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lunes, 8 de mayo de 2017

Aquí y allá

Hay alguien que lleva varios años pintando una firma muy corta y discreta por las paredes de todo Madrid. El nombre es Til, pero no sé quién es. Son firmas como esta:

       
Til
Calle Augusto Figueroa


A veces no se conforma con una sola firma. Si encuentra una pared que le gusta, la llena:

Til
Calle de la Madera

Hace pocos días, vi por primera vez una pegatina suya:


aquí y allá
Calle Augusto Figueroa

Suena un poco a despedida, porque Til dice estuvo, como si nunca más fuera a pintar en las paredes. Y con su aquí y allá nos da una buena oportunidad para hablar de estas palabras y otras que forman grupo con ellas: aquí, acá, ahí, allí y allá.

Para empezar, te diré que las tres que usamos sistemáticamente en España son las que terminan en : aquí, ahí y allí

Por ejemplo, en este cartel también vemos la preferencia por aquí:


aquí, ahí, allí
Calle Princesa

Acá
y allá, en España, se usan en determinadas combinaciones y expresiones, como veremos más adelante; sin embargo, en algunas zonas de Latinoamérica prefieren acá y allá, en lugar de aquí y allí. Así que lo único que tenemos en común todos es la palabra ahí.

Como hay mucha variación dependiendo de las zonas, voy a describirte solamente el uso habitual en España. Es el que aparece explicado en esta imagen:


aquí, ahí, allí


Cuando usamos estas palabras, por lo tanto, es necesario tener en cuenta dónde está la persona con la que estamos hablando; el espacio cercano a esa persona es el espacio intermedio, es ahí, si esa persona no está a nuestro lado. Por ejemplo, si hablamos por teléfono desde España con alguien que está en Alaska podemos preguntarle:

¿Qué tiempo hace por ahí?

Alaska está muy lejos de España, pero nuestro interlocutor (la persona con la que hablamos) está en Alaska. Como ves en la imagen de arriba, usamos ahí cuando nos referimos al territorio cercano a nuestro interlocutor.

Reservamos la palabra allí, entonces, para cuando situamos algo que no está cerca de nosotros ni tampoco de las personas con las que estamos hablando. Un buen ejemplo es el precioso nombre de esta librería:

aquí, ahí, allí
Calle del Ave María
Esta librería ha abierto en una antigua peluquería, con bonitos azulejos como los que también te mostré en Una cabeza bien amueblada, y han tenido el buen gusto de mantener toda la decoración de la fachada. Pero hoy hablamos del nombre de la librería:

aquí, ahí, allí
Calle del Ave María

No sé si reconoces el origen de este nombre tan peculiar: es parte de un famoso microrrelato del escritor guatemalteco Augusto Monterroso. Este relato es una sola frase:

Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Se han hecho muchas interpretaciones de este relato, porque es tan abierto que permite muchas. Pero hoy nos interesa el allí: alguien se despertó en el pasado y allí, en el lugar donde estaba, todavía estaba el dinosaurio. Cuando el autor escribe esto, está lejos de ese lugar, pero los lectores también lo estamos. Por eso usa allí.

También podemos usar la palabra ahí cuando hablamos del pasado, si nos referimos a algo que pasó en el lugar donde está nuestro interlocutor en el momento de la conversación:

Ella estaba sentada ahí, donde estás tú ahora.


Pero, como te he dicho más arriba, en España también usamos las palabras acá y allá, aunque en contextos determinados. En esta imagen resumo las características de estos usos:


aquí y acá, allí y allá



Bueno, pues eso es todo por hoy. Ya sabes que...




¡Hasta pronto!


domingo, 3 de febrero de 2013

Puertas que el viento abre y cierra

Carteles de puertas para todos los gustos 


El 11 de agosto de 1921, el poeta Federico García Lorca escribió:

La puerta es siempre la clave
de la leyenda.
Rosa de dos pétalos
que el viento abre
y cierra. 

Pero mucho han cambiado los tiempos o los cierres de las puertas se han complicado mucho, porque en las puertas de cualquier lugar de España es fácil encontrar carteles como los que voy a poner a continuación.

Hay puertas que no se abren bien. Por ejemplo, en la calle Santa Brígida, al lado de la escuela donde trabajo, hay una estupenda panadería, Viena La Crem, de la empresa Viena La Baguette, ya centenaria en Madrid. Desde que yo la conozco, la puerta de entrada no funciona muy bien: a veces quieres entrar y parece que no puedes, que está cerrada.

Para solucionarlo, han puesto hace poco un cartelito debajo del cartel de la puerta:


empujar fuerte
Calle Santa Brígida


Con más detalle:


empujar fuerte


La palabra "fuerte" aquí es un adverbio (los adverbios son palabras que no tienen masculino ni femenino, ni singular ni plural, y nos sirven para expresar cantidad, lugar, modo, tiempo, etc.) con forma corta (existe una forma más larga del mismo adverbio, que es "fuertemente"). Los adverbios con forma corta son de uso frecuente en español, pero, a diferencia de otras lenguas, su uso está limitado a ciertas expresiones, como por ejemplo, "hablar claro / alto / bajo / rápido", "respirar hondo" o "andar rápido". No podemos usarlos libremente en cualquier frase, y tampoco todos los adverbios tienen doble forma, así que hay que aprender las expresiones poco a poco, como fórmulas fijas.

Luego hay puertas que no se cierran bien. Por ejemplo esta: 


cerrar del todo
Calle Jesús y María

Calle Jesús y María
"Del todo" significa 'completamente' y es un poco coloquial. Quizá por eso la persona que escribió la nota escribió "todo" entre comillas.

Hay, en cambio, puertas que se cierran demasiado bien (normalmente porque pesan mucho), como esta de Málaga:


cierre con moderacion
Casa de los Leones - Málaga
"Con moderación" significa 'sin exceso, en la medida adecuada'. Más o menos, el cartel está diciendo: cuidado, no des portazos (portazo, 'golpe fuerte que da una puerta al cerrarse').

Luego hay puertas que continuamente se quedan abiertas, como esta de mi escuela. Los conserjes, que están hartos de pasar frío, hace unos días pusieron estas notas:


cerrad la puerta
Calle Santa Brígida


"Cerrad" es el imperativo que corresponde a la persona "vosotros/as", que en España es de uso informal. Como ya sabrás, el uso de "tú" y "vosotros/as" es mucho más frecuente en España que en otros países. También es más frecuente el uso del imperativo con muchas funciones: dar una orden, sí, pero también pedir información, pedir favores, recomendar, aconsejar, etc. La fuerza del imperativo se compensa, en esta puerta, con la palabra "gracias", que nos indica que no están dándonos una orden, sino pidiéndonos un favor.

También hay puertas bilingües con curiosas traducciones, como estas:

push quiere decir empujar con cariño
Torrecaballeros (Segovia)

pull quiere decir tirar con cariño
Torrecaballeros (Segovia)


En estas dos puertas puedes aprender los dos posibles movimientos para abrir: empujar (hacia dentro) y tirar (hacia fuera). Hacerlo "con cariño" es una forma graciosa de pedir que la gente empuje o tire de la puerta con moderación.

Por último, hay puertas que no sirven para nada, como esta:

por la otra puerta
Calle Algodonales


La preposición "por" significa aquí 'a través de'; decimos "entrar por una puerta", "salir por la ventana", etc.


Puertas perezosas, puertas agresivas, puertas que invitan a entrar, puertas que no quieren abrirse, puertas para todos los gustos. Puertas como las personas.