el masculino y el femenino. Cuando el nombre de la ciudad  termina en -a, usamos más el femenino (por ejemplo, Roma es muy bonita); cuando termina en -o, usamos más el masculino (por ejemplo, Oporto es precioso); cuando termina en consonante se usan tanto el masculino como el femenino, pero se utiliza más el masculino. Pero en todos los casos podemos usar el femenino, porque tenemos en nuestra mente la palabra ciudad, que es femenina; por eso, no es raro oír, por ejemplo, Oslo es preciosa.

Eso sí, si necesitamos usar antes un artículo (por ejemplo, si nos referimos a una época histórica de una ciudad), tendremos que usar el masculino o el femenino según la tendencia general: masculino si termina en -o o en consonante y femenino si termina en -a. Por ejemplo:

La Roma de los Borgia
El México del siglo XX
El Madrid de los Austrias


Lo mismo pasa con los nombres de los países. En este caso, sin embargo, siempre podemos usar el masculino porque tenemos en mente la palabra país, que es masculina, y es habitual oír, por ejemplo, Colombia es precioso. Pero, como antes, si necesitamos usar un artículo delante, nos guiaremos por la terminación: masculino si termina en -o o en consonante, y femenino si termina en -a:

La Italia de los años 90
El antiguo Egipto
El Japón de Murakami


Volviendo a Madrid, me gusta más decir que es femenina por varias razones. 

Una razón que ya conoces es que la ciudad está llena de nombres femeninos en sus locales. Ya te mostré muchos en las entradas La Doña y El femenino está de moda, pero desde entonces he visto más. Y te pongo las fotos a continuación en tres grupos.

En este grupo, tres bares o restaurantes con nombres de mujeres:


Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina



La Chelinda es una cadena de restaurantes mexicanos y crearon su nombre dedicándolo a una revolucionaria mexicana, por eso tiene un arma en la mano. La Paca y La Dominga son dos locales del barrio de Malasaña que llevan nombre de mujer.

El segundo grupo lo forman tres locales con adjetivos en femenino. A la izquierda, dos bares, y a la derecha una tienda de cerámica.


Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina


Taurino/a es un adjetivo que viene de toro. El local está decorado con imágenes y cabezas de toros, así que, si estás en contra de las corridas de toros (como lo están muchos españoles, recuerda que te lo conté hace tiempo en El peatón torero), ¡mejor no entres!

Este tercer grupo está formado por nombres de locales que también tienen un artículo y un adjetivo femeninos, pero además nos hablan de características:

Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina

Plácido/a significa 'tranquilo y agradable, que transmite paz'. Puede aplicarse, por ejemplo, a la sonrisa o la mirada de una persona, a un paisaje, a una mañana, tarde o noche, etc. La plácida, entonces, debe de ser, un café donde pasar un rato tranquilo y agradable.

También podremos pasar un buen rato en La pródiga, porque el nombre nos habla de abundancia, de que hay muchas cosas para comer y beber. Pródigo/a es una palabra bastante culta que significa 'generoso' o 'abundante'.

Por último, otro lugar con un nombre femenino más fuerte: La testarruda. En realidad, la palabra es testarudo/a, con una sola -r-, pero aquí lo escriben así porque están en la calle de la Ruda. La -r- de la palabra testaruda es suave pero la r- de la palabra ruda es fuerte (porque es el primer sonido de la palabra), y no quieren cambiarle la pronunciación a la calle. Testarudo/a es sinónimo de cabezota, obstinado, terco, o sea, es un adjetivo para personas con la cabeza muy dura, que no cambian de opinión. 


¿Y por qué otras razones me parece Madrid femenina? Porque encuentro en sus calles placas como esta:

Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina
Plazuela de Antón Martín

Un homenaje a la dueña o la camarera de un bar. Bonito, ¿verdad?

