martes, 18 de febrero de 2025

Aquí se siente en andaluz

En un restaurante de un pueblo de Andalucía tienen puesto este cartel en la entrada:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Olvera (Cádiz)


Recuerda a los carteles de muchos establecimientos que dicen, por ejemplo, se habla francés. Pero aquí no es que hablen en un idioma, es que sienten en él. Creo que quieren decir que sienten algo muy profundo por su tierra.

Pero claro que en Andalucía se habla el español de modo diferente que en otras zonas. Se nota sobre todo la diferencia de pronunciación, pero Andalucía es muy grande y por eso no todo el mundo habla con el mismo acento, aunque hay algunas características muy, muy extendidas. Por ejemplo, la pérdida de la -d- a final de palabra y de la -d- que aparece entre dos vocales, como se refleja en este cartel que hay en las papeleras de la ciudad de Granada:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Barrio del Realejo (Granada)

En lugar de escribir buena voluntad granadina, se refleja la pronunciación escribiendo *buena voluntá granaína.

También se pierde la -d- en esta famosa expresión usada en toda Andalucía y muy de moda últimamente incluso fuera de ella:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Sevilla. Foto donada por Εύη Παπαευστρατίου

Noniná es no ni nada, una triple negación que finalmente resulta ser una afirmación rotunda, o sea, muy firme. Significa 'claro, por supuesto (que sí)', aunque es mucho más coloquial y expresiva.

También tienen relación con la particular pronunciación de algunas zonas de Andalucía las tres palabras que vemos en este otro cartel:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Sevilla. Foto donada por Εύη Παπαευστρατίου

Mijilla procede de migajilla, que es un diminutivo de migaja 'trozo muy pequeño de algo'. Es una forma muy usada en zonas de Andalucía para hablar informalmente de pequeñas cantidades. Por eso, en este cartel, dice que una mijilla, en un bar, es el equivalente de una tapa (que es la cantidad más pequeña de comida que puedes pedir). Peazo es la pronunciación informal de pedazo 'trozo', y esto ya es algo más de cantidad, lo que en un bar o taberna podría equivaler a media ración. Y por último, jartá refleja la pronunciación informal de hartada 'cantidad muy grande de algo'. 

Sin embargo, cuando vayas a comer en Andalucía, mejor no pedir ni una mijilla, ni un peazo ni una jartá de . Pide una tapa, media ración o una ración completa, porque este cartel es humorístico. Aunque es verdad que muchos andaluces, informalmente, dicen una mijilla de en lugar de un poquito de; un peazo de en lugar de un trozo de, y una jartá de en lugar de mucho/a o un montón de. Pero no para pedir en un bar.


Otras veces, las peculiariades tienen relación con el vocabulario. Hay palabras que, aunque existan en otras zonas de España, en Andalucía se usan mucho más; por ejemplo, el verbo con el que empieza este cartel:

Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Sevilla. Foto donada por Εύη Παπαευστρατίου

Apoquinar significa 'pagar lo que te corresponde, aunque no tengas ganas de hacerlo'. La frase del cartel se refiere también a los bares: cuando pidas tu consumición, paga.

Por razones de historia social y económica (que van creando las ideologías lingüísticas, o sea, las creencias e ideas que tenemos sobre la lengua), durante mucho tiempo el acento andaluz estuvo mal visto (y todavía hoy algunas personas lo rechazan) y se asociaba con la falta de educación, con algo vulgar y propio de catetos 'personas vulgares, ignorantes, de pueblo'. No estoy de acuerdo con esta imagen ni con esas opiniones, y sí con esta otra pintada:


Aprende español callejeando: Aquí se siente en andaluz
Barrio del Albaicín (Granada)

Intentando reflejar la pronunciación, nos dice: Cateto tú, que no entiendes el andaluz. No te preocupes, que la frase no se refiere a los estudiantes de español, sino a los españoles que se quejan de que no entienden a los andaluces. 

Por supuesto que los andaluces no son catetos y por supuesto que no tienen por qué hablar con acento de Madrid ni de Castilla. Para eso tienen el suyo, que es muy bonito.

¿Que no es bonito el acento andaluz, me dices? ¡No ni ná!

¡Hasta pronto!





viernes, 31 de enero de 2025

Mercados de Maravillas

Cuando en España decimos que compramos en el mercado, nos referimos a un lugar cerrado, un edificio en el que se venden, en diferentes puestos -las pequeñas tiendas del mercado- productos generalmente frescos, como carne, pescado, fruta y verdura. Por ejemplo, en esta foto del mercado de Tetuán podemos ver a la izquierda un puesto de fruta y la derecha uno de carne:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


En esta otra imagen del mismo mercado vemos la frutería y, detrás de ella, un puesto de variantes. En los puestos o tiendas de variantes encontramos productos no exactamente frescos, sino tratados de diferentes formas para conservarlos y darles sabor: con vinagre, con sal, con aceite, etc. Por ejemplo, en estos sitios venden aceitunas, bacalao seco, pepinillos, atún en escabeche, etc.


