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martes, 4 de mayo de 2021

Donde haya vida

Hace un par de meses, un alumno mío, Colin K. Paulson (¡gracias, Colin!), me regaló esta preciosa foto que sacó en el barrio de las Letras de Madrid:

Aprende español callejeando por Madrid: Donde haya vida

Como seguramente sabes, en Madrid llevamos unos meses muy malos, con la pandemia y la situación política, y así es como entendí este mensaje: lo que vivimos en este momento no es una vida como debe ser, y nos gustaría ir a otro lugar donde haya vida de verdad. ¿Y qué lugar puede ser ese? Puede que haya muchos o que no haya ninguno. Solamente hablamos de un lugar con una característica, no de un lugar concreto y conocido o experimentado.

Y, en relación con esto, te explico la razón por la que no he escrito en este blog hace ya varios meses: me siento últimamente muy a disgusto en Madrid, la ciudad en la que he nacido y he vivido en toda mi vida. Pero hoy tenemos elecciones (votamos el gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid) y espero con toda mi alma que haya un cambio. Ojalá mucha gente reaccione ante lo que hemos vivido y diga "NO" a esta forma de gobernar, que nos ofrece libertad para tomarnos cañas en los bares mientras nos quita servicios públicos tan necesarios en este momento. Espero que los jóvenes no se dejen engañar por esa estúpida "libertad" y reaccionen, porque, como dice esta pintada...


Aprende español callejeando por Madrid: Donde haya vida
Calle María de Zayas


¿A qué pueblos se refiere? A ninguno en particular, a ninguno concreto, habla de pueblos en los que la juventud no sea rebelde, no reaccione a la injusticia. Como ocurría con la foto anterior, la frase solo nos habla de una característica de esos pueblos, pero no de pueblos concretos.


Cambiando de tema (pero no de forma gramatical), te muestro una imagen de una tienda que ha abierto hace poco en mi barrio (lo cual es un milagro, en estos tiempos):


Aprende español callejeando por Madrid: Donde haya vida
Calle Ambrosio Vallejo


Es una tienda de objetos hechos artesanalmente y tienen cosas muy bonitas que pueden servir para regalar. Ellos se ofrecen a enviarte los regalos que compres donde tú les digas. Y aquí tenemos otra vez la forma donde y luego una frase con el verbo en subjuntivo, como en las dos imágenes anteriores. Aquí, donde equivale a al lugar / a la dirección que. Y usan el subjuntivo porque no se trata de un lugar conocido tampoco en este caso (los de la tienda no pueden saber cuál es ese lugar en este momento).

Como ves, relacionar dos frases con donde equivale a hacerlo con los pronombres relativos en-a el/la/los/las que... Por eso, igual que con estos pronombres (o con el pronombre relativo que), a veces usamos indicativo y a veces subjuntivo. Te expliqué cómo funcionaba esta estructura en la entrada Tonto el que lo lea, y te pongo aquí de nuevo la imagen que resume las explicaciones. En la imagen se habla de "cosas" y "personas"; si lo cambiamos por "lugares", nos sirve para explicar el uso de donde.


Aprende español callejeando por Madrid: Donde haya vida


Como todas las fotos que he puesto hasta ahora muestran ejemplos con subjuntivo, voy a darte otros con indicativo.

Este primero es una placa conmemorativa que nos habla de una cantante que fue muy popular en Madrid:


Aprende español callejeando por Madrid: Donde haya vida
Puerta del Sol


Como ves, aquí la frase que empieza con donde sí se refiere a algo concreto y conocido, un café que ya no existe pero existió.

El segundo ejemplo es un anuncio de una óptica:


Aprende español callejeando por Madrid: Donde haya vida
Calle Fuencarral


En este caso, usan el indicativo para atraer clientes, como diciéndoles: "Oye, tú que sabes elegir regalos, tienes que comprar aquí, porque nuestra tienda es el lugar al que vienen todos los que saben elegir un regalo".


No sé si tú sabes regalar o no, pero yo sí te hago hoy un pequeño regalo, que es esta entrada. ¡No te imaginas lo que me ha costado ponerme a escribir de nuevo! ¡Será la pequeña esperanza que tengo de cambio, que me ha dado fuerzas para hacerlo!

