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lunes, 16 de junio de 2025

Callejero sentimental

A veces, cuando callejeo por Madrid y otros lugares y veo nombres de calles que me llaman la atención, me pregunto cómo y quién decidió tales nombres. No me refiero a nombres de personas o de lugares, sino, por ejemplo, a nombres de calles que nos hablan de sentimientos, estados de ánimo y cosas similares.

En Madrid existe una calle muy antigua con este bonito nombre:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental


Aparentemente, desengaño es lo contrario de engaño, pero no es exactamente así, porque no siempre las palabras que formamos poniendo DES- o IN- al principio son contrarias a la palabra de origen (puedes ver muchos ejemplos en la entrada Conciertos y desconciertos). Un engaño son acciones o palabras que intencionadamente te hacen creer algo que no es verdad; un desengaño es el sentimiento que se tiene cuando se pierde la fe o la esperanza en algo o alguien. En cierto modo, son palabras contrarias, porque antes creías algo (vivías en un engaño) y después no; pero muchas veces creemos algo o creemos en alguien sin que nos los hayan hecho creer intencionadamente. Por eso digo que no son exactamente contrarios.

Existe también el verbo desengañar. Con frecuencia, lo usamos en forma reflexiva y en imperativo para pedirle a alguien que salga del engaño, de la ilusión, la creencia o la esperanza falsa que tiene. Y usamos las formas desengáñate (tú), desengáñese (usted), desengañaos (vosotros) o desengáñense (ustedes). Algunos ejemplos que son titulares o comienzos de publicaciones de Internet:

Desengáñate: un niño acosador no se siente culpable (te explicamos por qué)

(muhimu.es)

Desengáñense. Ningún gobierno va a poner en su sitio al sistema financiero de este país. 

(murciaeconomia.com)

Desengáñese, la pobreza no es soportable

(elpais.com)


¿Y cuál fue el desengaño de la calle del Desengaño? El azulejo de la foto está relacionado con la leyenda sobre su nombre: dos caballeros rivales que estaban a punto de luchar con sus espadas vieron pasar a una misteriosa y aparentemente atractiva mujer; la siguieron hasta que la alcanzaron y descubrieron que era una momia. Y, claro, aquí llegó el desengaño de los caballeros.


También me llama la atención que en varias poblaciones de España exista una calle con este nombre:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental
Carcaboso (Cáceres)


La amargura es un sentimiento de frustración y tristeza que suele durar mucho tiempo y que suele ser consecuencia de haber sufrido una gran injusticia o haber tenido una desilusión enorme. Es un sustantivo con uso metafórico que viene del adjetivo amargo/a (que es un sabor muy desagradable que también dura mucho tiempo en la boca).


Desengaño, amargura... ¿Todo son sentimientos tristes en los nombres de las calles? Afortunadamente, no. Hace poco me encontré con esta en la ciudad de Valladolid:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental



Pero... ¡oh, desengaño! Cuando me acerqué a ver la calle, vi que era un pequeño callejón sin mucho atractivo. Eso sí, tiene una historia curiosa (y nada alegre) que puedes leer en la Wikipedia.


Imagina que tienes que elegir un nombre de un sentimiento para tu calle o tu plaza. ¿Cómo la llamarías? 

¡Hasta pronto!




domingo, 25 de mayo de 2025

Más se perdió en Cuba

Hay lugares que están asociados a algunos conceptos porque, por su historia o por la sonoridad de su nombre, forman parte de algunas expresiones populares.

La primera que te voy a mostrar no es una expresión antigua. Empezó a hacerse popular en Galicia y lo fue más todavía desde que en los años 80 un grupo de punk-rock gallego, Siniestro total, tituló con ella uno de sus álbumes. La frase ha llegado también a Madrid en la fachada de esta pastelería portuguesa especializada en tartas de chocolate: Menos mal que nos queda Portugal.


Aprende español callejeando: Más se perdió en Cuba
Calle Cervantes

¿Qué significa esta frase? Se usa (sobre todo en Galicia, que está muy cerca de Portugal) cuando se quiere expresar que la situación en España es desastrosa (puede ser por muy diferentes razones), y quiere decir que siempre tenemos cerca Portugal para escapar. Viene muy bien, también el nombre de ese país para esa frase porque Portugal rima con mal. Decir, por ejemplo, menos mal que nos queda Francia tendría mucha menos gracia.


