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lunes, 7 de abril de 2025

Madrileñísima


En español, las dos formas más comunes de expresar que algo o alguien tiene una característica en grado alto son estas: 

- Usar la palabra muy delante del adjetivo o adverbio que expresa esa característica: Mi casa está muy lejos; Tus padres son muy simpáticos.

- Usar el adjetivo o adverbio que expresa esa característica con el sufijo -ísimo/a/os/as: Mi casa está lejísimos; Tus padres son simpatiquísimos.

Esto normalmente lo hacemos con características que son graduables, es decir, que se pueden tener en una cantidad mayor o menor. Se puede ser muy baja o altísima, muy listos o tontísimos, muy cariñoso o antipatiquísimo, y un objeto puede ser muy pequeño o grandísimo, anchísimo o estrechísimo, por ejemplo. 

Y sin embargo, a veces nos encontramos con estas formas aplicadas a características que no parecen graduables. Veamos dos ejemplos callejeros:


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Orense


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Bravo Murillo


No se puede ser más o menos mexicano, ni más o menos tropical. Estos dos adjetivos nos hablan de características no graduables: si eres mexicano, lo eres, ni en mayor ni en menor grado; si hablamos de un clima o de una fruta tropical, no puede ser más tropical o menos tropical, porque este adjetivo nos habla de un origen geográfico.

Pero justamente con estos adjetivos que relacionan un objeto o persona con su origen geográfico, en un estilo formal usamos la terminación -ísimo/a/os/as con otro sentido: el de algo o alguien muy representativo, muy característico de ese lugar. El restaurante de la primera imagen es mexicanísimo porque nos ofrece una auténtica comida mexicana, y Tropicalísimo es un restaurante colombiano en el que nos ofrecen batidos, zumos y ensaladas tropicales hechos con frutas que, aunque ahora algunas se cultiven en España, proceden de climas propios de los trópicos (como mango, papaya, piña, coco, etc.).

Por eso, si por ejemplo buscamos ejemplos en Internet sobre Madrid, encontraremos muchísimos como estos:

la madrileñísima calle de Alcalá
el madrileñísimo barrio de Chamberí
el madrileñísimo Lope de Vega

En estos ejemplos se quiere destacar la profunda relación de la calle, el barrio o el poeta con la ciudad de Madrid, tan profunda que calle, barrio y poeta forman parte de la imagen de la ciudad. 

¿Tú crees que yo podría hablar de mi madrileñísimo blog? ☺☺☺

Para terminar, te dejo una imagen por si necesitas repasar un poquito la formación de este llamado superlativo. ¡Hasta pronto!

Aprende español callejeando: Madrileñísima






lunes, 24 de marzo de 2025

¡Que te lo has creído!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle de la Esgrima



Comenzando con esta pintada, hoy nos damos un paseo por las formas y usos del verbo creer.

Creer en, cuando hablamos de una persona, significa tener confianza en ella. Así que el consejo de la pintada anterior es que tengamos confianza en nosotros mismos: en nuestras capacidades, en nuestros talentos, supongo. Esto es importante, claro, pero la gente lo ve como una solución para todo, cuando no es cierto. Tener confianza en uno mismo, creer en uno mismo es necesario para estar bien, pero no es suficiente porque no todo lo que nos pasa en la vida depende de nosotros. Bueno, eso pienso yo.


Si usamos creer en para hablar de otras cosas que no sean personas, el significado cambia ligeramente. Por ejemplo, si hablo de creer en dios o creer en los extraterrestres, hablo de creer que algo existe.


Pero no siempre usamos el verbo creer con la preposición en detrás. La mayoría de las veces nos sirve para expresar pensamiento, opinión, como en esta otra pintada que vi en una ciudad de Cataluña:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Figueras (Gerona)



Parece que esta persona no está demasiado segura de su amor, ¿no? Primero, porque dice creo, o sea, que solo es un pensamiento, no un hecho, y segundo porque añade un poco. No es lo mismo querer a alguien que querer un poco a alguien; pero bueno, menos es no quererlo nada. De todas formas, prefiero que no me digan nada a que me escriban o me digan esta declaración de amor tan decepcionante.