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


En cambio, cuando se trata de puestos al aire libre, hablamos de mercadillos. En algunos de ellos también puedes comprar verdura y fruta, pero no carne ni pescado. Lo que más venden es ropa y todo tipo de objetos, aunque hay algunos especializados, como los de antigüedades.

Hoy nos vamos a centrar en los primeros, los mercados, y en las ventajas que nos ofrece comprar en ellos, pero antes te explico el título de la entrada. Este de la foto es uno de los mercados de barrio -cada barrio tiene el suyo- mejores de Madrid:


Aprende español callejeando: Mercados de Maravillas
Calle Bravo Murillo


En realidad se llama así en recuerdo de un establecimiento anterior, una fábrica de papeles que se llamaba Las Maravillas; tras el cierre de la fábrica, se construyó un colegio, que se llamó Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas, y finalmente, en los años 40 se inauguró este mercado. Y creo que, aunque el nombre no se le puso por eso, en él podemos encontrar verdaderas maravillas gastronómicas. Por ejemplo, puedes encontrar caracoles preparados de varias maneras pero también vivos, como este pequeño que está subiendo por el cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, Calle de Bravo Murillo

(Sí, ya sé que a lo mejor te da un poco de -o mucho- asco pensar en comer caracoles, pero en España es algo muy normal).

Como ves, una de las ventajas de comprar en el mercado es que se trata de productos frescos. Vamos con otra de la que hablan estos carteles:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, calle Bravo Murillo

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Vallehermoso, calle Fernando el Católico


Comprar a granel es comprar un producto sin envasar ni empaquetar, o sea, comprar la cantidad que tú quieres. Esta expresión se usa, si hablamos de alimentos, para productos de pequeño tamaño, como por ejemplo cereales, frutos secos, legumbres, arroz, pastas o especias. En muchos mercados hay puestos donde comprar a granel, aunque también hay tiendas que no están en mercados y que venden a granel estos productos y otros, como perfumes y detergentes.

En el mercado compramos al peso lo demás: fruta, verdura, carne y pescado. Comprar a granel y al peso en realidad es lo mismo: compras la cantidad que tú quieres y el precio está en función del peso. Pero usamos dos expresiones distintas. 

¿Y qué quiere decir que el cuarto y mitad está de moda? Como en los puestos del mercado puedes comprar la cantidad que quieras, puedes pedir por gramos o por fracciones de un kilo, como cuarto de kilo, medio kilo o tres cuartos. Pero también puedes pedir "cuarto y mitad", que significa 'cuarto y mitad de cuarto de kilo', lo que sería una cantidad de 375 gramos. Algunas veces, es es la cantidad que necesitamos, ni más ni menos. ¿Por qué dicen que está de moda? En realidad, no lo está, poca gente pide ya esa cantidad, pero los mercados quieren poner de moda la compra al peso con esta frase.

También en un rincón del mercado de Maravillas la han escrito junto con otras dos que nos hablan de ventajas de comprar allí:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Maravillas, calle Bravo Murillo

La segunda frase, la que está escrita en rojo, se refiere a algo que te pueden hacer en las pescaderías de los mercados. En ellos, te preparan el pescado para cocinarlo como tú quieras; si quieres, te quitan el esqueleto (las espinas o raspas) y te dejan solo la carne con su piel. Y te lo limpian, si no dices lo contrario. Las raspas se pueden usar para hacer un buen caldo para una sopa, así que, si eres un buen cliente, el pescadero te puede guardar el esqueleto de los pescados que otras personas no se llevan. Esto, claro, no lo hacen en ningún supermercado.

La tercera frase nos habla también de un trato especial y directo con el cliente: si el vendedor conoce tus gustos y vas habitualmente, puede acordarse de ti cuando ve algo y guardarlo (apartarlo, no ponerlo junto con el resto del producto a la venta hasta que tú no vayas).

En los mercados hay muchos pequeños servicios que lo diferencian de un supermercado. Por ejemplo, en una pollería del mercado de Tetuán tienen este cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana

Por encargo es una expresión importante tanto en tiendas como en restaurantes. Cuando algo se hace por encargo, tienes que pedirlo un tiempo antes (normalmente, como mínimo un día antes). Esta expresión se encuentra muchas veces también en las cartas de los restaurantes, sobre todo para los arroces y asados. Significa que, si no lo has encargado antes, no puedes pedir esos platos en el momento.

En esta pollería, entonces, si lo pides con antelación, te rellenan -no sé exactamente con qué, supongo que puedes elegir- un pollo o un pavo y le quitan los huesos (lo deshuesan). Y esto tampoco te lo hacen con un producto fresco en un supermercado.


