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lunes, 16 de junio de 2025

Callejero sentimental

A veces, cuando callejeo por Madrid y otros lugares y veo nombres de calles que me llaman la atención, me pregunto cómo y quién decidió tales nombres. No me refiero a nombres de personas o de lugares, sino, por ejemplo, a nombres de calles que nos hablan de sentimientos, estados de ánimo y cosas similares.

En Madrid existe una calle muy antigua con este bonito nombre:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental


Aparentemente, desengaño es lo contrario de engaño, pero no es exactamente así, porque no siempre las palabras que formamos poniendo DES- o IN- al principio son contrarias a la palabra de origen (puedes ver muchos ejemplos en la entrada Conciertos y desconciertos). Un engaño son acciones o palabras que intencionadamente te hacen creer algo que no es verdad; un desengaño es el sentimiento que se tiene cuando se pierde la fe o la esperanza en algo o alguien. En cierto modo, son palabras contrarias, porque antes creías algo (vivías en un engaño) y después no; pero muchas veces creemos algo o creemos en alguien sin que nos los hayan hecho creer intencionadamente. Por eso digo que no son exactamente contrarios.

Existe también el verbo desengañar. Con frecuencia, lo usamos en forma reflexiva y en imperativo para pedirle a alguien que salga del engaño, de la ilusión, la creencia o la esperanza falsa que tiene. Y usamos las formas desengáñate (tú), desengáñese (usted), desengañaos (vosotros) o desengáñense (ustedes). Algunos ejemplos que son titulares o comienzos de publicaciones de Internet:

Desengáñate: un niño acosador no se siente culpable (te explicamos por qué)

(muhimu.es)

Desengáñense. Ningún gobierno va a poner en su sitio al sistema financiero de este país. 

(murciaeconomia.com)

Desengáñese, la pobreza no es soportable

(elpais.com)


¿Y cuál fue el desengaño de la calle del Desengaño? El azulejo de la foto está relacionado con la leyenda sobre su nombre: dos caballeros rivales que estaban a punto de luchar con sus espadas vieron pasar a una misteriosa y aparentemente atractiva mujer; la siguieron hasta que la alcanzaron y descubrieron que era una momia. Y, claro, aquí llegó el desengaño de los caballeros.


También me llama la atención que en varias poblaciones de España exista una calle con este nombre:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental
Carcaboso (Cáceres)


La amargura es un sentimiento de frustración y tristeza que suele durar mucho tiempo y que suele ser consecuencia de haber sufrido una gran injusticia o haber tenido una desilusión enorme. Es un sustantivo con uso metafórico que viene del adjetivo amargo/a (que es un sabor muy desagradable que también dura mucho tiempo en la boca).


Desengaño, amargura... ¿Todo son sentimientos tristes en los nombres de las calles? Afortunadamente, no. Hace poco me encontré con esta en la ciudad de Valladolid:


Aprende español callejeando: Callejero sentimental



Pero... ¡oh, desengaño! Cuando me acerqué a ver la calle, vi que era un pequeño callejón sin mucho atractivo. Eso sí, tiene una historia curiosa (y nada alegre) que puedes leer en la Wikipedia.


Imagina que tienes que elegir un nombre de un sentimiento para tu calle o tu plaza. ¿Cómo la llamarías? 

¡Hasta pronto!




domingo, 6 de marzo de 2022

Me alegro de verte



Aprende español callejeando: Me alegro de verte
Calle Embajadores




Este mensaje en las puertas de una cadena de perfumerías, aunque tiene una intención puramente comercial, me gusta. Siempre es agradable que alguien te diga Me alegro de verte.

El verbo alegrar es, claro, una de las formas más habituales de expresar alegría por algo. Por ejemplo, es muy frecuente, cuando alguien nos cuenta que le ha pasado algo positivo, responder algo como:

Me alegro mucho (por ti), de verdad, ¡qué alegría!

Sin embargo, muchas veces lo decimos también casi con un sentimiento de venganza, cuando le pasa algo malo a alguien a quien odiamos o que no nos gusta:

- ¿Sabes que al final no le han dado el puesto de jefe a Jaime?
- Pues me alegro, porque no se lo merece.