Y también encuentro pancartas como esta:


Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina
Cuesta de Moyano

¿Qué sería de... sin...?, que aparece en las dos fotos anteriores, se utiliza para expresar que la vida de la persona sería mucho peor sin algo o sin alguien. La vida de los vecinos de la plaza de Antón Martín sería mucho peor sin Amparo, y la vida de muchas mujeres sería terrible sin el amor de otras mujeres, sin sus amigas, sus madres o sus hermanas.

Tomé la última foto en una de las muchas manifestaciones y concentraciones feministas que ha habido en Madrid en los últimos meses. Y no solo en Madrid, porque España se ha convertido últimamente, por muchos e importantes motivos, en capital mundial de la lucha feminista.

En esa manifestación vi también estas dos pancartas, con frases de dos mujeres relacionadas con Madrid:

Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina
Cuesta de Moyano

María Zambrano (1904-1991) fue una filósofa española que, aunque no nació en Madrid, vivió aquí gran parte de su vida. En su frase aparece la palabra servidumbre, relacionada con el verbo servir y con la palabra siervo; servidumbre es la condición del siervo, que es la persona que sirve a otras personas. Ella prefería vivir de manera libre, aunque eso signifique a veces correr peligro, a vivir como sierva, como esclava, por ejemplo, de una dictadura o de un hombre.

La otra mujer, Clara Campoamor, nació y vivió una parte importante de su vida en Madrid. Fue abogada y política, y, como diputada, la recordamos por haber conseguido el derecho de voto para las mujeres españolas en el año 1931.


Aprende español callejeando por Madrid: Madrid es femenina
Cuesta de Moyano

Y eso es lo que están haciendo las mujeres de la manifestación: ejercer su libertad, expresar su desacuerdo con una sociedad machista que sigue discriminándolas.

¡Que viva el Madrid de las mujeres! ¡Hasta pronto!


sábado, 24 de febrero de 2018

Echamos un pulso




echando un pulso
Calle Mariano Fernández

La verdad es que no sé a qué se refiere El Rey de la Ruina, el autor de esta obra. Quizá a que los artistas urbanos tienen que luchar, escondiéndose de la policía, para poder pintar sus obras.

Pero bueno, lo primero es explicarte qué significa esta expresión. Echar un pulso es lo que están haciendo estos dos monjes japoneses en un templo de Kaganawa:

Foto de Pxhere 
Esta combinación de palabras, echar un pulso, es un ejemplo más de colocación (te hablé de las colocaciones hace poco tiempo, en Parejas bien avenidas). En España usamos el verbo echar, mientras que en otras lenguas se usan otras combinaciones.

Echar un pulso se usa también muchísimo como metáfora, en el sentido de 'intentar vencer a otra persona, organización, ser, etc.' Te pongo dos ejemplos tomados de periódicos:

Cuidar un jardín es echar un pulso a la naturaleza. La naturaleza dice: "por aquí". Y el jardinero responde: "por allí". Donde la naturaleza hace crecer un cardo llega el jardinero y hace lo posible para eliminarlo.Y luego, cuidadosamente, cava un agujero y planta un jazmín y lo riega con esmero y lo alimenta. (www.eldiario.es)

Jugándose la vida en tráilers circulando por miles de kilómetros de carreteras de Europa. Ocultos entre cajas repletas de alimentos dentro del remolque frigorífico de camiones. Acallando los sollozos y las lágrimas de sus hijos, algunos con apenas un año. Familias de refugiados no dudaban en echar un pulso a la muerte tratando de alcanzar el corazón de Europa y un futuro mejor. (www.lasprovincias.es)

Y hoy he querido empezar con esta expresión porque pronto, el 8 de marzo, una parte muy importante de la población mundial le va a echar un pulso a la sociedad. Las mujeres le echaremos un pulso a una sociedad que no termina de reconocer nuestro derecho a la igualdad.

El día 8 de marzo se celebra en muchos países del mundo un día de la mujer: en algunos países, es el Día Internacional de la Mujer y las mujeres reciben flores y bombones; en otros, es el Día de la Mujer Trabajadora y se celebra con manifestaciones para reivindicar la igualdad.

