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jueves, 8 de mayo de 2025

Millones y abundantes razones

Hay un local en el barrio de Lavapiés con un nombre que me llamó mucho la atención cuando lo vi:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones
Calle López Silva

No le encuentro lógica al nombre, porque... ¿millones de qué?, ¿abundantes razones para qué? Buscando en Internet encuentro que se trata del nombre de una empresa dedicada a la construcción de edificios. Al mismo tiempo, la escritura china, acompañada del dibujo de una tetera a la derecha, invita a pensar en un restaurante chino. Así que, verdaderamente, no sé qué es ni por qué se llama así.

Millones y abundantes razones es también el título de una exposición de la artista madrileña Elena Blasco en el año 2012. Ella misma explica al comienzo de este vídeo por qué llamó así a su exposición  (y tiene relación con el local de la foto anterior):




¿Por qué he elegido hablar hoy de millones? Pues porque hace pocos días este blog llegó a la estupenda cifra de dos millones de visitas. ¡Dos millones, qué guay! ¡Muchas gracias a todos los que lleváis leyendo el blog tantos años!

Pero no voy a desaprovechar la oportunidad de hablar de números, de esos números grandes que se pueden confundir y, por lo tanto, son peligrosos. Porque no es lo mismo confundirse hablando de decenas que hablando de millones.

Hay un numeral español que confunde bastante, y es el que está en la fachada de esta tienda, tradicional y muy antigua, de objetos de acero (cuchillos, tijeras, etc.), la cuchillería Viñas:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones
Calle Atocha

Un millar es lo mismo que mil. Estas dos frases, por ejemplo, significan lo mismo:

Asistieron mil personas = Asistió un millar de personas

Si lo usamos en plural, significa lo mismo que miles (o mil, porque cuando hablamos de cifras exactas usamos la forma mil, no la forma plural miles):

Asistieron miles de personas = Asistieron millares de personas

Asistieron tres mil personas = Asistieron tres millares de personas

La palabra millar, sin embargo, es más formal que mil, así que en la lengua informal la oirás mucho menos.

Otra razón de confusión puede ser el parecido de la palabra millar con la palabra millardo. ¡Y esta sí puede ser una confusión muy gorda! Porque un millardo son mil millones. ¿Y cómo se llama entonces al millón de millones en español? Usamos la palabra billón. Esta palabra, billón, es también motivo de confusión porque no significa lo mismo que en otras lenguas.

Seguro que ahora mismo te bailan los números en la cabeza, así que aquí pongo todo con un poco de orden:


Aprende español callejeando: Millones y abundantes razones


¡Os envío varios billones de gracias, lectores! ¡Hasta pronto!




lunes, 7 de abril de 2025

Madrileñísima


En español, las dos formas más comunes de expresar que algo o alguien tiene una característica en grado alto son estas: 

- Usar la palabra muy delante del adjetivo o adverbio que expresa esa característica: Mi casa está muy lejos; Tus padres son muy simpáticos.

- Usar el adjetivo o adverbio que expresa esa característica con el sufijo -ísimo/a/os/as: Mi casa está lejísimos; Tus padres son simpatiquísimos.

Esto normalmente lo hacemos con características que son graduables, es decir, que se pueden tener en una cantidad mayor o menor. Se puede ser muy baja o altísima, muy listos o tontísimos, muy cariñoso o antipatiquísimo, y un objeto puede ser muy pequeño o grandísimo, anchísimo o estrechísimo, por ejemplo. 

Y sin embargo, a veces nos encontramos con estas formas aplicadas a características que no parecen graduables. Veamos dos ejemplos callejeros:


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Orense


Aprende español callejeando: Madrileñísima
Calle Bravo Murillo


No se puede ser más o menos mexicano, ni más o menos tropical. Estos dos adjetivos nos hablan de características no graduables: si eres mexicano, lo eres, ni en mayor ni en menor grado; si hablamos de un clima o de una fruta tropical, no puede ser más tropical o menos tropical, porque este adjetivo nos habla de un origen geográfico.

Pero justamente con estos adjetivos que relacionan un objeto o persona con su origen geográfico, en un estilo formal usamos la terminación -ísimo/a/os/as con otro sentido: el de algo o alguien muy representativo, muy característico de ese lugar. El restaurante de la primera imagen es mexicanísimo porque nos ofrece una auténtica comida mexicana, y Tropicalísimo es un restaurante colombiano en el que nos ofrecen batidos, zumos y ensaladas tropicales hechos con frutas que, aunque ahora algunas se cultiven en España, proceden de climas propios de los trópicos (como mango, papaya, piña, coco, etc.).

