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viernes, 21 de junio de 2024

Derecho a techo

En el barrio de Carabanchel hay una inmobiliaria ('una empresa que gestiona alquileres, compras y ventas de vivienda') que tiene un buen nombre:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle General Ricardos


Es un buen nombre porque la gente busca y busca un piso que pueda pagar (para comprar o para alquilar) pero generalmente no lo encuentra. Así que el nombre Encuentra piso es atractivo para una inmobiliaria.

Los precios de la vivienda llevan mucho tiempo subiendo, pero en los últimos años han crecido de una forma radical, tanto para comprar como para alquilar; al mismo tiempo, las calles de todos los barrios de Madrid se han llenado de inmobiliarias, como nos dice el siguiente cartel. Petado/a es una palabra coloquial que significa 'lleno/a'.


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle del Calvario


Que las calles estén llenas de inmobiliarias y mucha gente no tenga dinero suficiente para comprar o alquilar quiere decir que la vivienda se ha vuelto a convertir (y digo vuelto conscientemente, porque esto ha pasado en otras épocas en España) en el gran negocio para muchos.

Por un lado están los que invierten su dinero en viviendas para alquilar. Puede ser directamente, comprando viviendas y luego alquilándolas, o puede ser indirectamente, invirtiendo en fondos inmobiliarios a través de un banco o de alguna empresa. En todo caso, los dueños de viviendas que las alquilan son, para los que alquilan, sus caseros. Casero/a, como sustantivo, significa eso: persona que es dueña de una casa y se la alquila a otra persona.

En opinión de muchos, los caseros (especialmente si no trabajan y solamente viven de eso) no son útiles para la sociedad:

Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle María de Zayas

Como los parásitos animales o vegetales que viven de otro organismo vivo pero sin llegar a matarlo, los caseros viven de sus inquilinos ('personas que viven en régimen de alquiler'). Ni los unos ni los otros producen ningún beneficio a la sociedad, porque, si los caseros -sean personas o empresas- no compraran tantas casas para hacer negocio, las viviendas serían más baratas.

Los caseros que solamente viven de sus viviendas son un tipo de rentistas, que son aquellas personas que no producen nada, sino que viven de los beneficios de sus propiedades -que pueden ser viviendas, pero también otro tipo de propiedades, como el dinero-. Como muchos caseros son rentistas, en este otro cartel se les identifica así:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle Bravo Murillo


Por otro lado, tenemos en Madrid, como en otras partes de España, un problema de especulación con la vivienda. Aunque la palabra especulación tiene una definición muy inofensiva en los diccionarios ('operación comercial para obtener ganancia, beneficios'), está mucho más especializada en el uso diario. Hablamos de especulación para referirnos a la compra de productos no para usarlos sino para ganar dinero cuando estos productos suban de precio. Y cuando hay muchas personas especulando, el resultado casi automático es que los productos, efectivamente, suben de precio.

Cuando los ayuntamientos promueven la creación de nuevos barrios o la transformación de barrios ya existentes, hay grandes movimientos especulativos: los que tienen mucho dinero invierten rápidamente, compran casas para tirarlas, o terrenos para construir, para poco después venderlos por muchísimo más dinero. Esa ganancia rápida de dinero es lo que coloquialmente se llama pelotazo. Y es una queja de vecinos de muchas zonas de Madrid, que ven cómo se transforman sus barrios en barrios ricos donde no pueden vivir, o que zonas que iban a ser parques se convierten en suelos donde se va a construir:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Plaza de Cibeles

Aprende español callejeando: Derecho a techo
Plaza de Cibeles

Aprende español callejeando: Derecho a techo
Plaza de Cibeles

Y un último problema son las viviendas turísticas, que han crecido increíblemente en todo el mundo. En Madrid, casi todas son ilegales y ya están por toda la ciudad. Esto hace que haya menos viviendas en alquiler para los habitantes de la ciudad y que las que hay sean más caras; además, desaparece el comercio tradicional en favor del comercio que les interesa a los turistas. Y está sucediendo en muchísimas partes de España. Mira este cartel:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Barrio del Realejo (Granada)


Por todo esto, no nos debe parecer extraño encontrar llamadas a la rebelión como esta:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle Bravo Murillo

Esta gente no pide vivienda gratis, lo que pide es poder acceder a una vivienda a un precio normal. Pero avisan: si no consiguen casa legalmente, tendrán que ocupar una. Y es verdad que todo el mundo tiene derecho a un techo, lo dice nuestra Constitución:

Artículo 47

    Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.