Vamos con el nombre de un restaurante, cubano por supuesto, que da título a la entrada de hoy:


Aprende español callejeando: Más se perdió en Cuba
Calle Cartagena

Esta expresión hace referencia a un hecho histórico: la isla de Cuba fue colonia española durante siglos, y en 1898 dejó de serlo. ¿Y cómo usamos esta expresión? Expresa resignación ante alguna dificultad o pérdida, le quita importancia y sirve de consuelo. Por ejemplo:

- ¡He perdido el archivo donde tenía el trabajo de Física!
- Bueno, mujer, más se perdió en Cuba. Venga, que te ayudo y lo hacemos rápidamente otra vez.


El último ejemplo de hoy lo encontré en un autobús:


Aprende español callejeando: Más se perdió en Cuba
Calle Francos Rodríguez

La expresión tener un as en la manga viene de los juegos de cartas y seguramente existirá en otros idiomas. El as, en la mayoría de los juegos, es la carta que tiene más valor, y es esta (te pongo imágenes de las cartas más internacionales y de la baraja española):






Tener / guardar un as en la manga es casi literal: cuando en un juego de cartas un jugador tiene un as guardado en la manga de su camisa o chaqueta, lo tiene preparado para sacarlo si es necesario (haciendo trampa, claro). En esta metáfora, el as es cualquier recurso o ventaja que tengamos escondidos hasta el momento en el que lo necesitemos para superar cualquier situación o vencer en ella. 

Pero en el mensaje del autobús hay un juego de palabras. Vuelve a leerlo y fíjate en que las palabras La Manga están escritas en rojo; debajo puedes ver que es un anuncio de una compañía aérea que ofrece vuelos a la comunidad de Murcia. Aquí no se habla de la manga de la camisa o de la chaqueta, sino de La Manga del Mar Menor, una localidad turística de Murcia. Por eso, dicen, si no tienes ningún plan para el próximo fin de semana, esta compañía aérea es tu as en la manga (o La Manga), un recurso con el que no contabas y te ayudará a pasar un buen fin de semana.

Por supuesto, hay muchas más expresiones que incluyen nombres de lugares. Tienes algunas en la entrada Esto me suena (bien) y también en mi tablero de Pinterest Expresiones con nombres de lugares.

¡Y ya hemos paseado bastante por hoy: por Portugal, por Cuba y por La Manga! ¡Hasta pronto!



jueves, 8 de mayo de 2025

Millones y abundantes razones

Hay un local en el barrio de Lavapiés con un nombre que me llamó mucho la atención cuando lo vi:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones
Calle López Silva

No le encuentro lógica al nombre, porque... ¿millones de qué?, ¿abundantes razones para qué? Buscando en Internet encuentro que se trata del nombre de una empresa dedicada a la construcción de edificios. Al mismo tiempo, la escritura china, acompañada del dibujo de una tetera a la derecha, invita a pensar en un restaurante chino. Así que, verdaderamente, no sé qué es ni por qué se llama así.

Millones y abundantes razones es también el título de una exposición de la artista madrileña Elena Blasco en el año 2012. Ella misma explica al comienzo de este vídeo por qué llamó así a su exposición  (y tiene relación con el local de la foto anterior):




¿Por qué he elegido hablar hoy de millones? Pues porque hace pocos días este blog llegó a la estupenda cifra de dos millones de visitas. ¡Dos millones, qué guay! ¡Muchas gracias a todos los que lleváis leyendo el blog tantos años!

Pero no voy a desaprovechar la oportunidad de hablar de números, de esos números grandes que se pueden confundir y, por lo tanto, son peligrosos. Porque no es lo mismo confundirse hablando de decenas que hablando de millones.

Hay un numeral español que confunde bastante, y es el que está en la fachada de esta tienda, tradicional y muy antigua, de objetos de acero (cuchillos, tijeras, etc.), la cuchillería Viñas:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones
Calle Atocha

Un millar es lo mismo que mil. Estas dos frases, por ejemplo, significan lo mismo:

Asistieron mil personas = Asistió un millar de personas

Si lo usamos en plural, significa lo mismo que miles (o mil, porque cuando hablamos de cifras exactas usamos la forma mil, no la forma plural miles):

Asistieron miles de personas = Asistieron millares de personas

Asistieron tres mil personas = Asistieron tres millares de personas

La palabra millar, sin embargo, es más formal que mil, así que en la lengua informal la oirás mucho menos.

