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domingo, 22 de septiembre de 2024

¿Qué se cuece?

La comida lista para llevar ya ha llegado a todas las zonas de España. En una ciudad de costumbres tradicionales como es Ávila están también dejando de cocinar. Entre los lugares de comida preparada que hay allí -que hasta el momento son pocos- me llamó la atención este por su nombre:



Aprende español callejeando: ¿Qué se cuece?
Ávila


Cuece es el presente de cocer, que, como sabes, es un modo de cocinar un alimento a través del vapor de agua o dentro del agua a muy alta temperatura. 

Este local podría haberse llamado también Qué se fríe o Qué se asa, que son otros modos de cocinar, pero no tendría tanta gracia. ¿Por qué? Vas a verlo inmediatamente.

En este cartel de una facultad usan las mismas palabras:


Aprende español callejeando: ¿Qué se cuece?
Facultad de Ciencias de la Información (Universidad Complutense)


Aquí, el verbo cocer está usado en sentido figurado, o sea, en un significado que no es el original sino que está relacionado con él por alguna asociación de ideas. Cocerse ha llegado a tener también el significado de 'preparar de manera un tanto secreta o silenciosa'; quizá porque la actividad de cocer un alimento es así, silenciosa y discreta.

Dos ejemplos de la prensa:

Algo se cuece en el Real Madrid

Desconozco si el Real Madrid fichará a alguien en el mes de agosto, pero creo que hay algo que se está cociendo.
(Bernabéu Digital)

Algo se cuece en la Casa Real danesa: los extraños movimientos de Federico y Mary, a análisis

Agendas vacías, actos por separado y vacaciones misteriosas.
(Vanitatis)


En el anuncio que pusieron en la facultad podrían haber escrito, por ejemplo: ¿Quieres saber qué va a pasar en la facultad? o ¿Quieres saber qué actividades habrá en la facultad? Pero usar una metáfora, apelando a algo un poco secreto, es una manera de llamar la atención y de atraer gente a las redes de comunicación de la facultad, porque así parece que van a participar de algo que no todo el mundo conoce. 

En la tienda de comida preparada de Ávila saben muy bien que usar esta expresión es llamativo; también, de alguna manera, nos están atrayendo hacia su cocina como si fuera algo secreto. Y es que, aunque vemos que aquí esas palabras tienen un significado concreto, en nuestra cabeza tenemos también el sentido figurado.

Fíjate en lo curioso que es este mecanismo: primero hay unas palabras con un significado (significado literal), después se crea una expresión figurada a partir de ese significado, y luego se juega con el sentido figurado y el literal al mismo tiempo.

Esto se hace bastante a menudo con los nombres de las tiendas y en la publicidad. Bastante cerca de esta tienda hay otra con este nombre:


Aprende español callejeando: ¿Qué se cuece?
Ávila


La tinta, ese líquido de color que se usa para escribir o dibujar, también es lo que se usa para imprimir libros, folletos, periódicos, etc. Quizá de ahí proceda la expresión saber (algo) de buena tinta, que significa que la información que tengo viene de una fuente totalmente segura, digna de ser creída.

¿Qué mejor nombre que De buena tinta para una tienda de cartuchos para impresoras? Por un lado, están refiriéndose al producto que venden, la tinta para impresoras, y por otro nos dan una sensación de seguridad, de confianza. Otra vez, están uniendo el sentido literal y el figurado. 


Otro ejemplo, y otra vez un anuncio en una facultad universitaria:


Aprende español callejeando: ¿Qué se cuece?
Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Complutense)


No dar pie con bola significa, figuradamente, no hacer nada bien, equivocarse muchas veces. Si te fijas bien en el cartel, lo que están proponiendo es que nos apuntemos a un club deportivo, probablemente para jugar al fútbol. Si nos unimos a ellos, tendremos que dar con los pies en la bola, o sea, en el balón. Se mantiene un poco también el sentido figurado porque, de alguna manera, da la idea de que hacer deporte tendrá efectos positivos para nosotros.