En el cartel de la tienda y en los dos ejemplos que te he dado se usa la forma reflexiva del verbo, alegrarse. Cuando queremos expresar quién es la razón de nuestra alegría (o sea, un sentimiento de empatía con alguien), la preposición que usamos es por:

- Le han dado el puesto de jefe a Jaime, ¿sabes?
- Me alegro por él, se lo merece.

Cuando queremos expresar cuál es la causa de nuestra alegría, usamos la preposición de:

Las buenas personas nunca se alegran de los fracasos de los demás


Pero esta no es la única forma de usar el verbo alegrar. En esta "conversación" que encontré en un muro lo usan de otra manera:


Aprende español callejeando: Me alegro de verte
Calle Pedro Teixeira



Es gracioso que la misma persona haya escrito la primera frase y la respuesta, y no sé de quién habla ni por qué. Pero me viene muy bien como ejemplo. Si te fijas en el verbo alegrar de la respuesta, verás que no es reflexivo, porque alegra es la tercera persona del verbo (él/ella/usted).

El verbo alegrar se puede usar como el verbo gustar, con los pronombres me, te, le, nos, os, les para la persona que tiene el sentimiento, y con un sujeto gramatical que es la cosa que provoca la alegría. Y cuando usamos el verbo así, no necesitamos ninguna preposición.

Y, por supuesto, a veces usamos el verbo alegrar sin necesidad de ningún pronombre, con el sentido de 'provocar alegría en algo':

Alegra esa cara, hombre, que llegan las vacaciones

La música alegra la vida de muchas personas


Pero... ¿cuándo usamos alegrarse y cuándo alegrarle? Pues generalmente son intercambiables:


Nos alegramos de verte = Nos alegra verte

Me alegro de que te des cuenta = Me alegra que te des cuenta

Únicamente, cuando lo usamos en imperativo, usamos solamente la forma reflexiva:

Alégrate, es una buena noticia, ¿no?


Alegrar no tiene un funcionamiento especialmente raro, hay otros verbos parecidos, y muchos de ellos nos sirven para expresar sentimientos: aburrir, sorprender, etc. Puedes encontrar ejemplos y una bonita infografía con algunos de esos verbos en la entrada Me aburro

Pues nada, me alegro de que hayas llegado hasta el final de esta entrada. ¡Y me alegraría mucho que me dejaras un comentario diciéndomelo! ¡Hasta pronto!




domingo, 17 de enero de 2021

¡Ay, madre!

Hay una cadena de fruterías en Madrid (y no sé si en otras partes de España) que se llama así:


Aprende español callejeando por Madrid: ¡Ay, madre!
Calle de Magdalena Díez


¿Y para qué usamos esta expresión en España? ¿Cuándo invocamos a nuestra madre? Básicamente en dos situaciones: 

- Cuando expresamos algún temor: ¡Ay, madre, la factura de la luz que voy a tener que pagar este mes!

- Cuando nos encontramos frente a algo destacado, que puede ser negativo (como el primer ejemplo) o positivo (como el segundo): ¡Ay, madre, qué cantidad de basura hay ahora mismo en las calles de Madrid! / ¡Ay, madre, qué inteligentísima es esta niña!

Con el mismo valor, decimos también muchas veces ¡Madre mía!

En cambio, para expresar sorpresa, invocamos también a nuestra madre diciendo: ¡Ay, mi madre! o ¡Anda, mi madre! (aunque muchas veces pronunciamos andá).

En fin, que los españoles estamos todo el día nombrando a nuestra madre. Hasta tenemos una "enfermedad" que se llama mamitis; así llamamos a la necesidad excesiva de su madre que tienen muchos niños y algunos adultos. La madre es también usada como metáfora: cuando queremos decir que algo es lo más grande es su género, decimos que es la madre de todos/todas los/las... Por ejemplo:

Hace una semana cayó en Madrid la madre de todas las nevadas


Así que no es de extrañar que la figura de la madre también esté presente en las calles. A veces, con mensajes que nos recuerdan que nuestra madre será siempre la persona que nos vea más guapos:


Aprende español callejeando por Madrid: ¡Ay, madre!
Calle del Divino Pastor


El artista Pablo Hablo usa la forma bonica en lugar de bonita porque es de Alicante, y allí el sufijo 
-ico/a se usa mucho. Creo que quiere decirnos eso, que siempre seremos guapos para nuestra madre.