Por eso, si por ejemplo buscamos ejemplos en Internet sobre Madrid, encontraremos muchísimos como estos:

la madrileñísima calle de Alcalá
el madrileñísimo barrio de Chamberí
el madrileñísimo Lope de Vega

En estos ejemplos se quiere destacar la profunda relación de la calle, el barrio o el poeta con la ciudad de Madrid, tan profunda que calle, barrio y poeta forman parte de la imagen de la ciudad. 

¿Tú crees que yo podría hablar de mi madrileñísimo blog? ☺☺☺

Para terminar, te dejo una imagen por si necesitas repasar un poquito la formación de este llamado superlativo. ¡Hasta pronto!

Aprende español callejeando: Madrileñísima






lunes, 24 de marzo de 2025

¡Que te lo has creído!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle de la Esgrima



Comenzando con esta pintada, hoy nos damos un paseo por las formas y usos del verbo creer.

Creer en, cuando hablamos de una persona, significa tener confianza en ella. Así que el consejo de la pintada anterior es que tengamos confianza en nosotros mismos: en nuestras capacidades, en nuestros talentos, supongo. Esto es importante, claro, pero la gente lo ve como una solución para todo, cuando no es cierto. Tener confianza en uno mismo, creer en uno mismo es necesario para estar bien, pero no es suficiente porque no todo lo que nos pasa en la vida depende de nosotros. Bueno, eso pienso yo.


Si usamos creer en para hablar de otras cosas que no sean personas, el significado cambia ligeramente. Por ejemplo, si hablo de creer en dios o creer en los extraterrestres, hablo de creer que algo existe.


Pero no siempre usamos el verbo creer con la preposición en detrás. La mayoría de las veces nos sirve para expresar pensamiento, opinión, como en esta otra pintada que vi en una ciudad de Cataluña:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Figueras (Gerona)



Parece que esta persona no está demasiado segura de su amor, ¿no? Primero, porque dice creo, o sea, que solo es un pensamiento, no un hecho, y segundo porque añade un poco. No es lo mismo querer a alguien que querer un poco a alguien; pero bueno, menos es no quererlo nada. De todas formas, prefiero que no me digan nada a que me escriban o me digan esta declaración de amor tan decepcionante.


Este mismo verbo, pero en su forma reflexiva (creerse), significa algo muy similar pero no igual. Veamos un ejemplo en un contenedor de vidrio de un pueblo de Madrid:


Aprende español callejeando: Que te lo has creído

Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Torrelaguna (Madrid)



Este mensaje es muy, muy irónico. Creerse se utiliza con el significado de 'pensar que algo es verdad cuando no lo es o no está confirmado'. Hay personas que tiran todo tipo de basura en estos contenedores, por comodidad o por ignorancia, y en este mensaje irónicamente dicen que algunas personas se creen (hay quien se cree) que el vidrio se puede mezclar con otros residuos, igual que se creen que nuestro planeta es plano y que existen los vampiros. Pero ninguna de las tres cosas es verdad. ¡En estos tiempos de ideas locas en los que vivimos, este mensaje resulta muy divertido y apropiado!

Otro ejemplo de creerse lo tenemos en esta pintada anarquista. Cuando preguntamos a alguien si se cree algo, como hacen ellos (¿Te crees...?), ponemos en duda lo que decimos a continuación. Para estas personas, lo que dicen las noticias es falso. Un engaño, como ellos mismos dicen.


Aprende español callejeando: Que te lo has creído
Calle Lope de Haro



El verbo creer, con esta forma y significado, se usa muchísimo: No me lo creo, Te lo has creído, Se lo creyó todo, etc. son frases prácticamente de cada día. 

Tenemos además frases casi fijas con este verbo y significado que se usan mucho en la conversación informal: ¡Que te crees tú eso! (con exclamación a veces, otras sin exclamación) y ¡Que te lo has creído! (igual, con o sin exclamación). Se usan como respuesta para expresar que lo que ha dicho la otra persona no se va a cumplir de ninguna manera.

Veamos dos ejemplos tomados de novelas:

    -A ver -Miguel cogió con un rápido movimiento el móvil que Vicente había arrojado contra la mesa-. Seguro que ya tienes un montón de proposiciones.
    -¡Eh, eh...! ¡Deja el móvil en su sitio!
    - ¡Ja, ja...! ¡Que te lo has creído! Vamos a ver quién quiere conocerte.