Después de leer todo esto, es muy irónico encontrarse anuncios de portales inmobiliarios como este:


Aprende español callejeando: Derecho a techo
Calle Hortaleza

Bueno, no me parece que este sea el mejor momento para buscarlo ni para encontrarlo, pero aun así, como este vocabulario es importante (sobre todo si algún día quieres comprar o alquilar una casa en España), te pongo aquí una imagen con una explicación breve de los diferentes tipos de viviendas. Como ya sabes, la palabra casa tiene un uso general equivalente a vivienda, pero aquí encontrarás que también tiene un uso más particular:


Aprende español callejeando: Derecho a techo


¿Pasa lo mismo o algo parecido en el lugar donde vives? Me gustaría saber si esta situación ocurre en otros lugares.

¡Y con esta entrada me tomo ya las vacaciones de verano! ¡Que disfrutes mucho de él y hasta pronto!




sábado, 26 de septiembre de 2020

Ni corona ni virus (1)

¡Hola!

Hace más de dos meses que no escribo en el blog. ¿Porque Madrid ya no me inspira? ¿Porque ya no callejeo disfrutando de la ciudad? ¿Porque estoy cansada de tanta comunicación virtual? ¿Porque me falta el estímulo que es siempre la compañía de mis amigos? Pues un poco de todo, la verdad.  

Hemos pasado muy malos tiempos y seguimos pasándolos, y me he dado cuenta de que, en una situación como la provocada por el coronavirus, las grandes ciudades resultan agobiantes. Sin espacio para mantener distancia, con tus amigos viviendo lejos de ti, con el peligro de tener que usar medios de transporte llenos de gente para ir a cualquier sitio. Y un largo etcétera.

Pero esta pandemia no solo ha afectado a la vida en Madrid. En realidad está siendo un ataque directo a muchos hábitos que forman parte de la cultura de la sociedad española. Y como son muchas las cosas que están cambiando, creo que haré al menos dos entradas diferentes para este tema.

Hoy voy a hablarte de los bares. Algunos, que no tienen terraza al aire libre, ni siquiera han abierto todavía. La costumbre, tan española, de estar en la barra, justo enfrente de los camareros, incluso está prohibida en estos momentos en muchas zonas de España. Así que la tradicional convivencia en los bares ha dejado de serlo; si vas a alguno, estás menos tiempo y solamente hablas con las personas con las que vas.

Muchos echan de menos sus bares habituales. Y una empresa que lo sabe ha hecho esta campaña publicitaria saludando a los dueños de algunos bares:


Aprende español callejeando por Madrid: Ni corona ni virus
Calle Colón


Es un bar que tenía la persiana (así llamamos a este tipo de cierres metálicos que ves en la imagen) cerrada, que no había abierto todavía cuando saqué la foto. El mensaje dice que Ángel, el dueño del bar, pronto volverá a estar al pie del cañón. Esta expresión quiere decir que, como el soldado que dispara un cañón, Ángel estará cumpliendo su obligación, aunque sea difícil o esté cansado.


Otros bares (y también restaurantes, cafeterías, etc.) están pasando por malos momentos económicos y muchos puede que cierren definitivamente. Para evitar eso, una empresa fabricante de cerveza ha creado la campaña Amor de bar, que se anuncia así:


Aprende español callejeando por Madrid: Ni corona ni virus (1)
Calle Fuencarral


Por último, otros bares que abrieron en el mes de mayo y siguen abiertos animan a la gente a entrar más en sus locales con mensajes como los tres que vienen a continuación:


Aprende español callejeando por Madrid: Ni corona ni virus (1)
Calle San Mateo



Aprende español callejeando por Madrid: Ni corona ni virus (1)



Aprende español callejeando por Madrid: Ni corona ni virus (1)


El hashtag de la campaña, por cierto, es un juego de palabras bilingüe: #volBeeraverte se pronuncia, leído como si fuera español, así: /volveraverte/. Así juegan con la frase volver a verte y con la palabra inglesa beer, en español 'cerveza'.


