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miércoles, 11 de septiembre de 2024

Se escapa el gato

Ha hecho tanto calor este verano y durante tanto tiempo que parece imposible que dentro de poco tengamos que poner la calefacción. Solo pensarlo parece ciencia-ficción. Pero pronto llegará esa época del año, y por eso hoy te voy a enseñar dos formas muy habituales en la lengua informal para decirle a alguien que cierre la puerta o la ventana para que el espacio en el que estamos se mantenga caliente.

Una primera es la que aparece en este aviso. Es un cartel dirigido a todo el personal de ese centro educativo, y contiene también algo propio del lenguaje informal (y que no se considera correcto), que es usar un infinitivo (cerrar) en lugar de un imperativo (cerrad):


Aprende español callejeando por Madrid: Se escapa el gato
Escuela Técnica Superior de Arquitectura (Ciudad Universitaria)


Si lo piensas, la frase resulta graciosa y hasta absurda, porque la calefacción es el sistema de aparatos que sirven para calentar un edificio, y no son los aparatos (en este caso, unos radiadores, como vemos en la foto) los que se van a ir si mantenemos la puerta abierta. Lo que se va es el calor. Y también decimos eso, de manera bastante más lógica: Cerrad la puerta, que se va el calor.

En este caso usamos la forma reflexiva del verbo ir, o sea, irse (la calefacción se va) porque el significado que queremos transmitir es el de 'abandonar, dejar un lugar' (si quieres, puedes repasar esto, con más ejemplos, en la entrada Volando voy, volando vengo).


Tenemos otra forma informal, más indirecta, de pedir lo mismo, que es la que usan en este cartel de una panadería del barrio de Tetuán:


Aprende español callejeando por Madrid: Se escapa el gato
Calle Capitán Blanco Argibay


Sí, sí, no es broma. Es muy habitual decirle a cualquiera, en un contexto informal Cierra la puerta, que se escapa el gato. Y lo que se entiende es que se va el calor. Claro que, si hay gatos en la casa, también se puede entender literalmente, porque a los gatos les encanta escaparse por puertas y ventanas.

Y de nuevo, en esta expresión usamos la forma reflexiva del verbo (se escapa) por la misma razón que en la anterior.

Pues ya sabes. Cuando empieces a poner la calefacción en tu casa, ya tienes tres formas de pedirles a las personas que viven contigo o que están de visita que cierren la puerta.

¡Hasta pronto!



miércoles, 31 de mayo de 2017

Spanish dream

A diferencia del llamado sueño americano, o sea, la idea extendida en Estados Unidos de que en ese país todo el mundo puede tener éxito en la vida, el sueño español es bastante triste. 
    
Hace ya muchos años que los diferentes gobiernos de España, con la colaboración activa de la Unión Europea, se convencieron de varias cosas: 

- De que buena parte de nuestra agricultura, y sobre todo nuestra ganadería (sectores económicos muy importantes hasta los años 60 del siglo XX) no podían competir con las de otros países.

- De que la mayor parte de nuestra industria no era rentable ni competitiva.

- De que España no era un país de pensadores ni de investigadores, por lo cual no era necesario invertir mucho dinero en estos sectores.

¿Qué es lo que se ha fomentado, a cambio, en nuestra economía? Lo refleja muy bien esta pegatina que vi en el escaparate de un banco:


Spanish dream
Calle Fuencarral

Sí, así es: España se ha convertido en las últimas décadas en un país de camareros y cocineros. No es que antes no hubiera muchos; siempre ha habido muchos, porque España ha sido siempre un país con muchos bares. Pero es que ahora son los bares, los hoteles, las discotecas, los bares de copas, los miles de restaurantes... 

La hostelería (el sector económico que da alojamiento y comida a los viajeros) es el único ámbito de trabajo que sigue creciendo. A pesar de que nuestro gobierno actual insiste en que estamos cada vez mejor, la verdad es que el empleo sigue siendo poco y malo: mal pagado, de poca duración y con malas condiciones en general, o sea, curro precario

Así que el único sueño posible de los jóvenes españoles es convertirse en camareros, porque ese será muy probablemente su futuro si no se van de España. Me dicen mis alumnos muchas veces que, en comparación con los de sus países, en España los camareros son mucho más profesionales; y yo me digo: ¡A la fuerza ahorcan! (este refrán se usa aplicado a alguien que tiene que hacer algo en contra de su voluntad, porque no le queda otra solución). En otros países, la gente hace de camarero o camarera durante un tiempo; en España, puede ser tu empleo para toda la vida.

