viernes, 21 de junio de 2024

Derecho a techo

En el barrio de Carabanchel hay una inmobiliaria ('una empresa que gestiona alquileres, compras y ventas de vivienda') que tiene un buen nombre:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle General Ricardos


Es un buen nombre porque la gente busca y busca un piso que pueda pagar (para comprar o para alquilar) pero generalmente no lo encuentra. Así que el nombre Encuentra piso es atractivo para una inmobiliaria.

Los precios de la vivienda llevan mucho tiempo subiendo, pero en los últimos años han crecido de una forma radical, tanto para comprar como para alquilar; al mismo tiempo, las calles de todos los barrios de Madrid se han llenado de inmobiliarias, como nos dice el siguiente cartel. Petado/a es una palabra coloquial que significa 'lleno/a'.


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle del Calvario


Que las calles estén llenas de inmobiliarias y mucha gente no tenga dinero suficiente para comprar o alquilar quiere decir que la vivienda se ha vuelto a convertir (y digo vuelto conscientemente, porque esto ha pasado en otras épocas en España) en el gran negocio para muchos.

Por un lado están los que invierten su dinero en viviendas para alquilar. Puede ser directamente, comprando viviendas y luego alquilándolas, o puede ser indirectamente, invirtiendo en fondos inmobiliarios a través de un banco o de alguna empresa. En todo caso, los dueños de viviendas que las alquilan son, para los que alquilan, sus caseros. Casero/a, como sustantivo, significa eso: persona que es dueña de una casa y se la alquila a otra persona.

En opinión de muchos, los caseros (especialmente si no trabajan y solamente viven de eso) no son útiles para la sociedad:

Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle María de Zayas

Como los parásitos animales o vegetales que viven de otro organismo vivo pero sin llegar a matarlo, los caseros viven de sus inquilinos ('personas que viven en régimen de alquiler'). Ni los unos ni los otros producen ningún beneficio a la sociedad, porque, si los caseros -sean personas o empresas- no compraran tantas casas para hacer negocio, las viviendas serían más baratas.

Los caseros que solamente viven de sus viviendas son un tipo de rentistas, que son aquellas personas que no producen nada, sino que viven de los beneficios de sus propiedades -que pueden ser viviendas, pero también otro tipo de propiedades, como el dinero-. Como muchos caseros son rentistas, en este otro cartel se les identifica así:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle Bravo Murillo


Por otro lado, tenemos en Madrid, como en otras partes de España, un problema de especulación con la vivienda. Aunque la palabra especulación tiene una definición muy inofensiva en los diccionarios ('operación comercial para obtener ganancia, beneficios'), está mucho más especializada en el uso diario. Hablamos de especulación para referirnos a la compra de productos no para usarlos sino para ganar dinero cuando estos productos suban de precio. Y cuando hay muchas personas especulando, el resultado casi automático es que los productos, efectivamente, suben de precio.

Cuando los ayuntamientos promueven la creación de nuevos barrios o la transformación de barrios ya existentes, hay grandes movimientos especulativos: los que tienen mucho dinero invierten rápidamente, compran casas para tirarlas, o terrenos para construir, para poco después venderlos por muchísimo más dinero. Esa ganancia rápida de dinero es lo que coloquialmente se llama pelotazo. Y es una queja de vecinos de muchas zonas de Madrid, que ven cómo se transforman sus barrios en barrios ricos donde no pueden vivir, o que zonas que iban a ser parques se convierten en suelos donde se va a construir:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Plaza de Cibeles

Aprende español callejeando: Derecho a techo
Plaza de Cibeles

Aprende español callejeando: Derecho a techo
Plaza de Cibeles

Y un último problema son las viviendas turísticas, que han crecido increíblemente en todo el mundo. En Madrid, casi todas son ilegales y ya están por toda la ciudad. Esto hace que haya menos viviendas en alquiler para los habitantes de la ciudad y que las que hay sean más caras; además, desaparece el comercio tradicional en favor del comercio que les interesa a los turistas. Y está sucediendo en muchísimas partes de España. Mira este cartel:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Barrio del Realejo (Granada)


Por todo esto, no nos debe parecer extraño encontrar llamadas a la rebelión como esta:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle Bravo Murillo

Esta gente no pide vivienda gratis, lo que pide es poder acceder a una vivienda a un precio normal. Pero avisan: si no consiguen casa legalmente, tendrán que ocupar una. Y es verdad que todo el mundo tiene derecho a un techo, lo dice nuestra Constitución:

Artículo 47

    Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.