Seguramente pensarás que los españoles estamos un poco obsesionados con los bares. Y no te falta razón si lo piensas. Durante los meses de mayo y junio, la mitad del tiempo de las noticias de televisión se ocupaba con imágenes de terrazas de bares que habían abierto; parecía que era lo único importante en el país.

Pero lo cierto es que es un sector económico muy importante (demasiado, en mi opinión, ya lo avisé hace tres años en la entrada Spanish dream) y mucha gente se está quedando y se va a quedar sin trabajo.

En fin, un panorama nada bueno, la verdad... Pero quiero terminar con una imagen de un cartel que me gustó (por eso la he usado en el título de hoy) y que habla de dos cosas que muchos españoles no queremos y de otra que sí queremos:


Aprende español callejeando por Madrid: Ni corona ni virus (1)
Travesía del Serrallo


Supongo que ya sabes que en estos últimos meses, además del problema de la pandemia, hemos tenido que aguantar feos asuntos relacionados con la corona (o sea, con el rey, y sobre todo con el exrey).

Pues eso, que ni corona ni virus, que vuelvan los bares y otras cosas que echamos de menos, pero que empiece también otro modelo económico que no esté tan basado en el turismo, ¿no?

¡Hasta pronto!




miércoles, 19 de febrero de 2020

¡Vaya morro!


Desde hace poco tiempo, un banco español muy conocido tiene en sus oficinas una nueva campaña de publicidad. Me ha llamado la atención porque la campaña contrasta bastante con lo que ha venido haciendo este banco, y especialmente con lo que hizo en los tiempos de crisis económica mas dura (como puedes leer en una entrada que publiqué ya hace tiempo: Bancos al banquillo).     

Estos son algunos de los carteles publicitarios:

Aprende español callejeando por Madrid: ¡Vaya morro!
Calle Francos Rodríguez



¿Recuerdas qué son las siglas? Te hablé de ellas en la entrada Un siglo de siglas. Estas son siglas inventadas por el banco, claro. Y me hace gracia: ahora puedes cancelar cualquier producto, por ejemplo, una hipoteca ('cantidad de dinero que te presta el banco para comprar una casa'), y no te cobran ninguna comisión. Cuando hace unos años, en plena crisis, yo quise cancelar la mía pagándolo todo, ¡lo tuve que hacer en veinte veces para que no me cobraran porque había una cantidad máxima!

Los bancos tienen muy mala fama en España. Hicieron la crisis económica más grande con malas inversiones, engaños a sus clientes, desahucios ('expulsión de una persona de su vivienda por no pagar el alquiler o la hipoteca') sin ninguna piedad, ¡y ahora vienen con estas bonitas campañas para lavar su imagen!

Otros carteles de la campaña insultan más a la inteligencia:


Aprende español callejeando por Madrid: ¡Vaya morro!
Calle Francos Rodríguez



Pues claro que es una fórmula habitual para responder afirmativamente, poniendo énfasis en nuestra afirmación, cuando alguien nos pide un favor o, simplemente, como en este caso, tiempo. 

No es lo mismo responder:

- ¿Tiene tiempo para...?
- Sí, claro.

que responder:

- ¿Tiene tiempo para...?
- Pues claro que tengo tiempo.

En el primer caso, con Sí, claro, se afirma, pero sin entusiasmo especial. Al decir Pues claro que tengo tiempo, le estamos ofreciendo a la persona todo el tiempo que necesite. Y eso, en el cartel, está subrayado por la postura del supuesto empleado del banco, dispuesto a escuchar todos nuestros problemas y peticiones.

