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jueves, 30 de noviembre de 2023

Pan para hoy, hambre para mañana



Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Benicarló (Castellón)



En un pueblo de la costa de la Comunidad Valenciana compré pan en una estupenda panadería y me lo dieron en esta bolsa de papel. Supongo que entiendes el mensaje: si compras pan allí, ayudas a que el panadero mantenga su negocio. Pero quizá no sepas que esta frase es una variante de un refrán: Pan para hoy, hambre para mañana

Decimos que algo es pan para hoy y hambre para mañana cuando es una solución para el momento actual, satisface nuestra necesidad inmediata, pero no tiene en cuenta el futuro (e incluso puede hacer que nuestro futuro sea peor). Un ejemplo de un periódico:

El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, celebró hoy que la Cámara de Diputados haya rechazado un proyecto de "autopréstamos" que permite a los ciudadanos retirar entre el 15 % y el 100 % de sus fondos privados de pensiones y devolver el dinero en unos años. "A los parlamentarios que insisten en que los trabajadores se rasquen con sus propias uñas y recurran a sus ahorros para enfrentar las dificultades del momento, mediante autopréstamos o retiros, les decimos que es pan para hoy y hambre para mañana", dijo Boric.
(www.lavanguardia.com)

Sobre la palabra pan y las expresiones relacionadas con ella ya te hablé en la entrada Un trozo de pan. Hoy nos vamos a ocupar de otra palabra del refrán: vamos a hablar de hambre.

Hambre, esa terrible realidad que no ha desaparecido aún del mundo, para vergüenza de todos. Porque tiene razón la persona que escribió esta frase (que parece un refrán tradicional pero no lo es) en un muro de un pueblo de la Comunidad de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Ciempozuelos (Madrid)



Tiene razón, porque hay alimentos suficientes en nuestro planeta para todos, pero están muy mal repartidos. Así que si alguien muere de hambre, es que lo hemos matado entre todos.

En la combinación de palabras morir de hambre, la preposición de tiene un sentido causal, introduce la causa, igual que, por ejemplo, temblar de frío o caerse de sueño. Este sentido de la preposición de está limitado a algunos usos, generalmente relacionados con sensaciones físicas y con sentimientos (por ejemplo, la metáfora morir de amor). 

Como expresa la pintada, si alguien muere de hambre, es porque lo matamos. Y también usamos la combinación de palabras matar de hambre para referirnos a que alguien no le da a otra persona la cantidad de alimentos necesarios; por ejemplo, podría decirse de unos padres que no alimentan bien a sus hijos y les hacen pasar hambre, o de una cárcel donde les dan muy poca comida a los presos. Matar sería aquí, por lo tanto, metafórico o hiperbólico, porque no es realmente matar sino subalimentar.

¡Ojo! Esta expresión es muy parecida a otra: matar el hambre, que significa 'comer algo ligero a la espera de hacer una comida más abundante'; por ejemplo, mientras llega la hora de comer, si tenemos un poco de hambre, nos podemos tomar unas aceitunas u otro aperitivo, y así matamos un poco el hambre, aunque no la eliminamos completamente.

Morir de hambre puede usarse también metafóricamente (o hiperbólicamente, exageradamente), como se hace en esta otra pintada:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
León




Morirse de frío y de hambre lo entendemos aquí como 'pasar mucho frío y mucha hambre', pero sin llegar a morir. El mensaje que quiere transmitir la pintada es que vivir del arte no es fácil muchas veces.

Fíjate en que hay una pequeña diferencia gramatical entre las dos pintadas anteriores: la primera hablaba de morir de hambre y la segunda de morirse de hambre, con pronombre reflexivo. Y es que, cuando usamos estas palabras de forma metafórica o exagerada, usamos normalmente el pronombre (y no solo hablando de hambre). Por ejemplo:

(Un estudiante a otro estudiante, en clase, a las dos de la tarde)

- ¡A ver si acabamos ya, que me estoy muriendo de hambre!

(Una mujer a su hermana, por teléfono)

- ¡Y a ver cuándo venís a Madrid, que me muero de ganas de conocer a mi sobrina!


Hay distintos grados cuando hablamos de hambre, claro. No es lo mismo decir Tengo hambre cuando no se tiene nada para comer que decirlo mientras estamos preparando la cena. Y en este último sentido es como se usa en este divertido cartel que fotografié en la fachada de un restaurante cubano de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Paseo de Santa María de la Cabeza



Un buen consejo, sí, y tengo que decir que, sin haberlo leído, yo lo he seguido, y me casé con alguien que cocina rico (en el español de España diríamos que cocina muy bien, o que cocina estupendamente o maravillosamente). 