Y querer ser camarero tampoco te garantiza un trabajo. Fíjate en estos carteles de bares:


no hay camarero en la terraza
Calle Augusto Figueroa

se pide y se paga en barra
Calle Bravo Murillo

En el centro de Madrid, los bares que tienen terraza tienen camareros que se dedican a atenderla: tomar el pedido, servir y cobrar. Claro que te cobran un poquito más por ese servicio. Sin embargo, como ves, en estos dos bares no había camarero en la terraza, así que había que ir a pedir a la barra (el mostrador del bar, donde, detrás, están los camareros) y también pagar en la barra.

En los barrios periféricos de las ciudades, y también en los pueblos, esto es bastante normal: no existe un servicio de camareros para la terraza, son los clientes los que piden y se lo llevan a la terraza. Y los precios, en este caso, son los mismos que en la barra.


En fin, aunque me resulta bastante triste este tema porque me da mucha pena ver tantas vocaciones frustradas entre la gente joven de mi país, quiero darle un final más práctico. Tanto si quieres ser camarero como cliente de un bar en España (cualquiera de las dos cosas es bastante probable), hay algunas frases que tienes que conocer, y las más básicas son las que tienes en la imagen de debajo. Te pongo siempre todas las opciones: las formas con o con usted, con vosotros o con ustedes, con yo o con nosotros, dependiendo de la situación. En los bares, lo más habitual es tratarse de (o vosotros, si son varias personas), pero dependiendo del tipo de bar (si es un bar normal o la cafetería de un hotel muy elegante, por ejemplo) y de la edad del camarero o los clientes, también a veces se usa usted (o ustedes, si son varios clientes).


frases típicas de bares


Me despido con esta canción, homenaje de Daniel Higiénico a los pobres camareros, que tan duro trabajo tienen:





¡Hasta pronto! ¡Nos vemos en los bares!


domingo, 22 de enero de 2017

¿Por qué no?

Durante los cuatro años que llevo escribiendo en este blog, he usado muchísimas veces pintadas y grafitis que nos servían de ejemplo para lo que te quería contar o explicar. Así que, claro, tengo mucho que agradecerles a los que escriben en los muros de las calles. Pero entiendo que no a todo el mundo le guste que le pinten en la entrada de su casa o de su tienda. Aunque en algunos casos puede ser más divertido eso que una pared vacía.         

Hay una persona en Madrid que ha decidido luchar contra las pintadas; lo que pasa es que lo hace también pintando en las paredes. He visto sus pintadas en dos barrios diferentes, Lavapiés y Malasaña. Vamos con sus pintadas:

por qué no
Calle de la Cabeza
Esta persona habla directamente con un grafitero, porque usa la forma . No sé si es un grafitero concreto, o simplemente se dirige así a todas las personas que escriben en la calle. Parece que realmente no está en contra de todo lo que se pinta, solo de las cosas feas. Y es verdad que hay muchos grafitis y pintadas que solamente afean ('ponen feo'), no añaden nada al paisaje urbano. Este ¿por qué no? que usa puede interpretarse de dos formas: puede ser una pregunta real (o sea, algo como 'por qué siempre haces cosas feas') o puede ser una sugerencia ('podrías hacer algo bonito').

Otras pintadas suyas que he encontrado van en contra de cualquier pintada:


contra los grafitis
Calle Embajadores
Aquí tenemos la pregunta y la respuesta: la primera persona protesta por la pintada sugiriendo que no pinte en esa pared, y con las palabras donde yo te diga ('en el lugar donde yo te diga, que no te he dicho todavía') sugiere un lugar muy feo (como, por ejemplo, 'pinta en tu culo' o algo así); la segunda persona que escribió contesta: pinta en esa pared porque es la más limpia. Así que una pared bien limpia es el paraíso de un grafitero.