Y un último ejemplo en un anuncio:


Aprende español callejeando: ¿Qué se cuece?
Plaza de Cibeles


Pasta, en su significado original y literal, es un material, una masa preparada de diferentes formas. Cuando se dice que alguien está hecho de otra pasta, se usa en sentido figurado, para expresar que se trata de una persona diferente, que tiene características especiales.

En el anuncio, en lugar de hablar de una persona, la expresión se aplica a Italia y a sus platos de pasta. Lo que quiere decir es que la pasta italiana que sirven en este restaurante es realmente especial y diferente.


¿Qué tal? ¿Te ha gustado la entrada de hoy? ¡Compártela, difúndela, anima a otros a leerla, déjame un comentario! ¡Haz que mi motivación para escribir se mantenga alta! ¡Hasta pronto!




domingo, 5 de mayo de 2024

Refranero callejero (2)

Hace tiempo escribí una entrada llamada Refranero callejero. Como me gusta mucho llamar así a los refranes o versiones de refranes que encuentro por las calles, he decidido repetir el título.

Hoy te traigo tres imágenes de versiones de refranes, o sea, carteles o pintadas en los que no se usan los refranes originales sino que se cambian para hacer gracia o para llamar la atención.

En primer lugar, uno sobre las relaciones humanas:


Aprende español callejeando: Refranero callejero
Calle María Juana


Las palabras sembrar y cosechar vienen del mundo de la agricultura y aquí se usan como metáforas. Sembrar es echar semillas (la pequeña parte de una planta que produce nuevas plantas) en la tierra después de haberla preparado; cosechar es recoger los frutos de las plantas, de la tierra o de los árboles.

La frase anterior significa, creo, que si te alejas de la gente, la gente te olvidará. Nos recuerda la necesidad de cuidar nuestras relaciones personales. Tenemos que estar cerca de nuestras personas queridas, si no las perderemos, nos olvidarán. Esto es mucho más importante hoy en día, cuando con las relaciones a través de la tecnología parece que no estamos lejos, pero no es verdad. Los mensajes o las vídeollamadas no pueden sustituir a estar con las personas, a tener experiencias juntos.

Esta frase está basada en el refrán tradicional Quien siembra vientos recoge/cosecha tempestades, que también se dice, de forma más parecida a la foto, Siembra vientos y recogerás/cosecharás tempestades. El refrán nos avisa de que nuestras malas acciones suelen tener consecuencias peores.


Vamos ahora con uno de los refranes más versionados del refranero español. Dice el verdadero refrán que A quien / Al que madruga, Dios le ayuda. Conociendo la palabra madrugar ('levantarse temprano por la mañana'), creo que no necesita más explicación, porque seguro que se dice algo parecido en casi todas las culturas. 

Pero como a mucha gente no le gusta madrugar, cambia el refrán. Como esta persona (a la que también le da pereza escribir tres letras en lugar de dos, y por eso escribe ke en lugar de que, jejeje):


Aprende español callejeando: Refranero callejero
Plaza del Dos de Mayo


Así que parece que los que madrugan tienen más arrugas que los que duermen más. La verdad es que suena lógico, y yo me quedo con esta versión porque soy de esas personas a las que no les gusta madrugar.


Una última variante de un refrán vista en el escaparate de un banco:


Aprende español callejeando: Refranero callejero
Calle Sor Ángela de la Cruz



Lo primero, hay que entender la palabra hipoteca. Una palabra muy importante para una gran mayoría de los españoles, porque se llama así al crédito que se pide al banco para comprar una vivienda. Las condiciones del contrato de una hipoteca suelen ser bastante difíciles de comprender, y es muy importante que las entendamos bien antes de firmarla. 