Espero no tardar mucho en volver por aquí, y por eso te digo ¡hasta pronto!



martes, 16 de mayo de 2017

El amor es una película



Si el amor es una película, ¿es buena o mala? ¿Un largometraje o un corto? ¿Es un drama, un melodrama o una comedia? ¿Es de acción o de suspense? Es una buena metáfora, hablar del amor como de una película, porque, igual que películas, hay amores para todos los gustos. Como te decía en una entrada anterior del blog, sobre amores no hay nada escrito

Y paseando una noche por Malasaña, encontré una pintada de alguien que nos cuenta cuál es su visión del amor, no muy optimista, por cierto:


oraciones de relativo con preposición
Calle Galería de Robles





O sea, que en el amor siempre te toca el peor papel de la película: te abandonan, sufres, no te quieren, etc. Pero esto es lo que le pasa al poeta callejero que escribió esto, no a todo el mundo, afortunadamente, y espero que no sea tu caso.

Menos optimista todavía es la siguiente pintada, también muy poética, que no sé si debemos entender literalmente, como una referencia a la violencia dentro de la pareja, o como una metáfora. Me gusta, porque suena muy bien (poéticamente hablando), la coincidencia de los verbos acariciar y apuñalar. 
          
Acariciar viene de caricia ('un gesto de cariño o amor que consiste en pasar suavemente la mano por encima de alguien o de algo') y apuñalar viene de puñal ('arma pequeña de acero, cortante, como un cuchillo, pero que solo hace daño con la punta'). Existen muchos verbos formados a partir de sustantivos o adjetivos que tienen esta misma formación: acuchillar (de cuchillo), atormentar (de tormenta), abrazar (de brazo), aburguesarse (de burgués), acatarrarse (de catarro), acortar (de corto), alargar (de largo), agrandar (de grande), etc.


oraciones de relativo con preposición
Calle Embajadores




Se puede entender, como te he dicho, de dos maneras: literalmente, entendemos que alguien, en la primera fase de la relación, fue muy apasionado en sus caricias, pero después, cuando la relación se estropeó, llegó a apuñalar a su pareja; metafóricamente, y creo que esta es la mejor interpretación, entiendo que esa persona fue tan apasionada expresando su amor como su desamor.

Como hablábamos de amor, quizá no te has fijado en algo que tienen en común estas dos pintadas poéticas: la misma estructura gramatical. Son dos frases complejas que unen dos ideas:

El amor es una película + en esa película, siempre interpretas el papel que nunca elegirías

Me acariciaste el pecho con pasión + lo apuñalaste con la misma pasión


En ambos casos, necesitamos una preposición: interpretar un papel EN una película y apuñalar CON pasión. Por eso, al unir ambos conceptos en una sola frase, usamos no solamente la palabra que, sino también esa preposición más el artículo el/la/lo/los/las. En la lengua muy formal, es posible no usar el artículo, pero, como ves, incluso en la poesía lo habitual es usarlo. También es posible usar, en lugar de que, el pronombre cual/cuales (que siempre necesita el artículo delante), pero también resulta un poco más formal.


Otro ejemplo muy bonito que me encontré hace poco es este de la persiana de un bar, el bar Angie de Malasaña:


oraciones relativas con preposición
Calle de la Palma

Oraciones relativas con preposición
Calle de la Palma




El mensaje no parece de amor en este caso, aunque, en realidad, no tengo muy claro qué quiere decir. Me gusta porque hace una conexión entre mujeres y lobos que no es muy habitual. Tradicionalmente, el lobo, un animal cazador y peligroso, está asociado con los hombres, mientras que a las mujeres se las ha asociado más con los felinos (la mujer pantera, la ropa de piel de leopardo), animales enigmáticos y que no son muy de fiar (o sea, que es difícil tener confianza en ellos).

Signifique lo que signifique esta metáfora del lobo, aquí tenemos la misma estructura que en los casos anteriores: se usa la preposición A porque la construcción del verbo salir, en este caso, nos la pide. Si fuese una frase simple, diríamos:

A algunas mujeres les salen lobos de la cabeza

Este es solamente uno de los posibles usos del verbo salir. Si quieres repasar todos los demás, puedes hacerlo en la entrada Tu cocina se sale.