Otras veces, en cambio, encontramos carteles -en este caso, una pancarta- que nos hablan de los conflictos ideológicos entre madres e hijas:


Aprende español callejeando por Madrid: ¡Ay, madre!
Plaza de Cibeles


Y también encontramos en las calles las típicas frases de madre, esas frases que las madres repiten porque las oyeron de sus madres, y sus madres de sus abuelas, y así a través de los tiempos. Fíjate en este anuncio de un centro comercial:


Aprende español callejeando por Madrid: ¡Ay, madre!
Zaragoza


¡Como vaya yo y lo encuentre...! es una frase que muchas madres dicen cuando sus hijos no encuentran algo. Es una amenaza (la forma gramatical como + subjuntivo se usa muchas veces con esta función) que las madres usan cuando están hartas de tener que buscar todo. Pero la mayoría de las veces no concretan en qué consiste en esa amenaza, por eso la frase queda sin terminar.


Expresiones con la palabra madre... tenemos ciento y la madre.

¡Vaya desde aquí mi homenaje a todas las madres, y en especial a la mía, a la que tanto recuerdo!

¡Hasta pronto!





domingo, 5 de julio de 2020

Estoy que muerdo

¿Conoces a Mafalda, el famoso personaje del dibujante argentino Quino? En el escaparate de una tienda de regalos de Lavapiés me encontré con ella y con un mensaje con el que me identifiqué:


Aprende español callejeando por Madrid: Estoy que muerdo
Calle de la Ruda

Morder es lo que hacemos con los dientes para romper la comida o algún objeto, o lo que hace, por ejemplo, un perro que te ataca. Pero en español, morder también se asocia con el mal humor, y es frecuente decir estoy que muerdo (o estás que muerdes, está que muerde, etc.) para expresar nuestro estado de enfado.

Por supuesto, hay otras formas de expresar ese estado de ánimo y he reunido muchas de ellas en esta imagen:

Aprende español callejeando por Madrid: Estoy que muerdo



La expresión estar de mala uva es curiosa, ¿verdad? Según parece, empezó a usarse para hablar de personas que cogían una mala borrachera, y al final se usa como sinónimo de mal humor. Por eso me llama la atención el nombre de esta cadena de vinotecas (tiendas dedicadas a la degustación y venta de vinos):


Aprende español callejeando por Madrid: Estoy que muerdo
La Guardia (Álava)

La uva, claro, tiene relación con el vino, pero con este nombre, ¡parece que la persona que te va a atender está de mal humor! No sé si es un nombre muy bueno, la verdad.


Si lees mis entradas habitualmente, ya sabes que llevo un tiempo de bastante mal humor por algunas cosas que han pasado en mi trabajo en esta época de pandemia. Pero ya empiezan las vacaciones, recuperaré fuerzas y volveré con ánimo para recorrer Madrid buscando cosas interesantes para el blog. De momento, me tomo un descanso de ordenador y me despido hasta septiembre.

¡Buen verano, y sobre todo, salud!







sábado, 10 de marzo de 2018

Me aburro


me aburro
Acueducto de Amaniel

Vi esta pintada debajo de un antiguo acueducto ('puente construido para transportar agua') de Madrid y pensé: ¡Qué suerte! Porque yo nunca me aburro, casi siempre tengo cosas que hacer y, además, soy de esas personas que, si no tienen nada que hacer, se lo inventan. ¿A ti te pasa igual o a menudo te aburres?

El aburrimiento, como tantos estados de ánimo, emociones, gustos y sentimientos, puede ser expresado como algo interior a la persona, que lo siente o está así sin causa o con causa externa (y lo expresa con un verbo reflexivo: me aburro, te aburres, se aburre, nos aburrimos, etc.). Y es lo que le pasa a la persona que escribió en el acueducto. 