Pero, ¿qué relación hay entre explicar las condiciones de una hipoteca y tener prisa? Este anuncio se relaciona con el refrán Vísteme despacio, que tengo prisa. Quiere decir que cuando tenemos urgencia por hacer algo no debemos actuar de manera demasiado rápida, debemos hacer las cosas con tranquilidad porque la prisa nos puede llevar a errores o a completos desastres. Dicen que esta frase se la dijo un rey a su ayuda de cámara (así se llamaba a las personas que ayudaban a vestirse a los reyes; lo digo en pasado porque imagino que esta profesión ya no existe).

Pues es un buen consejo: si vas a firmar una hipoteca, aunque tengas mucha prisa por comprar tu casa, tómatelo con tranquilidad y entérate bien de lo que estás firmando; y así en el resto de las cosas de la vida, porque así debemos ir por la vida, Sin prisa pero sin pausa.


¡Espero que te hayan gustado estos tres refranes! ¡Hasta pronto!












lunes, 15 de abril de 2024

Ojiplático



Aprende español callejeando: Ojiplatico
Avenida del General Perón




Hace pocos días vi este anuncio de una empresa que nos habla de un procedimiento de formación de palabras. Y está muy bien explicado: decimos que este hombre es pelirrojo (añadiendo una -r- para reflejar la pronunciación de la -r- fuerte) porque tiene el pelo rojo. Esta forma de crear adjetivos es relativamente frecuente en español.

Podríamos pensar que lo lógico es que la palabra fuera *pelorrojo. Pero no: la formación de este tipo de adjetivos es esta:   

SUSTANTIVO (que pierde su última vocal)   +    +   ADJETIVO

Casi todos los adjetivos de este tipo están formados por sustantivos que nombran partes del cuerpo de una persona, como cuellicorto/a ('que tiene el cuello corto'), o del cuerpo de un animal, como paticojo/a ('que tiene una pata o pierna coja'). Hay excepciones, como puntiagudo/a, que usamos para describir algo que tiene la punta afilada, muy fina; por ejemplo, podemos hablar de unos zapatos puntiagudos o de una nariz puntiaguda.

Muchas veces estos adjetivos son despectivos o humorísticos (no es lo mismo decir que alguien tiene el cuello corto, que es simplemente una descripción, que decir es un cuellicorto, que, según el contexto, es una burla o una caricatura). Pero esto no siempre ocurre: pelirrojo/a, que es probablemente la más usada (porque no tenemos otra manera de expresar esta idea: si decimos que alguien lleva el pelo rojo, es rojo teñido, porque nadie tiene el pelo rojo de forma natural); puntiagudo/a también es un adjetivo solamente descriptivo, no despectivo ni humorístico.

Independientemente de que el sustantivo nombre partes del cuerpo de las personas o de los animales, los adjetivos resultantes se usan indistintamente para personas o para animales: así, podemos hablar de personas o animales paticortos (o sea, de piernas o patas cortas).


Un paso más es el que damos con adjetivos como el de este anuncio de una marca de teléfonos inteligentes:


Aprende español callejeando: Ojiplatico
Calle Raimundo Fernández Villaverde




La primera parte, el sustantivo, es la palabra ojo, pero ¿qué adjetivo es *plático? Pues no existe. Si existiera, sería un adjetivo derivado del sustantivo plato. Pero no tenemos un adjetivo para esa palabra, básicamente porque no lo necesitamos.

¿Entonces, cómo se ha formado ojiplático/a? Alguien lo inventó a partir de la expresión ojos como platos, que usamos para describir el efecto de una gran sorpresa, porque generalmente cuando nos sorprendemos mucho abrimos mucho los ojos. Decimos, por ejemplo, me quedé con los ojos como platos, tenía los ojos como platos o abrió los ojos como platos. No se sabe quién inventó esta palabra, pero sí que empezó a usarse en la primera década del siglo XXI y que ya la tenemos en el diccionario de la Real Academia Española.