Y esto no me cuadra nada con algunas situaciones. Por ejemplo, a una oficina de ese banco precisamente fui yo hace algunos años, junto con otros vecinos, para ayudar a una persona a negociar su hipoteca para que no perdiera su piso. Y no solo no tenían tiempo, sino que no nos dejaron entrar.

Esta falsedad, esta hipocresía es lo que coloquialmente se llama tener (mucho) morro o tener (mucha) jeta. Morro es la parte saliente de la cara de muchos animales mamíferos en la que están la boca y la nariz. Tienen morro los perros y los cerdos, por ejemplo. También usamos esta palabra para la parte delantera de algunos transportes; por ejemplo, podemos hablar del morro de un avión. Jeta significa lo mismo, pero se usa solamente para el cerdo. Pero coloquialmente usamos estas palabras para otras muchas cosas; entre ellas, en estas formas: ¡Vaya / Qué / Menudo morro!, ¡Vaya / Qué / Menuda jeta!, que usamos para reprochar la poca vergüenza, la cara dura (otra expresión equivalente: ¡Vaya / Qué / Menuda cara!) de alguna persona, o, como en este caso, una empresa o institución.

Más ejemplos de este morro, esta cara o esta jeta impresionante:


Aprende español callejeando: ¡Vaya morro!
Calle Juan del Encina



Fíjate, los empleados no solamente tienen tiempo para nosotros, sino que nos entienden perfectamente. Y eso quiere decir que se ponen en nuestro lugar, y que, claro, buscarán la mejor solución para nosotros y arreglarán todos nuestros problemas. ¡Mira la postura y la sonrisa de la empleada, es pura dulzura y disponibilidad! ¡Pero qué morro más grande tienen los de este banco! Y no es que yo diga que todos los empleados de banco son desagradables y nos tratan mal, pero entre eso y decir que nos entienden perfectamente, hay mucha distancia, ¿no?

Un último cartel que me parece ya increíble:

Aprende español callejeando: ¡Vaya morro!
Calle Juan del Encina



Esta frase, con su bonito subjuntivo, sugiere que los empleados siempre van a estar disponibles para nosotros. Pues será por teléfono, porque en persona cada vez es más difícil hacer gestiones en los bancos. En este banco, por ejemplo, muchas oficinas ya no tienen caja; las personas ancianas se ven obligadas a hacer todo en los cajeros automáticos ('las máquinas de los bancos que están en la calle o en otros lugares para sacar dinero y para otras funciones) y a veces no saben cómo hacerlo o no ven bien la pantalla. O, si quieres pagar un recibo, tienes que ir en un horario muy estricto, por ejemplo, los jueves de 8'00 a 10'00 de la mañana solamente, si no no te atienden. En fin, que quieren que lo hagamos todo por Internet y tener cada vez menos empleados.

Una campaña publicitaria, pues, muy centrada en las personas, en una empresa que, como los demás bancos, cada vez piensa menos en las personas. ¡Vaya morro!

¡Hasta pronto!


miércoles, 30 de mayo de 2018

Jubilados jorobados

Desde hace ya bastantes meses hay un colectivo de ciudadanos españoles que protesta y organiza manifestaciones casi todas las semanas. Son estos:      

Aprende español callejeando por Madrid: Jubilados jorobados
Plaza de las Cortes

Los jubilados son las personas que, generalmente por su edad y algunas veces por motivos de salud, han dejado de trabajar. Teóricamente, la jubilación es un buen momento de la vida, cuando ya no trabajas y tienes tiempo libre para dedicarlo a lo que te gusta. Pero estos jubilados, parece, más que jubilados están jorobados. Jorobar a alguien (palabra informal) significa 'fastidiar, molestar, hacer daño' a alguien; o sea, que alguien está fastidiando, molestando a los jubilados. 

¿Qué es lo que ha enfadado a estos ciudadanos? En España, los trabajadores pagan cada mes una parte de su sueldo al Estado; parte de ese dinero se les devuelve cuando se jubilan, con un sueldo mensual que se llama pensión. Por eso, a veces se habla de jubilados y a veces de pensionistas, porque en España todos los jubilados tienen derecho a una pensión pública. 