Y esto último es lo que hacía una persona en la manifestación del año pasado en Madrid:

huelga feminista del 8 de marzo
Calle Alcalá


El 8 de marzo, en España y en otros países, es un día para luchar, para pedir que se acaben las diferencias en el acceso a la educación, en el mundo laboral, en el ámbito familiar, en la vida pública de los pueblos y ciudades del mundo entero. Y muchas mujeres están cada vez más dispuestas a hacerlo, como puedes ver en estas otras pancartas de diferentes manifestaciones:


huelga feminista 8 de febrero
Calle Alcalá

huelga feminista 8 de marzo
Calle Mayor


Calle Mayor

La última pancarta se refiere a la historia bíblica ('de la Biblia') que cuenta cómo el dios de los cristianos creó el mundo, al final creó al hombre y después, cogiendo una costilla (las costillas son los huesos largos y delgados que cubren nuestros pulmones y corazón), a partir de ella creó a la mujer.

Y claro que esta chica no nació de la costilla de un hombre, sino del vientre de otra mujer, su madre (con la colaboración de su padre, claro).

Hay muchos tipos de desigualdad con respecto a la mujer, pero no puedo hablar de todos en una sola entrada, así que te comentaré algo sobre uno. En España hay una enorme conciencia social respecto al problema del maltrato físico a las mujeres. Desde hace años tenemos leyes específicas para prevenirlo (aunque, en los últimos años, desgraciadamente, el dinero que se invierte en este tema ha bajado mucho) y, además, se conocen los datos sobre mujeres maltratadas. Esto último es importante porque en otros países este es un problema silenciado, una cuestión de la que no se tienen datos oficiales y, por lo tanto, no se puede discutir.

Necesitamos seguir avanzando en este tema, porque, a pesar de esa conciencia, el número de mujeres asesinadas por sus parejas no baja: la media es de una mujer asesinada cada semana. A este problema se refiere la siguiente pancarta, que contiene un juego de palabras:

Calle Mayor

Una mujer casada es esposa de su marido o de su mujer (recuerda que en España existe el matrimonio igualitario, o sea, el matrimonio entre personas del mismo sexo). Pero esposas se llaman también unos objetos que usa la policía y que puedes ver en la pancarta, abajo a la derecha. ¿Las ves? Por eso hay un juego de palabras: ese tipo de hombres, los maltratadores, no tendrían que estar casados sino en la cárcel ('prisión'). 

Es verdad que en España hay bastante acuerdo social en el rechazo a la violencia física contra la mujer. Sin embargo, las mujeres españolas -y yo diría, las de todo el mundo- siguen sufriendo otros tipos de discriminación. Por ejemplo, siguen teniendo que soportar muchos prejuicios. Como la lista sería muy larga, me voy a referir solo a uno que está relacionado con la siguiente imagen:


huelga feminista 8 de marzo
Calle Mayor

¿Qué quiere decir esta frase? Pues que igual que un pez no necesita una bicicleta, una mujer no necesita a un hombre. Y esta idea choca contra un prejuicio social: la idea de que una mujer no está completa si no tiene a un hombre a su lado (y, preferiblemente, también algún hijo, pero esa es otra historia). 

En fin, habría tanto que decir sobre este tema... No quiero aburrirte, pero me queda explicarte por qué he dicho que el próximo 8 de marzo las mujeres le van a echar un pulso a la sociedad. Ese día no solamente habrá manifestaciones. Habrá una huelga de mujeres en todos los ámbitos de la vida: huelga en el trabajo, pero también huelga de tareas domésticas (se incluye aquí el cuidado de los niños, los ancianos y los dependientes) y huelga de consumo. En este último ámbito, se recomienda que las mujeres no compren, pero sobre todo, que no compren productos a los que se les aplica la llamada tasa rosa.

Esta huelga tiene, además, carácter mundial, porque está convocada en más de 70 países de todos los continentes. Así que, si eres mujer, ¡no tienes excusa y sí muy buenos motivos para hacerla! Y vosotros, queridos hombres que también lucháis por nuestra igualdad, ese día tenéis que ocuparos de todo lo que nosotras no hagamos y no pueda esperar un día.