Este mismo verbo, pero en su forma reflexiva (creerse), significa algo muy similar pero no igual. Veamos un ejemplo en un contenedor de vidrio de un pueblo de Madrid:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído

Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Torrelaguna (Madrid)



Este mensaje es muy, muy irónico. Creerse se utiliza con el significado de 'pensar que algo es verdad cuando no lo es o no está confirmado'. Hay personas que tiran todo tipo de basura en estos contenedores, por comodidad o por ignorancia, y en este mensaje irónicamente dicen que algunas personas se creen (hay quien se cree) que el vidrio se puede mezclar con otros residuos, igual que se creen que nuestro planeta es plano y que existen los vampiros. Pero ninguna de las tres cosas es verdad. ¡En estos tiempos de ideas locas en los que vivimos, este mensaje resulta muy divertido y apropiado!

Otro ejemplo de creerse lo tenemos en esta pintada anarquista. Cuando preguntamos a alguien si se cree algo, como hacen ellos (¿Te crees...?), ponemos en duda lo que decimos a continuación. Para estas personas, lo que dicen las noticias es falso. Un engaño, como ellos mismos dicen.


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle Lope de Haro



El verbo creer, con esta forma y significado, se usa muchísimo: No me lo creo, Te lo has creído, Se lo creyó todo, etc. son frases prácticamente de cada día. 

Tenemos además frases casi fijas con este verbo y significado que se usan mucho en la conversación informal: ¡Que te crees tú eso! (con exclamación a veces, otras sin exclamación) y ¡Que te lo has creído! (igual, con o sin exclamación). Se usan como respuesta para expresar que lo que ha dicho la otra persona no se va a cumplir de ninguna manera.

Veamos dos ejemplos tomados de novelas:

    -A ver -Miguel cogió con un rápido movimiento el móvil que Vicente había arrojado contra la mesa-. Seguro que ya tienes un montón de proposiciones.
    -¡Eh, eh...! ¡Deja el móvil en su sitio!
    - ¡Ja, ja...! ¡Que te lo has creído! Vamos a ver quién quiere conocerte.

(El niño que quiso ser lluvia, Blanca Poza)

    - Yo me quiero ir de aquí.
    - ¿Cómo?
    - Que me voy.
    - Ni hablar.
    - Volverme a Almería, esto estoy pensando.
    - Ah, no, eso sí que no. Ja, ja, ja. Que te crees tú eso.

(Gordo de feria, Esther García Llovet)

Como puedes ver, es una manera de negarnos a hacer algo o a que la otra persona haga algo. Expresiones equivalentes serían, por ejemplo: ya te gustaría a ti, ni lo sueñes, ya quisieras.


Termino ya con un resumen de los usos principales de este verbo por el que hoy nos hemos paseado. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído







domingo, 22 de diciembre de 2024

Cocinillas



La historia reciente de la palabra cocinillas es curiosa, porque nos habla de cambios en la sociedad. 

Hasta hace no demasiados años, esta palabra se refería a hombres a los que les gustaba participar en la tarea de cocinar, pero sin ser los cocineros principales. Esta responsabilidad -la de cocinero principal o habitual- se atribuía a las mujeres (con excepción de los chefs de alta cocina, donde tradicionalmente han predominado los hombres).

Afortunadamente, estos papeles tradicionales han ido cambiando, y son muchísimas las familias en las que la cocina es una tarea compartida o asumida por un hombre. Por otro lado, hoy se cocina muchísimo menos que hace unas décadas, y necesitábamos una palabra para llamar a las personas, hombres o mujeres, a las que les gusta cocinar, frente a las muchísimas a las que no les gusta. Y aquí ha entrado en juego la palabra cocinillas, que ahora se usa, sobre todo, con ese significado: persona aficionada a cocinar.

El sustantivo masculino cocinillas se ha convertido hoy en un sustantivo de género común. Eso explica que en Madrid haya dos locales de restauración que se llaman casi igual, con una pequeña diferencia:


Aprende español callejeando: Cocinillas
Calle Lope de Vega


Aprende español callejeando: Cocinillas
Calle San Andrés




En otra entrada, El hortera, te hablé de los sustantivos y adjetivos de género común, pero solamente de los que acaban en -a. Como puedes ver con el caso de cocinillas, tenemos sustantivos y adjetivos de género común que terminan diferente. En la entrada "El hortera" puse una infografía con algunas de las palabras de género común terminadas en -a más utilizadas; aquí pongo otra con otras terminaciones: terminadas en -o, en -e, y en diferentes consonantes. Todas son palabras, claro, referidas a personas y muchas de ellas nos hablan de profesiones y cargos. De las curiosas palabras metomentodo, sabelotodo y correveidile tienes explicaciones y ejemplos en la infografía del final de esta otra entrada: A mesa puesta.