En esta otra pintada ya hace más explícito el lugar donde le gustaría que pintaran los grafiteros:


por qué no
Calle Embajadores

Sugiere que, en lugar de pintar las paredes de otras personas, pinte las paredes de tu casa. Pero a pocos metros de esta pintada, había otra mucho más explícita:


por qué no
Calle Embajadores

Hay que reconocer que quien hace estas pintadas no es una persona sexista, porque pone dos opciones: el grafitero podría pintarse los cojones ('testículos') si es hombre y los ovarios si es mujer ('órgano sexual femenino que contiene los óvulos'). Esto, más que una sugerencia, parece ya una orden: ¡Píntate los cojones / ovarios en lugar de pintar en esta pared!

Como has visto, las preguntas con ¿por qué no...?, dependiendo del tono y del contexto, pueden entenderse de formas diferentes. Estas son las funciones principales de este tipo de preguntas:


por qué no


Y he encontrado también esta otra pintada, que por el tipo de letra me parece la misma persona:


para qué coño
Calle Fuencarral

Parece que con la palabra eso se refiere al mural pintado en la pared, y se pregunta para qué sirve. Pero con la palabra coño (otro taco de uso muy frecuente en España) indica que le parece que no sirve para nada.

Coño se usa mucho en preguntas para aumentar la negatividad de una pregunta o una exclamación, directa o indirecta:

¿Dónde coño habré aparcado el coche? ('soy incapaz de acordarme y encontrarlo')
¿Por qué coño no me llama? ('estoy esperando una llamada urgente y no entiendo por qué no llaman')
¿Pero qué coño estás haciendo? ('no tengo ni idea de lo que está haciendo, o no debería estar haciendo eso')

Con el mismo sentido, podemos usar palabras más suaves, que no son tacos, como narices o demonios:

No sé dónde narices he dejado el coche.
¿Por qué demonios no me habrá llamado?
No entiendo qué narices estás haciendo ahora.

¿Y tú qué crees? ¿Pintar en las paredes tiene alguna utilidad, sirve para algo? ¿Has pintado alguna vez en una pared? Yo no, aunque a veces debería pintar para después poder usar los ejemplos que quiera en el blog, jejeje. ¡Hasta pronto!




lunes, 18 de abril de 2016

El negativo



imperativo negativo
Travesía de San Mateo



Este bar tiene un nombre que llama la atención, porque la palabra negativo, como sustantivo, puede usarse para una persona: un negativo (o una negativa, si hablamos de una mujer) es una persona pesimista, que siempre piensa en lo malo. Pero esta palabra, también como sustantivo, se usa para la imagen fotográfica que tiene los colores claros y oscuros invertidos. Cuando la fotografía no era digital y llevábamos las fotos a una tienda, la tienda nos daba las fotos en papel y, además, los negativos, la película fotográfica, ¿te acuerdas? Con esos negativos podías hacer más copias de las fotos. Supongo que han llamado así al bar porque en el cine también se usaba (ahora casi no se usa) un material similar, y también se mandaban los negativos a un laboratorio. En este bar, además de poner música, también proyectan películas.

Negativo, como adjetivo, se usa también mucho cuando hablamos de gramática, para hablar de las frases en las que usamos las palabras no, nunca, nadie, ningún/ ninguna, nada. Y hoy nos vamos a fijar en algunas de estas frases negativas. En concreto, en los carteles que nos piden que no hagamos algo.        

Una de las formas más habituales para prohibir o pedir en español es el imperativo. Pero en los carteles públicos, en lugar de la forma del imperativo con ustedes, es muy frecuente usar un infinitivo. Así pasa en las frases de las tres fotos siguientes, con tres prohibiciones o peticiones curiosas:


imperativo negativo
Calle Alba de Tormes

imperativo negativo
Mondoñedo (Lugo)


imperativo negativo
Buitrago de Lozoya (Madrid)




En la primera imagen un grafitero nos pide que no pintemos la pared, eso sí, después de haberla pintado él, y en la segunda, un librero nos pide que no hojeemos los libros. ¿Quiere que compremos los libros mirando solamente la portada, sin poder mirar un poco dentro del libro? Me parece que no va a hacer mucho negocio. O a lo mejor es que en el pueblo de Lugo donde tomé la foto la gente tiene costumbre de leerse los libros enteros en la puerta de la librería y luego no los compra, por eso los libreros están hartos.