Aprovecho este cartel, donde aparece el artículo delante de la palabra hambre, para recordarte que esta palabra es femenina; decimos, por ejemplo, hambre nerviosa, hambre severa, hambre oculta, hambre repentina, etc. También decimos tengo mucha hambre. Sin embargo, decimos el hambre, siguiendo las reglas que te expliqué en la entrada Cambiarle el agua al canario.

El hambre, esa dura realidad que ha acompañado al ser humano durante toda su existencia, está presente, por supuesto, en muchas metáforas de uso habitual, expresiones y refranes. Termino con una imagen donde encontrarás algunas de las más habituales en el español de España. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Hambre para mañana






domingo, 27 de agosto de 2023

A regañadientes

¡Hola! Pronto comienza el curso (en España, porque en otros países ya ha empezado) y nosotros comenzamos nuestro recorrido por el paisaje lingüístico madrileño con los nombres de cuatro establecimientos: dos, los primeros, donde puedes comer y beber, y otros dos que son tiendas donde puedes comprar objetos. Los cuatro tienen algo en común que ahora mismo te voy a contar. ¡Empezamos!



Aprende español callejeando: A regañadientes
Calle del Almirante


Es curioso este nombre para un restaurante. Si buscas el significado de la palabra regañadientes, verás que nunca se usa sola; siempre lleva delante la preposición "a", y hacer algo a regañadientes significa hacerlo de mala gana, protestando, quejándose, a disgusto. Es una expresión que sirve para cualquier tipo de acción, pero en estos momentos, cuando todo el mundo empieza a trabajar, cuando empieza también el curso escolar, resulta muy adecuada. Volvemos al trabajo o a estudiar, sí, pero la mayoría lo hacemos a regañadientes. ¿Tú también? 

Ahora entiendes por qué me parece un nombre curioso, raro, para un restaurante, ¿verdad?

Lo que no podemos hacer cuando volvemos al trabajo es hacerlo como dice el nombre de esta cervecería:


Aprende español callejeando: A regañadientes
Calle del Monasterio de Silos


Hacer algo a hurtadillas es hacerlo a escondidas, o sea, de una manera secreta, intentando que no se vea lo que estamos haciendo. Y, claro, en el trabajo o en clase tienen que verte. Pero podemos comer a hurtadillas algo que nos ha prohibido el médico (sin que nuestra familia nos vea), podemos salir del trabajo a hurtadillas unos minutos antes de la hora de salida, etc.

Eso sí, lo que no entiendo es por qué hay que ir a esta cervecería a hurtadillas. ¿O es que allí van todos los que tienen prohibido tomar cerveza?


Las dos expresiones, a regañadientes y a hurtadillas, nos sirven para describir modos, maneras de hacer algo. Las dos pueden combinarse con cualquier verbo con el que, claro, tengan sentido.

Pero tenemos otras expresiones de modo que empiezan con "a" que suelen relacionarse solamente con determinados verbos. Y con eso juegan los nombres de las dos tiendas siguientes:


Aprende español callejeando: A regañadientes
Calle de Válgame Dios


A cuadros es una galería de arte, así que puedes comprar cuadros, y también un taller de enmarcación, donde ponen marcos a tus cuadros. Pero en España, cuando vemos la expresión a cuadros, la relacionamos inmediatamente con el verbo quedarse. Quedarse a cuadros significa quedarse muy sorprendido, quedarse asombrado. Así que es un buen nombre, un buen reclamo para un lugar donde puedes encontrar arte que te dejará impresionado.

Algo parecido nos pasa cuando vemos el nombre de esta otra tienda:


Aprende español callejeando: A regañadientes
Calle de López Silva


El uso habitual de a trozos es con el verbo caerse: caerse a trozos (o a pedazos) significa, hablando de objetos o de edificios, estar en muy mal estado, normalmente por el desgaste del tiempo. ¿Y qué clase de tienda podría ser esta? Pues una tienda de antigüedades muy peculiar, porque no solo venden objetos antiguos, sino que fabrican nuevos objetos con trozos de objetos que están en mal estado. Buen nombre, ¿a que sí? 


¡La gente es muy ingeniosa poniendo nombres a sus negocios, la verdad!


