Hace poco fotografié esta pintada en el baño de chicas de mi antigua facultad:
Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Complutense) |
Tías, en este contexto, tenemos que entenderlo como 'mujeres'. Tío/a se usa muy frecuentemente en la lengua informal en este sentido.
La persona que ha escrito esto se hace una pregunta. ¿Conoce la respuesta? No. ¿Espera que alguien le responda con el número de mujeres que han llorado en ese baño? No, por supuesto, eso nadie lo sabe. Justo es en este tipo de preguntas, cuando no sabemos y pensamos que nuestro interlocutor tampoco sabe, cuando usamos las formas del futuro para invitar a nuestro interlocutor a expresar una hipótesis, a hacer una suposición. Por ejemplo, yo podría haber escrito debajo algo como: "No sé, miles, porque esta facultad tiene muchos años".
En este caso, se usa la forma compuesta del futuro, habrán llorado, porque se refiere a una acción pasada: la pregunta invita a especular sobre cuántas mujeres han llorado hasta el momento en ese lugar.
Llorar en el baño no es algo solamente propio de los niños; en muchos lugares, como centros de estudio y de trabajo, es el único espacio en el que se puede estar en soledad si se necesita llorar. Y yo sí, reconozco que he llorado en algún baño, aunque no recuerdo si en el de la facultad lloré. ¿Y tú, has llorado en algún baño público?
De este uso del futuro para expresar probabilidad y para invitar a hacer suposiciones ya te hablé en la entrada ¿Qué tendrá Madrid?, donde puedes encontrar más ejemplos.
Hoy te muestro otro ejemplo muy peculiar. Es el nombre de un bar de copas del barrio de Arganzuela:
Calle Batalla del Salado |
Aunque en el nombre del bar no aparecen los signos correspondientes, en realidad esto es una pregunta: ¿Ande andarás?
Desde hace siglos, la forma ande es una variante popular de la palabra dónde (sí, también es una forma del verbo andar, pero aquí no, aquí el verbo andar viene después). Por otro lado, el verbo andar se usa muy frecuentemente con el significado de 'estar en una determinada situación o lugar'. Así que el nombre de este local significa lo mismo que: ¿Dónde estarás?
De nuevo, esta frase no nos pregunta sobre el futuro, nos invita a hacer una suposición sobre el presente. Los dueños del local no saben dónde está, por ejemplo, un cliente habitual, y nos invitan a imaginarlo.
Esta frase se hizo famosa hace muchos años porque una pareja de humoristas, Cruz y Raya, la pusieron de moda, pero, aunque ya no se usa mucho, no es muy diferente de muchas frases que decimos habitualmente. Por ejemplo:
(Me pregunto a mí misma)
- ¿Pero dónde andará mi móvil? ¡Si lo tenía aquí, al lado del ordenador!
(Hablo con mi pareja)
- ¿Has hablado con tu madre?
- Qué va, llevo llamándola desde esta mañana pero no me coge el fijo ni el móvil. ¿Dónde andará?
- Bueno, ya sabes cómo es, estará con sus amigas y se le habrá olvidado el móvil en casa.
A veces, usamos estas preguntas sabiendo que no vamos a tener respuesta. Por ejemplo, yo me pregunto muchas veces qué pensarán los lectores de mi blog, quiénes serán, dónde y cómo vivirán, si les gustará o no lo que han leído. Algunas veces tengo respuestas en los comentarios, pero son muy pocas comparadas con la cantidad de gente que lee el blog. Y de la mayoría de vosotros, lectores, no sé nada.
¿Dónde andaréis en estos momentos? ¿Estaréis tristes o contentos? ¿Qué pensaréis de mí? ¿Os habrá gustado esta entrada?
¡Hasta pronto!