Así que ojiplático es, en realidad, una metáfora. Y como metáfora se usan otros adjetivos de este tipo. Por ejemplo, decimos que alguien es manirroto/a con el sentido de 'persona que no sabe ahorrar, que gasta sin ningún control'; literalmente, significaría 'que tiene una mano rota o las manos rotas', pero nunca la usamos así, sino como una imagen: la de alguien que tiene un agujero en la mano y por ese agujero se le cae todo el dinero. Otro ejemplo: peliagudo/a (que es una palabra que se usa más para cosas que para personas), que significa 'difícil de resolver'; viene de pelo y agudo/a 'afilado, fino, a veces punzante', y de la idea de algo con pelo afilado o punzante puede venir la idea de dificultad.


En esta imagen pongo algunos de los adjetivos de este tipo más utilizados, y con esto me despido:


Aprende español callejeando: Ojiplatico


¡Hasta pronto!



jueves, 30 de noviembre de 2023

Pan para hoy, hambre para mañana



Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Benicarló (Castellón)



En un pueblo de la costa de la Comunidad Valenciana compré pan en una estupenda panadería y me lo dieron en esta bolsa de papel. Supongo que entiendes el mensaje: si compras pan allí, ayudas a que el panadero mantenga su negocio. Pero quizá no sepas que esta frase es una variante de un refrán: Pan para hoy, hambre para mañana

Decimos que algo es pan para hoy y hambre para mañana cuando es una solución para el momento actual, satisface nuestra necesidad inmediata, pero no tiene en cuenta el futuro (e incluso puede hacer que nuestro futuro sea peor). Un ejemplo de un periódico:

El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, celebró hoy que la Cámara de Diputados haya rechazado un proyecto de "autopréstamos" que permite a los ciudadanos retirar entre el 15 % y el 100 % de sus fondos privados de pensiones y devolver el dinero en unos años. "A los parlamentarios que insisten en que los trabajadores se rasquen con sus propias uñas y recurran a sus ahorros para enfrentar las dificultades del momento, mediante autopréstamos o retiros, les decimos que es pan para hoy y hambre para mañana", dijo Boric.
(www.lavanguardia.com)

Sobre la palabra pan y las expresiones relacionadas con ella ya te hablé en la entrada Un trozo de pan. Hoy nos vamos a ocupar de otra palabra del refrán: vamos a hablar de hambre.

Hambre, esa terrible realidad que no ha desaparecido aún del mundo, para vergüenza de todos. Porque tiene razón la persona que escribió esta frase (que parece un refrán tradicional pero no lo es) en un muro de un pueblo de la Comunidad de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Ciempozuelos (Madrid)



Tiene razón, porque hay alimentos suficientes en nuestro planeta para todos, pero están muy mal repartidos. Así que si alguien muere de hambre, es que lo hemos matado entre todos.

En la combinación de palabras morir de hambre, la preposición de tiene un sentido causal, introduce la causa, igual que, por ejemplo, temblar de frío o caerse de sueño. Este sentido de la preposición de está limitado a algunos usos, generalmente relacionados con sensaciones físicas y con sentimientos (por ejemplo, la metáfora morir de amor). 

Como expresa la pintada, si alguien muere de hambre, es porque lo matamos. Y también usamos la combinación de palabras matar de hambre para referirnos a que alguien no le da a otra persona la cantidad de alimentos necesarios; por ejemplo, podría decirse de unos padres que no alimentan bien a sus hijos y les hacen pasar hambre, o de una cárcel donde les dan muy poca comida a los presos. Matar sería aquí, por lo tanto, metafórico o hiperbólico, porque no es realmente matar sino subalimentar.

¡Ojo! Esta expresión es muy parecida a otra: matar el hambre, que significa 'comer algo ligero a la espera de hacer una comida más abundante'; por ejemplo, mientras llega la hora de comer, si tenemos un poco de hambre, nos podemos tomar unas aceitunas u otro aperitivo, y así matamos un poco el hambre, aunque no la eliminamos completamente.

Morir de hambre puede usarse también metafóricamente (o hiperbólicamente, exageradamente), como se hace en esta otra pintada:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
León




Morirse de frío y de hambre lo entendemos aquí como 'pasar mucho frío y mucha hambre', pero sin llegar a morir. El mensaje que quiere transmitir la pintada es que vivir del arte no es fácil muchas veces.