(El niño que quiso ser lluvia, Blanca Poza)

    - Yo me quiero ir de aquí.
    - ¿Cómo?
    - Que me voy.
    - Ni hablar.
    - Volverme a Almería, esto estoy pensando.
    - Ah, no, eso sí que no. Ja, ja, ja. Que te crees tú eso.

(Gordo de feria, Esther García Llovet)

Como puedes ver, es una manera de negarnos a hacer algo o a que la otra persona haga algo. Expresiones equivalentes serían, por ejemplo: ya te gustaría a ti, ni lo sueñes, ya quisieras.


Termino ya con un resumen de los usos principales de este verbo por el que hoy nos hemos paseado. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Que te lo has creído







martes, 7 de enero de 2025

El gallo canta

Hace unos días, paseando por el barrio de las Letras, me fijé en el nombre de esta taberna que no conocía:


Aprende español callejeando: El gallo canta
Calle de Jesús

Es curioso que digamos que los gallos cantan, porque la verdad es que la mayoría de las veces no producen un sonido muy armonioso. De hecho, cuando alguien está cantando y de repente, sin querer, suelta un sonido falso y un poco chillón, perdiendo la armonía, desafinando, decimos que ha hecho un gallo, ha soltado un gallo o que le ha salido un gallo. Un ejemplo práctico, el gallo que soltó un representante de España en el festival de Eurovisión:




Además, el sonido del gallo no suele durar mucho, mucho menos que una canción. Por ser tan corto, para hablar de algo que ocurre o se hace en poco tiempo, muy rápidamente, podemos decir también que ocurre o se hace en menos que canta un gallo. Un ejemplo:

Decía que no tenía hambre, pero se comió todo el plato en menos que canta un gallo.

La taberna El gallo canta está especializada, curiosamente, en huevos, y sobre todo en tortillas. Digo curiosamente porque los huevos no los ponen los gallos sino las gallinas. Y fíjate, no sé si esto no será otra injusticia histórica reflejada en el lenguaje, porque se dice que los gallos cantan (o sea, es un sonido bonito), mientras que las gallinas cacarean (que es un sonido un poco molesto o desagradable). Si las gallinas pudieran hablar y defenderse de esta injusticia, otro gallo cantara u otro gallo cantaría; esta es otra expresión relacionada con los gallos que significa que, en otras circunstancias, las cosas serían distintas. 

Un ejemplo de un medio de comunicación:

(Título de una noticia de una protesta por las malas condiciones de un albergue para personas sin techo)

Si los políticos tuvieran que dormir en el albergue, otro gallo cantaría


(La Voz del Sur)

Y ya que hemos dedicado tanto rato a los gallos, ¿qué tal si recuerdas o aprendes los verbos que usamos para hablar de los sonidos de otros animales? Debajo te dejo un pequeño ejercicio con algunos de estos verbos, y las soluciones al final, debajo de mi firma (¡no las mires antes de haber trabajado en el ejercicio!).


Aprende español callejeando: El gallo canta


Pues me despido ya en esta primera entrada del año y aprovecho para desearte un muy feliz año 2025. ¡Hasta pronto!



Soluciones:

El burro rebuzna, el caballo relincha, el cuervo grazna, el gallo canta, el gato maúlla, el león ruge, el lobo aúlla, el perro ladra, la ballena canta, la vaca muge.

Y, si has llegado hasta aquí, una pregunta: si el gallo canta es el nombre de una taberna, ¿para qué tipo de establecimiento podrían servir estas otras frases, como la vaca muge o el león ruge?

domingo, 22 de diciembre de 2024

Cocinillas



La historia reciente de la palabra cocinillas es curiosa, porque nos habla de cambios en la sociedad. 

Hasta hace no demasiados años, esta palabra se refería a hombres a los que les gustaba participar en la tarea de cocinar, pero sin ser los cocineros principales. Esta responsabilidad -la de cocinero principal o habitual- se atribuía a las mujeres (con excepción de los chefs de alta cocina, donde tradicionalmente han predominado los hombres).

Afortunadamente, estos papeles tradicionales han ido cambiando, y son muchísimas las familias en las que la cocina es una tarea compartida o asumida por un hombre. Por otro lado, hoy se cocina muchísimo menos que hace unas décadas, y necesitábamos una palabra para llamar a las personas, hombres o mujeres, a las que les gusta cocinar, frente a las muchísimas a las que no les gusta. Y aquí ha entrado en juego la palabra cocinillas, que ahora se usa, sobre todo, con ese significado: persona aficionada a cocinar.

