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domingo, 1 de abril de 2018

Santo pecado

Aunque España es, según su Constitución, un estado aconfesional ('que no pertenece a ninguna religión'), el catolicismo, la religión más importante durante siglos, sigue teniendo un gran protagonismo. Quizá demasiado últimamente, con ministros asistiendo en grupo a actos religiosos y con grupos católicos provocando cada vez más juicios y condenas por delitos de "ofensa al sentimiento religioso".

El caso es que, siendo España un país con una importante tradición católica, es normal que esta se refleje en su lengua -con muchas expresiones relacionadas con la religión- y, claro, en los nombres de muchos locales. En los últimos meses he encontrado tres que hacen referencia al pecado, o sea, a una acción no permitida por las normas religiosas.

El primero es una tienda de ropa de Malasaña:


bendita tentación
Calle Espíritu Santo
Aquí no se usa la palabra pecado, pero una tentación es, precisamente, un estímulo que nos empuja a pecar, a cometer un pecado. Lo curioso es que aquí se habla de una tentación bendita, y esta palabra también tiene relación con la religión. Bendito/a es un adjetivo que viene del verbo bendecir, que es lo que hacen los curas cuando dan la protección de Dios para algo o para alguien.  Pero este adjetivo, cuando se usa delante de un nombre, le da simplemente un valor positivo. O sea, que la tentación de comprar que tenemos cuando vemos esta tienda es estupenda. Es una combinación de palabras rara, pero al final se entiende que la ropa de esta tienda es tan bonita que, si caemos en la tentación de comprarla, estaremos después muy contentos de haberlo hecho.

Los otros dos locales son lugares para comer. El primero hace referencia a un tipo de pecado:


pecado carnal
Calle Covarrubias

En la religión, se consideran pecado carnal los placeres sexuales prohibidos. En este local, sin embargo, carnal está relacionado con la carne que comemos, ya que, como ves, es un lugar especializado en carnes. ¡Y nos están animando a cometer muchos pecados!

Más gracioso todavía me parece el nombre de este otro local de comida rápida:


santo pecado
Glorieta de Quevedo

Como puedes ver, encima del nombre está dibujada una hamburguesa. Hacen referencia al pecado, quizá, por dos razones: porque se considera pecado comer en exceso (el pecado de la gula) y porque en algunas fechas la religión católica prohíbe comer carne. En teoría, los católicos no deberían comer carne ningún viernes del año, pero la mayoría solamente lo practica en Cuaresma y en Semana Santa (si lo practica, porque muchos no lo hacen). Precisamente de esta práctica vienen algunos platos tradicionales que se siguen tomando mucho actualmente, como el potaje de Cuaresma, un plato muy rico hecho con bacalao, huevo y espinacas.

¿Y por qué dicen que es santo este pecado de comer carne? Bueno, para ellos es una maravilla comer carne, así que lo usan en el sentido de 'buenísimo'.

Ya ves que lo religioso y lo profano ('que no tiene relación con las cosas sagradas' o 'que no respeta las cosas sagradas') van juntos por las calles de Madrid. Como debe ser.



sábado, 15 de octubre de 2016

La iglesia no es una playa

Hace tiempo te hablé de la frase Este muro es la playa, una frase poética que me sonaba a rebeldía y a sueños imposibles pero maravillosos. Mucho más antipática es la frase que hoy he usado como título, y que encontré en este cartel, en la entrada de una iglesia. La frase está justamente debajo de los dibujos que prohíben algunas formas de vestir:


esta iglesia no es una playa
Iglesia Pontificia de San Miguel


      
Siempre me han parecido fatal las prohibiciones de las religiones. En este caso, no entiendo qué relación hay entre enseñar las piernas y hablar con Dios. ¿Es que Dios -si existe- no nos creó con piernas? Entonces, ¿por qué algunos quieren que no se vean las piernas, ni los brazos, ni la cara en algunos casos? Entiendo que no quieran gente desnuda en la iglesia, porque eso podría ser poco higiénico. ¡Pero prohibir la entrada de turistas en pantalón corto, en pleno verano madrileño, me parece muy poco cristiano!

La gente de esta iglesia se toma a sí misma demasiado en serio, ¿no? Pero en España, que fue durante mucho tiempo un país ultracatólico, hoy, afortunadamente, hay libertad religiosa, y también libertad de expresión para hacer crítica y reírse de las religiones, como hace Leo Bassi, el cómico fundador del Paticano, o sea, de la Iglesia Patólica:


iglesia patólica
Calle Embajadores

La iglesia patólica tiene como dios un pato de goma. Pero hay que ser tontísimo, "idiota de remate", para creer en un pato de goma. Así, la iglesia patólica en realidad no adora a ningún ídolo, porque su ídolo, el pato, es ridículo. 

En la entrada anterior, Santos para todo, ya te hablé de la presencia de los santos en la vida cotidiana. Lo mismo ocurre con todos los demás aspectos de la religión: aunque mi país ha cambiado mucho, la religión católica sigue siendo mayoritaria, y su tradición se refleja en las calles (como ya vimos hace tiempo, con otras fotos, en la entrada Patatas fritas para el hambriento).