Otra razón de confusión puede ser el parecido de la palabra millar con la palabra millardo. ¡Y esta sí puede ser una confusión muy gorda! Porque un millardo son mil millones. ¿Y cómo se llama entonces al millón de millones en español? Usamos la palabra billón. Esta palabra, billón, es también motivo de confusión porque no significa lo mismo que en otras lenguas.

Seguro que ahora mismo te bailan los números en la cabeza, así que aquí pongo todo con un poco de orden:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones


¡Os envío varios billones de gracias, lectores! ¡Hasta pronto!




lunes, 21 de abril de 2025

Poesía inmobiliaria


En estos momentos en los que la vivienda es un problema para una gran parte de la población española (como te expliqué hace unos meses en la entrada Derecho a techo), muchos mensajes callejeros con tono poético están llenos de lenguaje relacionado con ella.

Por ejemplo, esta pintada, en la que encontramos un verbo que odian muchos españoles (porque alquilar una vivienda se ha convertido en una pesadilla en este país):


Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Paseo de Yeserías


Un latido es el golpe que produce el corazón con sus movimientos, así que en realidad lo que alquila esta persona es su corazón. Creo que quiere decir que está buscando el amor. Y usa una fórmula que es habitual al hablar del alquiler: una vivienda se puede alquilar por meses, por años


Esta otra persona, que ha puesto su cartel en pleno centro de Madrid, sueña con vivir en una población más pequeña al lado del mar. Pero usa una expresión muy curiosa que luego te explico:


Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Glorieta de Bilbao


La fórmula para entrar a vivir se encuentra muy a menudo en los anuncios de venta de casas. Significa que la casa está en buen estado y no es necesario hacer reformas importantes antes de vivir en ella (aunque probablemente haya que pintar y hacer algunos pequeños arreglos). Cuando, por el contrario, la casa no está en buen estado, se suele anunciar con la expresión para reformar. Creo que esta persona nos está diciendo que busca un pueblo en el que pueda vivir sin complicaciones, llevando una vida sencilla y bonita.


Para esta otra poeta urbana que cuelga botas con mensajes poéticos de los árboles, vivir al lado del mar no es necesario si en la casa hay libros:


Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Glorieta de Ruiz Giménez


Un sótano es la parte de un edificio que está por debajo del nivel de la calle. En algunos edificios es una zona habitable y en otros no. Pero en todos los casos, los sótanos no tienen vistas a nada, ni vistas al mar, ni vistas a la montaña, ni vistas a la playa, ni vistas a ningún monumento. Sin embargo, la persona que escribe el mensaje tiene suficiente con sus libros, porque leyéndolos se imagina en cualquier lugar del mundo.


El último mensaje de hoy nos habla de otro tipo de vivienda, una que no es realmente para vivir sino para estar en ella para siempre.

Aprende español callejeando: Poesía inmobiliaria
Calle Monseñor Óscar Romero


Este mensaje lo fotografié en los muros de un cementerio del barrio de Carabanchel, el cementerio parroquial de San Sebastián Mártir. En Madrid, morir también sale bastante caro, especialmente si quieres ser enterrado, así que algunos cementerios ofrecen la opción de pagar poco a poco, con una cuota mensual. La expresión cuota mensual o cuota anual se refiere a una cantidad de dinero que se paga cada mes o cada año por un servicio o para devolver un préstamo (por ejemplo, el que casi todo el mundo tiene que pedir al banco para comprarse una vivienda). En este caso, se paga para comprar un trozo (un pedazo) de cielo, porque este cementerio es católico y se supone que los que están allí (o al menos una parte) son buenos católicos y han ido al cielo. Un mensaje muy irónico, que mezcla creencias religiosas con intereses económicos, en fin, la pura realidad.

Y hasta aquí la poesía inmobiliaria que me he encontrado en estos últimos meses por las calles de Madrid. ¡Espero que te haya gustado la entrada! Si es así, házmelo saber, que me encanta recibir mensajes de los lectores. ¡Hasta pronto!






viernes, 31 de enero de 2025

Mercados de Maravillas

Cuando en España decimos que compramos en el mercado, nos referimos a un lugar cerrado, un edificio en el que se venden, en diferentes puestos -las pequeñas tiendas del mercado- productos generalmente frescos, como carne, pescado, fruta y verdura. Por ejemplo, en esta foto del mercado de Tetuán podemos ver a la izquierda un puesto de fruta y la derecha uno de carne:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


En esta otra imagen del mismo mercado vemos la frutería y, detrás de ella, un puesto de variantes. En los puestos o tiendas de variantes encontramos productos no exactamente frescos, sino tratados de diferentes formas para conservarlos y darles sabor: con vinagre, con sal, con aceite, etc. Por ejemplo, en estos sitios venden aceitunas, bacalao seco, pepinillos, atún en escabeche, etc.