El sustantivo masculino cocinillas se ha convertido hoy en un sustantivo de género común. Eso explica que en Madrid haya dos locales de restauración que se llaman casi igual, con una pequeña diferencia:


Aprende español callejeando: Cocinillas
Calle Lope de Vega


Aprende español callejeando: Cocinillas
Calle San Andrés




En otra entrada, El hortera, te hablé de los sustantivos y adjetivos de género común, pero solamente de los que acaban en -a. Como puedes ver con el caso de cocinillas, tenemos sustantivos y adjetivos de género común que terminan diferente. En la entrada "El hortera" puse una infografía con algunas de las palabras de género común terminadas en -a más utilizadas; aquí pongo otra con otras terminaciones: terminadas en -o, en -e, y en diferentes consonantes. Todas son palabras, claro, referidas a personas y muchas de ellas nos hablan de profesiones y cargos. De las curiosas palabras metomentodo, sabelotodo y correveidile tienes explicaciones y ejemplos en la infografía del final de esta otra entrada: A mesa puesta.

Recuerda que, aunque estas palabras no cambien, otras palabras que la acompañan sí cambian según hablemos de hombres o de mujeres. Decimos, por ejemplo:

La portavoz del Gobierno / El portavoz del Gobierno
Una modelo muy famosa / Un modelo muy famoso
Un detective muy discreto / Una detective muy discreta
El canciller alemán / La canciller alemana


Aprende español callejeando: Cocinillas



¡Felices fiestas y hasta pronto!




jueves, 23 de mayo de 2024

Mascota perdida

Paseando por pueblos y ciudades, es fácil encontrarse con anuncios de dueños de mascotas (o animales domésticos) perdidos o desaparecidos. Cada vez más, pues el número de mascotas ha aumentado muchísimo -al menos en España- en las últimas décadas.

Como casi siempre nos cuentan algo sobre el físico, el carácter o el comportamiento del animal para que podamos identificarlo mejor, con estos anuncios puedes aprender, sobre todo, mucho vocabulario que no solamente se aplica a los animales.

Lo que más veo últimamente son anuncios de gatos desaparecidos, como este:


Aprende español callejeando: Mascota perdida
Calle Hierbabuena


Este anuncio es muy fácil de entender, pero quizá te resulte nueva la palabra recoveco. Aquí se usa en el sentido de 'pequeño rincón o lugar escondido'. Y es que los gatos son capaces de esconderse en cualquier sitio.

La frase que está marcada en rojo, Se recompensa, significa que, si lo encuentras y llamas a sus dueños, te darán algo de dinero. Recompensar tiene, en este tipo de anuncios, el significado de 'premiar algo bien hecho'. Esto muchas veces se pone en los anuncios para animar a las personas que lo leen a mirar con más atención, a ver si encuentran al animalito perdido.


Es muy tierno este otro anuncio que busca a un gato llamado Florentino (divertido nombre para un gato):

Aprende español callejeando: Mascota perdida
Calle Bravo Murillo

Se nota que los dueños de Florentino le quieren mucho por cómo lo describen, aunque lo han escrito en primera persona, como si fuera el propio gato quien nos habla: pequeñito (en diminutivo afectuoso) y aventurero. Buscando aventuras, se escapó de casa y ahora no sabe volver. ¿Hay algo más tierno que este anuncio?

Fíjate en la frase que hay debajo del número de teléfono: Se gratificará económicamente. Gratificar es también dar alguna cosa -que puede ser dinero- a cambio de una buena acción. Gratificar económicamente es, pues, lo mismo que recompensar.


En el siguiente anuncio no ofrecen recompensa ni gratificación:


Aprende español callejeando: Mascota perdida
Calle General Margallo

Aquí encontramos una descripción del comportamiento del gato: no araña (arañar: 'hacer con las uñas pequeñas heridas en la piel'), no muerde (morder: 'clavar los dientes en algo o alguien') pero sí maúlla, y mucho (maullar: hacer el sonido propio de los gatos cuando piden algo o se quejan).