En una entrada anterior, A tocateja, te hablé ya de algunas expresiones de este tipo, como a mis anchas, a mi bola, etc. Y, como te dije entonces, sería demasiado larga una lista de todas las expresiones, así que aquí simplemente pongo algunas más de las del segundo tipo, o sea, las que se suelen usar asociadas a un solo verbo:

Aprende español callejeando: A regañadientes


Espero que hayas tenido un estupendo verano y que recibas esta nueva entrada con alegría por el reencuentro. Como siempre, gracias por seguirme y por leerme. Y, si te ha gustado la entrada, déjame un comentario o compártela en tus redes sociales para que llegue a más gente.

¡Hasta pronto!





jueves, 10 de noviembre de 2022

A por ti



Hay una leyenda bastante extendida sobre el uso de las preposiciones en español que dice que no se pueden usar dos preposiciones juntas. Como casi todas las leyendas, tiene algo de verdad (no es frecuente usar dos preposiciones juntas en español), pero una mayor parte de mentira: sí se pueden usar, y se usan en algunos casos. Y lo vamos a ver con fotos que en este caso no son de Madrid, sino de lugares más al norte.

Hoy te voy a hablar de un caso, el más frecuente, que es el que aparece en este cartel:


A por ti
Santoña (Cantabria)



Con verbos de movimiento (ir/venir, salir/entrar, etc.), en España (y no en Latinoamérica) usamos frecuentemente la combinación de preposiciones a por para expresar la idea de 'ir a buscar (o conseguir o comprar) algo'. Decimos, por ejemplo:

- ¿A dónde vas?
- A por el pan.

Este uso puede ser a veces favorable para la comunicación, porque evita posibles ambigüedades:

- Voy por la tarta (puede significar que la razón para ir a un sitio es que van a dar una tarta muy buena)
- Voy a por la tarta (voy a recoger / comprar la tarta)

Si nos referimos a personas, como en el caso de la fotografía, puede tener el mismo sentido. Aquí alguien habla con una persona a la que llama huesitos (eso nos da una idea de que se trata de una persona delgada, porque solemos decir de alguien muy delgado que está en los  huesos), y le declara su intención de conseguirla. Yo lo interpreto positivamente, en el sentido de que esta persona va a luchar, a hacer todo lo necesario para que Huesitos sea su pareja. Pero no puedo estar segura, claro.

Muchas veces lo empleamos, hablando de personas, en el sentido de 'ir a buscar / recoger a alguien':

- Voy a por mi hijo, que está en un cumpleaños (voy a buscar a mi hijo)


Pero esta misma forma, ir a por alguien, puede contener una amenaza:


A por ti
Ávila (Castilla-León)



La cámara de vigilancia y la palabra putero (que se usa despectivamente para hablar de los clientes de las prostitutas) ya nos indican que el mensaje va a ser crítico o amenazante. En este caso, entendemos la acción de ir a por como la de controlarlo, ir en su contra, ir a buscarlo para denunciarlo, hacer todo lo que se pueda contra él. 

Es frecuente que en los campos de fútbol los aficionados de un equipo canten la frase A por ellos, y en este caso ellos son los del otro equipo, claro, a los que hay que combatir. Igualmente, las personas que están en contra de la prostitución van a por los clientes de las prostitutas, para acabar con la prostitución.

Como te he dicho antes, este uso es exclusivamente de España y suena raro en el resto del mundo hispanohablante, pero en España, si decimos ir por algo/alguien, sin usar la preposición a, se entiende que vamos a causa de algo o de alguien, o en lugar de alguien, pero no que vamos a buscarlo.


Esto es todo por hoy. ¡Hasta pronto!




lunes, 9 de mayo de 2022

He nacido poeta

En el escaparate de una librería del barrio de Lavapiés se puede leer esta frase del poeta Federico García Lorca (1898-1936):


Aprende español callejeando: He nacido poeta
Calle Miguel Servet


En esta carta a su familia, Lorca parece pedirles que no le impidan seguir su camino natural, el de ser poeta y artista. Profesiones que entre las familias de la burguesía de principios del siglo XX probablemente no se consideraban muy serias.

Porque eso quiere decir he nacido poeta (o cualquier otra profesión que pongamos aquí): tener unas habilidades, un talento y una vocación clara para una actividad, una profesión.