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


En cambio, cuando se trata de puestos al aire libre, hablamos de mercadillos. En algunos de ellos también puedes comprar verdura y fruta, pero no carne ni pescado. Lo que más venden es ropa y todo tipo de objetos, aunque hay algunos especializados, como los de antigüedades.

Hoy nos vamos a centrar en los primeros, los mercados, y en las ventajas que nos ofrece comprar en ellos, pero antes te explico el título de la entrada. Este de la foto es uno de los mercados de barrio -cada barrio tiene el suyo- mejores de Madrid:


Aprende español callejeando: Mercados de Maravillas
Calle Bravo Murillo


En realidad se llama así en recuerdo de un establecimiento anterior, una fábrica de papeles que se llamaba Las Maravillas; tras el cierre de la fábrica, se construyó un colegio, que se llamó Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas, y finalmente, en los años 40 se inauguró este mercado. Y creo que, aunque el nombre no se le puso por eso, en él podemos encontrar verdaderas maravillas gastronómicas. Por ejemplo, puedes encontrar caracoles preparados de varias maneras pero también vivos, como este pequeño que está subiendo por el cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, Calle de Bravo Murillo

(Sí, ya sé que a lo mejor te da un poco de -o mucho- asco pensar en comer caracoles, pero en España es algo muy normal).

Como ves, una de las ventajas de comprar en el mercado es que se trata de productos frescos. Vamos con otra de la que hablan estos carteles:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, calle Bravo Murillo

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Vallehermoso, calle Fernando el Católico


Comprar a granel es comprar un producto sin envasar ni empaquetar, o sea, comprar la cantidad que tú quieres. Esta expresión se usa, si hablamos de alimentos, para productos de pequeño tamaño, como por ejemplo cereales, frutos secos, legumbres, arroz, pastas o especias. En muchos mercados hay puestos donde comprar a granel, aunque también hay tiendas que no están en mercados y que venden a granel estos productos y otros, como perfumes y detergentes.

En el mercado compramos al peso lo demás: fruta, verdura, carne y pescado. Comprar a granel y al peso en realidad es lo mismo: compras la cantidad que tú quieres y el precio está en función del peso. Pero usamos dos expresiones distintas. 

¿Y qué quiere decir que el cuarto y mitad está de moda? Como en los puestos del mercado puedes comprar la cantidad que quieras, puedes pedir por gramos o por fracciones de un kilo, como cuarto de kilo, medio kilo o tres cuartos. Pero también puedes pedir "cuarto y mitad", que significa 'cuarto y mitad de cuarto de kilo', lo que sería una cantidad de 375 gramos. Algunas veces, es es la cantidad que necesitamos, ni más ni menos. ¿Por qué dicen que está de moda? En realidad, no lo está, poca gente pide ya esa cantidad, pero los mercados quieren poner de moda la compra al peso con esta frase.

También en un rincón del mercado de Maravillas la han escrito junto con otras dos que nos hablan de ventajas de comprar allí:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, calle Bravo Murillo

La segunda frase, la que está escrita en rojo, se refiere a algo que te pueden hacer en las pescaderías de los mercados. En ellos, te preparan el pescado para cocinarlo como tú quieras; si quieres, te quitan el esqueleto (las espinas o raspas) y te dejan solo la carne con su piel. Y te lo limpian, si no dices lo contrario. Las raspas se pueden usar para hacer un buen caldo para una sopa, así que, si eres un buen cliente, el pescadero te puede guardar el esqueleto de los pescados que otras personas no se llevan. Esto, claro, no lo hacen en ningún supermercado.

La tercera frase nos habla también de un trato especial y directo con el cliente: si el vendedor conoce tus gustos y vas habitualmente, puede acordarse de ti cuando ve algo y guardarlo (apartarlo, no ponerlo junto con el resto del producto a la venta hasta que tú no vayas).

En los mercados hay muchos pequeños servicios que lo diferencian de un supermercado. Por ejemplo, en una pollería del mercado de Tetuán tienen este cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana

Por encargo es una expresión importante tanto en tiendas como en restaurantes. Cuando algo se hace por encargo, tienes que pedirlo un tiempo antes (normalmente, como mínimo un día antes). Esta expresión se encuentra muchas veces también en las cartas de los restaurantes, sobre todo para los arroces y asados. Significa que, si no lo has encargado antes, no puedes pedir esos platos en el momento.