Hay otra cosa importante que debes saber si quieres ir a comprar a un mercado y está escrita en este cartel:

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana


Esta frutería es muy grande y está en el centro del mercado, por eso tiene fruta y verdura expuesta en varias direcciones. En el cartel nos dicen, primero, que se despacha (despachar aquí significa 'dar al cliente de una tienda lo que pide', que es lo que hacen los que trabajan en mercados y tiendas) por el otro lado de la frutería, no en el lado en el que hemos sacado la foto. Pero el mensaje más importantes es el segundo: ¡No tocar el género! En los comercios llaman género a la mercancía, es decir, a los productos que se venden. En los lugares en los que se vende comida fresca (sean mercados, tiendas o supermercados) generalmente no está permitido que el cliente toque esa comida.

La foto de arriba la tomé hace unos meses, y hace unos días me resultó curioso ver un nuevo cartel:


Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Tetuán, calle Marqués de Viana

Encontrar carteles en español y en inglés en un mercado tradicional no era hasta ahora nada habitual. Creo que este cartel es una prueba de algo que está pasando en muchos barrios de Madrid, y es que cada vez hay más pisos turísticos en ellos.


Como ya imaginas, soy partidaria de comprar el máximo posible en los mercados tradicionales, que además dan empleo autónomo a muchísima gente. Me da pena ver cómo algunos han cerrado y otros -sobre todo los del centro de la ciudad- han reducido su espacio tradicional, teniendo que incluir, para sobrevivir, todo tipo de negocios. Es lo que pasa desde hace años en el mercado de Antón Martín, en el barrio de Lavapiés, en el que ahora hay menos puestos tradicionales y muchos más puestos gastronómicos (o sea, pequeños restaurantes y bares). Además, la planta superior la ocupa desde principios del siglo XXI una importante escuela de flamenco, Amor de Dios. Por eso, en su fachada el artista irlandés Fin DAC pintó una de sus características figuras femeninas con aire asiático en cuyo brazo aparece otra figura femenina, bailaora de flamenco:



Aprende español callejeando: Mercados de maravillas

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Mercado de Santón Martín, calle Santa Isabel

Termino con esta imagen que resume un poco todo lo que te he dicho:

Aprende español callejeando: Mercados de maravillas
Calle Marqués de Viana


¡Compra en los mercados! ¡Hasta pronto!









martes, 7 de enero de 2025

El gallo canta

Hace unos días, paseando por el barrio de las Letras, me fijé en el nombre de esta taberna que no conocía:


Aprende español callejeando: El gallo canta
Calle de Jesús

Es curioso que digamos que los gallos cantan, porque la verdad es que la mayoría de las veces no producen un sonido muy armonioso. De hecho, cuando alguien está cantando y de repente, sin querer, suelta un sonido falso y un poco chillón, perdiendo la armonía, desafinando, decimos que ha hecho un gallo, ha soltado un gallo o que le ha salido un gallo. Un ejemplo práctico, el gallo que soltó un representante de España en el festival de Eurovisión:




Además, el sonido del gallo no suele durar mucho, mucho menos que una canción. Por ser tan corto, para hablar de algo que ocurre o se hace en poco tiempo, muy rápidamente, podemos decir también que ocurre o se hace en menos que canta un gallo. Un ejemplo:

Decía que no tenía hambre, pero se comió todo el plato en menos que canta un gallo.

La taberna El gallo canta está especializada, curiosamente, en huevos, y sobre todo en tortillas. Digo curiosamente porque los huevos no los ponen los gallos sino las gallinas. Y fíjate, no sé si esto no será otra injusticia histórica reflejada en el lenguaje, porque se dice que los gallos cantan (o sea, es un sonido bonito), mientras que las gallinas cacarean (que es un sonido un poco molesto o desagradable). Si las gallinas pudieran hablar y defenderse de esta injusticia, otro gallo cantara u otro gallo cantaría; esta es otra expresión relacionada con los gallos que significa que, en otras circunstancias, las cosas serían distintas. 

Un ejemplo de un medio de comunicación:

(Título de una noticia de una protesta por las malas condiciones de un albergue para personas sin techo)

Si los políticos tuvieran que dormir en el albergue, otro gallo cantaría


(La Voz del Sur)

Y ya que hemos dedicado tanto rato a los gallos, ¿qué tal si recuerdas o aprendes los verbos que usamos para hablar de los sonidos de otros animales? Debajo te dejo un pequeño ejercicio con algunos de estos verbos, y las soluciones al final, debajo de mi firma (¡no las mires antes de haber trabajado en el ejercicio!).


Aprende español callejeando: El gallo canta


Pues me despido ya en esta primera entrada del año y aprovecho para desearte un muy feliz año 2025. ¡Hasta pronto!



Soluciones:

El burro rebuzna, el caballo relincha, el cuervo grazna, el gallo canta, el gato maúlla, el león ruge, el lobo aúlla, el perro ladra, la ballena canta, la vaca muge.

Y, si has llegado hasta aquí, una pregunta: si el gallo canta es el nombre de una taberna, ¿para qué tipo de establecimiento podrían servir estas otras frases, como la vaca muge o el león ruge?