Después de leer todo esto, es muy irónico encontrarse anuncios de portales inmobiliarios como este:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle Hortaleza

Bueno, no me parece que este sea el mejor momento para buscarlo ni para encontrarlo, pero aun así, como este vocabulario es importante (sobre todo si algún día quieres comprar o alquilar una casa en España), te pongo aquí una imagen con una explicación breve de los diferentes tipos de viviendas. Como ya sabes, la palabra casa tiene un uso general equivalente a vivienda, pero aquí encontrarás que también tiene un uso más particular:


Aprende español callejeando: Derecho a techo


¿Pasa lo mismo o algo parecido en el lugar donde vives? Me gustaría saber si esta situación ocurre en otros lugares.

¡Y con esta entrada me tomo ya las vacaciones de verano! ¡Que disfrutes mucho de él y hasta pronto!




viernes, 7 de junio de 2024

Callejeando por Granada

He tenido la suerte de pasar unos días en la ciudad de Granada participando en el II Congreso Internacional de Paisaje Lingüístico, y, como otras veces cuando viajo, quiero compartir contigo imágenes del paisaje lingüístico de la ciudad.

En un edificio del siglo XVI llamado la Casa de los Tiros, encontramos esto encima de la puerta:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Realejo (Granada)

Aunque la espada parece estar atravesando el corazón que tiene debajo, el mensaje que leemos es El corazón manda

Quizá este podría ser el lema del paisaje lingüístico de las calles de Granada, pues, sobre todo en los barrios históricos del Albaicín y el Realejo, me he encontrado con un montón de mensajes relacionados con el amor

Este primero, por ejemplo, creo que es de alguien de otro país que vino a Granada y se quedó en ella por amor, porque su corazón se lo pidió:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)


Por cierto, Dave -si no es un hablante nativo- tiene un estupendo nivel de español, fíjate en la estructura tan compleja (fue por la que me quedé) que usa y que te expliqué en la entrada El amor es una película. Espero que a Dave le esté yendo bien después de su decisión, en la que mandó el corazón.

Otro mensaje amoroso, que en este caso nos habla de un amor que hace daño:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Realejo (Granada)


El veneno es cualquier sustancia que puede hacernos daño e incluso matarnos. Pero podemos entender todo como una metáfora, o sea, podemos entender que esta persona muere de amor, está muerta de amor, enamoradísima.

En las zonas altas de Granada, en los barrios del Albaicín y el Realejo, hay un tipo de vivienda tradicional llamada carmen (que no tiene nada que ver con las mujeres que se llaman Carmen); son viviendas que casi no se ven desde el exterior, están rodeadas de altos muros, y tienen jardín. Pues fíjate en el nombre de este carmen del Albaicín:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)


También hay mensajes sobre el amor con juegos de palabras:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)

Cuando decimos que tenemos algo de sobra, significa que tenemos más que suficiente, que tenemos algo en abundancia, así que es algo positivo. Pero las sobras, en plural, son los restos de la comida que quedan cuando se ha terminado de comer; y aunque las sobras de comida están bien y pueden aprovecharse, las sobras de amor (como metáfora) hablan del amor que puede darte quien da su amor a otras personas y solo te da los restos, lo que las otras personas no han querido. 

Parece que la persona que ha escrito la pintada quiere decir esto: tú estás en una relación con alguien que solo te da un poquito de amor, lo que le sobra, pero yo te daría amor en abundancia.


Amores encontrados, amores perdidos, amores desequilibrados, y más:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)

Una metáfora muy habitual cuando se habla de amor de manera un poco poética: perderse en la mirada de alguien. Quiere decir vivir viendo permanentemente a la otra persona, olvidándose del resto del mundo. Y aquí la usan con rima: Perderme en tu mirada / en cada rincón de Granada.