En esta pollería, entonces, si lo pides con antelación, te rellenan -no sé exactamente con qué, supongo que puedes elegir- un pollo o un pavo y le quitan los huesos (lo deshuesan). Y esto tampoco te lo hacen con un producto fresco en un supermercado.


Hay otra cosa importante que debes saber si quieres ir a comprar a un mercado y está escrita en este cartel:

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


Esta frutería es muy grande y está en el centro del mercado, por eso tiene fruta y verdura expuesta en varias direcciones. En el cartel nos dicen, primero, que se despacha (despachar aquí significa 'dar al cliente de una tienda lo que pide', que es lo que hacen los que trabajan en mercados y tiendas) por el otro lado de la frutería, no en el lado en el que hemos sacado la foto. Pero el mensaje más importantes es el segundo: ¡No tocar el género! En los comercios llaman género a la mercancía, es decir, a los productos que se venden. En los lugares en los que se vende comida fresca (sean mercados, tiendas o supermercados) generalmente no está permitido que el cliente toque esa comida.

La foto de arriba la tomé hace unos meses, y hace unos días me resultó curioso ver un nuevo cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana

Encontrar carteles en español y en inglés en un mercado tradicional no era hasta ahora nada habitual. Creo que este cartel es una prueba de algo que está pasando en muchos barrios de Madrid, y es que cada vez hay más pisos turísticos en ellos.


Como ya imaginas, soy partidaria de comprar el máximo posible en los mercados tradicionales, que además dan empleo autónomo a muchísima gente. Me da pena ver cómo algunos han cerrado y otros -sobre todo los del centro de la ciudad- han reducido su espacio tradicional, teniendo que incluir, para sobrevivir, todo tipo de negocios. Es lo que pasa desde hace años en el mercado de Antón Martín, en el barrio de Lavapiés, en el que ahora hay menos puestos tradicionales y muchos más puestos gastronómicos (o sea, pequeños restaurantes y bares). Además, la planta superior la ocupa desde principios del siglo XXI una importante escuela de flamenco, Amor de Dios. Por eso, en su fachada el artista irlandés Fin DAC pintó una de sus características figuras femeninas con aire asiático en cuyo brazo aparece otra figura femenina, bailaora de flamenco:



Aprende español callejeando: Mercados de maravillas

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Santón Martín, calle Santa Isabel

Termino con esta imagen que resume un poco todo lo que te he dicho:

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Calle Marqués de Viana


¡Compra en los mercados! ¡Hasta pronto!









martes, 7 de enero de 2025

El gallo canta

Hace unos días, paseando por el barrio de las Letras, me fijé en el nombre de esta taberna que no conocía:


Aprende español callejeando: El gallo canta
Calle de Jesús

Es curioso que digamos que los gallos cantan, porque la verdad es que la mayoría de las veces no producen un sonido muy armonioso. De hecho, cuando alguien está cantando y de repente, sin querer, suelta un sonido falso y un poco chillón, perdiendo la armonía, desafinando, decimos que ha hecho un gallo, ha soltado un gallo o que le ha salido un gallo. Un ejemplo práctico, el gallo que soltó un representante de España en el festival de Eurovisión:




Además, el sonido del gallo no suele durar mucho, mucho menos que una canción. Por ser tan corto, para hablar de algo que ocurre o se hace en poco tiempo, muy rápidamente, podemos decir también que ocurre o se hace en menos que canta un gallo. Un ejemplo:

Decía que no tenía hambre, pero se comió todo el plato en menos que canta un gallo.

La taberna El gallo canta está especializada, curiosamente, en huevos, y sobre todo en tortillas. Digo curiosamente porque los huevos no los ponen los gallos sino las gallinas. Y fíjate, no sé si esto no será otra injusticia histórica reflejada en el lenguaje, porque se dice que los gallos cantan (o sea, es un sonido bonito), mientras que las gallinas cacarean (que es un sonido un poco molesto o desagradable). Si las gallinas pudieran hablar y defenderse de esta injusticia, otro gallo cantara u otro gallo cantaría; esta es otra expresión relacionada con los gallos que significa que, en otras circunstancias, las cosas serían distintas. 

