miércoles, 19 de febrero de 2020

¡Vaya morro!


Desde hace poco tiempo, un banco español muy conocido tiene en sus oficinas una nueva campaña de publicidad. Me ha llamado la atención porque la campaña contrasta bastante con lo que ha venido haciendo este banco, y especialmente con lo que hizo en los tiempos de crisis económica mas dura (como puedes leer en una entrada que publiqué ya hace tiempo: Bancos al banquillo).     

Estos son algunos de los carteles publicitarios:

Aprende español callejeando por Madrid: ¡Vaya morro!
Calle Francos Rodríguez



¿Recuerdas qué son las siglas? Te hablé de ellas en la entrada Un siglo de siglas. Estas son siglas inventadas por el banco, claro. Y me hace gracia: ahora puedes cancelar cualquier producto, por ejemplo, una hipoteca ('cantidad de dinero que te presta el banco para comprar una casa'), y no te cobran ninguna comisión. Cuando hace unos años, en plena crisis, yo quise cancelar la mía pagándolo todo, ¡lo tuve que hacer en veinte veces para que no me cobraran porque había una cantidad máxima!

Los bancos tienen muy mala fama en España. Hicieron la crisis económica más grande con malas inversiones, engaños a sus clientes, desahucios ('expulsión de una persona de su vivienda por no pagar el alquiler o la hipoteca') sin ninguna piedad, ¡y ahora vienen con estas bonitas campañas para lavar su imagen!

Otros carteles de la campaña insultan más a la inteligencia:


Aprende español callejeando por Madrid: ¡Vaya morro!
Calle Francos Rodríguez



Pues claro que es una fórmula habitual para responder afirmativamente, poniendo énfasis en nuestra afirmación, cuando alguien nos pide un favor o, simplemente, como en este caso, tiempo. 

No es lo mismo responder:

- ¿Tiene tiempo para...?
- Sí, claro.

que responder:

- ¿Tiene tiempo para...?
- Pues claro que tengo tiempo.

En el primer caso, con Sí, claro, se afirma, pero sin entusiasmo especial. Al decir Pues claro que tengo tiempo, le estamos ofreciendo a la persona todo el tiempo que necesite. Y eso, en el cartel, está subrayado por la postura del supuesto empleado del banco, dispuesto a escuchar todos nuestros problemas y peticiones.

Y esto no me cuadra nada con algunas situaciones. Por ejemplo, a una oficina de ese banco precisamente fui yo hace algunos años, junto con otros vecinos, para ayudar a una persona a negociar su hipoteca para que no perdiera su piso. Y no solo no tenían tiempo, sino que no nos dejaron entrar.

Esta falsedad, esta hipocresía es lo que coloquialmente se llama tener (mucho) morro o tener (mucha) jeta. Morro es la parte saliente de la cara de muchos animales mamíferos en la que están la boca y la nariz. Tienen morro los perros y los cerdos, por ejemplo. También usamos esta palabra para la parte delantera de algunos transportes; por ejemplo, podemos hablar del morro de un avión. Jeta significa lo mismo, pero se usa solamente para el cerdo. Pero coloquialmente usamos estas palabras para otras muchas cosas; entre ellas, en estas formas: ¡Vaya / Qué / Menudo morro!, ¡Vaya / Qué / Menuda jeta!, que usamos para reprochar la poca vergüenza, la cara dura (otra expresión equivalente: ¡Vaya / Qué / Menuda cara!) de alguna persona, o, como en este caso, una empresa o institución.

Más ejemplos de este morro, esta cara o esta jeta impresionante:


Aprende español callejeando: ¡Vaya morro!
Calle Juan del Encina



Fíjate, los empleados no solamente tienen tiempo para nosotros, sino que nos entienden perfectamente. Y eso quiere decir que se ponen en nuestro lugar, y que, claro, buscarán la mejor solución para nosotros y arreglarán todos nuestros problemas. ¡Mira la postura y la sonrisa de la empleada, es pura dulzura y disponibilidad! ¡Pero qué morro más grande tienen los de este banco! Y no es que yo diga que todos los empleados de banco son desagradables y nos tratan mal, pero entre eso y decir que nos entienden perfectamente, hay mucha distancia, ¿no?