Maullar y su sustantivo correspondiente, maullido, forman parte de ese grupo de palabras que suele ser tan grande en todas las lenguas y que usamos para describir los sonidos típicos de los animales. Hay muchísimas de esas palabras y no es necesario aprenderlas todas, pero sí al menos las de las mascotas más habituales. Por eso pongo aquí otro cartel, que no es un anuncio, pero sí incluye otra de esas palabras:


Aprende español callejeando: Mascota perdida
Calle María de Zayas


¡Qué bonitas experiencias debe de haber tenido esta niña con los perros! Porque el ladrido de algún perro (o de varios) le provoca un profundo sentimiento. Ladrar y ladrido son esas palabras que describen el sonido característico que producen los perros (aunque también, cuando se lamentan muy profundamente, pueden aullar, como los lobos, en lugar de ladrar).

Seguramente este cartel era un trabajo escolar. Fíjate en que está firmado por una niña llamada Irene, que está en primero de la ESO, en el grupo 1ºC. La ESO es la Educación Secundaria Obligatoria; generalmente los colegios tienen varios grupos para cada nivel, y para distinguirlos se usan las letras: 1ºA, 1º B, 1ºC, etc. La ESO es un periodo educativo obligatorio que va generalmente de los 12 a los 16 años. Como Irene está en primer curso, tiene probablemente 12 años, y este trabajo sobre el maltrato animal le salió tan bonito y tan poético que decidió ponerlo en la calle.


Y hablando de ladridos, también voy a poner un anuncio en el que buscan perros, en concreto a dos perras, porque usan una palabra que me gusta mucho:


Aprende español callejeando: Mascota perdida
Las Navas del Marqués (Ávila)


Es el adjetivo asustadizo/a, que significa 'que se asusta fácilmente'. Este sufijo -izo/a, cuando se usa para formar adjetivos que proceden de verbos, como es este caso, añade el significado de 'tener tendencia a realizar esa acción'. Un perro asustadizo o una persona asustadiza tienen tendencia a sentir miedo, a asustarse, por cosas sin importancia. 

¿Hay más palabras formadas así? Sí, muchas más, pero no todas se usan habitualmente (y no todas sirven para animales ni para personas), así que te dejo mi selección de algunas muy usadas:


Aprende español callejeando: Mascota perdida


¡Hasta pronto!









lunes, 15 de abril de 2024

Ojiplático



Aprende español callejeando: Ojiplatico
Avenida del General Perón




Hace pocos días vi este anuncio de una empresa que nos habla de un procedimiento de formación de palabras. Y está muy bien explicado: decimos que este hombre es pelirrojo (añadiendo una -r- para reflejar la pronunciación de la -r- fuerte) porque tiene el pelo rojo. Esta forma de crear adjetivos es relativamente frecuente en español.

Podríamos pensar que lo lógico es que la palabra fuera *pelorrojo. Pero no: la formación de este tipo de adjetivos es esta:   

SUSTANTIVO (que pierde su última vocal)   +    +   ADJETIVO

Casi todos los adjetivos de este tipo están formados por sustantivos que nombran partes del cuerpo de una persona, como cuellicorto/a ('que tiene el cuello corto'), o del cuerpo de un animal, como paticojo/a ('que tiene una pata o pierna coja'). Hay excepciones, como puntiagudo/a, que usamos para describir algo que tiene la punta afilada, muy fina; por ejemplo, podemos hablar de unos zapatos puntiagudos o de una nariz puntiaguda.

Muchas veces estos adjetivos son despectivos o humorísticos (no es lo mismo decir que alguien tiene el cuello corto, que es simplemente una descripción, que decir es un cuellicorto, que, según el contexto, es una burla o una caricatura). Pero esto no siempre ocurre: pelirrojo/a, que es probablemente la más usada (porque no tenemos otra manera de expresar esta idea: si decimos que alguien lleva el pelo rojo, es rojo teñido, porque nadie tiene el pelo rojo de forma natural); puntiagudo/a también es un adjetivo solamente descriptivo, no despectivo ni humorístico.

Independientemente de que el sustantivo nombre partes del cuerpo de las personas o de los animales, los adjetivos resultantes se usan indistintamente para personas o para animales: así, podemos hablar de personas o animales paticortos (o sea, de piernas o patas cortas).


Un paso más es el que damos con adjetivos como el de este anuncio de una marca de teléfonos inteligentes:


Aprende español callejeando: Ojiplatico
Calle Raimundo Fernández Villaverde




La primera parte, el sustantivo, es la palabra ojo, pero ¿qué adjetivo es *plático? Pues no existe. Si existiera, sería un adjetivo derivado del sustantivo plato. Pero no tenemos un adjetivo para esa palabra, básicamente porque no lo necesitamos.