Un ejemplo de un medio de comunicación:

(Título de una noticia de una protesta por las malas condiciones de un albergue para personas sin techo)

Si los políticos tuvieran que dormir en el albergue, otro gallo cantaría


(La Voz del Sur)

Y ya que hemos dedicado tanto rato a los gallos, ¿qué tal si recuerdas o aprendes los verbos que usamos para hablar de los sonidos de otros animales? Debajo te dejo un pequeño ejercicio con algunos de estos verbos, y las soluciones al final, debajo de mi firma (¡no las mires antes de haber trabajado en el ejercicio!).


Aprende español callejeando: El gallo canta


Pues me despido ya en esta primera entrada del año y aprovecho para desearte un muy feliz año 2025. ¡Hasta pronto!



Soluciones:

El burro rebuzna, el caballo relincha, el cuervo grazna, el gallo canta, el gato maúlla, el león ruge, el lobo aúlla, el perro ladra, la ballena canta, la vaca muge.

Y, si has llegado hasta aquí, una pregunta: si el gallo canta es el nombre de una taberna, ¿para qué tipo de establecimiento podrían servir estas otras frases, como la vaca muge o el león ruge?

domingo, 22 de diciembre de 2024

Cocinillas



La historia reciente de la palabra cocinillas es curiosa, porque nos habla de cambios en la sociedad. 

Hasta hace no demasiados años, esta palabra se refería a hombres a los que les gustaba participar en la tarea de cocinar, pero sin ser los cocineros principales. Esta responsabilidad -la de cocinero principal o habitual- se atribuía a las mujeres (con excepción de los chefs de alta cocina, donde tradicionalmente han predominado los hombres).

Afortunadamente, estos papeles tradicionales han ido cambiando, y son muchísimas las familias en las que la cocina es una tarea compartida o asumida por un hombre. Por otro lado, hoy se cocina muchísimo menos que hace unas décadas, y necesitábamos una palabra para llamar a las personas, hombres o mujeres, a las que les gusta cocinar, frente a las muchísimas a las que no les gusta. Y aquí ha entrado en juego la palabra cocinillas, que ahora se usa, sobre todo, con ese significado: persona aficionada a cocinar.

El sustantivo masculino cocinillas se ha convertido hoy en un sustantivo de género común. Eso explica que en Madrid haya dos locales de restauración que se llaman casi igual, con una pequeña diferencia:


Aprende español callejeando: Cocinillas
Calle Lope de Vega


Aprende español callejeando: Cocinillas
Calle San Andrés




En otra entrada, El hortera, te hablé de los sustantivos y adjetivos de género común, pero solamente de los que acaban en -a. Como puedes ver con el caso de cocinillas, tenemos sustantivos y adjetivos de género común que terminan diferente. En la entrada "El hortera" puse una infografía con algunas de las palabras de género común terminadas en -a más utilizadas; aquí pongo otra con otras terminaciones: terminadas en -o, en -e, y en diferentes consonantes. Todas son palabras, claro, referidas a personas y muchas de ellas nos hablan de profesiones y cargos. De las curiosas palabras metomentodo, sabelotodo y correveidile tienes explicaciones y ejemplos en la infografía del final de esta otra entrada: A mesa puesta.

Recuerda que, aunque estas palabras no cambien, otras palabras que la acompañan sí cambian según hablemos de hombres o de mujeres. Decimos, por ejemplo:

La portavoz del Gobierno / El portavoz del Gobierno
Una modelo muy famosa / Un modelo muy famoso
Un detective muy discreto / Una detective muy discreta
El canciller alemán / La canciller alemana


Aprende español callejeando: Cocinillas



¡Felices fiestas y hasta pronto!




lunes, 2 de diciembre de 2024

¡Qué chuli!

Fíjate en el nombre de uno de los cientos de establecimientos que hay ahora mismo en Madrid dedicados a las uñas (y en este caso, también a las pestañas).


Aprende español callejeando: Qué chuli
Calle Bravo Murillo


El año pasado escribí una entrada que se titulaba casi igual que esta: ¡Qué chulo!, donde te hablé de los diferentes significados de esta palabra. Como ves, la única diferencia está en la vocal final. La forma chuli, que sirve tanto para cosas masculinas como femeninas, es lo mismo que chulo/a, pero solo en el significado, aplicado a las cosas, de 'bonito, gracioso, estupendo'. 