Recuerda que, aunque estas palabras no cambien, otras palabras que la acompañan sí cambian según hablemos de hombres o de mujeres. Decimos, por ejemplo:

La portavoz del Gobierno / El portavoz del Gobierno
Una modelo muy famosa / Un modelo muy famoso
Un detective muy discreto / Una detective muy discreta
El canciller alemán / La canciller alemana


Aprende español callejeando: Cocinillas



¡Felices fiestas y hasta pronto!




lunes, 15 de abril de 2024

Ojiplático



Aprende español callejeando: Ojiplatico
Avenida del General Perón




Hace pocos días vi este anuncio de una empresa que nos habla de un procedimiento de formación de palabras. Y está muy bien explicado: decimos que este hombre es pelirrojo (añadiendo una -r- para reflejar la pronunciación de la -r- fuerte) porque tiene el pelo rojo. Esta forma de crear adjetivos es relativamente frecuente en español.

Podríamos pensar que lo lógico es que la palabra fuera *pelorrojo. Pero no: la formación de este tipo de adjetivos es esta:   

SUSTANTIVO (que pierde su última vocal)   +    +   ADJETIVO

Casi todos los adjetivos de este tipo están formados por sustantivos que nombran partes del cuerpo de una persona, como cuellicorto/a ('que tiene el cuello corto'), o del cuerpo de un animal, como paticojo/a ('que tiene una pata o pierna coja'). Hay excepciones, como puntiagudo/a, que usamos para describir algo que tiene la punta afilada, muy fina; por ejemplo, podemos hablar de unos zapatos puntiagudos o de una nariz puntiaguda.

Muchas veces estos adjetivos son despectivos o humorísticos (no es lo mismo decir que alguien tiene el cuello corto, que es simplemente una descripción, que decir es un cuellicorto, que, según el contexto, es una burla o una caricatura). Pero esto no siempre ocurre: pelirrojo/a, que es probablemente la más usada (porque no tenemos otra manera de expresar esta idea: si decimos que alguien lleva el pelo rojo, es rojo teñido, porque nadie tiene el pelo rojo de forma natural); puntiagudo/a también es un adjetivo solamente descriptivo, no despectivo ni humorístico.

Independientemente de que el sustantivo nombre partes del cuerpo de las personas o de los animales, los adjetivos resultantes se usan indistintamente para personas o para animales: así, podemos hablar de personas o animales paticortos (o sea, de piernas o patas cortas).


Un paso más es el que damos con adjetivos como el de este anuncio de una marca de teléfonos inteligentes:


Aprende español callejeando: Ojiplatico
Calle Raimundo Fernández Villaverde




La primera parte, el sustantivo, es la palabra ojo, pero ¿qué adjetivo es *plático? Pues no existe. Si existiera, sería un adjetivo derivado del sustantivo plato. Pero no tenemos un adjetivo para esa palabra, básicamente porque no lo necesitamos.

¿Entonces, cómo se ha formado ojiplático/a? Alguien lo inventó a partir de la expresión ojos como platos, que usamos para describir el efecto de una gran sorpresa, porque generalmente cuando nos sorprendemos mucho abrimos mucho los ojos. Decimos, por ejemplo, me quedé con los ojos como platos, tenía los ojos como platos o abrió los ojos como platos. No se sabe quién inventó esta palabra, pero sí que empezó a usarse en la primera década del siglo XXI y que ya la tenemos en el diccionario de la Real Academia Española.