¿Entonces, cómo se ha formado ojiplático/a? Alguien lo inventó a partir de la expresión ojos como platos, que usamos para describir el efecto de una gran sorpresa, porque generalmente cuando nos sorprendemos mucho abrimos mucho los ojos. Decimos, por ejemplo, me quedé con los ojos como platos, tenía los ojos como platos o abrió los ojos como platos. No se sabe quién inventó esta palabra, pero sí que empezó a usarse en la primera década del siglo XXI y que ya la tenemos en el diccionario de la Real Academia Española.

Así que ojiplático es, en realidad, una metáfora. Y como metáfora se usan otros adjetivos de este tipo. Por ejemplo, decimos que alguien es manirroto/a con el sentido de 'persona que no sabe ahorrar, que gasta sin ningún control'; literalmente, significaría 'que tiene una mano rota o las manos rotas', pero nunca la usamos así, sino como una imagen: la de alguien que tiene un agujero en la mano y por ese agujero se le cae todo el dinero. Otro ejemplo: peliagudo/a (que es una palabra que se usa más para cosas que para personas), que significa 'difícil de resolver'; viene de pelo y agudo/a 'afilado, fino, a veces punzante', y de la idea de algo con pelo afilado o punzante puede venir la idea de dificultad.


En esta imagen pongo algunos de los adjetivos de este tipo más utilizados, y con esto me despido:


Aprende español callejeando: Ojiplatico


¡Hasta pronto!



miércoles, 27 de marzo de 2024

Así es la vida

Hoy me ha llamado poderosamente la atención una campaña de concienciación que he visto en la calle Bravo Murillo. Se trata de varios carteles que hablan de problemas muy actuales, y la respuesta que se da es siempre la misma.

Vamos a ir viendo los carteles y comentando los problemas. Al final, te hablaré sobre la respuesta que se repite:


Aprende español callejeando: Así es la vida


Como en todo el mundo, los precios (en especial los de los alimentos) han subido mucho en los dos últimos años. Por eso, es difícil llegar a fin de mes, o sea, es difícil que tu sueldo mensual te dure hasta que acabe el mes y vuelvas a cobrar. La construcción no hay quien + subjuntivo significa 'no hay nadie que pueda...' o, dicho de otra manera, 'es imposible...' (ya te hablé de ella en la entrada No hay quien lo aguante). Es, entonces, como decir ¿Es imposible llegar a fin de mes?



Aprende español callejeando: Así es la vida


El mar Mediterráneo, desde hace ya varias décadas, es una de las vías por las que muchos inmigrantes intentan llegar a los países del sur de Europa, como Grecia, Italia y España. Es muy complicado saber cuántos de ellos han muerto en el camino, pero son muchos miles, y muchos de sus cuerpos nunca son encontrados (ni buscados). Por eso el cartel habla del mar Mediterráneo como una fosa común: una fosa es un hoyo, un agujero en la tierra que se hace para enterrar a una o varias personas, pero si hablamos de fosa común, es un gran agujero donde se entierra a muchas personas que no tienen un espacio propio y que incluso muchas veces no están identificadas (algo que ocurre muchas veces durante las guerras).


Aprende español callejeando: Así es la vida


Pues sí, los precios del alquiler de la vivienda han subido muchísimo en los últimos años y no dejan de hacerlo. Ahora que tantos pisos se se usan para el alquiler turístico (muchas veces ilegal), no hay tantas viviendas para alquilar a los habitantes de la ciudad, y las que hay son mucho más caras. Por otro lado, en los últimos años cada vez son más los grandes fondos financieros que compran viviendas en España y suben los precios a los inquilinos ('las personas que viven en una vivienda alquilada').


Aprende español callejeando: Así es la vida


El machismo sigue asesinando porque la ideología machista es la que está dentro de la cabeza de los hombres que asesinan a sus parejas. A pesar del negacionismo de algunos grupos políticos, el machismo mata, y en el año 2023 mató a 53 mujeres en España.


La respuesta a todas estas preguntas es siempre la misma: Así es la vida. Es una frase usada frecuentemente para expresar conformidad, resignación, es decir, tolerancia, paciencia para sufrir las cosas malas sin luchar contra ellas. Estos carteles llaman a nuestra conciencia, preguntándonos si estamos siendo demasiado resignados, demasiado conformistas, pensando siempre que nada podemos hacer por solucionar esos problemas.

