Zahorra, tala y pavimentar son palabras que, aunque no son de uso diario, últimamente están en boca de muchísimos madrileños. Varios cientos de ellos se concentraron el sábado pasado en la plaza de Cibeles, frente al Ayuntamiento de Madrid, para protestar por muchas cosas que no les gustan de la evolución reciente de nuestra ciudad.
Había asociaciones y plataformas de ciudadanos que protestaban por temas diversos, pero dominaba la preocupación y el enfado por las actuaciones del Ayuntamiento en plazas, parques y jardines durante el último año.
Muchos madrileños de varios barrios de Madrid han aprendido una palabra que, aunque es muy antigua, no conocían: zahorra. La han aprendido cuando han visto que, en los caminos y las zonas de descanso de sus parques, ya no hay tierra sino un material que parece cemento, pero que es piedra muy pequeña triturada y compactada. El uso de este material resulta barato y reduce los trabajos de mantenimiento, porque, por ejemplo, donde hay zahorra no crecen las llamadas malas hierbas (las plantas que crecen espontáneamente). Pero el impacto visual es tremendamente negativo y el contacto con la naturaleza que buscamos en los parques se pierde.
Probablemente otro efecto será el que describen en esta pancarta:
La zahorra puede ser de origen natural o de origen artificial. La que están poniendo en los parques de Madrid es artificial. Por eso contribuirá a que los parques no sean ya un refugio para el calor asfixiante ('calor exagerado') del verano madrileño.
Y por eso, uno de los gritos más escuchados en la manifestación fue el que he usado como título: La zahorra, a la porra. Cuando le decimos a alguien ¡Vete a la porra!, expresamos un enfado y un deseo de que esa persona se vaya o deje de hablarnos en ese momento. Es la forma más suave, porque también le decimos a la gente que se vaya a la mierda, o, más fuerte aún, a tomar por culo.
Lo que están haciendo en los parques con la zahorra y en otros sitios con cemento o asfalto es pavimentar, que es poner una capa lisa de algún material duro y resistente. Significa lo mismo que el verbo solar, que es 'poner algún tipo de suelo'. Por eso otro vecino le dice esto al alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Almeida:
Mansión rima con dimisión. Probablemente el alcalde viva en una casa con cierto lujo (que es lo que significa mansión), pero no lo sabemos con seguridad. Sin embargo, la persona que hizo esta pancarta intuye que el alcalde vive en una casa mejor que la de la mayoría de los que viven cerca de estos parques que se están pavimentando.
Aunque la pavimentación con zahorra tuvo mucho protagonismo, lo tuvo aún más la protesta contra la tala de árboles en la ciudad. Talar significa cortar un árbol por su pie, o sea, no es cortar unas ramas (eso sería podar), sino quitar el árbol completo. Al verbo talar le corresponde el sustantivo femenino tala. Contra ella protestaron muchos madrileños quitándole al símbolo de Madrid, el oso, el árbol que lo acompaña (como puedes ver a la izquierda de la pancarta, donde el árbol, un madroño, aparece cortado desde su base, o sea, talado):
En los últimos años hemos visto desaparecer cientos y cientos de árboles en la ciudad: porque molestaban para la construcción de un hotel, porque se reformaba una plaza y había un nuevo diseño, porque el árbol se moría y no ponían otro nuevo, etc.
Pero el punto más alto de este arboricidio ha llegado con el anuncio de que se talarán unos mil árboles (muchos viejos árboles que dan muy buena sombra) para construir una estación de metro en el interior de un parque.
Muchas de las pancartas hablaban de la relación entre los árboles y la vida, pues son principalmente ellos los que nos permiten seguir viviendo en esta ciudad, bajando los niveles de contaminación, que son cada vez más altos. Te muestro dos pancartas que tienen rima:
Hacer algo a discreción significa hacerlo a voluntad o capricho de una persona, sin ninguna limitación. Esto quiere decir que en Madrid se están talando árboles sin ningún criterio racional, sin ningún beneficio para los ciudadanos.
En la segunda pancarta aparece el conector según, que tiene varios significados. En este caso, se usa en un sentido temporal, para relacionar dos acciones que progresan al mismo tiempo: talar árboles y matar gente.
En otras pancartas, lógicamente, aparecen palabras relacionadas con los árboles que quizás quieras conocer. Todas ellas tienen rima, así que se nota que estos vecinos han dedicado su tiempo a pensar en la forma de expresar sus reivindicaciones:
Arbusto y arboleda son de la misma familia que árbol. Un arbusto es un pequeño árbol, pero de menos de cinco metros y sin tronco (la parte central del árbol), o sea, que todas sus ramas nacen del suelo; arboleda es una palabra colectiva para un conjunto de árboles.
Seguramente ya conoces la palabra raíz que aparece en la última foto, y que se refiere a la parte de las plantas que está dentro de la tierra, pero quizá no conozcas la expresión informal tocar las narices a alguien. Quiere decir 'molestar, fastidiar', y precisamente eso es lo que está haciendo este Ayuntamiento con muchos de sus ciudadanos: molestarles, fastidiarles, enfadarles, y a algunos, otras cosas bastante peores de las que hablaré en otra ocasión.
Termino con una pancarta que debería provocar una reflexión en los políticos que están tomando estas decisiones, y en especial al alcalde. Los árboles que tenemos en Madrid son nuestra herencia, muchos se plantaron hace décadas para que disfrutáramos de ellos hoy y nadie tiene derecho a hacerlos desaparecer sin consultar con los vecinos.
Más vocabulario y expresiones relacionadas con los árboles en este enlace. ¡Hasta pronto!