Otro poemilla con rima en una placita (placeta, como dicen en Granada) con una pequeña fuente:


Aprende español callejeando por Granada

Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)

Este pequeño poema incluye una imagen que aparece mucho en la poesía universal, la del deseo de ser agua para tocar al ser amado cuando bebe o cuando se baña. Aunque aparece el nombre del autor, el poema tiene un aire popular intencionado: fíjate en la palabra para, que aparece al principio del tercer verso escrita con la forma pa, reflejando la pronunciación más popular e informal (puedes leer más sobre esto en la entrada Ni pa ti ni pa mí).


Otro breve poema de aires populares, en este caso anónimo, que también expresa un deseo:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)


Echado tiene aquí el sentido de 'tumbado'. El verbo echar, como sabes, se usa para muchas cosas, y en su forma reflexiva, echarse, significa 'tumbarse o casi tumbarse'. 

El tercer y último verso tiene una forma interesante, la combinación dar por + participio. Quiere decir 'asumir, aceptar que una persona o cosa es o está como dice ese adjetivo o participio, sin comprobarlo o antes de que sea así'. Sé que es una explicación un poco larga y complicada, así que mejor vamos con ejemplos.

Cuando damos a alguien por muerto, como en el poema, es que se consideramos que ha muerto, aunque no lo sepamos con toda seguridad. Por ejemplo, si alguien se ha perdido en una montaña, no consiguen encontrarlo y pasan varios días. Otro ejemplo: darse por vencido/a significa rendirse, abandonar la lucha, dejar de esforzarse, porque se piensa que no se va a conseguir aquello que se quería o porque se ha perdido la esperanza. Y un ejemplo más: cuando damos algo por hecho, decimos que estamos convencidos de que algo va a suceder o se va a hacer, aunque todavía no ha sucedido o no está hecho.

Y ahora que ya lo entiendes todo, vuelve a leer el poemilla anterior. Qué tremendo, ¿no? Expresa un amor muy pasional, el de alguien que quiere olvidarse del mundo y solo estar cerca de la persona amada.

Hay otro poema corto muy popular en Granada y en gran parte de España que también encontré en un muro:

Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)

Es la última parte del famoso poema de Francisco de Icaza (1863-1925), que decía así:

Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada,
como la pena de ser
ciego en Granada.

El poeta le dice a una mujer que dé limosna ('dinero que se da a otro porque lo pide y lo necesita') a un ciego. No se trata en este caso de un poema de amor a una persona sino de amor a una ciudad.

Y no es extraño que dijera eso, porque realmente es una pena muy grande no poder disfrutar de vistas de la Alhambra como esta:


Aprende español callejeando por Granada
Barrio del Albaicín (Granada)


A tu vera, una expresión muy andaluza, que significa 'a tu lado, muy cerca de ti', y que también se usa diciendo a la vera de + sustantivo. Por ejemplo, a la vera del mar, a la vera del río, a la vera del camino, etc. Siempre con un tono poético, eso sí, por eso la vemos sobre todo en poemas y canciones.


No puedo terminar esta entrada sin nombrar a un poeta que nació a unos 30 kilómetros de esta ciudad y que fue asesinado muy cerca de ella: Federico García Lorca. Desde hace un tiempo, hay un curioso recuerdo al poeta en los camiones de limpieza de la ciudad. Desafortunadamente, no pude sacar una foto porque a veces es complicado andar por las aceras estrechas, tener cuidado con el tráfico y al mismo tiempo sacar fotos. Así que te voy a poner el vídeo promocional de esta campaña del Ayuntamiento que nos recuerda a Lorca justo al final:




Limpia que te quiero limpia nos recuerda al famoso verso Verde que te quiero verde, sobre el que te hablé en esta entrada del mismo nombre: Verde que te quiero verde.

Y aquí lo dejo. Tomé muchas más fotografías de Granada, pero de otros temas que ya irán apareciendo en el blog. Como siempre, espero que te haya interesado, que hayas aprendido algo y que vuelvas por aquí. ¡Hasta pronto!