Un último cartel que me parece ya increíble:

Aprende español callejeando: ¡Vaya morro!
Calle Juan del Encina



Esta frase, con su bonito subjuntivo, sugiere que los empleados siempre van a estar disponibles para nosotros. Pues será por teléfono, porque en persona cada vez es más difícil hacer gestiones en los bancos. En este banco, por ejemplo, muchas oficinas ya no tienen caja; las personas ancianas se ven obligadas a hacer todo en los cajeros automáticos ('las máquinas de los bancos que están en la calle o en otros lugares para sacar dinero y para otras funciones) y a veces no saben cómo hacerlo o no ven bien la pantalla. O, si quieres pagar un recibo, tienes que ir en un horario muy estricto, por ejemplo, los jueves de 8'00 a 10'00 de la mañana solamente, si no no te atienden. En fin, que quieren que lo hagamos todo por Internet y tener cada vez menos empleados.

Una campaña publicitaria, pues, muy centrada en las personas, en una empresa que, como los demás bancos, cada vez piensa menos en las personas. ¡Vaya morro!

¡Hasta pronto!


domingo, 9 de febrero de 2020

Un millón de gracias


A veces me dicen mis alumnos que los españoles no damos las gracias, igual que no pedimos las cosas por favor o no pedimos disculpas. No es totalmente cierto, porque la verdad es que muchas veces lo hacemos de otra manera y con otras fórmulas.

Por ejemplo, esta semana una alumna dijo en clase que le molesta muchísimo que, cuando va en el metro, las personas que quieren salir del vagón y que están detrás de ella le pregunten: ¿Vas a salir? y no le digan Perdón. Pero es que en España usamos la palabra perdón para pedir perdón, cuando hemos hecho o vamos a hacer algo perjudicial o molesto. La fórmula ¿Va/vas a salir? es precisamente la manera educada de hacerte saber que quieren salir. Si tú también vas a salir, dices que sí y ya está; si no vas a salir, debes hacer espacio a la otra persona o, si el vagón va muy lleno y no hay espacio, debes salir, dejar pasar a los que quieren salir y después volver a entrar. 

Pero, en fin, tampoco es cierto que en España no demos las gracias nunca. De hecho, tengo algunos ejemplos callejeros de lo contrario:


Aprende español callejeando por Madrid: Un millón de gracias
Calle Monteleón

No sé si los dueños dan las gracias a su padre o a su dios, pero en todo caso es un agradecimiento, ¿no? 

Otro ejemplo:

Aprende español callejeando por Madrid: Un millón de gracias
Calle Clara Campoamor

No sé qué historia hay detrás de esta pintada. Probablemente una historia de amor, ¿no? El caso es que esta persona es tan agradecida que ha querido expresar su agradecimiento a su pequeño en público, para que todo el mundo lo vea.

Y un ejemplo más:

Aprende español callejeando por Madrid: Un millón de gracias
Calle San Francisco de Sales

Esto estaba escrito en un autobús de la Cruz Roja. Se trata de autobuses que van por la ciudad recogiendo donaciones de sangre para los hospitales. Así que agradece que la gente sea tan generosa y dé su propia sangre por el bien de otras personas, de manera totalmente gratuita.

Claro que, como en todas partes, en España, hay personas agradecidas y desagradecidas (o sea, personas que muestran su gratitud o no). Pero cuando aprendemos un idioma, para no interpretar mal los comportamientos de los nativos, debemos aprender también cosas como estas: cómo y cuándo pedir disculpas, cómo y cuándo dar las gracias, cómo y cuándo pedir permiso, etc.