Otras veces, en cambio, expresamos ese estado de ánimo, emoción, gusto o sentimiento como resultado de algo exterior, como pasa en esta otra pintada que vi en una taquilla de la Facultad de Bellas Artes (¿te acuerdas de estas taquillas?, te hablé de ellas en Guerra en la facultad). En una zona de un pasillo todas las taquillas están pintadas de rosa, excepto esta:


me aburría
Facultad de Bellas Artes (Universidad Complutense)


Aunque la forma aburría podría ser primera persona (yo) o tercera persona (él, ella), en esta frase entendemos que es tercera persona y va con el sujeto una taquilla rosa. Fíjate, si en lugar de decir una taquilla lo dijera en plural,  tendría que decir me aburrían las taquillas rosas. Esto nos dice que el sujeto gramatical no es la persona que tiene el sentimiento (en este caso, yo), sino la cosa que produce ese sentimiento (en este ejemplo, la taquilla rosa). Y los pronombres que hablan de la persona que tiene el sentimiento son, como en el caso del verbo gustar, estos: me, te, le, nos, os, les (los pronombres de complemento indirecto).

En la misma foto tenemos otro verbo que funciona de manera similar, porque alguien ha respondido a la pintada. La respuesta es un poco agresiva, la verdad, en primer lugar porque usa ese coño, un taco o palabrota que utilizamos mucho en las preguntas (puedes leer sobre su uso en la entrada ¿Por qué no?). Pero también por su mensaje, que quiere decir que a nadie le importa si a esta persona le aburría su taquilla o no.

El verbo, en este caso, es importar ('tener importancia, valor o interés').  Es verdad que usamos mucho más este verbo en forma no reflexiva (tú me importasalgo me importa, otras cosas o personas me importan), pero eso es solamente porque casi nunca necesitamos expresar que sentimos interés hacia nosotros mismos. Cuando necesitamos expresarlo, por supuesto que usamos la forma reflexiva, como en este ejemplo, sacado de una entrevista sobre la película El bar, de Álex de la Iglesia:

En la película, ocho personajes se ven atrapados en un espacio cerrado y acaban enfrentándose  para lograr sobrevivir. Un sálvese quien pueda que obliga al espectador a plantearse cómo actuaría llegado el momento. Carmen Machi lo tiene clarísimo: “Si a mí me dicen que para vivir tengo que matarte, te mato seguro“. Vaya, gracias. “No es personal, es solo que yo me importo más de lo que tú me importas a mí. Ni siquiera lo consideraría asesinato, sino más bien defensa personal“. (elpalomitron.com)

Otro ejemplo: el nombre de este canal de Youtube, que es de una chica que da consejos para cuidarse.





Aburrir e importar son solo dos ejemplos. Hay más verbos de este tipo y  no puedo ponerlos todos en una misma imagen, así que solamente he seleccionado algunos que me parecen útiles en la imagen que tienes debajo. De todas formas, esto no es una regla que funcione para todos los verbos que expresan estado de ánimo, emoción, gusto o sentimiento. Otros verbos (por ejemplo, odiar) no se usan con complementos indirectos.

¿Y tú? ¿Sueles aburrirte? ¿Hay algo que te aburra mucho? ¡Hasta pronto!




miércoles, 6 de septiembre de 2017

Poca vergüenza



poca vergüenza
Calle de la Palma
    
Este es el curioso nombre de un bar de Malasaña. ¿Qué crees: que tiene un sentido positivo o negativo? Pues verás, esta palabra, tan usada, es un poquito complicada de explicar, así que lo voy a organizar en tres pasos:

1) La vergüenza como timidez:

Es algo que no queremos sentir porque este miedo no nos permite hacer algunas cosas, como hablar en público, bailar, etc. De las personas que son muy tímidas y se ponen rojas con facilidad se dice que son vergonzosas

Cuando hablamos de este sentimiento, solemos decir me / te / le... da vergüenza... (o, más coloquialmente, usamos la palabra corte: puedes recordar cómo se usa en Jo, qué corte). 

En muchas zonas de América, en lugar de vergüenza, en este sentido se usa la palabra pena. Pena, en el español de España, significa tristeza, lástima, así que es una palabra que puede causar -y causa- malentendidos entre algunos hablantes de español de diferentes zonas.

En principio, sentir poca vergüenza sería algo positivo, ¿no?  Pero no es este el sentido que tiene en la imagen.