Fíjate en que hay una pequeña diferencia gramatical entre las dos pintadas anteriores: la primera hablaba de morir de hambre y la segunda de morirse de hambre, con pronombre reflexivo. Y es que, cuando usamos estas palabras de forma metafórica o exagerada, usamos normalmente el pronombre (y no solo hablando de hambre). Por ejemplo:

(Un estudiante a otro estudiante, en clase, a las dos de la tarde)

- ¡A ver si acabamos ya, que me estoy muriendo de hambre!

(Una mujer a su hermana, por teléfono)

- ¡Y a ver cuándo venís a Madrid, que me muero de ganas de conocer a mi sobrina!


Hay distintos grados cuando hablamos de hambre, claro. No es lo mismo decir Tengo hambre cuando no se tiene nada para comer que decirlo mientras estamos preparando la cena. Y en este último sentido es como se usa en este divertido cartel que fotografié en la fachada de un restaurante cubano de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Paseo de Santa María de la Cabeza



Un buen consejo, sí, y tengo que decir que, sin haberlo leído, yo lo he seguido, y me casé con alguien que cocina rico (en el español de España diríamos que cocina muy bien, o que cocina estupendamente o maravillosamente). 

Aprovecho este cartel, donde aparece el artículo delante de la palabra hambre, para recordarte que esta palabra es femenina; decimos, por ejemplo, hambre nerviosa, hambre severa, hambre oculta, hambre repentina, etc. También decimos tengo mucha hambre. Sin embargo, decimos el hambre, siguiendo las reglas que te expliqué en la entrada Cambiarle el agua al canario.

El hambre, esa dura realidad que ha acompañado al ser humano durante toda su existencia, está presente, por supuesto, en muchas metáforas de uso habitual, expresiones y refranes. Termino con una imagen donde encontrarás algunas de las más habituales en el español de España. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Hambre para mañana






sábado, 14 de enero de 2023

Flora y fauna

En una ciudad como Madrid, en la que el cemento y el ladrillo (los dos principales materiales para la construcción) cada día van tomando más espacio, algunas personas que sienten la ausencia de elementos naturales intentan compensarla con naturalezas muertas. Y así, en algunos muros, inesperadamente, vas encontrando flores y árboles:




Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle de Mira el Sol


Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle del Nuncio



Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle de los Mancebos

Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle de los Mancebos


Encontramos flores en los nombres de algunas calles, y a veces estos nombres están en un azulejo y acompañados de un dibujo:


Aprende español callejeando: Flora y fauna

Aprende español callejeando: Flora y fauna



También nos traen flores algunos escaparates, como el de esta farmacia, con un mensaje dirigido a quien pase por ahí y quiera sentirse aludido:


Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle Santa Engracia


Otras tiendas tienen nombre de flor, como este herbolario y parafarmacia, que se llama con uno de mis nombres favoritos de planta:


Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle Maudes


La palabra milenrama es compuesta y tiene tres partes: mil en rama. Esta planta se llama así porque sus flores son muy, muy pequeñitas y salen muchas muy juntas en cada rama. Otro caso de flor con una palabra compuesta y muy bonita es la (o el, es una palabra que admite los dos géneros) nomeolvides. ¡Este sería un buen nombre para una floristería!


Por último, hay personas que llevan su añoranza de la naturaleza a sus pintadas:


Aprende español callejeando: Flora y fauna
Calle Bravo Murillo

La palabra flora es femenina y se usa para nombrar el conjunto de las plantas de una zona o un tipo de paisaje; la palabra fauna (también femenina) es también un nombre colectivo para el conjunto de los animales de una zona o tipo de hábitat. Así, por ejemplo, podemos decir: Esta región tiene la flora y la fauna más variadas de Europa. Las dos son palabras con las que hablamos de colectivos y que usamos en singular, aunque se refieren a muchas plantas o a muchos animales.