Algunas veces, sin embargo, se usa la preposición para, como hace este artista urbano:


Aprende español callejeando: He nacido poeta
Calle Infanta Mercedes


Nacer para + nombre de cargo o profesión indica también tener unas cualidades, un talento que te predestinan a ella. En principio, son formas intercambiables, podemos usar la preposición para o no. Por ejemplo, un gran cocinero podría decir nací cocinero o nací para cocinero.

Sin embargo, cuando usamos estas formas de manera negativa hacemos una diferencia sutil. Seguimos con el ejemplo de la cocina:

- Si un cocinero dice no nací cocinero, indica que ha tenido que hacer un esfuerzo para saber hacer lo que hace actualmente. Por ejemplo:

Estoy haciendo un curso sobre postres, porque oye, yo no nací cocinero, he tenido que aprender y experimentar y sigo haciéndolo.

- Si alguien dice no nací para cocinero, usa la preposición para subrayar que ser cocinero no era su destino. Esto puede tener dos efectos de sentido diferentes: uno, que sí lo es actualmente pero que no era su destino en principio, y otro, que cocina fatal. Veamos dos ejemplos:

Yo no nací para cocinero, la verdad, pero empecé a trabajar en el restaurante como ayudante, me gustó el ambiente y me quedé. He ido aprendiendo y, aunque no soy un gran chef, tampoco lo hago mal.

Aquí está la tortilla. Tiene mal aspecto, sí. Lo siento, he hecho lo que he podido pero no nací para cocinero.


De mí misma, puedo decir que creo que nací para profesora (o sea, con algunas habilidades y actitudes que me destinaban a ser profesora), pero no nací profesora, porque tuve que formarme y aprender de la experiencia para ser una buena profesora (y espero haberlo sido para la mayoría de mis alumnos).

¿Y tú, naciste para alguna profesión determinada? ¿O lo contrario, no naciste para algo pero es lo que haces?

Aquí te dejo, con esta pequeña píldora gramatical de hoy. Pero no quiero irme sin mostrarte este homenaje a Lorca, nacido poeta, en el barrio de Malasaña. Seguro que lo sabes: él fue asesinado por los fascistas poco después del golpe de estado de 1936, y aquí lo dibujan en el momento de su ejecución.


Aprende español callejeando: He nacido poeta
Travesía de San Mateo



¡Hasta pronto!




domingo, 6 de marzo de 2022

Me alegro de verte



Aprende español callejeando: Me alegro de verte
Calle Embajadores




Este mensaje en las puertas de una cadena de perfumerías, aunque tiene una intención puramente comercial, me gusta. Siempre es agradable que alguien te diga Me alegro de verte.

El verbo alegrar es, claro, una de las formas más habituales de expresar alegría por algo. Por ejemplo, es muy frecuente, cuando alguien nos cuenta que le ha pasado algo positivo, responder algo como:

Me alegro mucho (por ti), de verdad, ¡qué alegría!

Sin embargo, muchas veces lo decimos también casi con un sentimiento de venganza, cuando le pasa algo malo a alguien a quien odiamos o que no nos gusta:

- ¿Sabes que al final no le han dado el puesto de jefe a Jaime?
- Pues me alegro, porque no se lo merece.

En el cartel de la tienda y en los dos ejemplos que te he dado se usa la forma reflexiva del verbo, alegrarse. Cuando queremos expresar quién es la razón de nuestra alegría (o sea, un sentimiento de empatía con alguien), la preposición que usamos es por:

- Le han dado el puesto de jefe a Jaime, ¿sabes?
- Me alegro por él, se lo merece.

Cuando queremos expresar cuál es la causa de nuestra alegría, usamos la preposición de:

Las buenas personas nunca se alegran de los fracasos de los demás


Pero esta no es la única forma de usar el verbo alegrar. En esta "conversación" que encontré en un muro lo usan de otra manera:


Aprende español callejeando: Me alegro de verte
Calle Pedro Teixeira



Es gracioso que la misma persona haya escrito la primera frase y la respuesta, y no sé de quién habla ni por qué. Pero me viene muy bien como ejemplo. Si te fijas en el verbo alegrar de la respuesta, verás que no es reflexivo, porque alegra es la tercera persona del verbo (él/ella/usted).

El verbo alegrar se puede usar como el verbo gustar, con los pronombres me, te, le, nos, os, les para la persona que tiene el sentimiento, y con un sujeto gramatical que es la cosa que provoca la alegría. Y cuando usamos el verbo así, no necesitamos ninguna preposición.