¡Ánimo! ¡Sí se puede!

Y para que puedas hablar sobre este tema en español, necesitas conocer algunas expresiones. En esta imagen te dejo algunas muy importantes que, a pesar del título, son útiles tanto para hombres como para mujeres.

vocabulario feminismo machismo










martes, 21 de marzo de 2017

Piropos




Aunque no conozcas la palabra piropo, sabes qué es porque existe en todas partes del mundo (en unas más que en otras, eso sí). Es, según los diccionarios, una palabra, una expresión o una frase que expresa admiración y se dirige a una persona. Explicado así, parece una cosa bastante positiva, ¿verdad?

Lo que pasa es que, en el uso diario, se llama piropo a lo que algunos hombres les dicen a mujeres desconocidas en la calle (rarísimamente es al revés, de mujeres a hombres). Y lo que dicen esos hombres no es siempre positivo (aunque ellos piensen que sí): es, con frecuencia, grosero ('de mal gusto'), vulgar, a veces inoportuno y muchas veces insultante. Y, en todo caso, sea bueno o malo, nadie tiene derecho a comentarle a otra persona a la que no conoce nada sobre su aspecto.

Eso es lo que nos recuerda el Ayuntamiento de Madrid en algunas campañas de concienciación recientes. Por ejemplo, en estos carteles, colocado el primero en un mercado y el segundo en la Casa de Velázquez:

piropos machismo
Mercado de San Enrique

piropos y machismo
Casa de Velázquez




Tía buena y maciza son típicos piropos vulgares que se refieren a la belleza o a la proporción del cuerpo de la mujer (y son palabras que también se usan para los hombres). La frase completa: Tía buena, maciza, dime cómo te llamas para poder pedirte a los Reyes pretende ser una frase graciosa; se refiere a pedir a la mujer de regalo a los Reyes Magos, como si la mujer fuera una cosa que se puede regalar. Por eso, en el cartel del Ayuntamiento todo aparece tachado, excepto Día de Reyes.

En el segundo cartel, aparece la frase Vas provocando, que algunos hombres les dicen a mujeres que van vestidas para, según ellos, provocar su excitación sexual. Por ejemplo, si una mujer lleva escote ('abertura en la ropa, en la parte del cuello, que permite que se vea parte del pecho'), ropa ceñida ('ajustada al cuerpo') o una falda corta. Y el cartel le da la vuelta a esta frase, diciendo que quien va provocando es el hombre, que provoca vergüenza ajena (la vergüenza que te provocan las acciones o palabras de otra persona, no porque tú sientas vergüenza, sino porque la otra persona te parece ridícula).

Hace poco, en la manifestación del Día de la Mujer, también vi pancartas que se referían a este tema, como esta:

piropos y machismo
Calle Alcalá




Algo para mí muy diferente son las palabras amables que puedan decirse entre conocidos, amigos o compañeros de trabajo, por ejemplo. Tanto de hombres a mujeres como de mujeres a hombres. A veces, alguna de esas frases amables te alegra el día: ¡Qué bien te sienta esa ropa!, ¡Qué bien te queda ese peinado!, ¡Qué guapo/a estás hoy! Siempre que, claro, no vengan de tu jefe o jefa y no se repitan de forma insistente ni tengan ninguna otra intención, porque si es así, ya tiene otro nombre, que es acoso sexual en el trabajo.

Eso sí, hay piropos clásicos, muy antiguos, que a mí nunca me sentarían mal, como este:


carita de nardo
Calle del Espino




El nardo es una flor blanca, así que este piropo habla de la blancura de la cara. En los últimos años se está volviendo a poner de moda la piel blanca, especialmente en la cara, pero durante décadas lo que estuvo de moda era estar morena. Antiguamente, en cambio, se apreciaba la piel blanca en la cara, una piel de señorita a la que no le había dado el sol, como sí les daba, normalmente, a muchas mujeres que trabajaban, especialmente en la agricultura.