A principios del año 2018 recibieron del Gobierno una carta hablándoles de lo bien que estaba la economía española en estos momentos y anunciándoles un aumento de su pensión en un 0'25%. En este país, la pensión media es de unos 1.000 euros, así que la subida supondría 2,5 euros al mes. Pero es que hay muchísimos jubilados que cobran unos 600 euros al mes, y en ese caso sería 1,50 al mes. Casi costó más enviar la carta que lo que les iban a pagar.

Muchos jubilados se enfadaron y sintieron que les estaban engañando. Por eso, la mujer de la pancarta dice:


Aprende español callejeando por Madrid: Jubilados jorobados
Plaza de Neptuno

Este otro pensionista es un poco más agresivo:


Aprende español callejeando por Madrid: Jubilados jorobados
Plaza de las Cortes

MariANO se refiere al presidente del Gobierno actual, Mariano Rajoy. Las últimas letras están escritas en mayúscula porque justamente son la palabra que falta al final de la frase: ano. Esta palabra es la manera formal y médica de llamar a la parte del cuerpo que el hombre de la pancarta está señalando; sí, a lo que llamamos informalmente el culo. Cuando algo que nos ofrecen nos parece miserable, despreciable, podemos usar esta expresión para mostrar nuestro enfado: ¡Métetelo por el culo! o ¡Que se lo meta por el culo!

Bromas aparte, hay miedo en España por el futuro de las pensiones. Por eso, algunos colectivos sociales proponen que el derecho a una pensión pública aparezca en la Constitución, el texto más importante que domina la vida política de un país. De eso hablan cuando piden...


Aprender español callejeando por Madrid: Jubilados jorobados
Plaza de las Cortes

Blindar significa 'proteger algo contra agentes externos usando materiales muy duros y resistentes'. Por ejemplo, hablamos de puertas blindadas o de coches blindados cuando esas puertas y esos coches tienen especial protección contra los ladrones o, en el caso de los coches, contra posibles ataques con armas. 

Esta palabra se usa cada vez más como metáfora (sobre el concepto de metáfora, puedes leer En el corazón de la ciudad). Por ejemplo, se habla mucho de contratos blindados, que son los que obligan a dar mucho dinero al trabajador si la empresa quiere despedirlo, y, por lo tanto, protegen mucho más al trabajador. Y ahora hablamos también de blindar derechos como el derecho a la pensión, protegiéndolos a través de leyes.

¿La situación es parecida donde tú vives? ¿Es un tema que te preocupa?

¡Hasta pronto!





jueves, 15 de junio de 2017

Robado sabe mejor



Hace ya bastantes años, muchas de las personas que entraban a pedir dinero en el metro decían una frase muy curiosa que se ha quedado en la memoria de la mayoría de los españoles: Es triste pedir, pero más triste es robar. La verdad es que la frase era un poquito fuerte, porque sonaba casi a una amenaza; era como si dijeran: Cuidado, te estoy pidiendo dinero por las buenas, pero mejor dámelo, porque si no podría robarte.

He recordado esta frase al encontrar estas pintadas, especialmente la segunda, la que está en verde, porque la idea que defiende es la contraria: Mejor robar que pedir (pedir, cuando no se especifica qué se pide, normalmente transmite la misma idea que mendigar).

Aprende español callejeando por Madrid: Robado sabe mejor
Calle Tribulete




En nuestra época, las desigualdades sociales han aumentado: hay más gente que pide dinero o ayuda, más mendigos, más gente sin techo. Y al mismo tiempo, desgraciadamente, en las sociedades occidentales se extiende la aporofobia, que es el nombre técnico para el odio, miedo o rechazo que muchas personas sienten hacia las personas pobres.

Quizá por eso, muchas de estas personas prefieren robar a pedir. Y además...


robado sabe mejor
Corredera de San Pablo



Como esto estaba escrito en la puerta de un supermercado, aquí saber se refiere al sabor de la comida, y no al conocimiento. Quiere decir que la comida que robas tiene mejor sabor que la comida que compras. Quizá sea verdad: la comes con más satisfacción porque robarla es peligroso, y has conseguido superar ese peligro. Pero tengo que reconocer que no me he arriesgado nunca a comprobar si es verdad, y espero no tener que hacerlo nunca.