La pintada de arriba tiene su gracia: generalmente identificamos las plantas y flores con lo más delicado de la naturaleza, mientras que los animales pueden ser más salvajes y peligrosos. Así que la persona que escribe ve a la persona amada (porque creo que es un mensaje de amor) como alguien muy bello y delicado, pero se ve a sí misma como alguien con instintos más animales.


Igual que en las ciudades, pueblos y campos, las flores están presentes, por supuesto, en el lenguaje de cada día, de forma metafórica. Por ejemplo, en la expresión informal echar(se) flores, de la que te hablé en la entrada Échale guindas al pavo. Pero hay más, aquí tienes algunas:


Aprende español callejeando: Flora y fauna



Pero si hablamos de metáforas relacionadas con la palabra flor, quizá lo más curioso sea la diferencia entre los dos verbos que proceden de ella: florecer y aflorar

Florecer se usa para nombrar la acción de dar flores una planta o un árbol. Por ejemplo: Los almendros suelen empezar a florecer en febrero. Su uso como metáfora es frecuentísimo, en el sentido de 'crecer en número, en importancia o en riqueza', y se usa mucho para hablar de negocios o sectores económicos. Veamos algunos ejemplos en la prensa:

Cayo Paredón Grande florece como destino turístico en Cuba (www.prensalatina.cu)
En Zimbabue, los salones de billar florecen en bares, terrazas frente a tiendas y en casi cualquier espacio abierto                                     (www.telemetro.com)


Aflorar, en cambio, es 'surgir, aparecer de debajo de la tierra, brotar', tal como hacen las plantas, pero se suele usar básicamente para rocas, piedras o agua que no estaban a la vista y aparecen. En su uso metafórico, indica que algo que estaba oculto, que no se veía, aparece; como normalmente relacionamos lo oculto con lo negativo, muchas veces afloran cosas negativas, pero no siempre es así. Un par de ejemplos:

 

En la guerra aflora la parte más oscura del ser humano, pero también brota lo mejor de cada persona

(www.diariosigloxxi.com)


La pandemia aflora nuevas mujeres emprendedoras

La tasa de creación de proyectos liderados por mujeres supera por primera vez a los pilotados por hombres


(www.elpais.com)


Bueno, pues yo creo que ya tenemos suficientes flores por hoy, ¿no? Aunque... no estaría mal que me echaras flores en los comentarios, que he trabajado mucho en esta entrada. ¡Hasta pronto!




sábado, 24 de septiembre de 2022

Abierto por alegría

Hace unos días un buen amigo me envió esta foto, tomada en la puerta de un colegio:


Aprende español callejeando: Abierto por alegría
Terán (Cantabria, imagen de Iñaki Goitia)

 
Resulta graciosa porque estamos acostumbrados a todo lo contrario en los carteles de los lugares públicos. Lo que solemos ver normalmente es cerrado por... Por ejemplo, cerrado por boda, cerrado por vacaciones, cerrado por defunción ('muerte'), etc.

Y más curioso todavía es que digan que la razón por la que el colegio está abierto es la alegría. La verdad, dan ganas de estudiar o de mandar a los hijos a ese cole.

La palabra abierto/a y el verbo correspondiente, abrir, se usan frecuentemente, como en muchas otras lenguas (no sé si en todas), con un significado metafórico. Como en esta imagen:


Aprende español callejeando: Abierto por alegría
Calle San Mateo

Abrir la mente significa 'estar dispuesto a recibir ideas nuevas'. También decimos que alguien tiene una mente abierta. Y, por supuesto, hablamos de personas que son abiertas ('de carácter sociable y receptivo') o que están abiertas a nuevas ideas.

A veces no está muy claro si el significado es metafórico o, por el contrario, literal:


Aprende español callejeando: Abierto por alegría
Calle Embajadores


Esta frase es poética y eso nos hace más difícil saber si se refiere al acto literal de abrir la boca o si quiere decir 'hablar', que es el uso metafórico de esa combinación. Por ejemplo, yo puedo decirle a alguien: Cuando llegue el profesor, no abras la boca, ¿eh?, y lo que estoy queriendo decir no es que no abra la boca, sino que no hable.