2) La vergüenza como remordimiento o sensación de ridículo:

Usamos también esta palabra para describir lo que sentimos cuando hemos hecho o dicho, o estamos haciendo o diciendo, algo que no está bien, que no es correcto o adecuado, algo malo, algo ridículo. Sentimos o pasamos vergüenza o nos sentimos avergonzados cuando, por ejemplo, estamos hablando mal de alguien y esa persona aparece de repente, o cuando nos caemos en la calle.

Para las situaciones o estados de cosas que producen este tipo de vergüenza (cosas que están mal hechas o que son ridículas), usamos también el adjetivo vergonzoso/a. Por ejemplo, podemos decir:

Es vergonzoso cómo está esta calle de sucia. No sé para qué pagamos impuestos.

También aquí parece que sentir poca vergüenza sería algo positivo. Pero este tampoco es el sentido que tiene en la imagen.

3) La vergüenza como dignidad:

En la expresión tener vergüenza, esta palabra significa tener 'amor propio, dignidad, autoestima'. Es más frecuente que se use en un sentido negativo: no tener vergüenza o tener poca vergüenza. De este significado proviene el uso de la palabra un/a sinvergüenza, que se aplica a las personas que hacen cosas indignas. Y este es el sentido de la imagen: poca vergüenza se asocia siempre con un significado negativo.

Un ejemplo de alguien que tiene poca vergüenza o que no tiene vergüenza podría ser el de las personas que le quitan el cubo de la basura al dueño de esta tienda:


no me quitéis el cubo
Calle San Pedro Mártir

A las personas que le quitan los cubos a este tendero se les podría aplicar también esta otra frase:


gentuza como tú hay poca
Calle del León

Gentuza viene de gente, y es una forma despectiva, negativa. Si decimos de una persona o un grupo de personas que son gentuza, les estamos insultando, les estamos diciendo que son personas despreciables.

En conclusión, que no sé si ir al bar Poca vergüenza o no, porque ¿a qué tipo de gente me encontraría allí?

Bueno, para que recuerdes de manera más visual todo lo que he explicado hasta ahora, lo resumo en esta imagen:


vergüenza


Bueno, querido o querida, aquí te dejo. ¡Hasta pronto!




martes, 2 de mayo de 2017

Cuidado con el perro

Es muy habitual, especialmente en zonas de casas (no de pisos), en pueblos o en las afueras de las ciudades, encontrar carteles que dicen Cuidado con el perro

Lo que no es tan habitual es que te adviertan para que tengas cuidado con el dueño del perro, como lo hacen en esta casa de un pueblo de Sevilla:


cuidado con el perro
Carmona (Sevilla)

Cuidado con... es una manera de advertir de un peligro, o sea, de avisarte antes de que alguien o algo puede causarte un mal, un daño. Así que el dueño de este perro también es peligroso, parece.

Más raro es encontrar una advertencia sobre un perro en un piso, como vi en una ciudad de Asturias:




cuidado con la perra
Gijón (Asturias)

No solamente es raro ver este cartel en un piso, que está en alto, así que la perra no puede ser un peligro para los que pasan por la calle. Es que, además, nos advierten del peligro de que la perra lame; lamer significa chupar ('pasar la lengua por encima de algo'), y es el que más se usa cuando hablamos de los animales. Bueno, la verdad es que no parece muy peligroso, excepto si la perra te puede contagiar alguna enfermedad, pero, de todas formas, es difícil que la perra pueda hacernos eso desde el primer piso, ¿no?

Fíjate, en el cartel han escrito cuidao, no cuidado, reflejando una pronunciación informal muy extendida (si quieres leer más sobre esto y ver más ejemplos, entra en ¿Me ha tocado o ma tocao?), que es, además, especialmente frecuente y marcada en Asturias.

Otra cosa de las que nos suelen advertir con la frase cuidado con... es de la existencia de un desnivel entre la calle y la entrada de una tienda o bar. Es muy frecuente que, para entrar, tengamos que bajar de nivel, y entonces encontramos este cartel:


cuidado con el escalón
Calle María de Zayas

Normalmente, la diferencia de altura es poca y tenemos que bajar un solo escalón. También son muy frecuentes estos desniveles dentro de los bares y restaurantes, así que ¡es muy importante que entiendas bien este cartel, o te puedes caer!