Por otro lado, en ejemplos como este, que se refieren a personas, también es posible usar, en lugar de el/la/lo/los/las que o cual/cuales, el pronombre quien/quienes (o sea, que podríamos decir Mujeres a quienes les salen lobos de la cabeza), pero es mucho más formal.

Bueno, ¿te han gustado las fotos de hoy? Espero que sí y que te hayan servido para aprender o repasar esta estructura. Si quieres, además, practicar un poco, puedes hacer los ejercicios que tienes al final. ¡Hasta pronto!









martes, 10 de mayo de 2016

Lo que faltaba

Una noche, volviendo de cenar con unos amigos, vi esta pintada del poeta Neorrabioso en un contenedor de basura:         

los que dijeron
Calle Ruiz

Ese los que que empieza la frase significa 'la gente que, las personas que, los seres humanos que'. Esta frase podría empezar también así: "Quienes dijeron...", pero sería mucho más formal en este caso. El que / la que / lo que / los que / las que y, si hablamos de personas, quien / quienes, pueden usarse para referirse a algo o a alguien sin necesidad de nombrarlo, porque podemos imaginar a qué o a quién se refiere la frase.

Me gusta este verso de Neorrabioso y creo que tiene mucha razón: las personas que desde el primer momento dicen que algo es imposible, una utopía, un sueño, odian a las personas que convierten ese sueño en realidad. Probablemente porque en realidad esas personas tenían una actitud negativa hacia esa idea. Por ejemplo, cuando hace más de diez años se aprobó en España una ley que permite casarse a las personas del mismo sexo, mucha gente lo vio como algo irreal, polémico y que no duraría mucho tiempo; con el paso del tiempo, los matrimonios homosexuales se han convertido en una realidad diaria y están totalmente normalizados. Sin embargo, muchas personas que criticaron la ley no se lo perdonan al entonces presidente del gobierno, del partido socialista. Por cierto, no sé si lo sabes, pero -lo digo con orgullo- España fue el tercer país del mundo en el que se legalizó este tipo de matrimonios.

Vamos a pasear por Madrid viendo más frases parecidas -en la gramática- a la de arriba. Los dos siguientes son ejemplos del uso de la forma neutra, lo que:


lo que
Calle Lope de Haro

lo que
Calle de la Palma

Lo que, en el primer caso, es refiere a las informaciones que nos dan las noticias de los medios de comunicación. No se refiere a personas ni a objetos masculinos ni femeninos, por eso se usa la forma neutra. Es una pintada que protesta contra la manipulación de la información, que verdaderamente es tremenda, tanto en España como en otros países.

La segunda imagen es un cartel de la tienda Madiba, en Malasaña, donde venden cosas muy variadas. Ya lo dicen ellos, que en el futuro, además de complementos y sorpresas, venderán todas las cosas de las que les venga una idea a la mente; por eso usan lo que, porque así se refieren tanto a cosas masculinas como a cosas femeninas.

Creo que en la siguiente imagen el significado no es tan evidente:


el que faltaba
Plaza del Ángel

Uno de los sentidos del verbo faltar es 'no estar algo o alguien donde debería estar' o 'no existir algo que debería existir'. Por ejemplo:

- ¿Ya tienes amueblado todo el piso?
+ Casi. Esta tarde me van a traer los muebles que faltan.

- ¿Has completado la colección de cómics?
+ No, todavía me faltan dos.

El establecimiento de la imagen es un bar, y está situado en una zona, muy cerca de la plaza de Santa Ana, en el llamado barrio de las Letras, que está llenísima de bares. Quizá por eso lo han llamado así: el (bar) que faltaba, en pasado porque ahora ya está aquí.