Así que ojiplático es, en realidad, una metáfora. Y como metáfora se usan otros adjetivos de este tipo. Por ejemplo, decimos que alguien es manirroto/a con el sentido de 'persona que no sabe ahorrar, que gasta sin ningún control'; literalmente, significaría 'que tiene una mano rota o las manos rotas', pero nunca la usamos así, sino como una imagen: la de alguien que tiene un agujero en la mano y por ese agujero se le cae todo el dinero. Otro ejemplo: peliagudo/a (que es una palabra que se usa más para cosas que para personas), que significa 'difícil de resolver'; viene de pelo y agudo/a 'afilado, fino, a veces punzante', y de la idea de algo con pelo afilado o punzante puede venir la idea de dificultad.


En esta imagen pongo algunos de los adjetivos de este tipo más utilizados, y con esto me despido:


Aprende español callejeando: Ojiplatico


¡Hasta pronto!



miércoles, 6 de marzo de 2024

Todo es práctica


Cuando comencé a enseñar español, muchas veces cometía el mismo error, primero porque no era consciente de él, luego porque se me olvidaba. Te explico: cuando un estudiante tenía dificultades para pronunciar una palabra larga, le pedía que repitiera conmigo, empezando por la sílaba acentuada y yendo hacia atrás. Por ejemplo, si la palabra era hipocresía, lo hacíamos así, primero yo y luego esa persona:

sía
sía
cresía
cresía
pocresía
pocresía
hipocresía
hipocresía

 
Lo hacíamos una o varias veces, dependiendo de la dificultad. Y luego yo, muchas veces, le decía: Ahora todo junto. Quería pedir al estudiante que repitiera la palabra completa, pero, para mi sorpresa (las primeras veces), de pronto todos los estudiantes repetían la palabra completa.

Lógicamente, cuando aprendes un idioma, sobre todo al principio, estás más centrado en el significado de las palabras que en la gramática, y los estudiantes no llegaban a percibir el uso y significado del plural. 

Pronto me di cuenta de que cuando decía todo junto, los estudiantes entendían esto, que fotografié en el muro de un colegio:


Aprende español callejeando: Todo es práctica
Calle Provisiones




Es un mensaje para animar a los niños del colegio a ser solidarios los unos con los otros, para animar a la cooperación y para conseguir una integración social.



Pues vamos hoy con las palabras todos y todo, que parecen muy básicas pero tienen su aquel (o sea, tienen una complejidad, una dificultad que no es muy evidente). 

Entendemos el masculino plural todos como un conjunto de sustantivos masculinos o de sustantivos femeninos y masculinos. Si no decimos nada más, se entiende que nos referimos a 'todas las personas, todo el mundo', como en este otro cartel:


Aprende español callejeando: Todo es práctica
Facultad de Bellas Artes (Universidad Complutense)




En esta imagen tienes también un juego de palabras: aparece una lata que parece de pescado, es decir, una conserva, pero en realidad este anuncio habla de la conservación del patrimonio. Y es que en la Facultad de Bellas Artes se puede estudiar Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural.


Por su parte, la palabra todo puede ser un masculino singular, como cuando decimos todo el mundo o todo el barrio, pero puede ser también una palabra de género neutro, o sea, una palabra que usamos para referirnos a un colectivo de cosas diversas, que pueden ser concretas o abstractas, y de las que no nos interesa el género. Por ejemplo:


Aprende español callejeando: Todo es práctica
Calle Panizo




Ese solar ('espacio urbano sin construir') está en venta, como muchos otros solares de la ciudad, pero la pintada que se añade crea una frase que critica el capitalismo, un sistema donde todas las cosas se compran y se venden. El que hizo la pintada piensa que no, que no todo ('no todas las cosas') está en venta; probablemente se refiere a cosas como la libertad, el pensamiento, la dignidad, etc.


También aparece este todo neutro en la siguiente obra de El Rey de la Ruina, uno de esos famosos corazones de los que Madrid está lleno, aunque en este caso tomé la foto en Asturias. La frase que aparece en el corazón puede parecer un poco rara, porque parece que se mezclan el masculino y el femenino, pero no es así. Debajo te lo explico.


Aprende español callejeando: Todo es práctica
Ribadesella (Asturias)



El significado de esta frase, que se utiliza mucho, es 'todas las habilidades se aprenden practicándolas'. La palabra todo aquí también es neutra y sería equivalente a 'todas las cosas, todas las habilidades, todas las competencias, todas las capacidades'. La palabra práctica es un sustantivo femenino, se refiere al ejercicio de cualquier actividad, que nos lleva a tener una destreza, una habilidad.

