El año pasado, por estas fechas más o menos, pasé unos días en Zaragoza, la capital de Aragón. Como ahora mismo no puedo callejear por Madrid, he pensado hablarte un poco de un punto lingüístico muy, muy característico de esa ciudad y de esa zona de España, y de algunas cositas más.
Empecemos por el título de esta entrada:
Como ves, son dos tiendas de regalos y recuerdos pensadas sobre todo para los turistas. También por eso tienen nombres que nos hablan de algo típico y característico. Por un lado, usan la palabra maño/a, que se usa coloquialmente con el sentido de 'aragonés/aragonesa', especialmente para las personas de la provincia de Zaragoza. Por otro lado, usan el diminutivo -ico/-ica, que es muy característico de esta zona (pero también se usa en otras partes de España).
Lo usan mucho cuando hablan y, como puedes ver, está por todas partes en las calles. En esta cafetería:
Y en estas otras tiendas de regalos:
Una compra muy típica en Zaragoza son los adoquines. Un adoquín es una piedra rectangular que se usa para los suelos de las calles, pero en Zaragoza se llama también adoquín a un caramelo que tiene una forma similar a la de estas piedras. Estos caramelos llevan la imagen de la Virgen del Pilar, que es la patrona de la ciudad.
En esta tienda venden adoquines de todos los pesos:
Y también con refranes escritos en el papel del envoltorio:
Pero lo que más gracia me hizo fue este anuncio de una cadena de locales que vende bocadillos:
¿Qué, te atreves a comerte este bocadillo?
¡Ojalá podamos darnos pronto otro paseo por Zaragoza! ¡Hasta pronto!
En estos días de encierro en nuestras casas, las calles están muy vacías de personas y toman más protagonismo otros animales: por ejemplo, en Madrid (al menos en mi barrio) se oyen más los cantos de los pájaros y los gatos callejeros pasean a pleno día sin miedo.
Aunque hay otras ciudades de España donde se ve este cambio mucho más. Algunos animales que viven fuera de ellas se acercan. Hace unos días, por ejemplo, las cámaras web del Ayuntamiento de Segovia captaron cómo una pareja de corzos se paseaba y cruzaba el famoso acueducto de la ciudad:
Y, aún más sorprendente, en pleno centro de Barcelona se han visto jabalíes:
Está claro: cuando el ser humano no está presente, la fauna vuelve a ocupar el espacio. Fauna es el conjunto de especies animales de un lugar, y en Madrid, igual que en todas las demás ciudades, los animales llamados personas conviven con un montón de especies. Y no hablo del zoo, donde, claro, hay muchas, y tampoco de las mascotas (cada vez más presentes en todas partes). Tampoco en Madrid, de momento, tenemos noticias de animales salvajes o poco habituales por nuestras calles. Así que te voy hablar de la presencia de animales en los carteles, las esculturas, los nombres de locales y calles, etc.
Una de las fotos más típicas de Madrid es la del oso y el madroño de la Puerta del Sol. Ese oso aparece desde el principio en el escudo ('imagen pintada o esculpida que representa a una ciudad, un país o una familia') oficial de Madrid:
Plaza de la Provincia
Un tiempo después, el oso se encontró con un árbol (en este caso, un madroño) y se puso de pie para comerse sus frutos:
Pero en ningún escudo de Madrid aparecen el oso y su madroño tan delgados como en este que vi en un muro del barrio de Lavapiés, quizá refiriéndose a la crisis económica (la anterior, no la que va a venir ahora):
Calle del Carnero
El oso da nombre también a una calle de este mismo barrio:
Parece que en esta calle, antiguamente, se mostraba un oso como atracción, y de ahí le viene el nombre al sitio.
Hace siglos, era normal que se mostraran animales como espectáculo. De aquí procede también el nombre de otra calle de la ciudad, un nombre que muchos no entienden:
Abada es una palabra de origen portugués, ya en desuso, para el rinoceronte. Este rinoceronte fue un regalo del gobernador de Java al rey Felipe II. Estamos hablando del siglo XVI, así que debió de ser una atracción muy visitada, porque en la Península Ibérica nadie había visto rinocerontes todavía.
Hay otra calle del barrio de las Letras dedicada a un animal que tampoco estaba entre la fauna ibérica, creo:
La leyenda sobre el origen del nombre se repite aquí: podéis ver en la placa una persona que tiene un león, y se dice que, a modo de espectáculo, lo enseñaba a la gente para ganarse la vida.
En la misma calle se encuentra una de las farmacias más antiguas de Madrid, con una fachada de preciosos azulejos en los que se representa, entre otras cosas, a un león:
Los leones más famosos de Madrid, sin embargo, son otros:
Plaza de las Cortes
Se trata de los dos leones que están en la fachada principal del edificio antiguo del Congreso de los Diputados. Así decidieron mostrar el poder de los políticos y la política, supongo.
En Madrid tenemos también animales en los tejados, aunque pocas veces los vemos porque vamos muchas veces mirando al suelo para no pisar lo que no queremos pisar (¿sabes a qué me refiero?). Por ejemplo, este:
Calle Alcalá
Este enigmático gato que observa a los madrileños subido a más de 30 metros de altura es obra de Eladio de Mora, dEmo, un escultor toledano.
Y los gatos, ese animal nada exótico, son, precisamente, el animal madrileño por excelencia. Por eso esta taberna se ha hecho para ellos:
Calle del Prado
El nombre de esta taberna es femenino, como muchos otros locales de Madrid, y se refiere a algo también muy típicamente madrileño:
Calle del Prado
La revoltosa es el título de una de las zarzuelas (operetas típicamente españolas) más famosas ambientadas en Madrid. Aquí, en otra zona muy popular de Madrid, puedes ver un homenaje a uno de sus autores:
Cava Baja
Como habrás podido ver en la puerta de la taberna, los productos no son exactamente para gatos: cervezas, vermú y vinos no son muy recomendables para ellos. Y es que aquí con la palabra gatos se refieren a los madrileños. Ya te expliqué por qué en Madrid me mata, y ahora te pongo una imagen del dibujante Antonio Mingote que se refiere a esa historia:
Museo de Historia de Madrid
Y termino con un animal muy poco frecuente en la ciudad de Madrid: un lagarto que decora una fachada del barrio de Carabanchel.
Me queda advertirte de que la palabra fauna también la usamos a veces para hablar de los seres humanos. Lo hacemos humorísticamente para hablar de un conjunto de personas que frecuentan un lugar o que realizan la misma actividad, sobre todo si son personas de tipos muy diferentes; también se usa despectivamente, cuando queremos criticar a un grupo de personas.
Dos ejemplos tomados de Twitter:
Me podría pasar días sentado en una estación de trenes observando a la gente, menuda fauna
Ya hace más de dos años que publiqué la segunda edición del libro digital Aprende expresiones españolas callejeando por Madrid.
En este tiempo he encontrado y publicado, en el blog y en las redes sociales, muchas más, así que hoy publico la tercera edición del libro, donde también he puesto, al final, algunas infografías con más expresiones organizadas en torno a temas o palabras.
Las expresiones y refranes son callejeros porque, como todos los demás materiales del blog, los encontré en la calle, escritos por gente de la ciudad.
Espero que este librito te entretenga durante estos días en los que casi todos estamos encerrados en casa.
¿Quieres descargarlo? Pinchando en la imagen puedes hacerlo:
¡Espero que te guste! ¡Si es así, déjame un comentario!