Y hablando de todo esto, me han salido casi todas las palabras de la familia: gracias, agradecer, agradecido/desagradecido, agradecimiento, gratitud. Quiero llamar tu atención sobre cómo usamos las dos primeras para expresar nuestro agradecimiento:


Aprende español callejeando por Madrid: Un millón de gracias


Decimos agradecer algo (sustantivo) a alguien, pero gracias por + infinitivo/sustantivo (sí, por, y no para, esto tienes que aprenderlo bien).

¿Y por qué os doy las gracias, queridos lectores, hoy precisamente? Pues porque acabo de ver que el blog ha superado el millón de visitas, y me ha hecho mucha ilusión. Cuando lo empecé, en noviembre de 2012, no pensaba que duraría tanto tiempo ni que interesaría a tanta gente.

Así que, ¡un millón de gracias y hasta pronto!





sábado, 1 de febrero de 2020

Juegos bilingües

La lengua inglesa cada vez tiene más presencia en España. No solo porque los niños y jóvenes la estudian y aprenden mejor que antes, sino porque está muy presente en muchos ámbitos, y porque en el español de España, sobre todo entre los jóvenes, cada vez se usan más palabras en inglés.

Por eso no es extraño que en muchos locales encontremos juegos de palabras que están basados en las dos lenguas. Por ejemplo, el nombre de esta barbería del barrio de las Letras:

Aprende español callejeando por Madrid: Juegos bilingües
Calle Echegaray

La palabra en español es barbero, pero aquí cambian bar por bear, que en inglés significa 'oso'. ¿Qué intención de significado puede haber aquí? Pues quizá esta barbería está especializada en cuidar la barba de los osos. Pero no los osos de verdad, sino un tipo determinado de hombres. Entre los hombres homosexuales, existe un grupo que se caracteriza por su abundante pelo en todo el cuerpo y su actitud muy masculina. Creo que estos son los osos a los que afeitan en esta barbería.

A los mismos osos, humorísticamente, me parece que se refiere esta obra del grupo Yipi Yipi Yeah que vi en el barrio de Chueca (el barrio gay por excelencia de Madrid):


Aprende español callejeando por Madrid: Juegos bilingües
Calle Pelayo


Mi compañero Julián Muñoz me regaló hace unos días esta otra foto, tomada muy cerca de nuestra escuela:


Aprende español callejeando por Madrid: Juegos bilingües
Calle Fuencarral

En la calle de Fuencarral, que está llena de tiendas de ropa, no es nada raro encontrar carteles en inglés en las tiendas. De hecho, ahora en enero, es más fácil encontrar la palabra sales que la palabra española rebajas. Pero aquí juegan con el significado de sales en inglés y en español, nos dicen más o menos esto: 'como hay rebajas, entras, no sales'. 


El siguiente juego de palabras lo hacen con palabras en inglés que muchos españoles pronuncian de una manera un poco especial:


Aprende español callejeando por Madrid: Juegos bilingües
Zaragoza

Star significa 'estrella', y star way, algo así como 'el camino de las estrellas', por eso aparece a la derecha el dibujo de un astronauta que va armado, un personaje que podría aparecer en muchas películas y series de ciencia-ficción. 

Muchos españoles, cuando hablan inglés, si usan una palabra que empieza por S- y una consonante detrás, añaden al principio una E-, porque en español esa combinación de sonidos no existe y no están acostumbrados a usarla. Así que, en lugar de star, muchos españoles pronuncian estar. Además, muchos españoles que no sepan nada o muy poco inglés, leerían la palabra way como guay.

Si leemos así el mensaje de la camiseta, diría: Estar con mis padres es estar guay (sobre esta palabra, puedes leer la entrada ¡Qué guay!).     

Mi último ejemplo es con un nombre propio:


https://palabraspormadrid.blogspot.com/2018/06/que-guay.html
Calle del Almendro


Como ves, jugando con el nombre de la cantante Tina Turner, consiguen un nombre comercial que hace referencia al barrio donde está este local: la Latina.

¿Qué te parece? ¿Crees que, a este ritmo, terminaremos hablando spanglish en España? ¡Hasta pronto!