lunes, 22 de abril de 2024

Besa y lee

Para celebrar el 23 de abril, Día del Libro, que empieza dentro de pocas horas, vamos a pasear por los alrededores de varias librerías fijándonos en los mensajes que nos animan a leer. 

Por ejemplo, este mensaje de una librería que el año pasado cumplió cien años y que es muy conocida en Madrid, la Casa del Libro:


Aprende español callejeando: Besa y lee
Gran Vía

Dicen en el mensaje que esta librería es para los puristas del buen leer. Esta construcción, el buen leer, con infinitivo, es mucho menos habitual que la buena lectura. Normalmente decimos, por ejemplo, amantes de la buena lectura. Pero el buen leer resulta mucho más literario; es bastante frecuente, por ejemplo, ver títulos de libros con esta construcción: El buen dormir, El buen morir, El buen amar, El buen comer (aquí también podemos encontrar  un montón de restaurantes llamados así).

En la última frase del cartel, fíjate también en que tenemos un buen ejemplo de una estructura gramatical con subjuntivo que equivale a una frase con el conector aunque. Te la expliqué en la entrada Madrid te quiere.


En la siguiente librería encontramos otro mensaje con una estructura en subjuntivo:


Aprende español callejeando: Besa y lee
Calle de la Magdalena

Primar es un verbo de la misma familia que la palabra primer/o/a, y significa justamente eso, ser el primero, estar por encima, prevalecer, predominar. ¿Y qué relación tienen las librerías con los algoritmos? Creo que se refieren a la búsqueda de libros por Internet; actualmente, muchas personas, a la hora de leer o comprar un libro, se dejan guiar, sobre todo, por los consejos que encuentran en la red. Sin embargo, todos sabemos que los resultados de nuestras búsquedas en Internet no son inocentes; hay algoritmos que deciden qué resultados nos ofrecen en primer lugar. Por eso, creo que el mensaje de este cartel quiere decir que, cuando elijamos un libro, mejor nos dejemos aconsejar por los libreros que por Internet.

La construcción que + subjuntivo expresa un deseo o una petición (creo que, en este caso, las dos cosas). Para entender mejor por qué se usa esta estructura, puedes leer esta entrada de hace tiempo: Que se oiga la voz de las calles.


Seguimos con mensajes con subjuntivo:


Aprende español callejeando: Besa y lee
Calle Embajadores

El cartel estaba en medio de la acera, por donde pasamos los peatones, que, claro, vamos caminando, así que el mensaje está dirigido a nosotros. Caminar es bueno para la salud, reconocen, pero sería mejor caminar hacia un banco y ponernos a leer, que es bueno para nuestra mente. 

El mensaje está dirigido a un , la persona que va caminando y lee el cartel. Por eso no dice estaría mejor entrar en Tuuulibrería (el nombre de esta librería), pillar un libro, caminar hacia un banco y ponerse a leer. Este mensaje, con infinitivos (entrar, pillar, etc.), se entendería igual, dirigido a todo el mundo que pasa por ahí. Pero los libreros han querido hacer un anuncio más personalizado y dirigirlo a cada persona en particular, hablando a ese de las formas entraras, pillaras, etc.; se usa en este caso el imperfecto de subjuntivo porque está hablando de una situación hipotética que introduce el condicional estaría

También quiero llamar tu atención sobre el verbo pillar. Aquí se usa en un sentido coloquial, quizá el más reciente, de 'comprar', pero se usa para muchas más cosas que te explican muy bien aquí:




En esta otra librería del pueblo castellano de Urueña no usan el subjuntivo, pero sí el imperativo (que, como sabes, formalmente es igual que el presente del subjuntivo), en la persona usted, y muchas veces:


Aprende español callejeando: Besa y lee
Urueña (Valladolid)


También esta postal que se puede comprar en una librería de Malasaña usan el imperativo con el verbo leer, aunque en la forma de la persona :


Aprende español callejeando: Besa y lee
Calle del Espíritu Santo

Además, la postal juega con el doble significado de la palabra lengua: 'idioma' (del que disfrutamos leyendo) o 'lo que tenemos dentro de la boca y nos sirve para chupar y para producir sonidos' (de la que podemos disfrutar cuando besamos).

Las frases lea un libro y besa y lee usan el verbo leer en el modo imperativo. Sin embargo, en esta librería nos dicen...