Y, por supuesto, a veces usamos el verbo alegrar sin necesidad de ningún pronombre, con el sentido de 'provocar alegría en algo':

Alegra esa cara, hombre, que llegan las vacaciones

La música alegra la vida de muchas personas


Pero... ¿cuándo usamos alegrarse y cuándo alegrarle? Pues generalmente son intercambiables:


Nos alegramos de verte = Nos alegra verte

Me alegro de que te des cuenta = Me alegra que te des cuenta

Únicamente, cuando lo usamos en imperativo, usamos solamente la forma reflexiva:

Alégrate, es una buena noticia, ¿no?


Alegrar no tiene un funcionamiento especialmente raro, hay otros verbos parecidos, y muchos de ellos nos sirven para expresar sentimientos: aburrir, sorprender, etc. Puedes encontrar ejemplos y una bonita infografía con algunos de esos verbos en la entrada Me aburro

Pues nada, me alegro de que hayas llegado hasta el final de esta entrada. ¡Y me alegraría mucho que me dejaras un comentario diciéndomelo! ¡Hasta pronto!




miércoles, 8 de septiembre de 2021

A tocateja

Este verano la mayoría de la gente tenía muchas ganas de viajar. Había ganas de viajar, sí, pero mejor hacerlo como dice este anuncio:       


Aprende español callejeando: A tocateja
Paseo de la Virgen del Puerto


Hacer algo a mis/tus/sus... anchas es hacerlo cómodamente, con toda libertad. Por ejemplo, si te sientas a tus anchas en un sofá, lo harás estirando las piernas, ocupando mucho espacio. Una combinación muy frecuente es campar a mis/tus/sus... anchas, que significa 'moverse o actual con toda libertad en un espacio, ocupándolo'. Por ejemplo:

Durante el confinamiento del año 2020, los animales camparon a sus anchas por muchas ciudades


Una expresión con un significado muy parecido es la que encontré hace unos meses en el acceso a un aparcamiento:


Aprende español callejeando: A tocateja
Avenida del Brasil


Es la expresión a tu bola, que está al final. También quiere decir hacer algo con total libertad. Por ejemplo, en este caso, puedes aparcar durante un día, cuatro horas, diez horas, el tiempo que quieras. Pero esta expresión, en primer lugar, es más informal, y en segundo lugar, normalmente tiene el significado de hacer algo como tú quieres, con total libertad, sin tener en cuenta a los demás.

La combinación más frecuente de esta expresión es con el verbo ir. Ir a mi/tu/su... bola es ocuparte de tus asuntos, sin preocuparte por otras personas. No es ni positiva ni negativa, todo depende del contexto. Vamos a verlo con dos ejemplos:

Es muy independiente y muy valiente. Va a su bola y no le importa lo que piensen los demás.

Es que hoy en día no hay solidaridad, todo el mundo va a su bola.

El primer ejemplo es una descripción positiva de una persona, mientras que en el segundo se critica un comportamiento negativo.


Te he hablado hasta ahora de dos expresiones que tienen algo en común: las dos empiezan con la preposición a, y las dos nos sirven para describir el modo de hacer algo (de viajar, de sentarse, de actuar). Y es que la preposición "a" comienza cientos de expresiones de modo.

Vamos a ver una más:


Aprende español callejeando: A tocateja
Navalperal de Pinares (Ávila)



Una moraleja es una frase que resume la enseñanza que sacamos de alguna historia. Y aquí moraleja rima con tocateja. Esta palabra solamente se usa en la expresión a tocateja, y siempre asociada al verbo pagar. ¿Y qué es pagar a tocateja? Hacerlo en el momento mismo de la compra (o sea, al contado) y con dinero (o sea, en efectivo).

No sé si, ahora que tantísima gente paga todo con tarjeta (y algunos con el móvil), la expresión pagar a tocateja perderá la segunda parte de su significado, pero por mí no va a ser. Ya sé que te va a sonar arcaico, pero yo procuro pagar lo más posible en efectivo por varias razones. Una de ellas es la que aparece en este cartelito de una de mis librerías favoritas de Madrid:


Aprende español callejeando: A tocateja
Traficantes de sueños (calle Duque de Alba)


No todo el mundo es consciente de que, cuando pagamos con tarjeta, una parte del dinero se la va a llevar el banco, y es un dinero menos que se lleva el comerciante. Personalmente, prefiero que se lleve más dinero el comerciante, que es el que más trabaja en un intercambio comercial. ¿Qué opinas tú?