Cuando alguien nos dice ¡Cuidado! no es lo mismo que cuando nos dicen ¡Cuídate! Fíjate en este otro cartel:

cuídate
Calle Juan de la Encina

Cuídate es una expresión que decimos cuando nos despedimos de alguien, muchas veces después de decir adiós, hasta luego, hasta pronto, etc. Su uso demuestra interés por la otra persona. La usamos porque no vamos a ver a esa persona en mucho tiempo y queremos que esté bien; también cuando pensamos que la otra persona está pasando una mala temporada de salud o de problemas que pueden afectar a su salud.

En la pintada, imagino a una persona que ha sufrido una ruptura de pareja, ha roto su relación sentimental con alguien (alguien con quien no ha tenido hijos), y, sin embargo, le desea lo mejor. La mención a los hijos que no tuvieron resulta un poco dura, por eso imagino que la persona que escribió esta pintada no se siente nada bien.

Te dejo esta imagen para que recuerdes mejor esta diferencia entre las dos expresiones:


cuidado / cuídate


¡Hasta pronto y cuídate mucho!


jueves, 27 de octubre de 2016

Jo, qué corte

En una de las calles principales de Lavapiés, justamente enfrente de la Filmoteca Nacional, está esta peluquería, con un nombre que llama la atención :


corte cortarse
Calle Santa Isabel

El nombre de esta peluquería es un juego de palabras, porque la palabra corte, cuando es masculina, puede tener dos sentidos. Por un lado, se refiere al corte de pelo, porque a la peluquería muchas veces vamos a cortarnos el pelo; por otro, la frase Jo, qué corte nos hace pensar en un sentido coloquial de la palabra, que es 'vergüenza'. Es una frase que usamos mucho cuando pasamos una situación apurada o cuando nos equivocamos o cuando alguien nos dice algo inesperado o grosero que nos deja sin poder reaccionar. Sobre la forma jo, puedes leer Jo, cómo mola. Y si quieres ver otros nombres curiosos de peluquerías, entra en Una cabeza bien amueblada.      

Además del sustantivo corte, usamos informalmente el verbo cortarse 'sentir o tener vergüenza' y el adjetivo cortado para hablar del carácter de alguien. 

Las combinaciones de palabras más frecuentes con estas formas son las de esta imagen:


corte cortado cortarse



¿Y qué podemos contestarle a alguien que nos dice Jo, qué corte porque ha pasado por una situación apurada, que le da vergüenza? Pues simplemente, lo que dice el nombre de este restaurante:


no pasa nada
Plaza de Cascorro

No te preocupes, no pasa nada, eso nos puede pasar a todos... ¡Y es verdad! ¿Quién no ha pasado alguna vez por esas situaciones? ¿Quién no se ha llevado un buen corte? ¿A quién no le da corte hacer algo? ¿A quién no le han pegado un corte?

¡Hasta pronto!






jueves, 18 de febrero de 2016

¡Qué lástima!



El verano pasado, de repente, cerró sus puertas el Café Comercial, uno de los más antiguos de Madrid. Se fundó en 1887 y era un lugar de encuentros, tertulias, juegos y todo tipo de actividades intelectuales y lúdicas. Además, estaba situado en una plaza muy céntrica, la Glorieta de Bilbao.

Por todo eso, su cierre repentino provocó mucha pena entre muchísimos habitantes de Madrid. Mucha gente fue a la puerta y escribió carteles expresando sus sentimientos. Todavía hoy se pueden ver algunos, como este:


café comercial
Glorieta de Bilbao



Como dice el cartel, es una lástima (o sea, es una pena). Es una lástima que tantos cafés y tiendas antiguos estén cerrando en Madrid: por la crisis, por la subida de los precios de los alquileres, por la presión de las multinacionales, etc. Es una lástima que, donde ayer hubo un establecimiento familiar, único y diferente, poco tiempo después encontremos un local igual a miles que se pueden encontrar por todo el mundo (Starbucks, por ejemplo).    