Muy habitualmente, usamos esta frase en un sentido irónico, con entonación exclamativa: ¡el que faltaba! (o ¡la que faltaba!, ¡lo que faltaba!, ¡los que faltaban!, ¡las que faltaban!), para decir que la aparición de alguien o el hecho de que ocurra algo completa un grupo de personas o una serie de sucesos que tienen para nosotros un sentido negativo. Por ejemplo:

- ¿Vas a ir al cumpleaños de Bebe?
- ¿Van a ir Pepi y Javier? Es que no me apetece mucho verlos...
- Pues sí. Y también va Mamen.
- ¡Buenooo! ¡La que faltaba! Ahora sí que no voy.


- Se ha roto la aspiradora.
- ¡Lo que faltaba! Pues mañana no voy a poder llevarla a arreglar: tengo que llevar al niño al médico, tengo que arreglar papeles en el banco, y luego irme corriendo a trabajar. 


Esta construcción es la misma que aparece en algunas expresiones coloquiales en las que usamos la forma la que, pero no nos referimos a algo femenino nombrado o conocido, no hay un referente claro. Como pasa en este cartel que fotografié en un hospital público:


la que nos espera
Hospital Clínico

Estos médicos se quejan de que los españoles van a seguir pagando impuestos pero parte de ese dinero va a ir a la sanidad privada, o a los negocios que unos pocos van a montar en torno a la sanidad público. Y esa es la que nos espera, que aquí se refiere a una situación difícil.

Algunas frases (casi expresiones hechas) que usamos con mucha frecuencia y tienen esta forma son estas:

expresiones con la que



¡Apréndete esto bien o, si no, la que te va a caer en la próxima entrada! ¡Jajaja! ¡Hasta pronto!





jueves, 25 de febrero de 2016

Quien bien te quiere

Hay un refrán español que me resulta bastante irritante: Quien bien te quiere, te hará llorar. Significa que las personas que te quieren de verdad te harán sufrir porque querrán que seas mejor, querrán corregir tus errores. Tradicionalmente, esta frase se ha usado para hablar del amor de los padres hacia sus hijos, pero muchas veces también se usa para hablar de parejas.

Personalmente, prefiero la versión de esta pancarta, ¿y tú?


quien que
Plaza de Neptuno


En la publicidad también encontramos muchas veces versiones nuevas de refranes, como pasa en este anuncio de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles):


quien que
Calle Isaac Peral

El refrán original dice Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Con este refrán estoy totalmente de acuerdo: los buenos amigos son una de las mejores cosas de la vida, ¿verdad?

En este anuncio hablan de cupones y no de amigos. Normalmente, un cupón es una parte que se corta de un anuncio, una publicación, etc. y que te da derecho a participar en un sorteo, a tener un descuento en un servicio, a recibir un regalo, etc. Pero los cupones de la ONCE son una especie de billetes de lotería que compras para participar en los sorteos de esta organización.

¿Qué versión prefieres? ¿Posibilidad de dinero o amigos? Yo me quedo con los amigos (siempre que tenga garantizado un poquito de dinero, jejeje).

La estructura Quien + frase, frase es muy usada en los refranes con el significado de 'las personas que'. Estos son algunos de los más usados (en la esquina superior derecha de cada refrán tienes una pestañita donde puedes pinchar para leer el significado):


Mapa Mental creado con GoConqr por eoiespaol


En este tipo de frases, el pronombre quien alterna con el que; de hecho, muchas veces estos refranes se usan así: El que no se consuela es porque no quiere, por ejemplo. La única diferencia es que la forma con quien es ligeramente más formal.

No solamente usamos esta estructura en los refranes, por supuesto. Es una estructura que usamos para referirnos en general a cualquier persona que está en la situación de la que hablamos o tiene las características de las que hablamos:

Quien / El que quiera venir a la excursión, que levante la mano
Quien / El que viene a España y no viene a Madrid, se pierde muchas cosas interesantes


Y, si hablamos de un grupo de mujeres, podemos usar quien o la que:

La que tenga mejores notas en el examen recibirá un premio

Por cierto, ¿recuerdas que te hablé de otro uso del pronombre quien en frases como No hay quien lo aguante? En ellas, no podemos intercambiar quien por el que o la que, solamente usamos quien.


Y termino hoy con una preciosa frase de la filósofa y política polaca Rosa Luxemburgo:


quien el que
Plaza de Cibeles

O sea, si no intentas hacer uso de tu libertad, no te das cuenta de que en realidad no la tienes.