Cambiar la terminación de un adjetivo o un sustantivo por una -i es algo informal y característico del lenguaje de los adultos dirigido a los niños o de personas jóvenes un poco cursis (cursi es un poco difícil de definir, pero aquí va un intento: 'alguien que pretende estar a la moda y mostrarse muy cool, pero que resulta ridículo o de poco gusto'), pijas (con pijo/a pasa lo mismo, lo vuelvo a intentar: 'persona que, con su forma de vestir, de hablar o de comportarse, supuestamente de buen gusto, quiere mostrar que pertenece a una clase social alta') o, simplemente, un poco infantiles.

Ejemplos del lenguaje de los adultos cuando hablan con los niños son las formas papi y mami. Generalmente (hablo solo de España, porque en este tema hay mucha variación entre zonas) los niños usan papá y mamá, pero sus padres a veces, cuando hablan con ellos, usan las formas terminadas en -i.

Ejemplos del lenguaje de personas jóvenes cursis o pijas: cuqui (por cuco/a; sobre esta palabra puedes leer Cosas cucas), porfi (en lugar de por favor), holi (por hola).

También hay gente, niños y adultos, que hablan de compis en lugar de hablar de compañeros/as. Hasta nuestra reina Letizia hizo famosa la palabra compiyogui al usarla para hablar de un empresario (implicado en varios casos de corrupción, amenazas, etc.) que era su compañero de clase de yoga.


Todas estas formas pueden parecerles cursis, pijas o infantiles a muchas personas (aunque no a las que las usan, claro), pero, eso sí, todas ellas tienen un sentido afectivo positivo. Hay, sin embargo, otros casos en los que la cosa no está tan clara:


Aprende español callejeando: Qué chuli
Imagen de Iñaki Goitia

En principio, llamar gordi a tu pareja, sea un hombre o una mujer, parece algo cariñoso. No tenemos por qué pensar que esa pareja es una persona gorda; lo más seguro es que no lo sea, porque si realmente lo es, creo que se enfadaría. Es solamente una forma cariñosa, sí, pero ¡a mí no me gustaría nada que mi pareja me llamara así! Y no soy la única.

Y hay otra forma parecida que no solo no es cariñosa, sino que más bien se usa para burlarse de la otra persona: guapi en lugar de guapo/a. Hace unos años, en 2016, un anuncio de una aplicación para comprar y vender ropa hizo muy popular la frase "Claro que sí, guapi", que durante un tiempo se usaba para todo: para dar la razón o para todo lo contrario, siempre con humor. Afortunadamente, esta moda pasó, pero la frase ha quedado escrita en muchos sitios, especialmente en las redes sociales. Este es el anuncio:



En fin, que yo te aconsejo no usar estas formas de las palabras porque, como ves, responden a contextos muy determinados o son simplemente modas que vienen y van. Sin embargo, está bien que las conozcas y las relaciones con las palabras de las que proceden.

¡Hasta pronti! 😆😆😆





viernes, 18 de octubre de 2024

Sine die

Hace tiempo escribí una entrada sobre palabras o expresiones del latín que seguimos usando igual que se usaban hace siglos, sin transformar las palabras. Algunas de ellas son bastante internacionales, pues se usan en muchas lenguas muy conocidas.

En los años que han pasado he ido encontrando más latinismos por las calles, que es como se llaman estas palabras, así que aquí van algunos de los más útiles.

Una de las frases latinas más famosas, y de la que ya te hablé en aquella entrada, es la que aparece escrita en color rojo en esta obra de arte callejero:


Aprende español callejeando: Latinismos
Calle Santa Isabel

La obra es un poco difícil de interpretar: vemos un gran cuadro de la Virgen en la pared y a una mujer sentada en una cama delante de un ajedrez. Pero la frase es inequívoca: tempus fugit, o sea, el tiempo huye, el tiempo vuela, lo que viene a decir que debemos aprovechar nuestro tiempo de vida.

Es una frase de uso culto, claro está, que muchos hablantes conocen pero otros no. Lo mismo pasa con esta otra:


Aprende español callejeando: Latinismos
Calle San Hermenegildo

La frase significa literalmente 'Hechos, no palabras', que creo que se entiende bastante bien. En la lengua menos formal, en lugar de esa frase tenemos un refrán: Obras son amores, y no buenas razones. Lo usamos para referirnos a alguien que habla mucho, pero hace poco. Seguro que tenéis uno igual en tu lengua, porque esto es sabiduría universal.