A tus anchas, a tu bola, a tocateja... Hay muchísimas expresiones similares y no te puedo hacer una lista completa, pero te pongo aquí algunas asociadas a verbos con los que se usan mucho:


Aprende español callejeando: A tocateja



¡Hasta pronto!




domingo, 3 de diciembre de 2017

A un paso

estar a un paso
Calle Bravo Murillo



Este anuncio del Ayuntamiento de Madrid quiere animar a los habitantes de la ciudad a ir a los museos municipales ('del ayuntamiento'), y por eso dice tus museos. Porque en Madrid tenemos, afortunadamente, muchos museos: algunos son estatales ('del Estado', en este caso de España), otros autonómicos ('de la Comunidad', de la Comunidad de Madrid en este caso) y otros municipales. Y algunos de los municipales son muy interesantes; yo te recomendaría, si vienes a Madrid, ver el templo de Debod (un templo egipcio que es el edificio más antiguo que hay en Madrid), el Museo de Historia de Madrid y la ermita de San Antonio de la Florida (con unas interesantísimas pinturas de Goya). ¡Además, son gratuitos!

Para animar a los madrileños a conocerlos, el anuncio les dice que están a un paso de esos museos. Un paso es la distancia que andamos con cada movimiento de uno de nuestros pies. Así que cuando decimos que algo está a un paso de nosotros, es que está muy cerca.

Fíjate en las preposiciones que usa el anuncio: A un paso DE tus museos. Estas son las  preposiciones que usamos para expresar una distancia relativa, o sea, una distancia entre un punto y otro. Veamos otro ejemplo:


estar a un metro
Metro de Madrid (Colonia Jardín)



Este anuncio hay que entenderlo como una metáfora: dice que estamos a un metro jugando con las palabras, porque el anuncio está puesto en el metro, y quiere decir que muy cerca (a muy poca distancia) encontraremos a la Cruz Roja Española, donde podremos ayudar a salvar muchas vidas donando nuestra sangre.

Algunas veces no necesitamos la segunda preposición (de) porque por el contexto el punto de comparación no es necesario. Por ejemplo, en esta antigua señal de carretera de un pueblo de la Comunidad de Madrid:


a madrid cinco leguas
Torrelodones



Como estamos en Torrelodones cuando vemos esta señal, no necesitamos decir de Torrelodones. ¿Y qué distancia son cinco leguas? La legua es una medida antigua que ya no usamos, y que durante siglos tuvo un valor no muy exacto, porque cambiaba de zona a zona. Para unificar el valor de la legua en todo el país, en el siglo XVIII una orden del rey obligó a marcar los caminos señalando las distancias a Madrid usando una legua con un valor unificado. Para eso se pusieron unas piedras llamadas leguarios; lo que vemos en la imagen es eso justamente, un leguario.Y la distancia entre Torrelodones y Madrid es de aproximadamente 35 kilómetros.

Es verdad que hoy no usamos la legua para medir las distancias; usamos los metros y los kilómetros. Sin embargo, la palabra legua aparece en la expresión verse algo a la legua: la usamos para decir que algo que sucedió o que va a suceder se podía o se puede percibir claramente antes de que suceda. Por ejemplo, si una pareja no tiene muy buena relación y termina separándose, sus amigos podrían decir: 

Se veía a la legua que se iban a separar más tarde o más temprano


En español, como en todas las lenguas, tenemos otras maneras de expresar distancia, y en concreto para expresar que algo está muy lejos o muy cerca de otro lugar.

expresar distancia en español


Aquí te dejo algunas de estas formas. ¡Hasta pronto!





martes, 16 de mayo de 2017

El amor es una película



Si el amor es una película, ¿es buena o mala? ¿Un largometraje o un corto? ¿Es un drama, un melodrama o una comedia? ¿Es de acción o de suspense? Es una buena metáfora, hablar del amor como de una película, porque, igual que películas, hay amores para todos los gustos. Como te decía en una entrada anterior del blog, sobre amores no hay nada escrito

Y paseando una noche por Malasaña, encontré una pintada de alguien que nos cuenta cuál es su visión del amor, no muy optimista, por cierto:


oraciones de relativo con preposición
Calle Galería de Robles





O sea, que en el amor siempre te toca el peor papel de la película: te abandonan, sufres, no te quieren, etc. Pero esto es lo que le pasa al poeta callejero que escribió esto, no a todo el mundo, afortunadamente, y espero que no sea tu caso.