¡Hasta pronto!


sábado, 17 de octubre de 2015

Tonto el que lo lea

De camino a mi trabajo paso siempre por la calle Fuencarral, y allí vi este camión y su publicidad:


indicativo y subjuntivo
Calle Fuencarral

La verdad es que este anuncio es bastante exagerado. Las dos cosas que han revolucionado nuestra vida, dice, son la rueda y el producto que ellos venden, dispensadores ('máquinas que dan algo, a cambio de dinero o no') de agua, de los que se usan sobre todo en las oficinas. ¿Te parece que estos dispensadores han revolucionado tu vida? La mía, desde luego, no; en ninguno de los sitios en los que he trabajado había de esto, el agua la cogemos del grifo directamente.

Pero este anuncio es un buen ejemplo de una estructura que vamos a encontrar en las fotos de hoy. Las frases como "que han revolucionado tu vida" se llaman en gramática oraciones de relativo o relativas; son ese tipo de frases que empiezan con que / quien / el que / el cual y que nos dan información sobre algo que hemos nombrado antes (en este caso, nos dan información sobre las "dos cosas" que se nombran en la frase anterior). Usamos estas frases unas veces con el verbo en indicativo (como en la foto, "han revolucionado") y a veces en subjuntivo, como en este cartel:


indicativo y subjuntivo
Calle Bravo Murillo

Estos gatitos buscan dueño, ¿los adoptarías? Pero no quieren cualquier dueño: quieren dueños con unas determinadas características. Esas características llevan el verbo en subjuntivo ("adopten", "sean").

¿Qué diferencia la primera foto de la segunda?


indicativo y subjuntivo


Usamos, entonces, el indicativo cuando hablamos de cosas o personas que conocemos personalmente o que sabemos que existen y tienen una identidad definida. En cambio, usamos el subjuntivo cuando hablamos de tipos de cosas o personas que pueden existir o no, pero que no conocemos personalmente.

Otro ejemplo en el que se usa el subjuntivo es este cartel que estaba en un bar-restaurante de carretera (no recuerdo de dónde):


indicativo y subjuntivo


Aquí la palabra "casa" significa 'establecimiento'. En este lugar no permiten que la gente se siente en sus mesas a comer su propia comida o bebida. Por supuesto, existe comida y bebida que no es de ese bar, pero el cartel nos habla de tipos de comidas y bebidas -las que no se venden en ese bar-, no de comidas y bebidas conocidos y concretos.

Por eso, también usamos el subjuntivo en este tipo de oraciones cuando hablamos de algo o alguien que no existe o que no conocemos o no hemos experimentado:

No conozco a nadie que haya estado en Costa Rica
Ahora mismo no hay ningún vuelo que vaya directamente de Madrid a Tokyo

Esto no quiere decir que usemos siempre subjuntivo cuando la frase es negativa:

No me gusta mucho el último libro que ha escrito Pargas Cosa (lo conozco y lo he leído, pero no me gusta)
No recuerdo el nombre de la chica que vino a la fiesta (la conocí personalmente, pero no recuerdo su nombre)

Este cuadro, con más ejemplos, te puede ayudar a entenderlo:


indicativo y subjuntivo


Hay otro tipo de oraciones de relativo que no se refieren a nada nombrado antes porque no es necesario nombrarlo. Estas oraciones comienzan con las palabras "el / la / lo/ los / las" + que, o, si hablamos de personas, podemos usar también quien/quienes (es una opción más formal). Estas oraciones funcionan igual que las de antes. Veamos ejemplos:


indicativo subjuntivo
Calle Isaac Peral

Este texto estaba en un puesto de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos), que organiza sorteos en los que se puede ganar bastante dinero. Gracias a ese dinero, ayudan a las personas ciegas a vivir mejor. Ese lo que significa 'las cosas que', y detrás usan indicativo (hacemos) porque hablan de cosas muy concretas y experimentadas para ellos.


indicativo y subjuntivo
Paseo del Prado
La primera palabra, los, se refiere a 'los hombres y mujeres', y no es necesario usar más palabras para entender eso. El chico que lleva esta pancarta se refiere a personas concretas y conocidas: políticos, empresarios, personas con poder.