En todo caso, sea el significado de abrir metafórico o literal, la imagen es bonita, ¿no? Imaginar que una persona abre la boca (para hablar o no) y que de ella sale un montón de confeti (esos pequeños trocitos de papel que se usan en las fiestas) es precioso.

Otra metáfora muy común con esta acción que he encontrado en las calles es esta:


Aprende español callejeando: Abierto por alegría
Colmenar del Arroyo (Comunidad de Madrid)

Abrir camino, en su sentido literal, es quitar todo lo que es un obstáculo para pasar (por ejemplo, las hierbas muy altas), pero frecuentemente significa 'ser el primero en hacer algo, facilitando a los demás hacer lo mismo'. Abrirse camino, en forma reflexiva (como se usa en la imagen) quiere decir 'encontrar la manera de evitar las dificultades para conseguir nuestros objetivos'.

Hay muchos otros usos metafóricos de esta palabra. Pongo en esta imagen algunos muy usados que todavía no han salido en esta entrada:


Aprende español callejeando: Abierto por alegría


La expresión abrir un melón es más bien informal, las demás puedes encontrarlas en cualquier contexto.

¡Hasta pronto!



viernes, 24 de junio de 2022

Demasiado corazón

En las carreteras y calles de Madrid es bastante frecuente encontrar corazones pintados en los lugares más inesperados:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle Fuencarral


A veces también lo encontramos en los nombres de los establecimientos, como este café del barrio de Malasaña:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle San Joaquín


La verdad es que la asociación entre bigote y corazón no la capto muy bien. Imagino que el dueño es un señor con bigote y un gran corazón. El corazón es una de las partes del cuerpo que más usamos de forma metafórica, porque desde hace mucho, mucho tiempo el órgano llamado corazón se ha considerado el lugar donde nacen nuestros sentimientos (aunque no sea así). Y decimos de una buena persona, con buenos sentimientos, que tiene un buen corazón o que tiene un gran corazón.

Es bonito encontrarse corazones por la ciudad porque en muchas culturas son sinónimo de amor, de cariño. Pero el artista urbano El Rey de la Ruina, a pesar de que pinta corazones con mensajes por toda la ciudad (muchas veces los he usado en este blog), hizo esto:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle Echegaray


Estas dos palabras pueden entenderse de diferente forma según el significado literal o metafórico que demos a la palabra corazón. Si lo entendemos de forma literal, como una parte del cuerpo, podemos interpretar que en la ciudad hay pintados demasiados corazones (porque entenderíamos la palabra corazón, en singular, como un plural, un mecanismo del español formal que te expliqué hace tiempo en la entrada La española cuando besa); si lo entendemos como una metáfora, significa que hay demasiado amor, demasiada pasión. 

Creo que El Rey de la Ruina juega con los dos significados: por un lado, se refiere irónicamente al hecho de que él pinta muchos corazones; por otro lado, nos recuerda a la canción de los años 90 Demasiado corazón, del cantante estadounidense Willy DeVille, en la que este usa estas palabras en español con su sentido metafórico:




El mismo artista urbano ha pintado este otro corazón en el barrio de Tetuán con un bonito juego de palabras; la foto la hizo mi marido, Javier García (¡gracias, querido!):


Aprende español callejeando: Demasiado corazón
Calle Luis Misson


En los tiempos actuales, llenos de realidades muy feas y de frases muy bonitas, casi se ha convertido en una expresión la frase Lo mejor está por venir. Esta frase significa que las mejores cosas de nuestra vida todavía no han pasado y vendrán en el futuro. Eso es lo que nos indica la construcción estar por + infinitivo: una acción futura, que aún está pendiente de producirse.

En la imagen, en lugar del verbo venir, se usa el verbo latir. Latir es lo que hace el corazón cuando, al abrirse y cerrarse (o, más exactamente, dilatarse y contraerse), da pequeños golpes contra la pared de nuestro pecho. Los latidos del corazón son lo que oímos si ponemos la cabeza encima del pecho de alguien.