Buscando ejemplos de uso de esta frase en redes sociales, me he encontrado con que los carteles forman parte de una campaña política de una candidata a diputada de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran el próximo junio. Te pongo aquí el vídeo completo para que quede más claro su mensaje:




Así es la vida no es la única frase que usamos para expresar resignación. Aquí tienes otras muy utilizadas:

Aprende español callejeando: Así es la vida



Pero te aconsejo que no las uses demasiado. La conformidad, la resignación, la paciencia debemos reservarlas para las cosas que de verdad no tienen remedio, no tienen solución. Contra las injusticias hay que intentar luchar, porque... ¡sí se puede! (o por lo menos se intenta).     








viernes, 5 de enero de 2024

Ole tú

Seguro que ya te has dado cuenta de lo importante que es en español pronunciar el acento de las palabras en la sílaba adecuada. Porque tenemos cientos de parejas de palabras que solamente se diferencian por eso, por la posición del acento, y cambiarlo puede suponer, a veces, incomprensión. Veamos un ejemplo:


Aprende español callejeando: Ole tú
Paseo del Prado


En los cuentos tradicionales, es el príncipe siempre el que salva a la princesa. Pero esta princesa se salvó a sí misma, sola, sin necesidad de nadie. Y este es un mensaje muy adecuado para el día en que tomé esta foto, un 8 de marzo, el Día Internacional de las Mujeres, porque nos habla de mujeres autónomas, independientes, que no necesitan siempre el cuidado de un hombre.

La palabra en la que nos vamos a fijar es salvó, un pasado del verbo salvar, con el acento en la última sílaba. Si pronunciáramos el acento en la otra sílaba de la palabra, estaríamos diciendo salvo, que puede ser la primera persona del singular del presente de este mismo verbo (yo salvo), pero también puede ser otra palabra:


Aprende español callejeando: Ole tú
San Sebastián de los Reyes


Aquí, salvo no es un verbo, es un conector que significa lo mismo que 'excepto' (también tenemos el conector salvo que, 'excepto que', que podemos usar para unir frases). Un mensaje muy potente el de esta pintada: las cadenas son aquí una metáfora de la falta de libertad, así que nos quiere animar a luchar por nuestras libertades.

Como ves, salvó y salvo pueden significar cosas muy, muy diferentes.

Aunque esto es lo más general, y como te he dicho hay muchísimas parejas de palabras que solo se diferencian por la posición del acento, también tenemos algunas palabras -no muchas- que tienen doble posibilidad de acentuación, o sea, que se pueden pronunciar de dos formas diferentes. Una de ellas es muy, muy española y aparece en esta pintada:


Aprende español callejeando: Ole tú
Calle Fuencarral


Sí, efectivamente, la palabra en cuestión es ole (con el acento en la -o), que se pronuncia también olé (con el acento en la -e). ¿Y qué significa esta pintada? Pues más o menos esto: 'Viva la persona que lea esta pintada'. Todo lo contrario de una famosa pintada, muy repetida a lo largo de décadas: Tonto el que lo lea.

Así que, si lo has leído, ¡ole tú!, o bien ¡olé tú!

¿Quieres saber cuáles son las demás palabras que tienen doble acentuación? En esta imagen te dejo una lista, pero no con todas, sino con una selección de palabras que realmente se usan de las dos maneras (hay otras parejas que existen como posibilidad, pero en las que una de ellas apenas se usa ya). Pongo siempre a la izquierda la variante llana, o sea, la forma que tiene el acento en la penúltima sílaba de la palabra:


Aprende español callejeando: Ole tú


Bueno, pues espero que hayas empezado el año bloguero aprendiendo alguna cosilla más. ¡Olé tú si has llegado hasta el final! ¡Hasta pronto!




jueves, 30 de noviembre de 2023

Pan para hoy, hambre para mañana



Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Benicarló (Castellón)



En un pueblo de la costa de la Comunidad Valenciana compré pan en una estupenda panadería y me lo dieron en esta bolsa de papel. Supongo que entiendes el mensaje: si compras pan allí, ayudas a que el panadero mantenga su negocio. Pero quizá no sepas que esta frase es una variante de un refrán: Pan para hoy, hambre para mañana

Decimos que algo es pan para hoy y hambre para mañana cuando es una solución para el momento actual, satisface nuestra necesidad inmediata, pero no tiene en cuenta el futuro (e incluso puede hacer que nuestro futuro sea peor). Un ejemplo de un periódico:

El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, celebró hoy que la Cámara de Diputados haya rechazado un proyecto de "autopréstamos" que permite a los ciudadanos retirar entre el 15 % y el 100 % de sus fondos privados de pensiones y devolver el dinero en unos años. "A los parlamentarios que insisten en que los trabajadores se rasquen con sus propias uñas y recurran a sus ahorros para enfrentar las dificultades del momento, mediante autopréstamos o retiros, les decimos que es pan para hoy y hambre para mañana", dijo Boric.
(www.lavanguardia.com)

Sobre la palabra pan y las expresiones relacionadas con ella ya te hablé en la entrada Un trozo de pan. Hoy nos vamos a ocupar de otra palabra del refrán: vamos a hablar de hambre.