Algunos ejemplos de situaciones en las que se podría usar esta frase:

(He empezado a ir a clases de baile, hoy es mi tercer día y hablo con el profesor)

- Ay, que no puedo, se me olvidan los pasos todo el tiempo. A mí esto no se me da bien...
- No te preocupes, empieza otra vez y lo repetimos todas las veces que necesites. Todo es práctica. Ya verás como la semana que viene lo bailas mejor.

(Un pintor está pintando los techos de mi casa)

- No sé cómo puede usted pintar durante tanto tiempo con el brazo en alto. Yo no aguantaría ni media hora.
- Bueno, todo es práctica.


Pues ya sabes, todo es práctica, sigue practicando español de todas las maneras posibles: hablando, escribiendo, escuchando, ¡y leyendo este blog! 

¡Hasta pronto!






jueves, 30 de noviembre de 2023

Pan para hoy, hambre para mañana



Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Benicarló (Castellón)



En un pueblo de la costa de la Comunidad Valenciana compré pan en una estupenda panadería y me lo dieron en esta bolsa de papel. Supongo que entiendes el mensaje: si compras pan allí, ayudas a que el panadero mantenga su negocio. Pero quizá no sepas que esta frase es una variante de un refrán: Pan para hoy, hambre para mañana

Decimos que algo es pan para hoy y hambre para mañana cuando es una solución para el momento actual, satisface nuestra necesidad inmediata, pero no tiene en cuenta el futuro (e incluso puede hacer que nuestro futuro sea peor). Un ejemplo de un periódico:

El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, celebró hoy que la Cámara de Diputados haya rechazado un proyecto de "autopréstamos" que permite a los ciudadanos retirar entre el 15 % y el 100 % de sus fondos privados de pensiones y devolver el dinero en unos años. "A los parlamentarios que insisten en que los trabajadores se rasquen con sus propias uñas y recurran a sus ahorros para enfrentar las dificultades del momento, mediante autopréstamos o retiros, les decimos que es pan para hoy y hambre para mañana", dijo Boric.
(www.lavanguardia.com)

Sobre la palabra pan y las expresiones relacionadas con ella ya te hablé en la entrada Un trozo de pan. Hoy nos vamos a ocupar de otra palabra del refrán: vamos a hablar de hambre.

Hambre, esa terrible realidad que no ha desaparecido aún del mundo, para vergüenza de todos. Porque tiene razón la persona que escribió esta frase (que parece un refrán tradicional pero no lo es) en un muro de un pueblo de la Comunidad de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Ciempozuelos (Madrid)



Tiene razón, porque hay alimentos suficientes en nuestro planeta para todos, pero están muy mal repartidos. Así que si alguien muere de hambre, es que lo hemos matado entre todos.

En la combinación de palabras morir de hambre, la preposición de tiene un sentido causal, introduce la causa, igual que, por ejemplo, temblar de frío o caerse de sueño. Este sentido de la preposición de está limitado a algunos usos, generalmente relacionados con sensaciones físicas y con sentimientos (por ejemplo, la metáfora morir de amor). 

Como expresa la pintada, si alguien muere de hambre, es porque lo matamos. Y también usamos la combinación de palabras matar de hambre para referirnos a que alguien no le da a otra persona la cantidad de alimentos necesarios; por ejemplo, podría decirse de unos padres que no alimentan bien a sus hijos y les hacen pasar hambre, o de una cárcel donde les dan muy poca comida a los presos. Matar sería aquí, por lo tanto, metafórico o hiperbólico, porque no es realmente matar sino subalimentar.

¡Ojo! Esta expresión es muy parecida a otra: matar el hambre, que significa 'comer algo ligero a la espera de hacer una comida más abundante'; por ejemplo, mientras llega la hora de comer, si tenemos un poco de hambre, nos podemos tomar unas aceitunas u otro aperitivo, y así matamos un poco el hambre, aunque no la eliminamos completamente.

Morir de hambre puede usarse también metafóricamente (o hiperbólicamente, exageradamente), como se hace en esta otra pintada:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
León




Morirse de frío y de hambre lo entendemos aquí como 'pasar mucho frío y mucha hambre', pero sin llegar a morir. El mensaje que quiere transmitir la pintada es que vivir del arte no es fácil muchas veces.