Por ejemplo, en los nombres de algunas tiendas y bares:


abadía del perfume
Calle Alcalá (foto cedida por Cristina García Sánchez)

la tienda del cielo
Calle Imperial

Abadías y conventos, los lugares donde viven monjes y monjas, son lugares donde desde hace mucho tiempo se han fabricado productos artesanales con una buena reputación. Son famosos en España los dulces que las monjas hacen en algunos conventos. Durante siglos, en las abadías se fabricaron famosos licores, quesos y otros productos. Y es una tradición que no está completamente perdida: por ejemplo, en la Abadía de San Isidro, del pueblo de Dueñas (Palencia) comercializan leche y queso, y en La tienda del cielo (la de la foto de arriba) venden productos de diferentes conventos de España.

Por eso, el nombre Abadía del perfume es mucho más sugerente que, por ejemplo, La casa del perfume. Los productos de abadía y de convento tienen un aire de calidad, de artesanía, de tradición.


No sé si a los responsables de la Iglesia Pontificia de San Miguel les gustaría el nombre y la fachada de este bar del barrio de Chueca que también nos recuerda a la tradición católica:



misa de doce
Calle Augusto Figueroa

El nombre del bar se refiere a la misa a la que van más creyentes, la que se celebra los domingos a las 12 de la mañana. Lo gracioso son las imágenes de las señoras que tiene en su fachada. Nos recuerdan a las viejecitas, que son las que van más a la iglesia: con su sombrerito, su bolso negro, sus gafas y la falda, eso sí, por debajo de la rodilla.

Y un último ejemplo de la presencia de la religión en las calles de Madrid es esta pintada:


pecados capitales
Calle Olivar

Las siete primeras palabras son los nombres de los llamados siete pecados capitales, o sea, las siete características peores que un cristiano puede tener. Te los voy a expresar con palabras comunes, en el mismo orden de la pintada: tener deseo y frecuente actividad sexual, no tener ganas de trabajar, comer demasiado, enfadarse demasiado, querer lo que tienen otros, querer tener mucho dinero y no compartirlo, y sentirse superior a los demás. 

Lo que me gusta es la pregunta final: tú, ¿de quién eres? Esta frase significa '¿de qué familia eres?, ¿de quién eres hijo?', y habitualmente se oye (o se oía, yo creo que ahora se oye cada vez menos) en los pueblos pequeños o medianos, donde todo el mundo se conoce; se le pregunta esto a alguien para relacionarlo con su familia.

En este contexto, entiendo que la pregunta quiere decir '¿cuál es tu pecado?' porque, con toda razón, piensan que todos tenemos, como mínimo, una de estas características. O sea, que no existen personas totalmente libres de alguna de estas características. Eso me hace pensar que quizá esos pecados no sean tan "capitales", o sea, tan importantes, y que todo depende del grado. No es lo mismo ser un poco perezoso que no hacer nunca nada, por ejemplo. 

Yo reconozco que a veces me da pereza hacer algunas cosas, que algunas cosas me dan un poco de envidia, que me gusta bastante comer... Y tú, ¿de quién eres, jejeje?

¡Hasta pronto!


domingo, 9 de octubre de 2016

Santos para todo



Hay una floristería de mi barrio que tiene una pequeña pizarra fuera. El dueño de la tienda, cada mañana, escribe los santos del día en la pizarra.

¿Sabes qué es eso del santo del día? La iglesia católica, en el calendario, dedica cada día del año a uno o más santos; generalmente a más de uno, porque hay más santos que días del año. Y muchas personas de esta religión, aunque cada vez menos, celebran el día de su santo, o sea, el día del santo que se corresponde con su nombre. Si la persona se llama Marta, celebraría su santo el día de santa Marta, o sea, el 29 de julio. En esta costumbre tiene su origen una frase hecha o expresión que me hace mucha gracia: "¡Olvídame, que no es mi santo!", que se le dice a alguien que nos está molestando o que está discutiendo con nosotros, para decirle que nos deje en paz, que no queremos seguir hablando con él. 

En general, como digo, esta costumbre se ha perdido mucho, como también, afortunadamente, la costumbre de ponerles los nombres a los niños según los santos del día en los que nacían. Pobrecitos algunos niños, que tenían nombres horribles porque habían nacido en mala fecha.

Este floristero, supongo, pone los santos porque quizá alguien lo vea, se acuerde de algún amigo y le compre unas flores para regalárselas:


lengua y religión
Calle Francos Rodríguez



Aunque España no es actualmente un país tan religioso como fue, la religión católica está muy presente, en expresiones, en testimonios culturales, en costumbres, etc. Los santos y beatos (los beatos son casi santos, pero les falta un poquito) están por todas partes. 

Lo primero, y lo más importante para los no creyentes, es que cada ciudad o pueblo tiene su santo patrón (o santa patrona). ¿Por qué es lo más importante para los no creyentes? Porque el día de ese santo es fiesta, no se trabaja. Así que creyentes y no creyentes somos beneficiados por el patrón o por la patrona. Por ejemplo, el patrón de Madrid es San Isidro, y por eso el 15 de mayo siempre es fiesta aquí.