Es muy bonito lo que dice aquí El Rey de la Ruina, o lo que yo entiendo: todavía hay sentimientos nuevos y mejores que experimentaremos en el futuro. ¡Ojalá sea verdad!

Termino con algunas de las expresiones y usos metafóricos más frecuentes relacionados con el corazón:


Aprende español callejeando: Demasiado corazón



¡Hasta pronto!






martes, 24 de mayo de 2022

Pintadas

Hace poco, una persona me reprochó en una red social que usase cosas escritas en los muros de las calles como ejemplos para enseñar. Incluso me llamó incívica (incivico/a significa 'persona falta de educación y modales') por hacerlo.

Es verdad, yo intento enseñar español a través de ejemplos de una lengua viva, de la lengua de la calle. Y eso significa que a veces uso pintadas, o sea, palabras escritas en las paredes. Las pintadas en las paredes han existido desde que el ser humano desarrolló las capacidades necesarias para hacerlas; en la ciudad romana de Pompeya, por ejemplo, se han encontrado muchísimos ejemplos. Así que no es algo del momento actual. Pero yo solo las fotografío, no las pinto, así que creo que este señor que se enfadó tanto conmigo se ha equivocado de persona a la que acusar.

Es cierto que ciertos tipos de pintadas son un problema en algunas zonas de Madrid. Yo también odio esas paredes y puertas llenas de firmas horrorosas que solamente hablan de egocentrismo, estupidez y ganas de fastidiar a los demás. El barrio de Malasaña está actualmente llenísimo de pintadas, a pesar de que el actual alcalde prometió acabar con ellas. Aquí un trocito de una pared:


Calle de la Palma


Además del horror estético que provocan, suponen un gran gasto de limpieza para las ciudades. Y no solo gasto, también esfuerzo, trabajo. Pero eso es lo que parece que les gusta a algunos, que otros trabajen; fíjate en esta otra pintada de la misma calle:


Aprende español callejeando: Pintadas
Calle de la Palma


Pintar donde no tienes permiso para hacerlo está prohibido, claro, es un delito ('acción contra la ley'), pero no en todas las ciudades se hace cumplir la ley con igual intensidad. En el centro de Málaga, donde hay muchas menos pintadas que en el de Madrid, encontré esta especie de excusa:


Aprende español callejeando: Pintadas
Málaga


No sé a qué tipo de maltrato se refiere, si al machista, al infantil o al animal. En todo caso, creo que no tiene razón y que no tiene nada que ver una cosa con la otra; además, no creo que en la actualidad se pueda decir que el maltrato, del tipo que sea, esté ignorado en España. Y seguro que los castigos no son los mismos cuando cometes el delito de pintar en la calle que cuando maltratas a alguien (aunque no estoy tan segura si se trata de maltrato animal). 


No siempre que te encuentres las palabras pintar y pintada tendrán este significado. Como la mayoría de las palabras, estas tienen también usos figurados, metafóricos, como los que aparecen en esta imagen. La foto de la izquierda, por cierto, no es una simple pintada, es verdadero arte urbano:


Aprende español callejeando: Pintadas



Algunos ejemplos de estos usos metafóricos:

- Me voy. Yo en esta reunión no pinto nada: no conozco a casi nadie y nadie me hace caso.

- Es un coche eléctrico, lo que tú querías, y encima a mitad de precio y casi nuevo. La ocasión la pintan calva, hombre, ¡cómpratelo!

- Esta estantería vieja me viene que ni pintada para el baño de la casa del pueblo, para poner los botes y las cremas.


Y con esto acabo por hoy. No te enfades, lector, cuando use pintadas como ejemplos. Es verdad que más de una vez he pensado que podría pintarlas yo misma para hablar en el blog de lo que yo quiera, pero te prometo que nunca lo he hecho. No solo porque es un delito, sino porque sería hacerte trampa. ¡Hasta pronto!