Fíjate en que hay una pequeña diferencia gramatical entre las dos pintadas anteriores: la primera hablaba de morir de hambre y la segunda de morirse de hambre, con pronombre reflexivo. Y es que, cuando usamos estas palabras de forma metafórica o exagerada, usamos normalmente el pronombre (y no solo hablando de hambre). Por ejemplo:

(Un estudiante a otro estudiante, en clase, a las dos de la tarde)

- ¡A ver si acabamos ya, que me estoy muriendo de hambre!

(Una mujer a su hermana, por teléfono)

- ¡Y a ver cuándo venís a Madrid, que me muero de ganas de conocer a mi sobrina!


Hay distintos grados cuando hablamos de hambre, claro. No es lo mismo decir Tengo hambre cuando no se tiene nada para comer que decirlo mientras estamos preparando la cena. Y en este último sentido es como se usa en este divertido cartel que fotografié en la fachada de un restaurante cubano de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Paseo de Santa María de la Cabeza



Un buen consejo, sí, y tengo que decir que, sin haberlo leído, yo lo he seguido, y me casé con alguien que cocina rico (en el español de España diríamos que cocina muy bien, o que cocina estupendamente o maravillosamente). 

Aprovecho este cartel, donde aparece el artículo delante de la palabra hambre, para recordarte que esta palabra es femenina; decimos, por ejemplo, hambre nerviosa, hambre severa, hambre oculta, hambre repentina, etc. También decimos tengo mucha hambre. Sin embargo, decimos el hambre, siguiendo las reglas que te expliqué en la entrada Cambiarle el agua al canario.

El hambre, esa dura realidad que ha acompañado al ser humano durante toda su existencia, está presente, por supuesto, en muchas metáforas de uso habitual, expresiones y refranes. Termino con una imagen donde encontrarás algunas de las más habituales en el español de España. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Hambre para mañana






jueves, 2 de noviembre de 2023

Pisacharcos


Desde hace unos años, se han puesto de moda las palabras compuestas usadas como insulto o como, simplemente, descalificativo gracioso. Muchas, como pisacharcos, tienen la forma de verbo + sustantivo en plural, y no distinguen género gramatical (decimos es un pisacharcos y es una pisacharcos), como puedes ver con más ejemplos (que no son descalificativos) en la entrada Matasuegras y matacuñaos.

Siempre ha existido este tipo de palabras, claro. Por ejemplo, aguafiestas ('la persona que siempre, de una manera u otra, estropea una situación alegre o positiva'), matasanos ('mal médico'), zampabollos ('que come con ansia, que devora'), etc. Pero ahora creo que se usan más y se han creado muchas nuevas, como es el caso de pisacharcos. Un pisacharcos o una pisacharcos es una persona torpe que se mete en situaciones complicadas continuamente, que dice muchas cosas inoportunas. Por supuesto, esta palabra es de uso informal, y no está aún en los diccionarios.

Palabras compuestas de este tipo con el verbo pisar ya teníamos algunas, como pisacorbatas ('pequeño objeto metálico que se usa como adorno en la corbata, pero también para sujetarla a la camisa') o pisapapeles ('objeto pesado que se pone sobre varios papeles para que no se muevan').  Y ahora se están creando más, unas que son de uso general y otras que son inventos individuales para nombrar establecimientos.

De este último tipo son los nombres de estas dos tiendas:


Aprende español callejeando: Pisacharcos
Calle Monasterio de Samos


Aprende español callejeando: Pisacharcos
Calle Lérida



En la primera foto vemos una zapatería con un nombre que ellos han inventado, supongo, imitando la palabra pintamonas. Un pintamonas o una pintamonas es una persona que se dedica a la pintura artística pero lo hace mal, o es una persona que se cree o se dice importante o relevante en algún contexto o en todos los contextos pero en realidad no lo es. En la zapatería han cambiado el verbo pintar por el verbo pisar, ya que pisar el suelo es lo que hacemos con los zapatos.