Pero también casi todas las profesiones tradicionales tienen su santo patrón: San José el de los carpinteros, Santa Apolonia la de los dentistas, Santa Lucía la de los oculistas, etc. 

Seguramente, ya sabías todo esto. Lo que quizá no sepas es que hay muchos santos especializados en determinadas enfermedades o problemas físicos. Por ejemplo, si tienes problemas en los riñones...


lengua y religion

lengua y religion
Catedral de Burgos



Sí, es lo que imaginas. Es una tumba que está dentro de la catedral de Burgos (un edificio maravilloso que si puedes no debes perderte). El lenguaje de la inscripción es un poco antiguo, así que te voy a explicar lo que dice: Aquí yace quiere decir 'aquí está tumbado'; hijo de Burgos hay que entenderlo como 'nacido en Burgos'; abogado del dolor de riñones quiere decir que, si se lo pedimos, el beato Lesmes podrá hacer un milagro y liberarnos del dolor.


También hay santos modernos que nunca existieron, como este:


lengua y religión
Navalperal de Pinares (Ávila)



A falta de patrón, los ciclistas y aficionados a la bici se han inventado un nuevo santo: San Bicicleto.

Por supuesto, los santos también están presentes en los nombres de montones de calles, colegios, hospitales y todo tipo de instituciones. En fin, ¡santos para todo y en todas partes!

Con todo esto, ya habrás imaginado que en España seguimos usando algunas expresiones que hacen referencia a los santos. Estas son algunas de las que más se usan, y con esta imagen me despido por hoy. ¡Hasta pronto!



domingo, 21 de abril de 2013

Patatas fritas para el hambriento

Agua para el sediento y patatas fritas para el hambriento


A veces podemos entender las palabras pero no entendemos el porqué del mensaje. ¿Te pasa eso con este cartel? Estaba en la puerta de una tienda de alimentación:


patatas fritas para el hambriento
Córdoba


"Sediento" significa 'el que tiene sed' y "hambriento", 'el que tiene hambre'. "Estar sediento" o "estar hambriento" son formas más cultas y menos habituales de decir "tengo sed" o "tengo hambre". Pero lo gracioso de este cartel es que recuerda a la Biblia. En ella hay muchas referencias a un mandato de Dios, que nos dice que hay que "dar agua al sediento y pan al hambriento" . En esta tienda, en lugar de un alimento básico y representativo como es el pan, ofrecen patatas fritas.

En el nombre de esta otra tienda encontramos también una referencia a la religión:


el pan nuestro de cada dia
Córdoba

"El pan nuestro de cada día" es algo que se dice en la oración llamada "Padre nuestro": "El pan nuestro de cada día dánoslo hoy", pidiendo a Dios que dé lo que se necesita para vivir. Como el lenguaje de la Biblia es un poco especial, por su antigüedad y su traducción, se usa esa forma, y no, como sería más normal en el español actual, "nuestro pan de cada día".

En esta otra tienda de electrodomésticos, "Expert Lázaro", vi este cartel en el escaparate:


levantate y compra
Calle Bravo Murillo-Madrid

Quizá entiendas todas las palabras, pero es difícil entender por qué dice "levántate" si no conocemos la historia de la resurrección -o vuelta a la vida- de Lázaro. Se cuenta en los Evangelios que Lázaro de Betania era amigo de Jesucristo. Un día que Jesús fue a visitarle, supo que había muerto; fue a su tumba y dijo: "Lázaro, levántate y anda" (aunque en la Biblia no aparece exactamente esta frase, así es como se enseña este milagro en las clases de religión en España). Lázaro salió de su tumba, vivo de nuevo.

Probablemente piensas que, si encontramos todos estos carteles por las calles de España, es porque sigue siendo un país con una gran mayoría de católicos. Pero esto, que ha sido verdad hasta hace unas décadas, ya no está tan claro. Los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de 2012 nos dicen que un 25% de la población es atea o no creyente (el 42% entre los menores de 24 años, lo que hace pensar que en el futuro el número de no creyentes crecerá). Y según los datos del mismo CIS, el número de católicos practicantes (los que cumplen con las obligaciones: ir a misa los domingos, no comer carne en Cuaresma, etc.) ha bajado desde casi un 60% en 1975 hasta un 23% en 2012. 

Sin embargo, la religión católica ha formado parte de la vida de la mayoría de los españoles durante siglos, así que permanecen los rituales y, por supuesto, las palabras y expresiones asociadas con la religión. Yo misma, que no soy creyente, muchas veces uso expresiones como "¡Ay, Dios mío!" (que puede significar muchas cosas: susto, alarma, sorpresa, etc.) o "¡Vaya por Dios!" (para expresar resignación o paciencia cuando ocurre algún problemilla).

¡Adiós! (que viene de "a Dios", porque antiguamente se decía para desear a la otra persona la compañía de Dios en su camino).