En la tercera foto, el alcalde pide a los vecinos que, cuando coman pipas, no tiren los restos al suelo. En España, las pipas que más se comen son las de girasol:







En muchos pueblos de España, sobre todo de la zona centro, se come gran cantidad de estas pipas, y la gente tiene costumbre de tirar las cáscaras al suelo, así que la plaza de Buitrago debe de quedar muy sucia después de un día de fiesta con mucha gente comiendo pipas.


Como ves, el uso del infinitivo en estos contextos es muy común. Pero otras veces encontramos un mensaje más personalizado, en imperativo, como en esta otra imagen:


Centro de salud Gran Capitán




Según me contó mi padre, que tiene su médico en este centro de salud, con frecuencia la gente coge las plantas y se las lleva, por eso pusieron este cartel. ¡Me parece increíble! Sin embargo, son cosas que en España, desgraciadamente, pasan muy a menudo: hay bastante gente que no tiene ningún respeto por lo que es común, gente que roba plantas o que tira basura en la calle. ¡Es muy triste ver que estas cosas no cambian fácilmente! Quizá precisamente han usado la forma ustedes en este cartel para que las personas que lo lean se sientan más incluidas en la petición.

En fin... Me despido recordándote que puedes repasar el imperativo en las entradas A la orden y No te cortes. Por supuesto, en la conversación no usamos el infinitivo para expresar órdenes, prohibiciones o peticiones; usamos el imperativo y otras formas con significado equivalente. 

Me despido por hoy... Y a pesar de tanta negación, ¡intentemos no ser negativos! ¡Hasta pronto!


domingo, 20 de abril de 2014

Cállate la boca

Mira lo que nos están diciendo desde este escaparate:

   
redundancia
Calle Reina Mercedes

La expresión ¡Cállate la boca! es una manera muy fuerte, muy dura de ordenar callar. Es mucho más fuerte que el simple imperativo ¡Cállate!, que puede hacerse más suave con la entonación o añadiendo otras palabras, como cuando decimos Por favor, cállate un poco o Anda, cállate un ratito. ¡Cállate la boca! es siempre duro, fuerte, agresivo, no podemos hacerlo más suave de ninguna manera.

Como ya sabes, hay muchas maneras de ordenar, unas más directas y otras más indirectas, como la famosa frase ¿Por qué no te callas? que dio la vuelta al mundo hace unos años, cuando, en una reunión internacional, el rey de España se la dijo a Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela:





Esta frase se entendió como una especie de orden, y por su entonación, ciertamente lo era en gran medida, por eso provocó todo tipo de reacciones. La entonación es lo más importante para interpretar si nos están ordenando, sugiriendo o pidiendo algo, independientemente de la forma gramatical usada. Con el imperativo, recuerda, no solamente ordenamos; también pedimos, sugerimos, aconsejamos, llamamos la atención, damos permiso, etc.

Pero volvamos a nuestro escaparate. ¿Por qué esa frase en los objetos que se venden? Porque Cállate la Boca es el nombre de una empresa que se dedica al diseño de ropa y objetos diversos. Una empresa española con socios muy famosos en España, como los cantantes Amaya Montero (exvocalista del grupo La Oreja de Van Gogh) y Mikel Erentxun (exvocalista del grupo Duncan Dhu). Aprovecho para recomendarte las canciones de estos grupos (y de los cantantes en solitario) porque los dos pronuncian muy claramente y hacen un tipo de música poco "ruidosa", así que los entenderás muy bien.

Seguramente has pensado ya que por qué decimos la boca, si no podemos callar otra cosa. En otras palabras, que esta expresión es redundante, que es una redundancia ('repetición innecesaria de un concepto'). Pues sí, lo es, pero supongo que la redundancia es una característica de los seres humanos y que esto pasa en todas las lenguas.

Estas son algunas de las redundancias más comunes en español, al menos en España. En color tienes marcada la parte que sobra y que no necesitamos decir:


pleonasmo


Una cosita más sobre la expresión de hoy. Hace tiempo leí esta historia en el periódico El País:


Existe la conocida anécdota protagonizada por el novelista venezolano Adriano González León, cuando se vio impulsado a abandonar un taxi en Guadalajara, México, al escuchar por enésima vez que el taxista respondía a sus elogios sobre la ciudad con esta expresión terminante:
- ¡Cállese la boca!
Los colegas que le esperaban calmaron al excitadísimo Adriano: ¡cállese la boca! es lo que dicen en esa ciudad mexicana para explicar que uno está de acuerdo con lo que dice el otro, que tiene la razón y debe seguir hablando.