Aprende español callejeando: Besa y lee
Paseo de la Infanta Isabel

¿Es verdad esto? ¿No usamos los verbos leer, amar y soñar en imperativo? No, no es verdad. Lo que este mensaje quiere decir es que no podemos -o no debemos- ordenarle a alguien que ame, o que lea, o que sueñe, porque son cosas que deberíamos hacer por puro placer, a nuestra completa voluntad. Estas tres actividades se disfrutan más cuando nacen de la propia persona, cuando no se las imponen otras. Y el modo imperativo se usa con frecuencia para expresar órdenes (aunque también se usa para otras muchas cosas).

Yo sí voy a usar este verbo en forma imperativa para mi despedida.

Ama y lee
Besa y lee
Sueña y lee

Y lee, lee, lee este blog. ¡Hasta pronto y feliz Día del Libro!




lunes, 15 de abril de 2024

Ojiplático



Aprende español callejeando: Ojiplatico
Avenida del General Perón




Hace pocos días vi este anuncio de una empresa que nos habla de un procedimiento de formación de palabras. Y está muy bien explicado: decimos que este hombre es pelirrojo (añadiendo una -r- para reflejar la pronunciación de la -r- fuerte) porque tiene el pelo rojo. Esta forma de crear adjetivos es relativamente frecuente en español.

Podríamos pensar que lo lógico es que la palabra fuera *pelorrojo. Pero no: la formación de este tipo de adjetivos es esta:   

SUSTANTIVO (que pierde su última vocal)   +    +   ADJETIVO

Casi todos los adjetivos de este tipo están formados por sustantivos que nombran partes del cuerpo de una persona, como cuellicorto/a ('que tiene el cuello corto'), o del cuerpo de un animal, como paticojo/a ('que tiene una pata o pierna coja'). Hay excepciones, como puntiagudo/a, que usamos para describir algo que tiene la punta afilada, muy fina; por ejemplo, podemos hablar de unos zapatos puntiagudos o de una nariz puntiaguda.

Muchas veces estos adjetivos son despectivos o humorísticos (no es lo mismo decir que alguien tiene el cuello corto, que es simplemente una descripción, que decir es un cuellicorto, que, según el contexto, es una burla o una caricatura). Pero esto no siempre ocurre: pelirrojo/a, que es probablemente la más usada (porque no tenemos otra manera de expresar esta idea: si decimos que alguien lleva el pelo rojo, es rojo teñido, porque nadie tiene el pelo rojo de forma natural); puntiagudo/a también es un adjetivo solamente descriptivo, no despectivo ni humorístico.

Independientemente de que el sustantivo nombre partes del cuerpo de las personas o de los animales, los adjetivos resultantes se usan indistintamente para personas o para animales: así, podemos hablar de personas o animales paticortos (o sea, de piernas o patas cortas).


Un paso más es el que damos con adjetivos como el de este anuncio de una marca de teléfonos inteligentes:


Aprende español callejeando: Ojiplatico
Calle Raimundo Fernández Villaverde




La primera parte, el sustantivo, es la palabra ojo, pero ¿qué adjetivo es *plático? Pues no existe. Si existiera, sería un adjetivo derivado del sustantivo plato. Pero no tenemos un adjetivo para esa palabra, básicamente porque no lo necesitamos.

¿Entonces, cómo se ha formado ojiplático/a? Alguien lo inventó a partir de la expresión ojos como platos, que usamos para describir el efecto de una gran sorpresa, porque generalmente cuando nos sorprendemos mucho abrimos mucho los ojos. Decimos, por ejemplo, me quedé con los ojos como platos, tenía los ojos como platos o abrió los ojos como platos. No se sabe quién inventó esta palabra, pero sí que empezó a usarse en la primera década del siglo XXI y que ya la tenemos en el diccionario de la Real Academia Española.

Así que ojiplático es, en realidad, una metáfora. Y como metáfora se usan otros adjetivos de este tipo. Por ejemplo, decimos que alguien es manirroto/a con el sentido de 'persona que no sabe ahorrar, que gasta sin ningún control'; literalmente, significaría 'que tiene una mano rota o las manos rotas', pero nunca la usamos así, sino como una imagen: la de alguien que tiene un agujero en la mano y por ese agujero se le cae todo el dinero. Otro ejemplo: peliagudo/a (que es una palabra que se usa más para cosas que para personas), que significa 'difícil de resolver'; viene de pelo y agudo/a 'afilado, fino, a veces punzante', y de la idea de algo con pelo afilado o punzante puede venir la idea de dificultad.


En esta imagen pongo algunos de los adjetivos de este tipo más utilizados, y con esto me despido:


Aprende español callejeando: Ojiplatico


¡Hasta pronto!