Hambre, esa terrible realidad que no ha desaparecido aún del mundo, para vergüenza de todos. Porque tiene razón la persona que escribió esta frase (que parece un refrán tradicional pero no lo es) en un muro de un pueblo de la Comunidad de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Ciempozuelos (Madrid)



Tiene razón, porque hay alimentos suficientes en nuestro planeta para todos, pero están muy mal repartidos. Así que si alguien muere de hambre, es que lo hemos matado entre todos.

En la combinación de palabras morir de hambre, la preposición de tiene un sentido causal, introduce la causa, igual que, por ejemplo, temblar de frío o caerse de sueño. Este sentido de la preposición de está limitado a algunos usos, generalmente relacionados con sensaciones físicas y con sentimientos (por ejemplo, la metáfora morir de amor). 

Como expresa la pintada, si alguien muere de hambre, es porque lo matamos. Y también usamos la combinación de palabras matar de hambre para referirnos a que alguien no le da a otra persona la cantidad de alimentos necesarios; por ejemplo, podría decirse de unos padres que no alimentan bien a sus hijos y les hacen pasar hambre, o de una cárcel donde les dan muy poca comida a los presos. Matar sería aquí, por lo tanto, metafórico o hiperbólico, porque no es realmente matar sino subalimentar.

¡Ojo! Esta expresión es muy parecida a otra: matar el hambre, que significa 'comer algo ligero a la espera de hacer una comida más abundante'; por ejemplo, mientras llega la hora de comer, si tenemos un poco de hambre, nos podemos tomar unas aceitunas u otro aperitivo, y así matamos un poco el hambre, aunque no la eliminamos completamente.

Morir de hambre puede usarse también metafóricamente (o hiperbólicamente, exageradamente), como se hace en esta otra pintada:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
León




Morirse de frío y de hambre lo entendemos aquí como 'pasar mucho frío y mucha hambre', pero sin llegar a morir. El mensaje que quiere transmitir la pintada es que vivir del arte no es fácil muchas veces.

Fíjate en que hay una pequeña diferencia gramatical entre las dos pintadas anteriores: la primera hablaba de morir de hambre y la segunda de morirse de hambre, con pronombre reflexivo. Y es que, cuando usamos estas palabras de forma metafórica o exagerada, usamos normalmente el pronombre (y no solo hablando de hambre). Por ejemplo:

(Un estudiante a otro estudiante, en clase, a las dos de la tarde)

- ¡A ver si acabamos ya, que me estoy muriendo de hambre!

(Una mujer a su hermana, por teléfono)

- ¡Y a ver cuándo venís a Madrid, que me muero de ganas de conocer a mi sobrina!


Hay distintos grados cuando hablamos de hambre, claro. No es lo mismo decir Tengo hambre cuando no se tiene nada para comer que decirlo mientras estamos preparando la cena. Y en este último sentido es como se usa en este divertido cartel que fotografié en la fachada de un restaurante cubano de Madrid:


Aprende español callejeando: Hambre para mañana
Paseo de Santa María de la Cabeza



Un buen consejo, sí, y tengo que decir que, sin haberlo leído, yo lo he seguido, y me casé con alguien que cocina rico (en el español de España diríamos que cocina muy bien, o que cocina estupendamente o maravillosamente). 

Aprovecho este cartel, donde aparece el artículo delante de la palabra hambre, para recordarte que esta palabra es femenina; decimos, por ejemplo, hambre nerviosa, hambre severa, hambre oculta, hambre repentina, etc. También decimos tengo mucha hambre. Sin embargo, decimos el hambre, siguiendo las reglas que te expliqué en la entrada Cambiarle el agua al canario.

El hambre, esa dura realidad que ha acompañado al ser humano durante toda su existencia, está presente, por supuesto, en muchas metáforas de uso habitual, expresiones y refranes. Termino con una imagen donde encontrarás algunas de las más habituales en el español de España. ¡Hasta pronto!


Aprende español callejeando: Hambre para mañana