El segundo establecimiento es al mismo tiempo una tienda gourmet y un bar. La razón del nombre pisatechos se me escapa, no le encuentro relación con el tipo de tienda, pero seguro que tiene relación con los dibujos que aparecen a izquierda y derecha del nombre, donde vemos a alguien boca abajo, con las piernas en lo alto. No sé si el dueño es aficionado al deporte y de ahí viene el nombre.


Como ya he dicho, las dos palabras anteriores no se usan, solamente las he encontrado como nombre de estas tiendas. La que sí es de uso general, aunque parezca mentira y aunque tampoco aparezca en los diccionarios, es la que se utiliza para llamar a este tipo de botas:


Aprende español callejeando: Pisacharcos
Calle Toledo



Parece ser que estas botas (también llamadas pisacacas) tienen una suela ('la parte inferior de los zapatos, la parte que toca el suelo') gruesa y fuerte y, supongo y espero, fácil de limpiar. Pero si quieres comprarte unas y no quieres pedirlas en una tienda con esos nombres tan feos, también puedes decir botas safari


Como puedes ver, este procedimiento para formar nuevas palabras está muy vivo, más que nunca, tanto para formar nuevos descalificativos como para nombrar objetos. Si te interesa saber más del primer tipo, en este artículo, Los 23 insultos compuestos más ingeniosos del español, encontrarás unos pocos, tanto tradicionales como más modernos. ¿Cómo puedes saber cuáles están consolidados, o sea, son ya antiguos y llevan mucho tiempo usándose, y cuáles son más recientes? Porque estos últimos no suelen aparecer todavía en los diccionarios.

¿Quieres repasar o conocer algunas otras palabras de este tipo y de uso general? En este ejercicio encontrarás diez más que se usan desde hace mucho tiempo. Espero que la entrada de hoy te haya resultado interesante, o al menos curiosa. Si es así, por favor, difúndela en tus redes sociales y/o dímelo en los comentarios. ¡Muchas gracias y hasta pronto!










domingo, 15 de octubre de 2023

Esa es otra canción


      

Usamos la expresión esa es otra canción (o, más frecuentemente, ese es otro cantar), cuando una persona dice algo que nos parece que no tiene relación directa con el tema del que estamos hablando o es un aspecto distinto de ese tema, o que ese aspecto del tema nos llevaría a otra conversación.

Por ejemplo, imaginemos que estamos hablando sobre el estado de las carreteras en España y alguien dice:

- Yo creo que en Polonia son mucho mejores.
- Bueno, no lo sé, pero ese es otro cantar, porque en Polonia no hay tantas montañas como en España. Es mucho más difícil y cuesta mucho más dinero mantener las carreteras en buen estado aquí. Yo lo que quiero decir es que... (y volvemos al punto del que estábamos hablando)  

Pero hoy no vengo a hablarte de carreteras sino de canciones, canciones españolas y no españolas que están presentes en las calles y que, por lo tanto, son bien conocidas por los hablantes. Y he titulado así la entrada del blog porque ya en otra ocasión te hablé de este tema, en la entrada Siempre con la misma canción.

Hoy empezamos con el título de una canción infantil que es el nombre de una guardería (un jardín de infancia, una especie de escuela para niños muy pequeños) de un pueblo de Segovia:


Aprende español callejeando: Esa es otra canción
Cuéllar (Segovia)





En las canciones infantiles es frecuente encontrar formaciones de palabras que no son de uso habitual, como lunera (de luna) o cascabelera (de cascabel), porque se usan mucho las rimas fáciles para los niños y se crean imágenes agradables con ellas. Lunero/a no viene en los diccionarios pero significaría 'de la luna', así que la canción dice algo así como luna de la luna, lo que no tiene mucho sentido; cascabelero/a, en cambio, se puede usar para decir que alguien es muy alegre (como el sonido de los cascabeles), pero la verdad es que no se utiliza mucho.


De una canción tradicional infantil pasamos a otra también tradicional, y de una guardería de un pueblo a un restaurante de Madrid:


Aprende español callejeando: Esa es otra canción
Calle Amnistía





Esta canción nos cuenta, en su letra original recogida por el poeta Federico García Lorca, una historia de amor, celos y muerte. Pero durante la Guerra Civil española se crearon muchas versiones, ya que los soldados republicanos la cantaban cambiando su letra según el lugar o la situación en la que estaban. También la cantaron los brigadistas internacionales (los soldados de todas partes del mundo que vinieron voluntariamente a España para defender la República), y eso hizo que la canción se conozca en muchos países. ¿A ti te suena, al menos la música?