De modo que este piropo -que no es, desde luego, de uso habitual- es una metáfora y no se puede comparar con las barbaridades que a veces se oyen en la calle.

De todas formas, afortunadamente, la costumbre de piropear a las mujeres en la calle ha ido perdiendo  terreno, creo. 

¿Qué opinas tú sobre este tema? ¿Se piropea mucho en tu país?

¡Hasta pronto!



domingo, 5 de febrero de 2017

Cosa de brujas

Decir que algo es cosa de brujas es decir que es algo extraordinario, anormal, casi milagroso. Parece algo bueno, pero la verdad es que los brujos, y en especial las brujas, han tenido a lo largo de los siglos muy mala fama. 

Todavía hay esta diferencia en español: actualmente, cuando se quiere decir que una mujer es mala, se puede decir de ella que es una bruja. Para los hombres no se usa la palabra brujo (que se reserva para los verdaderos brujos, los que practican la brujería). En cambio se usa el diminutivo, y se dice brujillo/a, la cosa cambia mucho: esta es una palabra que se usa, en femenino y en masculino, sobre todo para los niños, con el sentido de 'pícaro, listo'.

Hace no demasiados siglos, miles de mujeres de Europa, generalmente mayores, pobres y diferentes de las mujeres del resto de su pueblo, fueron llamadas brujas y castigadas por serlo (muchas fueron quemadas en hogueras). En muchos lugares, se produjo una auténtica caza de brujas, expresión que ha quedado hasta hoy: se dice que se está produciendo una caza de brujas cuando se considera que hay una persecución política e ideológica. Un poco como está pasando en España con la persecución de algunas expresiones en las redes sociales, gracias a (o más bien por culpa de) la llamada Ley Mordaza: por ejemplo, a una estudiante le piden más de dos años de cárcel por haber escrito en su Twitter chistes sobre un atentado ocurrido en 1973, el atentado en el que el grupo terrorista ETA mató al militar Luis Carrero Blanco, presidente del gobierno con el dictador Francisco Franco. Las cazas de brujas existen aún, sí, y ocurren en muchos países.

Sobre las antiguas brujas hoy sabemos, gracias a los historiadores, que en su mayoría fueron víctimas de la misoginia ('odio hacia las mujeres') y de la discriminación. Por eso, quizá, desde hace un tiempo se está produciendo una reivindicación de esta palabra, que encontramos con frecuencia, por ejemplo, en los círculos feministas. Esta foto es de una manifestación contra la violencia de género:


brujas
Gran Vía

Pero también hay otros ejemplos más divertidos, como  el de este cartel publicitario:


brujas
Calle Fuencarral

El akelarre (o, en español, mejor aquelarre) es una reunión de brujas: se dice que se reunían por las noches y bailaban, hacían sacrificios, llamaban al demonio, etc.

Este cartel parece que es una campaña publicitaria de Medias Puri en la que convoca a gente para el día 6 de febrero próximo (¡todavía estás a tiempo de ir!), todavía no sabemos para qué. Buscan brujas molonas (molón/molona viene del verbo molar, y significa 'que molan') y no brujas verrugosas (con verrugas, bultos de piel que salen en cualquier parte del cuerpo, y que caracterizan la cara de muchos retratos de brujas, como la de la foto de abajo, que tiene una en la nariz). O sea, buscan chicas divertidas (¿y guapas?).





Hay palabras relacionadas con los brujos y brujas que pueden un significado positivo, como embrujo. Aunque originalmente se aplica a los métodos de los brujos para dominar la voluntad de otra persona, hoy la usamos más como una cualidad de las personas o lugares que nos atraen de manera extraordinaria. Por ejemplo, hay ciertas ciudades que ejercen un verdadero embrujo sobre nosotros.

Es diferente si decimos que un lugar está embrujado: en este caso, nos referimos a un lugar donde pasan cosas paranormales, un lugar encantado. ¿Quieres conocer algunos lugares embrujados o encantados de Madrid? Aquí puedes ver fotos y leer sobre sus leyendas

Brujas, brujería, caza de brujas, cosa de brujas, embrujo, embrujado... Las brujas están muy presentes aún en nuestras vidas, ¿no? Yo no creo en ellas, pero haberlas haylas...