Hay otro tipo de robos que no tienen ninguna relación con las personas pobres y que, sin embargo, en España no son castigados tan duramente. El sistema legal español protege, sobre todo, la propiedad individual, y por eso es más fácil ir a la cárcel por robar comida en un supermercado que por robar dinero público (o sea, el dinero del estado, el dinero que es de todo el país).

De estos robos nos hablan los siguientes carteles:


nos roban de la hucha
Hospital Clínico


nos roban de la hucha
Hospital Clínico



Estos carteles protestan contra los intentos de privatización de algunos hospitales públicos (de los que te hablé en El chocolate del loro hace tiempo y que todavía continúan). Estos hospitales se han pagado con el dinero de todos los ciudadanos (bueno, menos algunos, que practican otro tipo de robo: no pagar impuestos) y ahora los beneficios se los llevarían empresas privadas.

Lucha rima con hucha. ¿Conoces esta palabra? Llamamos hucha a cualquier objeto que nos sirva para guardar dinero poco a poco con la intención de ahorrar y más tarde usarlo. Las más típicas tienen esta forma: 




La palabra hucha también se puede usar como metáfora: no para un objeto sino para cualquier otro lugar o mecanismo que permita guardar un dinero para conseguir un objetivo. Así, por ejemplo, en España se habla de la hucha de las pensiones para referirse al conjunto del dinero que hace muchos años se reservó para pagar las pensiones (y del cual, por cierto, casi no queda nada ahora, porque el Gobierno actual lo ha gastado en otras cosas).

En conclusión: los gobernantes nos roban porque nos quitan nuestro patrimonio, o sea, nuestra propiedad colectiva, para dárselo a otras personas. Este tipo de robos casi nunca tiene castigo.


En el último cartel de hoy aparece otra idea interesante:


robar un banco
Calle Hierbabuena



El autor del cartel piensa que es un delito mayor fundar un banco que robarlo. Y es que, como te conté con más detalle en Bancos al banquillo, los bancos -y los banqueros, claro- son los mayores culpables de la crisis económica en España. Y siguen siéndolo: la semana pasada, un banco español se vendió por un euro a otro banco, y muchas personas que habían invertido en él se han quedado sin su dinero. Eso sí, sus directivos se van a casa con pensiones de varios millones de euros. 

Pues a mí me parece que muchas veces es verdad lo que dice este cartel. Como dice el refrán, quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón. ¿Y a ti, qué te parece? 

¡Hasta pronto!


miércoles, 31 de mayo de 2017

Spanish dream

A diferencia del llamado sueño americano, o sea, la idea extendida en Estados Unidos de que en ese país todo el mundo puede tener éxito en la vida, el sueño español es bastante triste. 
    
Hace ya muchos años que los diferentes gobiernos de España, con la colaboración activa de la Unión Europea, se convencieron de varias cosas: 

- De que buena parte de nuestra agricultura, y sobre todo nuestra ganadería (sectores económicos muy importantes hasta los años 60 del siglo XX) no podían competir con las de otros países.

- De que la mayor parte de nuestra industria no era rentable ni competitiva.

- De que España no era un país de pensadores ni de investigadores, por lo cual no era necesario invertir mucho dinero en estos sectores.

¿Qué es lo que se ha fomentado, a cambio, en nuestra economía? Lo refleja muy bien esta pegatina que vi en el escaparate de un banco:


Spanish dream
Calle Fuencarral

Sí, así es: España se ha convertido en las últimas décadas en un país de camareros y cocineros. No es que antes no hubiera muchos; siempre ha habido muchos, porque España ha sido siempre un país con muchos bares. Pero es que ahora son los bares, los hoteles, las discotecas, los bares de copas, los miles de restaurantes... 