(Fragmento del artículo Coger, de Juan Cruz)

No sé si esta expresión se sigue usando así en alguna zona de México y no he podido encontrar información sobre esto, pero conviene saberlo si vamos a viajar a esa zona (para evitar pasarlo tan mal cono el novelista de la historia). ¿Algún lector de México -que sé que los tengo- nos puede sacar de dudas? ¡Muchas gracias de antemano!

Y ahora me callo, como me pide el escaparate. ¡Hasta pronto!



domingo, 3 de febrero de 2013

Puertas que el viento abre y cierra

Carteles de puertas para todos los gustos 


El 11 de agosto de 1921, el poeta Federico García Lorca escribió:

La puerta es siempre la clave
de la leyenda.
Rosa de dos pétalos
que el viento abre
y cierra. 

Pero mucho han cambiado los tiempos o los cierres de las puertas se han complicado mucho, porque en las puertas de cualquier lugar de España es fácil encontrar carteles como los que voy a poner a continuación.

Hay puertas que no se abren bien. Por ejemplo, en la calle Santa Brígida, al lado de la escuela donde trabajo, hay una estupenda panadería, Viena La Crem, de la empresa Viena La Baguette, ya centenaria en Madrid. Desde que yo la conozco, la puerta de entrada no funciona muy bien: a veces quieres entrar y parece que no puedes, que está cerrada.

Para solucionarlo, han puesto hace poco un cartelito debajo del cartel de la puerta:


empujar fuerte
Calle Santa Brígida


Con más detalle:


empujar fuerte


La palabra "fuerte" aquí es un adverbio (los adverbios son palabras que no tienen masculino ni femenino, ni singular ni plural, y nos sirven para expresar cantidad, lugar, modo, tiempo, etc.) con forma corta (existe una forma más larga del mismo adverbio, que es "fuertemente"). Los adverbios con forma corta son de uso frecuente en español, pero, a diferencia de otras lenguas, su uso está limitado a ciertas expresiones, como por ejemplo, "hablar claro / alto / bajo / rápido", "respirar hondo" o "andar rápido". No podemos usarlos libremente en cualquier frase, y tampoco todos los adverbios tienen doble forma, así que hay que aprender las expresiones poco a poco, como fórmulas fijas.

Luego hay puertas que no se cierran bien. Por ejemplo esta: 


cerrar del todo
Calle Jesús y María

Calle Jesús y María
"Del todo" significa 'completamente' y es un poco coloquial. Quizá por eso la persona que escribió la nota escribió "todo" entre comillas.

Hay, en cambio, puertas que se cierran demasiado bien (normalmente porque pesan mucho), como esta de Málaga:


cierre con moderacion
Casa de los Leones - Málaga
"Con moderación" significa 'sin exceso, en la medida adecuada'. Más o menos, el cartel está diciendo: cuidado, no des portazos (portazo, 'golpe fuerte que da una puerta al cerrarse').

Luego hay puertas que continuamente se quedan abiertas, como esta de mi escuela. Los conserjes, que están hartos de pasar frío, hace unos días pusieron estas notas:


cerrad la puerta
Calle Santa Brígida


"Cerrad" es el imperativo que corresponde a la persona "vosotros/as", que en España es de uso informal. Como ya sabrás, el uso de "tú" y "vosotros/as" es mucho más frecuente en España que en otros países. También es más frecuente el uso del imperativo con muchas funciones: dar una orden, sí, pero también pedir información, pedir favores, recomendar, aconsejar, etc. La fuerza del imperativo se compensa, en esta puerta, con la palabra "gracias", que nos indica que no están dándonos una orden, sino pidiéndonos un favor.

También hay puertas bilingües con curiosas traducciones, como estas:

push quiere decir empujar con cariño
Torrecaballeros (Segovia)

pull quiere decir tirar con cariño
Torrecaballeros (Segovia)


En estas dos puertas puedes aprender los dos posibles movimientos para abrir: empujar (hacia dentro) y tirar (hacia fuera). Hacerlo "con cariño" es una forma graciosa de pedir que la gente empuje o tire de la puerta con moderación.