También en este tipo de oraciones a veces usamos subjuntivo. He dejado para el final una pintada muy clásica: probablemente fue la primera cosa que vi escrita en un muro, ya en mi infancia, y me hizo gracia verla de nuevo, después de muchos años sin ver ese texto escrito en una pared.


indicativo y subjuntivo
Calle San Aquilino

La persona que escribió esta frase imagina que muchos la van a leer, pero no puede saber quiénes son. Por eso usa subjuntivo ("lea"). El que quiere decir aquí 'el ser humano, la persona que'.

Así que, si has leído la pintada, ya sabes... ¡Eres tonto! Jajaja, es una broma.

¿La explicación de hoy ha sido clara? ¿Tienes dudas? ¿Quieres más ejemplos? ¡Escríbeme un comentario!

¡Hasta pronto!


martes, 11 de junio de 2013

Cuyo, cuyas, cuya (cuyamos, cuyáis, cuyan)

No mienten, pero engañan

         
Este es el caso de algunas placas del Ayuntamiento de Madrid que he fotografiado recientemente. Veamos la primera:


cuya obra
Calle Huertas

A primera vista, este hombre vivió muy poco, porque vivió y murió en el mismo año, 1905, pero aprovechó su único año de edad, porque llegó a ser jurista (experto en Derecho, en leyes). 

Y ahora en serio, la redacción no es muy buena; sería mejor -menos ambiguo-  algo como lo que escribieron en esta otra placa que el Círculo de Bellas Artes (no el Ayuntamiento, curiosamente) dedicó al actor y dramaturgo español Adolfo Marsillach, que desempeñó importantes labores en el Ministerio de Cultura bajo los gobiernos socialistas:


placa adolfo marsillach
Calle Ferraz

Y la segunda placa del Ayuntamiento que no miente pero engaña es esta otra:



cuyos éxitos
Calle Hortaleza

La parte engañosa está en el final: sus éxitos son historia del cine español. Es cierto que, si leemos cualquier historia del cine español, encontraremos el nombre de este director. También es verdad que algunas de sus películas tuvieron mucho éxito comercial. Sin embargo, cuando se lee esta placa se tiene la impresión de  que se trata de un magnífico director de cine, y esto ya no es verdad. José Luis Sáenz de Heredia se hizo famoso, sobre todo, porque se convirtió en el director favorito del general Francisco Franco. Gracias a esto, ocupó puestos importantes en la administración franquista y produjo un total de 42 películas. La más famosa y polémica de todas fue Raza, sobre todo porque su guión en realidad fue escrito por el propio dictador (aunque lo firmó Sáenz de Heredia). El resto de su producción de los años 40 y 50 no tiene más calidad que la de muchos otros directores de la época, y a partir de los años 60 hizo películas verdaderamente detestables.

Y vamos a otra cosa que tienen en común las dos placas doradas, las del Ayuntamiento: las dos usan la palabra cuyo/a/os/as, ¿verdad? Esta palabra es un relativo, o sea, un conector que nos sirve para relacionar dos oraciones en las que la segunda oración da información sobre algo que se dice en la primera oración (normalmente, lo que está justamente antes de ese pronombre relativo). Cuyo/a/os/as, además, tiene un significado posesivo equivalente a su/s: 


En esta casa murió el jurista José María Navarro cuya obra se refleja en el Código Civil.
=
En esta casa murió el jurista José María Navarro. Su obra se refleja en el Código Civil.


En este lugar nació José Luis Sáenz de Heredia cuyos éxitos son historia del cine español.
 =
En este lugar nació José Luis Sáenz de Heredia. Sus éxitos son historia del cine español.



Esta palabra concuerda en género y número con la cosa poseída: cuya, en femenino y singular, porque va con obra, y cuyos, en masculino y plural, porque va con éxitos. Se usa sobre todo en la lengua formal y no todos los hablantes saben utilizar correctamente.

Un par de ejemplos más de uso de esta palabra:







¡Hasta pronto!