La hostelería (el sector económico que da alojamiento y comida a los viajeros) es el único ámbito de trabajo que sigue creciendo. A pesar de que nuestro gobierno actual insiste en que estamos cada vez mejor, la verdad es que el empleo sigue siendo poco y malo: mal pagado, de poca duración y con malas condiciones en general, o sea, curro precario

Así que el único sueño posible de los jóvenes españoles es convertirse en camareros, porque ese será muy probablemente su futuro si no se van de España. Me dicen mis alumnos muchas veces que, en comparación con los de sus países, en España los camareros son mucho más profesionales; y yo me digo: ¡A la fuerza ahorcan! (este refrán se usa aplicado a alguien que tiene que hacer algo en contra de su voluntad, porque no le queda otra solución). En otros países, la gente hace de camarero o camarera durante un tiempo; en España, puede ser tu empleo para toda la vida.

Y querer ser camarero tampoco te garantiza un trabajo. Fíjate en estos carteles de bares:


no hay camarero en la terraza
Calle Augusto Figueroa

se pide y se paga en barra
Calle Bravo Murillo

En el centro de Madrid, los bares que tienen terraza tienen camareros que se dedican a atenderla: tomar el pedido, servir y cobrar. Claro que te cobran un poquito más por ese servicio. Sin embargo, como ves, en estos dos bares no había camarero en la terraza, así que había que ir a pedir a la barra (el mostrador del bar, donde, detrás, están los camareros) y también pagar en la barra.

En los barrios periféricos de las ciudades, y también en los pueblos, esto es bastante normal: no existe un servicio de camareros para la terraza, son los clientes los que piden y se lo llevan a la terraza. Y los precios, en este caso, son los mismos que en la barra.


En fin, aunque me resulta bastante triste este tema porque me da mucha pena ver tantas vocaciones frustradas entre la gente joven de mi país, quiero darle un final más práctico. Tanto si quieres ser camarero como cliente de un bar en España (cualquiera de las dos cosas es bastante probable), hay algunas frases que tienes que conocer, y las más básicas son las que tienes en la imagen de debajo. Te pongo siempre todas las opciones: las formas con o con usted, con vosotros o con ustedes, con yo o con nosotros, dependiendo de la situación. En los bares, lo más habitual es tratarse de (o vosotros, si son varias personas), pero dependiendo del tipo de bar (si es un bar normal o la cafetería de un hotel muy elegante, por ejemplo) y de la edad del camarero o los clientes, también a veces se usa usted (o ustedes, si son varios clientes).


frases típicas de bares


Me despido con esta canción, homenaje de Daniel Higiénico a los pobres camareros, que tan duro trabajo tienen:





¡Hasta pronto! ¡Nos vemos en los bares!


viernes, 22 de mayo de 2015

Mola ser gato


Paseando por Malasaña, me encontré esta imagen en el escaparate de una librería:


como mola ser gato en madrid
Calle Espíritu Santo


Ser gato a veces mola y a veces no. Si hablamos de los animales, hay gatos que viven muy bien y gatos que viven fatal, tanto en Madrid como en todas partes. Y lo mismo pasa con el otro significado que le damos a la palabra gato en Madrid: ser gato es ser madrileño. Hay madrileños que viven con todo lujo y madrileños que se mueren de hambre, y otros estamos por ahí en medio. La desigualdad económica entre los españoles cada vez es mayor, y quizá en la capital de España es donde se puede notar más, porque aquí se concentra más riqueza y más miseria.

Así que no sé si ser gato mola de verdad. A veces sí y a veces no. Lo que sí sé es que hay muchísimas cosas estupendas en Madrid y otras que no lo son en absoluto. Esta es mi lista personal: no está todo lo que me gusta y me disgusta de Madrid, pero sí algunas de las cosas mejores o más molestas e indignantes para mí.


madrid mola y no mola


Como ves, el verbo molar (que usamos solo informalmente y con humor) funciona igual que el verbo gustar: el sujeto es la persona o cosa que provoca el gusto o disgusto, y también alternamos el infinitivo (cuando hablamos de la misma persona) con que + subjuntivo (cuando hablamos de diferentes personas).

¡El próximo domingo tendremos elecciones para el ayuntamiento de Madrid. Espero que haya un cambio importante y estas cosas que odio de mi ciudad cambien. Y, por supuesto, que las cosas buenas sigan ahí.

