En los últimos tiempos muchas cosas están cambiando: las costumbres, las aficiones, los modos de comunicarse y relacionarse y, por supuesto, los comercios. No todo el mundo se siente cómodo con estos cambios, y quizá por eso he encontrado en diferentes lugares de España carteles que usan como reclamo una llamada a la tradición.
Los dos primeros ejemplos son de bares. El primero se reivindica, precisamente, como un bar tradicional:
Calle Ponzano |
Su aspecto es, efectivamente, como el de tantísimos bares que existían en Madrid hasta hace unos veinte años: puertas de aluminio y poca atención al aspecto y la decoración. Actualmente, tanto el nombre como el aspecto de los bares han cambiado mucho, especialmente en el centro de Madrid, y encontramos más variedad, como puedes ver en la entrada Bares, qué lugares.
No es extraño que encontremos este nombre para un bar precisamente en la calle Ponzano, que se ha convertido en la última década en la calle con mayor concentración de bares de Madrid (para desesperación de los vecinos). Casi todos estos bares (y también restaurantes) nuevos son más modernos y ofrecen comida menos tradicional. Por eso el 89 se reivindica como el lugar de la tradición, donde se pueden tomar las tapas y los vinos de toda la vida.
Esta expresión, de toda la vida, es la que también encontramos en este otro bar de un pueblo de Ávila, aunque no referida al bar:
Las Navas del Marqués (Ávila) |
Aquí, tu gente de toda la vida se compara con la gente que conoces solamente a través de las redes sociales. O sea, defiende a los amigos físicos frente a los amigos virtuales. Y, sobre todo, si tú y tus amigos os vais a tomar algo al Bali, que es el nombre del bar.
Es un cartel que me da que pensar. Por un lado, estoy de acuerdo en que una de las mejores maneras de disfrutar de la vida es compartirla con tus amigos. Me encanta reunirme con mis amigos y siento muchísimo hacerlo con menos frecuencia en estos tiempos de pandemia. Es verdaderamente una de las cosas que llevo peor de esta época. Pero por otro lado, las personas con las que interactúo virtualmente (como tú, lector de este blog) me aportan también muchas satisfacciones.
Lo más curioso es que mis amigos físicos y virtuales casi no coinciden: la gran mayoría de mis amigos ni leen este blog ni me siguen en las redes sociales. Es como si una parte de mí, la que desarrollo en la red, no tuviera ningún interés para ellos. Y eso me resulta un poco raro, aunque quizá está bien que sea así, es más interesante mantener mis dos "yoes" (plural de yo) separados. ¿Te pasa algo parecido o tu comunicación virtual es también con tu gente de toda la vida?
Volviendo a los carteles, no son solo los bares los que usan esta expresión. Aquí tienes un ejemplo de una tienda de reparación de zapatos:
Luarca (Asturias) |
Este zapatero repite la idea con dos expresiones diferentes: el (zapatero) de toda la vida y el (zapatero) de siempre. Igual que cuando las usamos sin la preposición de, como adverbios de cantidad, siempre y toda la vida son intercambiables cuando estamos hablando de tradiciones. Por ejemplo:
Esto no es una fabada, esto lleva lentejas y la fabada toda la vida / siempre se ha hecho con alubias.
Yo sigo comprando en los mercados de toda la vida / de siempre, casi nunca voy a supermercados.
Sin embargo, la expresión toda la vida se usa también con un sentido literal, referido a la vida de las personas, y en estos casos no podemos usar siempre:
Es importante seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.
Además, cuando hablamos de un hábito que no es una tradición, aunque dure ya un tiempo, lo que usamos es siempre. Un ejemplo:
(Dos amigos van a tomar un café y uno pregunta)
¿Vamos al bar de siempre?
(Quiere decir al bar donde suelen ir últimamente, donde han ido otras veces; sin embargo, quizá solo lleven dos meses haciéndolo)
Para terminar, te diré que las cosas de siempre o de toda la vida, en mi opinión, no tienen por qué ser las mejores. Que algo se haya hecho siempre de una manera no significa que no pueda cambiar a mejor. Que un bar sea como los de toda la vida no significa que ponga mejor café. Es importante conservar las buenas tradiciones, no las malas, ¿no? ¿Tú qué opinas?
¡Hasta pronto!
Guau, ahora con podcast. Enhorabuena y gracias :D
ResponderEliminarHola, Delia, hay otras entradas anteriores que tienen audio y están todas con esa etiqueta, "audio". No siempre lo hago porque a veces los textos son muy cortos (o porque a veces me da pereza, jejeje). Gracias por tu comentario
EliminarMarisa, ¡a ver cuando me sacas de paseo, que estoy todo el día pintando y no salgo de casa! ¡¡BESOS!!
ResponderEliminar¡Hola! No me creo que no te estés dando tus caminatas por el campo. Pero sí, a ver cuándo hacemos otra quedada, tenemos pendiente el paseo por Carabanchel del que hablamos la última vez. Muchos besos, Juan
EliminarHola Marisa,
ResponderEliminarA mí me ha pasado exactamente lo mismo como a Delia, nunca antes me daba cuenta de los Podcast, pero ya me he apuntado como "follower" y voy a escuchar todos ya publicados. Muchas gracias por tu trabajo tan valioso para los estudiantes de español.
Un abrazo Edith
Hola, Marisa.
ResponderEliminarÚltimamente estoy leyendo mucho tu blog, me parece que tus artículos son súper interesantes. Voy a compartirlo con una alumna que vive en Madrid porque seguro que le motiva un montón.
Por otro lado, a mí también me pasa como a ti. La mayoría de mis amigos, no me sigue en las redes sociales que tengo como profesora y muchos otros, tampoco saben a qué me dedico exactamente. Pero bueno, quizás no sea del todo malo. Así cuando trabajamos, trabajamos.
Un saludo,
Rocío
Me alegra saber que no soy la única a la que le pasa. ¡Muchas gracias por tu comentario!
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