Jaleo significa 'ruido provocado por un grupo de gente que se divierte o que discute enfadada'. La idea del restaurante al poner este nombre supongo que es dar la primera idea, la de un lugar divertido, desenfadado ('relajado, informal, desinhibido').


Nos vamos ahora a otro restaurante de Madrid con nombre de canción, esta vez de los años 60:


Aprende español callejeando: Esa es otra canción
Calle de la Ternera






Aunque en el vídeo la canción la canta Celia Cruz, una de las más famosas cantantes latinas del siglo XX, la compuso y la cantó primero otro cantante latinoamericano: Luis Aguilé, nacido argentino, que vivió un tiempo en Cuba pero que se vino a España y llegó a tener la nacionalidad española. He leído que la mujer a la que se refiere en la canción era una antigua novia de Fidel Castro pero no estoy segura de que sea cierto.


Y no nos movemos de Cuba, porque de allí era Osvaldo Farrésel compositor de la siguiente canción, que en España se hizo popular a través de la voz de Antonio Machín, otro cubano que terminó viviendo en España y se hizo tan famoso que incluso tiene una estatua en Sevilla, ciudad donde encontró el amor de su vida. 

En una calle del barrio de Malasaña, al lado de un bar, encontré este texto, una versión del nombre de la canción:
 

Aprende español callejeando: Esa es otra canción
Calle Loreto y Chicote






Si has escuchado la canción, te habrás dado cuenta de que en ella no se dice toda una birra, sino toda una vida. Es un pequeño juego con el parecido entre vida y birra (palabra coloquial para la cerveza), que solamente se diferencian en un sonido. Y claro, esto, como te he dicho, está pintado al lado de un bar...


¿Pero es que en las calles de España solo se hace referencia a canciones antiguas? Bueno, es lógico que sea así, porque las canciones tradicionales y antiguas que se hicieron famosas forman parte del conocimiento compartido de la mayor parte de la población. Pero también tenemos canciones un poco más recientes.

De la época de la movida madrileña, un movimiento contracultural que puede situarse más o menos entre finales de los años 70 y mediados de los 80 del siglo XX, es una canción que se titula como esta tienda de ropa y complementos de mujer:


Aprende español callejeando: Esa es otra canción
Calle José Abascal





Interpretada por el grupo Nacha Pop y compuesta y cantada por Antonio Vega, esta canción se hizo tan popular que se convirtió en uno de los himnos de la movida madrileña. Nos habla de una historia eterna, la de una chica que se convierte en mujer. Ayer era una chica, hoy es una mujer y por eso el cantante no puede jugar con ella, y no solo eso, se está enamorando de ella.

Buen nombre para esta tienda de ropa y complementos, destinada a clientas, supongo, que quieren seguir siendo eso, chicas, aunque son mujeres ya maduras.


Y la última canción es la más reciente y la más internacional. Seguro que la conoces, aunque quizá no la hayas oído en español, porque se tradujo rápidamente a muchas lenguas. Encontré su título en la fachada de un bar del barrio de Lavapiés; en realidad, lo encontramos mi amiga Martha y yo: yo vi la pintada y ella se dio cuenta de que se refería a una canción.


Aprende español callejeando: Esa es otra canción
Calle Mesón de Paredes





Para el 28 de noviembre de 2019, para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un colectivo de mujeres chilenas llamado Lastesis compuso esta canción y una coreografía que cantaron y bailaron cientos de mujeres frente a los Tribunales de Justicia de Santiago de Chile. Esta acción se hizo viral en las redes sociales y miles y miles de mujeres cantaron la misma canción en diferentes actos y manifestaciones.

Y hasta aquí el cancionero ('recopilación de canciones') callejero de hoy. Y hablando de canciones, ¿cuál es tu canción favorita en español? Ya sabes, seguro, que las canciones son buenísimas para el aprendizaje de una lengua, y seguro que tienes tus preferidas. ¡Cuéntamelo!

¡Hasta pronto!