Menos optimista todavía es la siguiente pintada, también muy poética, que no sé si debemos entender literalmente, como una referencia a la violencia dentro de la pareja, o como una metáfora. Me gusta, porque suena muy bien (poéticamente hablando), la coincidencia de los verbos acariciar y apuñalar. 
          
Acariciar viene de caricia ('un gesto de cariño o amor que consiste en pasar suavemente la mano por encima de alguien o de algo') y apuñalar viene de puñal ('arma pequeña de acero, cortante, como un cuchillo, pero que solo hace daño con la punta'). Existen muchos verbos formados a partir de sustantivos o adjetivos que tienen esta misma formación: acuchillar (de cuchillo), atormentar (de tormenta), abrazar (de brazo), aburguesarse (de burgués), acatarrarse (de catarro), acortar (de corto), alargar (de largo), agrandar (de grande), etc.


oraciones de relativo con preposición
Calle Embajadores




Se puede entender, como te he dicho, de dos maneras: literalmente, entendemos que alguien, en la primera fase de la relación, fue muy apasionado en sus caricias, pero después, cuando la relación se estropeó, llegó a apuñalar a su pareja; metafóricamente, y creo que esta es la mejor interpretación, entiendo que esa persona fue tan apasionada expresando su amor como su desamor.

Como hablábamos de amor, quizá no te has fijado en algo que tienen en común estas dos pintadas poéticas: la misma estructura gramatical. Son dos frases complejas que unen dos ideas:

El amor es una película + en esa película, siempre interpretas el papel que nunca elegirías

Me acariciaste el pecho con pasión + lo apuñalaste con la misma pasión


En ambos casos, necesitamos una preposición: interpretar un papel EN una película y apuñalar CON pasión. Por eso, al unir ambos conceptos en una sola frase, usamos no solamente la palabra que, sino también esa preposición más el artículo el/la/lo/los/las. En la lengua muy formal, es posible no usar el artículo, pero, como ves, incluso en la poesía lo habitual es usarlo. También es posible usar, en lugar de que, el pronombre cual/cuales (que siempre necesita el artículo delante), pero también resulta un poco más formal.


Otro ejemplo muy bonito que me encontré hace poco es este de la persiana de un bar, el bar Angie de Malasaña:


oraciones relativas con preposición
Calle de la Palma

Oraciones relativas con preposición
Calle de la Palma




El mensaje no parece de amor en este caso, aunque, en realidad, no tengo muy claro qué quiere decir. Me gusta porque hace una conexión entre mujeres y lobos que no es muy habitual. Tradicionalmente, el lobo, un animal cazador y peligroso, está asociado con los hombres, mientras que a las mujeres se las ha asociado más con los felinos (la mujer pantera, la ropa de piel de leopardo), animales enigmáticos y que no son muy de fiar (o sea, que es difícil tener confianza en ellos).

Signifique lo que signifique esta metáfora del lobo, aquí tenemos la misma estructura que en los casos anteriores: se usa la preposición A porque la construcción del verbo salir, en este caso, nos la pide. Si fuese una frase simple, diríamos:

A algunas mujeres les salen lobos de la cabeza

Este es solamente uno de los posibles usos del verbo salir. Si quieres repasar todos los demás, puedes hacerlo en la entrada Tu cocina se sale.

Por otro lado, en ejemplos como este, que se refieren a personas, también es posible usar, en lugar de el/la/lo/los/las que o cual/cuales, el pronombre quien/quienes (o sea, que podríamos decir Mujeres a quienes les salen lobos de la cabeza), pero es mucho más formal.

Bueno, ¿te han gustado las fotos de hoy? Espero que sí y que te hayan servido para aprender o repasar esta estructura. Si quieres, además, practicar un poco, puedes hacer los ejercicios que tienes al final. ¡Hasta pronto!









martes, 7 de marzo de 2017

A lo loco


a lo loco
Corredera de San Pablo

Hacer algo a lo loco es hacerlo de manera alocada, es decir, sin reflexionar. Así que este restaurante llega a Madrid y va a abrir su local sin pensarlo ni planificarlo mucho, alegremente. Eso dicen, pero no me lo creo mucho, creo que dicen eso para dar una imagen de alegría, espontaneidad, movimiento.