Otros latinismos muy conocidos tienen relación con las artes. Por ejemplo, el que da nombre a esta tienda:

Aprende español callejeando: Latinismos
Calle del Espejo

Opera prima significa 'primera obra'. Un buen nombre para esta editorial que está especializada en la publicación de libros de autores noveles, es decir, autores que publican un libro por primera vez. Pero opera prima se usa también para otro tipo de obras artísticas: un cuadro, una obra de teatro, un edificio, etc.

Más especializado es este otro latinismo que da nombre a una cadena australiana dedicada a la venta de todo lo relacionado con las motos:


Aprende español callejeando: Latinismos
Calle Augusto Figueroa

El Deus ex machina (' el dios que baja de la máquina') proviene del teatro de la Antigüedad clásica; en aquella época, en algunas obras un personaje que representaba a un dios bajaba al escenario gracias a un mecanismo y resolvía el problema que se había planteado. Con el tiempo, se llamó Deus ex machina a cualquier personaje o acontecimiento inesperado que soluciona una situación dramática en una narración. Así que puede haberlos en el teatro, en el cine o en una novela.

En la tienda, claro, no se refieren a este mecanismo narrativo, sino a los moteros, los "dioses" que bajan de la máquina, o sea, la moto. También en la puerta de la tienda aprovechan otra frase conocida en latín: la frase original es In vino veritas ('En el vino está la verdad', porque bajo los efectos del alcohol es más fácil que digamos la verdad), mientras que aquí cambian el alcohol por la gasolina, aunque no usan la palabra española. Existe la palabra bencina, pero apenas se usa, se prefiere gasolina.


Otro establecimiento con nombre latino, este bastante usado:

Aprende español callejeando: Latinismos
Calle Lope de Vega

Se trata de una galería de arte, pero el latinismo no está relacionado con las artes, es mucho más general. Su significado es 'modo de actuar', o sea, la manera de hacer algo de una persona o grupo de personas. Aunque se puede aplicar a cualquier tema, la verdad es que se usa sobre todo para hablar de la manera de actuar de los delincuentes de todo tipo: desde la corrupción política a las estafas por Internet. Veamos algunos ejemplos de titulares de medios de comunicación:

Whatsapp: El modus operandi de la nueva modalidad de estafa de Halloween

(ADN 40)

Así es el modus operandi de los ladrones del aguacate

(La Sexta)

Estafas del amor: cuál es el perfil de los delincuentes, qué víctimas eligen y cuál es su modus operandi

(La Voz de Galicia)


Así que, bueno, tiene gracia que una galería de arte se llame Modus operandi, como si los artistas fueran un grupo de delincuentes.´


Y vamos ahora con tres latinismos muy usados en todos los contextos, tanto en la lengua oral como escrita. 

El nombre de este restaurante es solo una parte de uno de ellos, pues el latinismo completo es totum revolutum:


Aprende español callejeando: Latinismos
Ávila

Totum revolutum significa, literalmente, 'todo revuelto', o sea, 'todo mezclado y desordenado'. Lo usamos como un sustantivo masculino, como se puede ver en este ejemplo tomado de Twitter, en el que una usuaria comenta un libro:


El nombre del restaurante es apropiado, porque en su carta, efectivamente, hay una mezcla de cocina moderna y tradicional.


También juegan con un latinismo los que pusieron nombre a este otro establecimiento:


Aprende español callejeando: Latinismos
Calle Sánchez Preciado

Decir que algo es peccata minuta significa que es un error o falta que no tiene ninguna importancia, es un inconveniente muy pequeño. En esta tienda restauran y venden muebles de madera, así que han cambiado la palabra minuta del latinismo por la palabra viruta, que significa 'hoja muy delgada de madera'.


Por último, una expresión muy, muy usada que encontramos en este aviso puesto en la puerta de una tienda:

Aprende español callejeando: Latinismos
Las Navas del Marqués (Ávila)

Sine die significa, palabra por palabra, 'sin día' y su significado es 'sin fecha, sin plazo'. Se usa para hablar de actividades que quedan aplazadas, es decir, que en el presente no se hacen pero se harán en un futuro que todavía no se puede fijar. Así que tenemos que entender que esta tienda ha cerrado de momento y abrirá en el futuro pero todavía el dueño no sabe cuándo.

Si no leíste la entrada anterior sobre este tema o quieres volverla a leer, la tienes aquí: Puro ego. En ella encontrarás también una infografía con las palabras latinas más usadas en el español actual. 


Y así me despido yo, sine die, porque volveré a escribir pero no sé cuándo exactamente. ¡Depende de las cosas interesantes que me encuentre por ahí! ¡Hasta pronto!