¡Hasta pronto!


PD.- Después me he enterado de que Medias Puri es una discoteca. Por si tenías curiosidad. 

lunes, 16 de mayo de 2016

No me seas así

En las calles de Madrid y de toda España, encontramos a menudo descalificaciones e insultos (palabras valorativas que usamos con la intención de hacer daño a otro, de ofender). En español, como en otras lenguas, la cantidad de palabras que existen para descalificar o insultar es inmensa. Así que hoy solamente vamos a ver unas pocas. ¡Son palabras que necesitas conocer, y sobre todo entender!

Lo que hace más daño es el insulto directo, sin más palabras. Como en esta puerta de un contador de electricidad que vi en una calle del pueblo de Tarifa (Cádiz); supongo que los insultos son para alguno de los hombres que viven en esa casa:


insultos
Tarifa (Cádiz)
       
En esta imagen están algunos de los insultos más típicos y repetidos para un hombre. Algunos de ellos son tacos, como gilipollas ('tonto') y cabrón ('malo'). Otros son simplemente insultos, pero no son tacos: subnormal (palabra que antiguamente se usaba para hablar de personas con algún tipo de discapacidad psíquica, sobre todo para las personas con síndrome de Down; hoy solamente se usa como insulto), cerdo (porque se piensa que el cerdo es un animal muy sucio) e idiota (que seguro que sabes qué significa). Bueno, ¡está clarísimo que la opinión de esta persona sobre alguien que vive en esa casa no es nada buena!

La palabra maricón se usa como forma muy negativa de llamar a un hombre homosexual, pero, como insulto, quiere decir normalmente 'hombre malo, con mala intención, que hace daño'. Este es el típico insulto machista dirigido a un hombre; otro típico insulto machista, pero dirigido a una mujer, es este:

insultos
Plaza de los Tubos 

Puta es un taco que significa 'prostituta', y es el típico insulto de algunos hombres cuando una mujer los rechaza. Curiosamente, es muy raro que una mujer use la palabra puto (que también existe) cuando un hombre la rechaza. Parece que, para descalificar a alguien, los machistas siempre tienen que hablar de sexo.

Una forma mucho menos fuerte de descalificar a alguien es usar la fórmula que ves en esta foto, que me envió mi amigo Iñaki Goitia (¡gracias, Iñaki!):


no me seas


En primer lugar, usa la palabra marica, un poco más suave que maricón, aunque también se usa como insulto. En segundo lugar, con la forma gramatical no me seas, usando un pronombre me que implica una cierta afectividad; la persona que dice esto muestra con ese pronombre una relación personal con la persona a la que descalifica, y de esta manera no es tanto un insulto, sino una crítica o una burla. Es una forma que usamos mucho con amigos y familia, y, cuando no tenemos ganas de pensar en una palabra exacta, decimos muchas veces: No me seas así.

Pero este me, claro, es totalmente opcional y muchas veces, la mayoría, no se usa. Aquí tienes un ejemplo:


no seas fantasma
Calle de la Puebla

Esta forma de calificar tampoco es tan fuerte como el insulto directo. Es más suave decir No seas fantasma que decir ¡Fantasma! Supongo que conoces la palabra fantasma con el significado de 'ser irreal, imaginario, que normalmente es una persona muerta que se aparece a los vivos', pero también usamos esta palabra para criticar a alguien que presume mucho de algo que no es verdad. Por ejemplo:

(Dos chicos muy jóvenes)
- Y también sé conducir camiones.
- ¡Anda, anda, no seas fantasma! ¡Pero si no sabes conducir un coche!


¿Qué te ha parecido la entrada? ¿Conoces otros insultos en español? ¿En tu lengua hay muchas palabras como esta?¡No me seas vago y escribe un comentario contándomelo! ¡Hasta pronto!