A lo + adjetivo masculino nos sirve, como ves, para expresar una manera de hacer las cosas. Pero loco no es el único adjetivo que usamos así. Aquí tienes otro ejemplo:


a lo grande
Metro de Madrid

Hacer algo a lo grande es hacerlo con exceso, en grandísima cantidad, o con mucho lujo. La verdad es que en el anuncio de Iberia Express lo de disfrutar a lo grande no está muy justificado, porque no hay mucho espacio para sentarse (como en casi todos los aviones ahora, ¿verdad?, lo noto incluso yo, aunque soy bajita) ni es una línea aérea de lujo. Pero bueno, esto es publicidad, y en publicidad se puede mentir, claro.

Usamos también a lo + nombre de persona famosa para decir que se hace algo como lo suele hacer esa persona. Mira estos dos ejemplos de revistas digitales

Amal Clooney se viste ‘a lo Kate Middleton’ para asistir a las Naciones Unidas


(de la revista Hola)

La cantante Ariana Grande ha subido una foto. Antes de un concierto y con un vestido más que interesante. Con unos guantes hasta el codo y un perfume. Muy de los años 50. A lo Marylin Monroe. Muchos dudan sobre si es ella o no al no verle la cara. Pero sus labios carnosos son inconfundibles, según sus fans.
(de la revista mui.today)

Hay otra forma muy parecida de expresar manera, pero una manera peculiar: la manera de hacer las cosas en un determinado país, continente, ciudad, región, etc. Para esto, usamos a la + adjetivo femenino. No he encontrado ejemplos por la calle, pero nos sirven estos ejemplos de tres películas donde nos muestran que el amor se entiende y se vive de diferente manera en diferentes países:










Con esta construcción se creó una expresión muy conocida, despedirse a la francesa, que significa 'irse de un lugar sin decir adiós'. Pero yo no me voy a ir sin despedirme y sin dejarte una imagen con más ejemplos sobre el tema de hoy. ¡Hasta pronto!


a lo y a la para expresar modo



martes, 28 de febrero de 2017

A todo trapo

a todo trapo
Logroño (La Rioja)

Esta bonita tienda de estilo modernista de Logroño tiene un nombre del que podemos hablar un buen rato, porque la expresión a todo trapo tiene varios significados y muchos sinónimos.

En primer lugar, tengo que decirte que esta expresión, igual que muchas que empiezan con la preposición a, acompaña normalmente a un verbo, a la expresión de una acción, y nos sirve para expresar cómo se hace esa acción. En el caso de a todo trapo, puede indicar:

- Volumen muy alto de un sonido: Puso la música a todo trapo, sin importarle si a alguien le molestaba.
- Gran velocidad o rapidez: Conducía a todo trapo, como si estuviera solo en la autopista.
- Con gran lujo: Vive a todo trapo. Se nota que le tocó la lotería hace poco tiempo.


Esta expresión tiene muchos sinónimos, unos u otros dependiendo del sentido con el que la usemos; fíjate, todos ellos empiezan con la preposición a:

a todo trapo y sinónimos


       
El nombre de la tienda de la primera foto hace referencia al lujo. Pero también juega con el significado de la palabra trapo, 'trozo de tela'. Muchas veces con esa palabra nos referimos a los trozos de tela que sirven para limpiar la casa, pero en la lengua informal se usa mucho, con un sentido humorístico, para hablar de la ropa: por ejemplo, se dice con frecuencia, de manera bastante machista, que las mujeres hablan mucho de trapos, o sea, de ropa. Y en esta tienda, hacen ropa, y ropa que no es barata (de ahí la referencia al lujo).

Un significado muy diferente tiene otra expresión con la palabra trapo que nos recuerdan en este restaurante madrileño:


al trapo
Calle Caballero de Gracia

Cuando vemos el nombre de este sitio, inmediatamente pensamos en la expresión entrar al trapo. Creo que han elegido esta expresión porque así pensamos en entrar en el restaurante. Entrar al trapo significa 'reaccionar de manera poco reflexiva, respondiendo a una provocación, a una pregunta para hacerte enfadar, etc.'. Por ejemplo:

(Dos amigas hablan sobre una próxima reunión con otras amigas con las que están un poco enfadadas)

- ¿Y si me recuerda que nosotras también llegamos tarde el día del cine? 
+ Bueno, tú no entres al trapo, le dices que sí, que tiene razón y ya está. No tenemos ganas de discutir, ¿no?


La palabra trapo ha dado lugar, además, a otras expresiones que pongo en esta imagen. ¡Hasta pronto!