Es una lástima que haya cerrado este café, pero al menos, el Ayuntamiento de Madrid lo ha protegido prohibiendo cambiar su estructura y gran parte de sus elementos, como las escaleras o las lámparas. Quizá por eso ahí sigue, cerrado, porque las grandes cadenas de tiendas y cafés siempre quieren imponer su imagen y cambiarlo todo.

No sé si te has fijado en que he usado subjuntivo después de es una lástima que; cuando uso esta expresión, lo que hago es comentar y valorar un hecho conocido por todos, no introducir información nueva, y por eso usamos generalmente subjuntivo, igual que con otras muchas expresiones parecidas (es una maravilla / una pena / maravilloso / estupendo que...). He usado el presente de subjuntivo para referirme al presente y al futuro (es una lástima que tantos cafés estén cerrando..., es una lástima que poco tiempo después encontremos...), y el pretérito perfecto de subjuntivo para hablar de un pasado que tiene consecuencias hasta el presente (es una lástima que haya cerrado este café) porque todavía los que lo frecuentábamos lo echamos de menos y sentimos que ha pasado poco tiempo desde que cerró.

En las dos imágenes siguientes, en cambio, la persona que escribió esas frases tan poéticas siente lástima por algo que pasó y que ya considera cerrado, terminado:


lástima que subjuntivo
Calle del Amparo




Son mensajes de alguien que estuvo -y quizá sigue- muy enamorado de una persona, pero las cosas no salieron bien. No sé si puedes leer bien los textos, así que te los voy a escribir:

Intenté conseguir tu alma... Se la vendí al diablo... Lástima que fueseis la misma persona.

La persona amada era, en realidad, el demonio, el diablo (o era tan mala como él).

Eras algo imperfecto en un mundo imperfecto. Lástima que no soportaras las comparaciones.

La persona amada, probablemente, era demasiado perfeccionista, y eso acabó con la historia de amor, pero quizá este verso tú lo entiendas de otra manera.

En estos dos versos, se usa el imperfecto de subjuntivo (fueseis, soportaras), porque se está hablando de una relación ya completamente terminada.


Y así llegamos al final de esta entrada. Qué lástima que se acabe, ¿verdad?

¡Hasta pronto!


P.D. En 2017 se volvió a abrir el Café Comercial. Su aspecto no ha cambiado demasiado, no pertenece a ninguna empresa multinacional y sigue manteniendo su nombre. ¡Bien!

lunes, 16 de noviembre de 2015

No tengas miedo

Paseando por Malasaña de nuevo (después de tantos meses sin paseos tranquilos para sacar fotos), me encontré esta pequeña pintada:        


tener miedo
Calle de la Palma



Pues no me extraña, la verdad. Vivimos rodeados de malas noticias cada día: atentados, asesinatos, cambio climático, guerras... Y el miedo es lo más peligroso que existe, porque provoca sentimientos irracionales y negativos hacia otras personas y hacia otros colectivos. 

Por otro lado, vivir con miedo no es vivir: el miedo paraliza, provoca que no te muevas, que no avances. Hay que aprender a vivir sin miedo, como mi alumno y amigo Pascal, que hace un tiempo volvió a su ciudad, París; él vive muy cerca de una de las zonas de los atentados que ocurrieron el 13 de noviembre pasado; unas horas después, hablamos por teléfono y me dijo que pensaba continuar su vida, sin miedo. Así hay que hacer: seguir viviendo y no dejarse vencer por el miedo.

En el barrio de la Latina me encontré esto:


miedo
Calle Don Pedro



Esto sí se refiere más claramente al miedo que nos provocan las malas noticias que nos llegan todos los días de los medios de comunicación. Pero hay algunos medios que se ocupan de traernos también buenas noticias; en español, por ejemplo, puedes leer el diario Son buenas noticias y también España buenas noticias. Esto no quiere decir que no escuchemos las malas; significa que nos demos cuenta de que también hay cosas positivas que están pasando en el mundo y a que a veces ignoramos.