Y a ti, ¿qué es lo que te gusta y lo que no te gusta de la ciudad donde vives? ¿Y de Madrid, qué es lo que te mola?



sábado, 4 de octubre de 2014

No somos invisibles

Uno de los sueños todavía no realizados de la humanidad es conseguir la invisibilidad, o sea, la posibilidad de no ser vistos:


invisibilidad


¿No has deseado alguna vez ser invisible? Poder ver lo que hacen otros, poder escuchar lo que dicen otros, sin que ellos te vean. ¡Seguro que sí! Claro que eso también podría traer consecuencias negativas, ¿no?

Está claro que, hasta ahora, lo que dice esta pintada es verdad:



no somos invisibles
Calle Hierbabuena

Los seres humanos no somos invisibles, es verdad, pero existe otro tipo de invisibilidad: la que se llama invisibilidad social. Un fenómeno que consiste en que determinados grupos sociales parecen no existir, porque no reciben atención de los demás grupos sociales, ni personalmente, ni a través de los medios de comunicación.

En el barrio de Tetuán (Madrid), hace unos pocos meses, se creó el grupo "Invisibles de Tetuán", porque los políticos, como ellos dicen en su página web,...


- No quieren que veamos a las familias desahuciadas en la calle.
- No quieren que veamos a personas a las que les cortan el agua, la luz, el gas, por no poder pagarlas.
- No quieren que veamos a vecinos que no pueden dar tres comidas diarias a sus hijos.
- No quieren que veamos a ciudadanos acosados por la policía, por su origen o por el color de su piel.
- No quieren que veamos a personas expulsadas del sistema de Sanidad Pública y que no pueden acceder a sus medicamentos.
- No quieren que lo veamos para que no seamos conscientes de la miseria y precariedad en que han convertido ellos nuestras vidas. Pero no nos vamos a esconder, no vamos a avergonzarnos más. Vamos a mostrarnos, somos miles y vamos a luchar por nuestra dignidad.

Y estas son algunas de las personas que forman ese grupo:

no somos invisibles
Calle Bravo Murillo

Cortar el agua se refiere a cortar el servicio de agua corriente en el domicilio. Muchas personas están quedándose sin agua corriente, sin gas y sin electricidad en sus casas por no poder pagar los recibos. Es la llamada pobreza energética, que está llegando a matar a mucha gente.


no somos invisibles
Calle Bravo Murillo

Otro ejemplo de pobreza energética: muchos ciudadanos tienen que elegir entre comprar comida o pagar sus recibos por el agua, el gas y la electricidad, que han aumentado muchísimo sus precios en los últimos años.

no somos invisibles
Calle Bravo Murillo

El grupo de los pensionistas (o jubilados que reciben una pensión) es uno de los más pobres. Hay pensionistas que reciben 339 euros, la llamada pensión no contributiva, porque no han trabajado o no han trabajado suficientes años, y no tienen otros recursos. Con ese dinero es casi imposible sobrevivir (aquí significa 'mantenerse con vida, pero en condiciones muy duras').


no somos invisibles
Calle Bravo Murillo

Muchas personas que se han quedado sin trabajo han tenido que volver a casa de sus padres, ya jubilados,  donde malviven todos con una pensión. Malvivir significa 'vivir muy pobremente', así que, hablando de pobreza, sobrevivir y malvivir son más o menos lo mismo.


no somos invisibles
Calle Bravo Murillo


Por último, el otro gran problema de muchos ciudadanos españoles: el desahucio o pérdida de su vivienda (sobre esto puedes leer más en Nos embargan la emoción).

Me llama la atención que todas las personas que aparecen en las imágenes sean mujeres. ¿Es porque hay más mujeres pobres que hombres, o es porque a los hombres les da vergüenza decir que son pobres? ¿Tú qué piensas?


Te dejo con algunas palabras parecidas a invisible (recuerda que, delante de -r, no usamos in-, usamos -ir-):





¿Quieres decir algún adjetivo más, positivo o negativo?