Por último, hay puertas que no sirven para nada, como esta:

por la otra puerta
Calle Algodonales


La preposición "por" significa aquí 'a través de'; decimos "entrar por una puerta", "salir por la ventana", etc.


Puertas perezosas, puertas agresivas, puertas que invitan a entrar, puertas que no quieren abrirse, puertas para todos los gustos. Puertas como las personas.









domingo, 9 de diciembre de 2012

Que se oiga la voz de las calles

Una nueva placa del 15M 


Expresar un deseo, un mandato o una petición con "que + subjuntivo"


Esta es la cuarta placa del movimiento 15M que comento en el blog. Las otras tres puedes verlas en Les gusta cuando callamos, El subjuntivo y los farmacéuticos de Valencia y Esto no es una campaña electoral.

En esta ocasión, hablamos de un mensaje con un deseo, mandato o petición más una afirmación:


expresar deseo y mandato
Calle del Pez


El deseo, mandato o petición es la primera parte: que se oiga..., con que + subjuntivo; la afirmación o declaración, No nos representan, en indicativo.

Desde mayo de 2011, en cientos de manifestaciones, uno de los gritos o lemas más repetidos es:

Que no,
que no,
que no nos representan.

Y se refiere, claro, a los políticos, supuestamente representantes del pueblo.

¿Y por qué la forma que + subjuntivo

Imaginemos que la placa habla a los políticos directamente; podría decir, por ejemplo:

Escuchad la voz de las calles (imperativo, vosotros)

Imaginemos que la placa está dirigida al pueblo:

"Pueblo, haz oír tu voz en todo el mundo" (imperativo, tú)

En la frase de la placa, en cambio, el sujeto gramatical es una tercera persona, la voz del pueblo. En el español actual no solemos usar el imperativo para expresar mandatos, peticiones o deseos cuando el sujeto es una tercera persona (singular o plural). 

Podemos decir, entonces, que la estructura que + subjuntivo cumple las mismas funciones que puede cumplir un imperativo (pedir un favor, dar permiso, ordenar, pedir, expresar el deseo de que otra persona haga algo, etc.), pero la usamos cuando el sujeto es una tercera persona (él, ella, ellos, ellas). En este caso, puede entenderse como un deseo, pero también como una petición a los ciudadanos para que griten alto, para que hagan oír su voz bien fuerte, gritando "No nos representan".

Veamos otro ejemplo fotografiado recientemente en una calle de Madrid:



que mas subjuntivo
Calle de los Reyes


Esto también suena a frase o lema de manifestación. Como ves, tiene rima (hey, rey). Y el sujeto, claro, es una tercera persona, "el rey".

Hay otra frase con la misma forma que lleva décadas repitiéndose en las manifestaciones de la gente de izquierdas en España. Cuando los helicópteros de la policía sobrevuelan la manifestación -para vigilar y para calcular el número de personas-, muchas veces los manifestantes gritan:

Ito, ito, ito,
que caiga el pajarito.

Como puedes imaginar, el pajarito es el helicóptero. Este lema nos habla de la desconfianza de la gente de izquierdas hacia los cálculos de la policía y, en general, de los sentimientos negativos hacia las fuerzas de seguridad.

Y un tercer ejemplo, tomado esta misma mañana en la acampada que varias personas mantienen desde el mes de octubre delante de la puerta de la sede central de Caja Madrid, el principal banco integrante de Bankia, contra los desahucios:


que mas subjuntivo
Plaza del Celenque

El sujeto de "sepa" es "el hecho de que Bankia engaña, estafa y echa a la gente de su casa" y dice "se sepa", con un sentido impersonal, o sea, desea que todo el mundo lo sepa.

Puedes ver otros ejemplos de esta construcción en la entrada Que repatríen las patrias y en Deseos de Año Nuevo.

Por último, quería recordarte que esta estructura, "que + subjuntivo", se usa también para expresar deseos en ciertas expresiones ("Que aproveche" cuando hay alguien comiendo a nuestra llegada; "Que seáis muy felices" a los recién casados) y en las despedidas. Con este sentido y en estas situaciones, se usa con todas las personas. Aquí tienes algunas de las frases más usadas en las despedidas:



deseos con que mas subjuntivo


Y nada más por hoy. ¡Que se lea en todo el mundo esta entrada de mi blog!