Y ya que hablamos del miedo, vamos a ver en un cuadro cómo usamos más frecuentemente la palabra miedo y también qué otras expresiones usamos para expresar esta sensación:





Pero para miedo, el que da ver este vídeo sobre el Caminito del Rey. Este camino fue construido hace más de un siglo en un desfiladero de Málaga; estuvo unos años en muy mal estado y varias personas murieron intentando seguirlo. Esta es la época en la que se grabó el vídeo. Pero justamente en 2015 han terminado unas obras para arreglarlo y hacerlo más seguro, y ahora es un sitio muy recomendable por los paisajes impresionantes; eso sí, ¡si no te dan miedo las alturas! Si tienes vértigo, olvídalo. ¿Te atreverías a recorrerlo sin miedo? Yo todavía no he probado, pero me diré a mí misma si algún día voy: "¡No tengas miedo!" ¡Hasta pronto!





domingo, 19 de octubre de 2014

Deseo desear

¿Por qué amamos o queremos a alguien determinado? ¿Qué tiene esa persona para sentir algo tan especial por ella? En las calles tenemos algunas respuestas:


amar querer desear
Calle Salitre


Su pareja solamente quiere a esta persona porque no fuma, ¡pobre! Pues si esa es la única razón, ¡vaya amor! (gracias, proyecto SEPA, autor de este cartel por el humor de cada día en las calles de Madrid).


Y para hablar de relaciones sentimentales, además de querer, tenemos también el verbo amar:




amar querer desear
Calle Clara Campoamor


Amar y querer pueden usarse con el mismo sentido, como en esta pintada, que es una declaración de amor. Pero amar muy raramente se usa en la lengua hablada, excepto en las películas, los poemas y las canciones, donde es común escuchar o leer "te amo".

Amar no solamente se usa para las relaciones personales, también podemos usarlo para hablar de nuestras grandes pasiones, nuestras aficiones, las cosas que nos gustan muchísimo, nos apasionan:



amar querer desear
Calle Huertas


Esta foto muestra una recomendación del grupo madrileño de arte urbano Boa Mistura: si te apasiona lo que haces (tu profesión o las actividades que más repites en tu vida), será mejor para ti, serás más feliz. Así que, elige hacer aquello que te apasiona, o apasiónate por aquello que estás obligado a hacer.


Además de amar y querer, para hablar de relaciones personales también se usa desear. Desear y querer son muy parecidos, pero si hablamos de relaciones personales se usan de forma muy diferente. Si le decimos a alguien "te quiero", estamos hablando de sentimientos; si le decimos "te deseo", estamos hablando de apetencias sexuales.


En cambio, cuando expresamos nuestro deseo o apetencia de una acción o una cosa podemos usar los dos. Por ejemplo, en una tienda tradicional nos pueden preguntar "¿Qué desea?" (más formal) o "¿Qué quiere / quería?" (menos formal).

Un par de ejemplos. En la primera foto, vemos una pancarta de una manifestación del personal sanitario (médicos, enfermeros, auxiliares) de la Comunidad de Madrid, que siguen su lucha contra los intentos de privatización:







No nos están hablando de sus sentimientos de amor por los pacientes. Nos dicen que desean tener pacientes, no clientes, nos dicen que no desean tener una relación comercial con sus pacientes (como sugiere la palabra clientes). En esta pancarta se podría usar también desear, pero sería más formal.



El segundo ejemplo, una frase de algo que ya conoces, El muro de todos:



expresar deseo
Calle Miguel Servet


¿Qué significa esta frase? ¿Cómo la entiendes? Parece decir que desear, tener deseos de algo es lo mejor que nos puede pasar, y por eso esta persona quiere desear (esta frase también podría decirse así: "quiero desear"). Lo mejor que podemos desear es tener deseos. Si no tenemos deseos, no vivimos de verdad, porque la vida de las personas es una búsqueda permanente. Necesitamos siempre querer algo que no tenemos, si no, nuestra vida no tiene objetivos. No tiene por qué ser algo material (dinero u objetos), puede ser amistad, amor, conocimiento, etc.


Otra diferencia entre querer y desear es que desear se usa en fórmulas de felicitación, como "te deseo un feliz cumpleaños" o "te deseamos Feliz Navidad", que se suelen escribir en mensajes y tarjetas. O se cantan:







En fin, tres verbos muy parecidos, que tienen muchos usos en común, pero que no son siempre intercambiables. Por si no me he explicado bien, en el cuadro tienes los usos principales:



amar querer desear



¿Y tú? ¿Qué quieres o deseas? 
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