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Calle Embajadores |
Me encanta el nombre de este bar, El rincón guay. Guay es una palabra informal que significa 'muy bueno, excelente, estupendo, extraordinario (o cualquier otra cualidad muy positiva)' o 'muy bien, estupendamente', porque puede funcionar como adjetivo o como adverbio. Vamos a ver ejemplos:
¡Qué bar más guay! (es adjetivo: 'qué bar más interesante, estupendo, bonito, etc.')
Ayer nos lo pasamos guay (es adverbio: 'nos lo pasamos muy bien, estupendamente')
Es una palabra que podemos usar para lugares, para objetos, para personas, en fin, para todo. Así que es muy práctica, ¿no?
Si nos fijamos en el mural que han pintado en este bar a la izquierda, nos parecerá un bar todavía más guay. Se ha puesto en homenaje a un hombre, Mame Mbaye, que murió hace poco tiempo en el barrio de Lavapiés. Era un emigrante que, como muchos otros, no había conseguido tener sus documentos en regla y, por lo tanto, no podía trabajar legalmente. Por eso, para ganarse la vida, era mantero. Un/a mantero/a es una persona que vende en la calle de manera ilegal; se les llama así, manteros, porque suelen poner sus productos encima de mantas o sábanas en el suelo de la calle. Mame Mbaye tuvo que escapar de la policía y, cansado de correr y con un problema de corazón, murió muy cerca de su casa.
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Calle Embajadores |
Arriba aparece una frase, Luchando por la vida, que nos habla de cómo murió este hombre. Si te fijas bien, en la palabra vida, puedes ver que han escrito con otro color una -s- encima de la -d-. Así la frase queda Luchando por la visa. Efectivamente, Mame Mbaye murió intentando sobrevivir y siempre en busca de una visa, un visado, o cualquier otro tipo de documento que le permitiera vivir tranquilamente en España. Llevaba 13 años aquí y no lo había conseguido, como les pasa a tantos otros, obligados a trabajar ilegalmente y a vivir siempre escondiéndose.
Pues sí, me parece guay que el bar recuerde así a uno de los vecinos del barrio. Pero no todo es tan guay en este bar. Hace unos días me senté con unos amigos en la terraza y pedí una caña (sobre el tamaño de la caña tradicional y otras cosas relacionadas con las cañas, puedes leer No pagaré tres pavos por una caña). Me dijeron que solamente servían vasos grandes de cerveza en la terraza y no cañas. Le pregunté al camarero si en lugar de un vaso grande (más o menos el doble que una caña) podía traerme una caña y un rato después otra caña, porque no bebo muy rápido, la cerveza se queda caliente y a mí me gusta bien fría. Me dijo que no, y además no fue muy simpático.
Dentro del bar sí sirven cañas, tanto en la barra como en las mesas, y estábamos sentados a una distancia de un metro del interior del bar. Conclusión: este bar no es tan guay como parece.
Claro que no es el único. Últimamente veo carteles que me sorprenden, como estos dos:
Glorieta General Álvarez de Castro |
Calle Fuencarral |
El primer cartel no es muy amable, ¿verdad? Comprendo que no quieran que la gente use sus mesas de terraza como si fueran bancos públicos. Pero ¿si voy con un grupo de amigos, todos toman algo y yo no porque no tengo ganas, no puedo sentarme con ellos?
En cuanto al segundo cartel, no sé muy bien qué quiere decir: ¿que hay que pedir algo más que un vaso de agua? Porque eso es evidente: los vasos de agua son gratis y no creo que mucha gente se siente en la terraza y pida solamente un vaso de agua. Creo que quiere decir que no sirven vasos de agua en la terraza, o sea, que solamente sirven cosas que tengas que pagar, aunque hayas pedido ya algo que tienes que pagar, una consumición. Y me parece fatal: en muchos países, cuando pides un café te ponen siempre un vaso de agua. Esto es ser tacaños y nada guais.
Mucho más guay es este otro cartel, que también va de café y de agua:
Calle Mayor |
Por favor, señores dueños de bares y camareros, entiendo que ustedes tienen que ganar dinero, pero... ¡cuiden un poquito más a sus clientes y sean más amables! A los españoles nos encanta ir a los bares, pero si los bares dejan de ser un lugar guay, o sea, un lugar donde estás a gusto, donde te tratan bien, donde puedes tomar lo que te apetece, a lo mejor preferiremos en el futuro tomarnos algo en la terraza de nuestra casa.
Yo, desde luego, ya sé a qué bar no quiero volver. ¿Y tú, has tenido alguna mala experiencia en algún bar?
¡Hasta pronto!